Sunday, November 18, 2007

CHACHI LUJÁN: Un esperado retorno

Una de las satisfacciones que brinda la Internet es, sin duda alguna, el poder retomar de una manera rápida y fácil, la comunicación con viejas amistades, principalmente, cuando uno está lejos. Así, por ejemplo, en 2006, tuve la oportunidad de recibir un mensaje de alguien a quien aprecio mucho y del que, incluso, escuché su música años antes de saber que algún día lo iría a conocer. Y es que, mi sueño de ser futbolista, aún no encontraba lazos con esos hippies que Nelly Mendívil tocaba en la radio cuando yo llegaba del colegio muerto de hambre, con los zapatos sucios y la cara pintada.

De amarillo, llevando la batuta de los rockeros reunidos en Radio Miraflores. 1987 (FOTO: Víctor Becerra/Archivo Perú Rock).

Desde la época de "La juventud peruana avanza, se eleva y triunfa", con Nelly, es bastión del rock que se viene realizando en el Perú. Me consta de primera mano que es un luchador infatigable de la música y el arte. Fue, además, uno de los primeros rockeros que verdaderamente conocí, cuando andaba en Radio Panamericana (1983-1985) y, él, acababa de llegar del extranjero para sumirse en un nuevo proyecto dentro del renaciente movimiento local de esos años.

Dr. No fue un súper grupo de nuestra escena, posiblemente el primero en mucho tiempo, creado por Chachi Luján a su regreso de los Estados Unidos. Con él, estaban embarcados en la misma aventura, el bajista Ernesto Samamé; el teclista de Frágil, Octavio Castillo, y su viejo compañero de Telegraph, el baterista Walo Carrillo. Por ese tiempo, primeros meses de 1983, acababan de lanzar un disco sencillo titulado "Turn Out The Lights", así, en inglés, y, era la banda predilecta de la emisora de Mariano Carranza para sus famosos espectáculos masivos llamados La Más Más. El disco fue grabado con Kevin Norris, alguna vez teclista del grupo Malo de Jorge Santana, hermano de Carlos. Viajé con Chachi y con los demás integrantes por alguna ciudad del país. Tiempo después, fue puntal en casi cada obra en la que mi imaginación me metió. Siempre, como se dice, empujando el coche. Para muestra, hay suficientes botones como para regalar a los que les ganó la modorra y el aburrimiento. A Chachi, no.

Escena que podría repertirse después de más de tres décadas. Telegraph en vivo.

A mediados de 1985, luego de la lógica ruptura de Dr. No, cuyos integrantes tenían suficientes proyectos como para atarse a uno más, Chachi continuó su carrera en solitario. Pero siempre rodeado de talentosos colegas. Por ahí recuerdo, por ejemplo, a Lucho Salazar, el Luciano Figallo de Trama y Los Perros; Julio Caipo, músico, compositor y productor de trayectoria reconocida; Pepe Ortega, compositor y dedicado músico radicado en Oklahoma; Carlos Páucar, músico graduado en la Berklee College of Music y propietario de un importante estudio de grabación en la Florida; Carlos Kakutani, asediado guitarrista de bandas de heavy rock en España; Manuel Miranda, compositor y uno de nuestros mejores instrumentistas especializado en vientos, y, Jorge Aguilar, de Combo La Revelación, según dicen, la mejor banda latina en Australia.

Grabó "Gracias" y "Sola", en los estudios de Miki Gonzalez, y, luego, "Eres para mí". Las canciones fueron irradiadas y, en su debido momento, escalaron posiciones en las listas de algunas de las más emisoras juveniles de la época. Poco tiempo después, con la tremenda facilidad que tenía para hacer amigos, conoció a los integrantes de El Tri, quienes habían llegado a Lima por primera vez y, con un par de ellos, a quienes convenció en una noche de copas, fue al estudio a grabar partes de los que serían sus próximos temas ("Angustiado", fue uno de ellos). Recuerdo que la movida fue rápida pues Lora y sus compañeros solo estaban de paso. Me lo contó mientras nos encontrabábamos en casa del baterista Carrillo, otro de esos inolvidables amigos. Era junio del 86. Luego vino su Banda de Oz.

Pesos pesados. Carlos Guerrero, Luján, Gerardo Manuel, Pico Ego Aguirre y Tavo Castillo en Radio Panamericana. 1985. (FOTO: Víctor Becerra/Archivo Unidos).

Si a estas alturas me pidieran describir a Chachi Luján, lo primero que diría es que fue un activista del rock, en el mejor sentido del término. Lo recuerdo en entrevistas radiales, en los encuentros del rock nacional, en las reuniones de la obra Unidos, en las conferencias de prensa de sus colegas, en la escenificación de Construyendo en el Teatro Canout, en las giras al interior del país, con Indochina (en francés), con Jon Anderson (en inglés), con los grupos argentinos (en che), en fin, en casi todo lugar donde había, si quiera, un poco de esperanza a lo que pedía el rock en español en ese momento: apoyo. Y, cuando me uní a CATS Producciones, en 1987, ahí, también estuvo. No por gusto Chachi Luján había sido, en mayo del 86, nuestro primer entrevistado en el recién estrenado programa Perú Rock, dedicado a los artistas nacionales o, también, el invitado especial, en febrero del 89, cuando me despedía de "Los Caminos del Rock", en Radio Nacional, la emisora que el Presidente de aquel entonces -que es el mismo de ahora-, Alan García Pérez, le cambió el nombre a Radio Pachacutec, en honor al soberano que gobernó el imperio incaico entre 1438 y 1471, que supo mucho de comunicaciones pero nada de radio, casi como el Presidente.

Clásico disco de Telegraph Avenue. 1971.

Para fines de este mes, Chachi anuncia, como primicia (término que no escuchaba desde que llegué aquí hace más de una década), la posible reunión de Telegraph, la banda que él, al lado de Bo Ichikawa, Alex Nathanson y Walo Carrillo, ayudó a hacer realidad a fines de los sesenta. Por ahí también anduvo un poco más tarde, "el Mono" Germán Cabieses.

Chachi nos informa que ha aparecido un disco de Telegraph y que hay gente interesada en reagruparlos. "Es posible que contemos con algunos músicos de apoyo", nos cuenta, mientras confía que se haga realidad lo que es un sueño largamente acariciado. Por lo menos, el CD de Telegraph Avenue, de 1971, lo conseguimos no hace mucho tiempo atrás, en una conocida discotienda de Berkeley, ahí, frente a la Universidad, en la misma esquina de la famosa Telegraph Avenue.

Mario Luján entre Sammy Sadovnik y quien suscribe. 1986. (FOTO: Víctor Becerra/Archivo Unidos).

Finalmente, comparte con nosotros su pena de no haber hecho posible el retorno de Dr. No por la súbita muerte de su bajista, el Perrito Samamé, "quien hace unos meses se fue pal cielo", nos dice con evidente tristeza.

Si existe gente que conoció muy bien mi carrera, uno de ellos es Mario Luján, quien, por lo que veo, al igual que su compatriota, el Puma Rodríguez, no pierde su fe en Dios. Venga un abrazo, varón. O, barón, como mejor lo desees (Nunca supe a cuál de las dos te referías cuando nos llamabas así). Por ello es que existe gente que te llama "El barón del rock", apodo que ahora debes estar compartiendo con Billy Idol, a quien -alguna vez escuché-, lo viste cuando recién comenzaba, y tú -al lado de Bo, Alex y Walo-, ya habías sido una figura en el Perú, la tierra que supiste amar.

Javier Lishner
San Jose, California
12 de septiembre de 2006

Thursday, November 15, 2007

THE FACES: Una breve historia para recordar

Una de las bandas británicas que, por alguna de esas razones incomprensibles que tiene el rock, no llegó al status de legendaria fue la que formó el bajista Ronnie Lane, en 1969, luego del alejamiento del guitarrista Steve Marriott, de los Small Faces. Marriott se fue a fundar Humble Pie con otro guitarrista llamado Peter Frampton; en tanto, Lane, decidió continuar con los otros miembros, acortando el nombre a, simplemente, Faces. Pero la historia no terminó ahí. Recién comenzaba.

Ron y Rod, en 1971. (FOTO: Jon Levicke).

The Jeff Beck Group, era el súper grupo que lideraba el ex-guitarrista de the Yardbirds, Jeff Beck, quien tenía un codiciado nombre muy bien ganado en la escena del rock, solo comparable, en ese entonces, a Jimi Hendrix y Eric Clapton. Su carrera comenzó a cambiar cuando dos de sus miembros, prácticamente de la mano, se fueron para unirse a Lane en the Faces. Ellos eran, el cantante Rod Stewart y el guitarrista Ron Wood. Con Wood y Stewart, completaban el quinteto, el tecladista Ian MacLagan y el baterista Kenny Jones; todos, bajo las órdenes de Lane, quien no solo era un buen instrumentista sino un prolífico compositor, cantante y productor.

El primer disco de Faces fue lanzado en 1970 y se tituló First Step. En las composiciones participaron sus cinco integrantes, incluyendo, también, una canción de Bob Dylan. Al siguiente año, el tema "Stay With Me", compuesta por Stewart y Wood, los colocó en una posición expectante en el espectro de la música popular. Aunque más en Europa que en América.

Stay with me: Ladies and gentlemen, the Faces.

El mismo año, publicaron Long Player que, al igual que el anterior (A Nod Is as Good as a Wink...), consiguió muy buenos comentarios. Ooh La La, fue lanzado en 1973 y, marcó la partida de su bajista-fundador, Ronnie Lane, quien se fue a crear Slim Chance. Al mando de ella, fue que lo encontró esa enfermedad llamada esclerosis -que ataca el sistema nervioso central- y que, lamentablemente, aún no tiene curación. En Faces, lo reemplazó el bajista Tetsu Yamauchi, el japonés que venía de tocar con Paul Rodgers en Free, donde, a su vez, había reemplazado a Andy Fraser, ese bajista que a los 16 años dejó a John Mayall para unirse a Free con Rodgers, Paul Kossoff y Simon Kirke. Fraser es el co-escritor de "All Right Now", una de las canciones más tocadas en la historia de la radio inglesa... y por aquí también. Pero, ahora, volvamos a los Faces.

Extraño suceso: Ron al piano, Kenny al bajo, Ian (detrás) en guitarra y Ronnie en batería. En la delantera, como siempre, Rod the Mod.

La ensalada terminó un día 18 de diciembre, en 1975, cuando el cantante anunció su retiro definitivo de la banda, para dedicarse a su creciente carrera solista, la que había comenzado, en paralelo, cinco años antes. El guitarrista Ron Wood acababa de asociarse a un grupo llamado the Rolling Stones, quienes desesperadamente habían buscado un reemplazo para el puesto que había dejado vacante Mick Taylor, otro de la escuela de John Mayall. Ian MacLagan, con su piano, se dedicó a acompañar a una gran variedad de grupos en vivo. Y, Kenney Jones, por su lado, tuvo que esperar unos años para ocupar el asiento de baterista en The Who, a la muerte de Keith Moon. Como si el intringulis no fuera suficiente, Kim, la ex-esposa de Moon, se casó con MacLagan, el pianista.


Inconfundibles por donde se les mire: Stewart y Wood, alive and well.

Lane, tras una larga batalla contra la esclerosis múltiple, en la que anduvo siempre apoyado por colegas como Steve Winwood, Eric Clapton, Jimmy Page, Jeff Beck, Paul Rodgers, Bill Wyman, Charlie Watts y Joe Cocker, amén de sus ex-compañeros de grupo, finalmente, murió en 1997. Los cuatro restantes miembros, de una u otra manera, siguieron reuniéndose en distintas ocasiones. Stewart con Wood, Wood con MacLagan, Wood con Jones, y así por el estilo. Hubo, hace veinte años, una reunión de los cinco integrantes originales, en el estadio de Wembley, en la que participó Lane solo como vocalista. Fue durante una gira de Stewart, en 1986. Aquella tarde, la enfermedad le impidió al buen Ronnie tocar su instrumento. Sentado en su silla de ruedas, a su lado, estuvo Bill Wyman, el Rolling Stone, interpretando sus partes y cumpliendo con el amigo.

Una de las últimas fotos de Faces con sus integrantes originales. Arriba: Lane, Jones, MacLagan. Abajo: La fama y la fortuna.

Trilogías en la historia del rock, hay muchas (Led Zeppelin, Deep Purple y Black Sabbath; Clapton, Beck y Page; Emerson, Lake & Palmer, etc). La que relaciona a Faces, The Who y los Stones, es otra de ellas. Por más que Faces, a pesar de haber sido un exitoso grupo en directo, nunca llegó al nivel de sus dos londinenses contemporáneos, por coincidencia, aún en el camino.

Javier Lishner
San Jose, California
18 de diciembre de 2006

Wednesday, November 14, 2007

La Dinastía Jethro Tull
EL REY IAN ANDERSON DE ESCOCIA

Cómo se puede hacer una recopilación de temas y ponerlos en un disco, si cada uno de esos temas forma parte de una obra conceptual. Es como crear un híbrido, que solo el comercio puede producir.

Ian Anderson, el Rey de Jethro Tull en 1975. (Póster revista Pop).

Así pienso ahora, pero no en 1976 cuando uno de mis hermanos llevó a casa el primer álbum de Jethro Tull que formó parte de la colección. Ese hermano fue el mismo que un año después compraría en el exterior un disco de Kin Ping Meh. En el Perú, el álbum en cuestión se llamó Lo Mejor de Jethro Tull. Creo que los genios de la disquera local tuvieron la feliz idea de cambiar la carátula original del disco (un poco simplona) y hacerla más atractiva, al menos para nuestro mercado. Le colocaron la imagen a todo color de su líder máximo (y rey absoluto de la flauta), Ian Anderson. Debo haber escuchado el disco un millón de veces hasta que me tocó, por mis propios medios, llevar el Volumen II; otra recopilación, la que no tuvo tanta acogida como el primero... ni una foto a color en portada.

Por esos días, un compañero de clases había obtenido el Too Old to Rock 'N' Roll: Too Young to Die!, de 1976, y, junto a algunos otros de Emerson, Lake & Palmer y David Bowie (todos importados de los Estados Unidos), organizábamos encerronas en las que, en su equipo al que él orgullosamente llamaba "octofónico", tocábamos todos los discos a alto volumen. Por ahí también andaban el Wings Over America, y, A Day At The Races, de Queen. A través de los años, algunas de esas pre-históricas placas, finalmente, pasaron a mi propiedad.

Creo haber escuchado por primera vez con atención a Jethro Tull en 1974, cuando alguien trajo a la casa el Thick As A Brick y, por el mimso tiempo, el Fish Out of Water de Chris Squire. Aunque aún tengo en la memoria la carátula del Stand Up -el segundo del grupo-, puesto en el estante de la discotienda a la que iba corriendo a comprar mis discos. El Stand Up apareció en versión nacional pero, por alguna razón, nunca lo obtuve.

[MR. TULL] Ian Anderson nació en Dunfermline -un pequeño pueblo considerado la capital histórica de Escocia- el 10 de agosto de 1946. Eso, automáticamente, lo hace un ciudadano elegible para obtener descuento de "senior" en algunas de sus tiendas preferidas.

Inició su carrera en los años sesenta pero no fue hasta que formó Jethro Tull -junto al bajista Glenn Cornick, ex-compañero en The John Evan Band-, en que comenzó a hacerse un nombre en el difícil mercado inglés dominado por figuras como Jimi Hendrix y Cream. El grupo tiene su origen oficial en 1968, entre Blackpool y Luton, lugar de donde llegaron los otros dos miembros originales: su primer guitarrista, Mick Abrahams, y, el baterista Clive Bunker.

Jethro Tull (1674 - 1741).

Líder indiscutible, excepcional flautista, trabajador incansable, excéntrico, Anderson, rápidamente llamó la atención de la prensa de aquellos días por sus entrebuscados términos, estilo vocal y valiosa interpretación de su instrumento favorito. El primer disco del nuevo cuarteto fue titulado This Was. Desde entonces, el flautista se encargaría de estrechar lazos con el blues, el jazz, lo clásico, el folk, y hasta el heavy metal, como veremos más adelante. Stand Up, en 1969; Benefit, en 1970; y, Aqualung, un año después, le dieron la base y estabilidad necesaria que todo artista requiere para abrirse su propio camino. Y Mr. Tull lo consiguió.

[¿QUIÉN FUE JETHRO TULL?] Si revisamos la historia de la agricultura, específicamente en Inglaterra, posiblemente, los que gustamos del rock progresivo nos encontraremos con un nombre muy familiar. Y, vaya, que ese nombre tiene relación directa con Ian Anderson, quien precisamente no fue agricultor. El único trabajo que se le conoce, aparte de músico, es el de vendedor de revistas y periódicos en un puesto en el que aprovechaba el tiempo para leer las Melody Makers y otras más, dedicadas a la música.

Jethro Tull, el agrónomo e inventor, nació en 1674 y tuvo el cabello tan largo como el del flautista. Inicialmente, se le consideró un poco loco por lo avanzado de sus teorías; sin embargo, sus innovaciones en el campo agrícola, a la postre, contribuyeron positivamente en la agricultura moderna.

Mientras Anderson en el siglo 20 se encargó de publicar discos; Jethro Tull, en el siglo 18, publicó un libro cuyo título fue The New Horse-Houghing Husbandry. Mr. Tull, el original, y de donde Ian Anderson sacó el nombre de su futura banda, murió en Berkshire, en 1741.


[SALTO AL PROGRESIVO] Thick As A Brick es el inició de una etapa que prácticamente marcaría la identidad del grupo, por más coqueteos que su amo iría hacer con otras corrientes musicales. Sucedió en 1972. Es la obra más conceptual de la banda, desde que la canción principal, "Thick As A Brick", con una duración de 44 minutos, debe utilizar ambos lados de los antiguos álbumes de vinilo. En ese se luce, amén de la flauta del jefe, el órgano Hammond, las guitarras y el violín. Y hubo otros instrumentos que el jefe creyó conveniente incluir, como trompetas, xilófono y clave (o clavecín).

Al Thick As A Brick le siguió A Passion Play, y, en 1974, War Child, que, con "Bungle In The Jungle", los volvió a meter en las listas. Minstrel in the Gallery apareció en 1975 y, el mencionado Too Old to Rock 'n' Roll: Too Young to Die!, al año siguiente.


Clásica formación: Evans, Barre, Palmer, Glascock, Anderson y Barlow.

La década terminaría con Jethro Tull involucrado, esta vez, con el folk. Songs from the Wood, Heavy Horses, y Stormwatch, fueron las tres obras que marcaron una diferencia con el trabajo previamente realizado, en los que Tull había sido, por un tiempo, colega de Yes, Genesis, Emerson, Lake & Palmer, King Crimson, y otros rimbombantes nombres de la escena progresiva.

[ETAPAS] Han de ser unas veinte diferentes formaciones la que ha tenido Mr. Tull a través de sus casi cuarenta años de vida. Y, sin temor a equivocarme, la dinastía de Blackpool, debe haber servido de hogar a una treintena de músicos, entre ellos, Tony Iommi, guitarrista de
Black Sabbath; Eddie Jobson, feroz violinista de Roxy Music y U.K.; y, Tony Williams, bajista de Stealers Wheel, grupo en el que se inició Gerry Rafferty (No confundirlo con su homónimo, Tony Williams, el vocalista de the Platters ni con el extraordinario baterista de jazz, fallecido en 1997).

Para muchos de los seguidores, incluyendo a quien suscribe, la que pudo ser la mejor encarnación de las tantas que tuvo Tull, fue aquella que se desenvolvió entre 1976 y 1979. En esa Corte que acompañaba al Rey de la Flauta andaban: Martin Barre, en guitarras, quien en 1968 había reemplazado a Mick Abrahams; John Glascock en bajo, quien en 1975 suplió a Jeffrey Hammond; John Evan en piano, quien les dio el alcance en 1970; David Palmer en sintetizadores, quien se unió formalmente en 1976; y, Barriemore Barlow en batería, quien reemplazó a Clive Bunker en 1971. A la muerte de Glascock, en noviembre del 79, es cuando ingresa, justamente, Williams, a cumplir la función de bajista. Sin embargo, muy pronto, Dave Pegg, de los Fairport Convention, lo supliría en el puesto y de paso se convertiría en el bajista de más larga duración en la biografía del grupo.


Jethro Tull en vivo: Bursting Out de 1978. (FOTO: Javier Lishner).

Mención aparte merece Martin Barre, el sólido guitarrista hijo de Birmingham, quien sigue al lado de Mr. Tull y sus ironías desde el mismísimo 1968, aunque no fue estríctamente de la partida. Barre, en tres días, el 17, estará cumpliendo años.

[HEAVY METAL] En 1988, una parte del mundo que seguía de cerca la premiación más cursi de la música popular después de Billboard, el Grammy, quedó, de pronto, atónito. En el rubro de Hard Rock/Metal Band, se anunció como nominado a Jethro Tull, por su disco Crest Of A Knave.

Como era de esperarse, los sensatos integrantes, encabezados por Ian Anderson, conscientes de que no tenían vela en ese entierro, no asistieron a la premiación de alfombra roja. Claro, imagino que pagar tanto dinero para un asiento y no ganar, como que no valía la pena. Era la primera vez que la organización incluía aquella categoría. Los miembros de Metallica, también nominado por su álbum ...And Justice For All, muy por el contrario, se encontraban en primera fila. En realidad, al lado del escenario. Los otros nominados fueron AC/DC y, aunque parezca increíble, Iggy Pop y Jane's Addiction. Pero lo anecdótico que aún hasta hoy, después de más de 25 años, crea polémica, es cuando le tocó a Alice Cooper -acompañado de Lita Ford- anunciar al ganador, el grupo de Blackpool: Jethro Tull!

Cuando finalmente, en 1992, Metallica ganó por primera vez una distinción de esas (por su álbum negro, Metallica), Lars, el baterista, dijo: "Lo primero que tenemos que agradecer es a Jethro Tull, por no haber publicado un álbum este año". Bueno, lo jocoso no fue tan cierto. Jethro Tull, sí sacó un disco el 91, Catfish Rising, para muchos, incluso, el mejor de los noventa. Pero, la organización no volvió a caer en el mismo error... para felicidad de Metallica (y de Jethro Tull).

Días después del galardón, y de la crítica que se le vino encima por lo que aparentaba un injusto premio del heavy metal; Chrysalis Records, la casa de Jethro Tull, publicó en una revista de música una página completa felicitando a su protegido. El anuncio decía: "La flauta es un instrumento de metal" (ver
foto).

Diario Expreso de Lima. 27 de noviembre de 1989.

[1989: LA FRUSTRACIÓN] El 24 de noviembre de 1989, Jethro Tull se presentó en el James L. Knight Center de Miami. El grupo inglés andaba promocionando Rock Island, su disco número diecisiete (sin contar recopilaciones ni placas en vivo). Su formación, además de Anderson, Barre y Pegg, incluía a Martin Allock en teclados, y Doane Perry en batería.

Nosotros, que habíamos viajado la semana anterior para ver a los Rolling Stones, tuvimos que regresar a Lima solo tres días antes de esa actuación. Algo en la conciencia nos persiguió por mucho tiempo.

[1993: EL DESQUITE] El 2 de octubre de 1993, Jethro Tull se presentó en el Muelle Uno de Lima. El grupo inglés no estaba promocionando ningún disco en especial, pues fueron épocas de remasterización y recopilaciones. Su formación, además de Anderson, Barre, Pegg y Perry, incluyó a Andrew Giddings en teclados.

Nosotros, que residíamos en Lima y que volveríamos a ver a los Rolling Stones al año siguiente, pudimos asistir a la celebración en compañía de muchos de nuestra generación. Y ese algo en la conciencia, no nos persiguió nunca más.

[EL HOY] La partida del bajista Dave Pegg, en 1992, de regreso con los Fairport Convention, coincidió con el giro musical que Anderson había estado planeando para el conjunto. Por esos años, también, el músico lanza su segunda placa solista titulada Divinities: Twelve Dances With God, que fue instrumental y basado en el artefacto que mejor domina. A ese le siguieron dos más, uno en 2000 y, otro, en 2003. Ese mismo año, Jethro Tull, hasta se atrevió a publicar un disco de canciones navideñas.

Chrysalis los felicita por su Grammy al Mejor Grupo de Heavy Metal.

En marzo de 2007, The Best of Acoustic Jethro Tull vio la luz con 24 canciones, tomadas de diferentes discos. En tanto, el mes pasado, se publicó Live At Montreux 2003, un CD (con DVD incluido), grabado el 4 de julio en la ciudad suiza a la ribera del lago Geneve, cerca en donde hoy se vendió un diamante a 16.2 millones de dólares.

Se especula que, aparte de su siempre apretada agenda de conciertos -los que su legión de seguidores no termina de pedir-, Jethro Tull está de vuelta en el estudio, con más del cincuenta por ciento de sus miembros estrenando el carné de la banda.

Así transcurre la vida de uno de los grupos de más larga duración en el reino del rock and roll.

Javier Lishner
Santa Clara, California
14 de noviembre de 2007

Monday, November 12, 2007

EL REY Y SUS BEMOLES

Juan Carlos de Borbón, el Rey de España.

A través de mi carrera he podido conocer reyes, pero ninguno tan encrespado y malhumorado como este de España que llega a tierras americanas y, en plena reunión de mandatarios iberoamericanos en Santiago de Chile, manda a callar a uno, el más hablador. Y ni si quiera es mandatario.


Dos reyes: Rulli Rendo (El Rey del Toque) con "Cachirulo" (Rodolfo Rey) en programa juvenil de TV.

[RULLI RENDO] Julio Edgardo Barrera Larriega, comenzó su carrera en 1964 en los predios de Discos El Virrey, en Lima, Perú. Ese año, el director musical argentino Raúl del Mar, lo bautizó como Rulli Rendo, tomando los apellidos de dos de sus compatriotas, jugadores de la selección argentina de fútbol. Tanto (Juan Carlos) Rulli como (Alberto) Rendo, volverían a jugar por su país en las eliminatorias del mundial de México 70, en las que Perú eliminó a Argentina. La siguiente década, con una serie de discos lanzados a manera de popurríes, conocidos como los "toques de Rulli", llevaron al músico chiclayano a internacionalizarse apostado en Ciudad de México. Por todo ello, Rulli Rendo se haría popular con el sobrenombre de El Rey del Toque.


Pepe Miranda, El Rey de la Simpatía.

[PEPE MIRANDA] Poco tiempo antes de Rulli hubo otro rey en tierras peruanas. Este surgió de un grupo llamado los Kit-Kat's, en el que también andaba Roberto Abugattás, futuro campeón sudamericano de salto alto. Su nombre era Pepe Miranda. En 1962 participó de un concurso televisivo animado por el presentador Sergio Vergara. En el citado programa, Vergara buscaba al ídolo de la llamada "nueva ola". Y lo ganó el joven Pepe Miranda. A través de su carrera, obtuvo lauros con canciones como "Dame felicidad", "La locura" y, principalmente, "La pera madura". Por su talento y simpatía, Miranda se hizo popular como El Rey de la Nueva Ola peruana.


Palito Ortega, en afiche promocional.

[PALITO ORTEGA] En Argentina, tierra de los futbolistas Rulli y Rendo, el mismo título del peruano Miranda, lo obtuvo otro protagonista llamado Ramón Bautista Ortega. Coincidentemente, nació únicamente tres meses antes que el Rey de la Nueva Ola peruana. El tiempo lo hizo no solo cantante sino también actor, y hasta político (fue Gobernador de Tucumán y candidato a la vicepresidencia de su país en 1999). Al igual que muchos jóvenes de su época, Palito Ortega -como se le conoció posteriormente- era admirador de Elvis. Su primer contrato lo firmó en 1963 con la compañía RCA, y el resto es historia que lo llevó a ser popular como El Rey. Ah! Y fue el Rey Palito Ortega, el empresario que, en 1981, llevó a Frank Sinatra a Buenos Aires.


Gary Glitter, el Rey del Glam.

[GARY GLITTER] Al otro lado del Atlántico, en Inglaterra, hubo otro rey que no fue Guillermo. Se llamó Paul Francis Gadd y nació tres años después de Miranda y Ortega. Si bien sus inicios datan de los primeros años de los sesenta, no fue hasta la siguiente década -ya como Gary Glitter- en la que consiguió fama. Y posiblemente fortuna. El mayor de todos sus éxitos fue uno de título "Rock and Roll, Parts One and Two". Aunque también se le recuerda con otros como "I'm the Leader of the Gang (I Am)" y "I Love You Love Me Love". A este personaje se le conoció como El Rey del Glam. Y no hace mucho se le quitó la corona por actos obscenos con niñas en Vietnam donde cumple condena y ha de estar cantando "El rock de la cárcel".


Elvis Presley, el Rey del Rock and Roll.

[ELVIS PRESLEY] En los Estados Unidos, dicen que nadie hizo más méritos para llevarse la imaginaria corona que, Elvis Aaron Presley, nacido en Tupelo, Mississippi, en enero de 1935. Al igual que el Rey de España (contemporáneo de Presley), Elvis fue controversial, sobre todo, en sus inicios. Aunque, a diferencia del Rey de España, con su trabajo pudo sacar adelante a sus padres; él, un chofer de camiones, y, ella, una costurera. Y pese a que su final fue triste -por esos excesos que ofrece la vida-, Elvis Presley, fue y será por siempre el Rey del Rock and Roll.


Jim Morrison, the Lizard King.

[JIM MORRISON] Y hubo uno más, rebelde y contestatario, que en los Estados Unidos no obtuvo la corona de Presley; no obstante, fue conocido como el Rey Lagarto. Dejó de existir en 1971, aparentemente, por casi los mismos excesos de Presley. Su nombre fue James Douglas Morrison, el inigualable Jim de los Doors y de las doradas páginas del rock and roll.

Aquí no se calla nadie. Aquí todos cantamos.

Javier Lishner
Santa Clara, California
12 de noviembre de 2007

Saturday, November 10, 2007

El día de Carlos Lozada
LA VISITA DE GINO VANELLI

Carlos Lozada fue un singular personaje que ingresó en los medios discográficos peruanos en 1986 a través de Discos El Virrey, empresa familiar de los Brenner, que, por muchos años, funcionó en sus céntricas oficinas de Paseo de la República, en el distrito de San Isidro.

Gino, tell us about your early years as a drummer. 1987.
(FOTO: Víctor Becerra).

[EL PROMOTOR] Carlos, de profesión arquitecto, era una persona muy preparada y, tal vez, con ideas ligeramente adelantadas para los tiempos. Durante su permanencia en la empresa, hizo gala de su creatividad, a veces llamada locura, produciendo, desde especiales diseños de tarjetas y regalos navideños (como aquellas botellas de vino con el nombre de cada uno de nosotros y nuestros respectivos programas, impresos en la etiqueta), hasta espectáculos visuales como Construyendo, en el Teatro Canout, el cual concibió con otros de sus compañeros de tienda. Más tarde, aprovechando el amplio catálogo de artistas locales con los que contaba, formaría Producciones Azul para la misma empresa disquera.

[EL MÚSICO] Gino Vanelli fue un popular cantautor canadiense que inició su carrera en los años setenta cuando bandas como Emerson, Lake & Palmer o
Deep Purple, eran las que ocupaban mayor cantidad de columnas en los medios de comunicación escritos; Iggy Pop, con los Stooges, hacía rato que daba chillidos con sabor a punk, y los cuatro Beatles, por separado, imponían éxitos uno tras otro. En ese tan peculiar ambiente, Gino Vanelli hizo su aparición, afincado en Los Angeles, luego de que la A&M Records, la empresa del maestro Herb Alpert, publicara su primera obra.
En 1974, con su segundo acetato, Powerful People, obtuvo el espaldarazo que todo músico anhela. "People Gotta Move", fue el tema que irrumpió en las principales emisoras del mundo y, también, el que a la postre le dio su primera nominación al Grammy. El Grammy... hmmm. Su estilo jazzeado, que no era una característica de la época, se aproximaba a lo que hacía Steey Dan,
el magistral dueto de Donald Fagen y Walter Becker, que venía trabajando mucho antes de su formación oficial en 1972.

["I JUST WANNA STOP"] Cuatro discos más tarde, en 1978, tras mantenerse al aire con algunas canciones de suficiente difusión como, "Mama Coco", "Keep On Walking", "Summers Of My Life" o "Mardi Gras", Vanelli nuevamente remeció el ambiente y, esta vez, sí, con gran intensidad. El disco se tituló Brother to Brother, y el tema principal, "I Just Wanna Stop", lo llevó al primer nivel de popularidad. Su calidad, como compositor y cantante, seguía in crescendo.
Entre tanto, en Lima, Carlos Lozada continuaba yendo al colegio y, posiblemente, escuchando "Pedro Navaja" desde su radio.
Quien suscribe, ya en la universidad, pudo bailarla pues el tema del panameño se convertía en pieza fundamental de cuanta fiesta se organizaba por esos días. Y mientras Vanelli actuaba en lugares tan renombrados como el Carnegie Hall, ni Carlos (en el colegio La Recoleta) ni yo (en la Universidad de Lima), nos imaginábamos que Gino Vanelli, algún día, pisaría tierra peruana. Bueno, ni Carlos pensaba en El Virrey ni yo en los mass media (de los que empezaban a hablarme en la clases de Lengua, en donde conocí a un futuro compañero de radio, maestro y amigo, llamado Hugo Salazar).

"Wild Horses".

[VANELLI Y LA RADIO] Tan solo tres años después, todo sería distinto. Vanelli lanzó el álbum Nightwalker, el que me encontró enquistado en los medios, con un programa diario de nombre Reunión Acústica. Ahí, sí pude presentar muchísimas veces "Living Inside Myself", tema que se convirtió en uno de los más populares del año y que bien pudo haberle dado la pauta a Richard Marx para iniciar su carrera. Recuerdo que originalmente fue programado solo en la FM. No obstante, tras el pedido de Johnny López, quien siempre tuvo buen gusto musical (muy aparte de su trabajo con Menudo, lo que irritaba a Gerardo Manuel), la canción pasó a los tornamesas de la Amplitud Modulada. Allí, donde trabajaban, entre otros, Kike Cano-Alva, Jorge Muñiz, Lucho Elías y Sammy Sadovnik.
En 1985, el álbum Black Cars le volvió a dar aire en las radios (y dinero a sus bolsillos), con "Hurts to be In Love" y el tema que dio título al disco. Por alguna razón, la placa no apareció en el mercado nacional.
Gino siguió trabajando, Carlos terminó el colegio y, yo, me convertí en el programador de la radio, cargo que recibí de Liliana Sugobono, acaso una de las locutoras de mayor calidad con las cuales pude alternar. Valiosa Liliana, e inolvidable El Expreso de las Seis, su diaria audición. En la aventura de programación anduvimos con
Juan Alberto Mata (hoy, ejecutivo en Costa Rica), quien, por esas coincidencias, luego de Radio Miraflores, pasó a trabajar a Discos El Virrey. Años después, a su salida, llegaron varios; entre ellos, Carlos Lozada.

["WILD HORSES"] En 1987, mientras "Wild Horses" (con tufillo
a Lou Reed), volvía a colocar a Gino Vanelli en las listas de las radioemisoras peruanas, el cantautor, contra todo pronóstico, decidió una gira promocional por algunos países del Hemisferio Sur. Esta apoyaba el disco Big Dreamers Never Sleep, que contenía cierta influencia latina. De esa producción, al igual que se hizo en Europa, también transmitimos "Persona Non Grata", sin mayor trascendencia. Así, un día, Vanelli llegó a Lima. Y Carlos metió la pata.

[EL DÍA D] El 19 de mayo de 1987, el ejecutivo de Discos El Virrey tuvo la genial idea de iniciar el recorrido con Gino, en Radio Miraflores. En su primera parada, en la esquina de las calles Larco y Manco Cápac, los esperábamos Sammy Sadovnik y quien suscribe, para entregar la primicia, en el idioma del visitante. Lo que no sabía Carlos (o, si sabía, se hizo el loco), es que, un poquito más allá, entre San Isidro y Santa Beatriz, había gente que monitoreaba el periplo, desde las oficinas de radios como Studio 92 y Panamericana, seguramente, para sacar ideas de qué preguntarle o para saber qué canciones tocar a la hora de su llegada (y que no sucediera lo que experimentamos cinco años después en una radioemisora amiga cuando, al llegar
Ian Gillan, cantante de Deep Purple, lo recibieron con una extraordinaria versión de "Smoke on the Water", en la voz de quien lo reemplazó en 1974: David Coverdale. Gillan, además, escritor del clásico tema (según me lo confió él mismo), con la mirada, se quería morir. Yo, invitado -y fanático número uno del mundo-, con la mirada, pedí permiso para ir al baño.
Como quiera que ambas, Pana y Studio, eran las que lideraban los ratings de sintonía, se sentían con ese derecho de la primicia, que el primer lugar normalmente otorga. Pero, aquella mañana de mayo, Carlos, Gino (sin saberlo) y, sobre todo, nosotros, nos reímos a carcajadas de ese primer lugar y de los benditos estudios del IVMP y CPI, tan importantes para los departamentos de venta. Víctor Becerra, como siempre leal a nosotros, nos acompañó en esa aventura, fotografiando nuestras carcajadas, a color, y en blanco y negro.

Carlos, Ana Rosa, Tatiana, Fernando, Pilar y quien suscribe.
(FOTO: Diario Hoy, julio de 1989).

Esa fue, tal vez, nuestra primera entrevista importante en inglés, aunque antes habíamos experimentado algunas de menor jerarquía en el idioma de Shakespeare (con la pronunciación de Garcilaso), como aquella a Pete Lovell, el vocalista del grupo metalero Picture, en 1984. Y en encuentros esporádicos, incluso antes, como el de Mick Jagger en 1981, en el que ante nuestro corto tuteo en inglés, el Rolling Stone contestó en castellano... Sammy debe aún recordar el "¡No quierou! ¡No quierou!", de Sir Mick, aquella mañana de sábado. Pero, esa, es otra historia.

[RUMBO A LAS OTRAS] Gino Vanelli fue muy amable, al igual que su hermano Joe, el productor, con quien anduvo de arriba a abajo. Carlos dejó Radio Miraflores y, con el ánimo que siempre lo identificó, enrrumbó hacia Panamericana. Ahí, el recibimiento fue totalmente distinto. Hubo caras largas y hasta intento de no dejar pasar al artista (El hecho me hizo recordar lo que, un lustro antes, sufrió Palito Ortega en Radio Miraflores, por ir a "la competencia", antes de visitar a Jorge Henderson -en esos tiempos-, líder indiscutible en el mundo musical iberoamericano). Una por otra. Lo de Vanelli fue anecdótico y nos dio un punto más, durante nuestros 5 minutos de fama en la radio de Lima.

Con Carlos, con quien compartí algunos de los éxitos del rock local de esa era, nos volvimos a encontrar en 1989, aquella vez, para trabajar juntos en
Mirando la Radio, el programa diario de videos musicales de Canal 13, que por esos días me tocó conducir. Nuestra unión laboral, desafortunadamente, no tuvo tan larga duración, como los discos que él promovía. Él llegó, yo me fui, él se quedó, me llamaron, regresé, él se fue. Por los siglos de los siglos.

Hoy, entiendo que el arquitecto Carlos Lozada Mendívil, es un exitoso ejecutivo, además de tener un cargo público en la Región Lima Metropolitana. Intuíamos que el futuro le tenía preparado algo bueno. De Gino, hace mucho que se sabe poco. Y es que, en 1990, al mudarse de Los Angeles a Portland, Oregon, decidió, motu proprio, alejarse del mainstream. Sin embargo, el cantante y compositor sigue realizando giras casi cada año, mayormente en Europa, en donde aún tiene una vasta legión de seguidores. En 2005 firmó contrato con Universal Music para el lanzamiento de These Are The Days, su regreso al pop. Sammy reside en Miami y, yo, relativamente cerca de donde Vanelli inició su carrera hace ya bastante tiempo. Enhorabuena.

Javier Lishner
San Jose, California
25 de octubre de 2006

Thursday, November 08, 2007

JEFF BECK, EL EGO Y SU GUITARRA

"I suppose I should say thank you, but they fired me... so fuck 'em!"

~ Jeff Beck con los Yardbirds
(Rock and Roll Hall of Fame, 1992)

Jeff Beck no es el típico legendario guitarrista. Su objetivo es, en realidad, hacer que usted se olvide de que él toca la guitarra. Así comienza la biografía de Jeff Beck en su página de Internet. El músico nació el 24 de junio de 1944 en Wallington, un pequeño lugar al sur de Londres.

Jeff Beck durante el Crossroads Festival de julio de 2007 en Chicago.

Sus inicios datan de mediados de los sesenta cuando fue llamado a reemplazar a Eric Clapton en el famoso grupo the Yardbirds. Jimmy Page llegó un poco después para ocupar el lugar del bajista. Como en casi toda su carrera, Beck no duró mucho en los Yardbirds. Pero, durante su año y medio de permanencia, y un disco grabado (de título Roger the Engineer), sí tuvo oportunidad de compartir la viola con el futuro Led Zeppelin.

Al concluir su etapa con el renombrado grupo inglés (del cual fue despedido por faltón, aunque la mayoría diga que por enfermedad), en 1967, el guitarrista no se quedó con los brazos cruzados. Su mente ya había estado pensando en el paso ulterior: su propio grupo. Y así, el siguiente año, luego de grabar "Beck's Bolero" con sus amigos Jimmy Page, John Paul Jones, Nicky Hopkins y Keith Moon, nació the Jeff Beck Group.

[THE JEFF BECK GROUP] La historia de Rod Stewart, posiblemente, comienza a tomar importancia luego de su unión con Jeff Beck. La historia de Ron Wood, seguramente, también. Y es que, al igual que los grandes como John Mayall y Long John Baldry, estar al lado de Beck era una experiencia cuasi fantástica. Con Stewart y Wood (en el bajo), además de Nicky Hopkins (teclados) y Micky Waller (batería), Jeff Beck gesta ese importante combo de cinco. La experiencia cuasi fantástica, era, por lo general, en la parte musical. Mas no en la personal. Porque la personalidad de Beck, por lo general, iba por otro camino, casi como la de ningún otro artista. Ni Ritchie Blackmore en sus mejores tiempos.

Truth, el primero de the Jeff Beck Group. 1968 (FOTO: Javier Lishner)

En 1968, antes de la formación de Led Zeppelin, y mientras Jimmy Page daba sus últimas aleteadas al mando del decaído Yardbirds, se lanza Truth, la primera placa del grupo, que incluye "Shapes of Things", "Morning Dew", y "I Ain't Superstitious". Truth se convierte en uno de los pilares y fundamentos para el futuro heavy-rock. Al siguiente año, con la misma formación, aparece Beck-Ola ("All Shook Up", "Spanish Boots"). Con ese disco, Stewart y Wood se despiden y se van a formar Faces. Y esa próspera etapa de la Jeff Beck Group termina sin tiempo para llegar a Woodstock, en agosto del 69, en cuyos afiches originales se exhibe su nombre.

Dos años después, en 1971, emerge el reformado JBG con Bob Tench en guitarra y voces, Clive Chaman en el bajo, Max Middleton en el piano, y
Cozy Powell en batería. Con esos integrantes, el grupo realiza Rough and Ready, y Jeff Beck Group. Por esos días, Cactus, una fenomenal banda de rock pesado sin mucha atención de los medios, da por terminada su corta vida, y Beck, con el afán de trabajar con un par de ellos, decide guardar a la Jeff Beck Group para dar el siguiente paso.

[BECK, BOGERT & APPICE] Para quienes tuvimos oportunidad de escuchar el único disco del trío, luego de la disolusión de the Jeff Beck Group, la producción nos pareció brillante. Y es que no era para menos, cuando el músico se había unido a dos talentosos colegas que venían de ser la sección rítmica de uno de los grupos norteamericanos de rock más famosos de aquellos años: Vanilla Fudge. Aunque, literalmente, tanto Tim Bogert (bajo) como Carmine Appice (batería), venían de pertenecer a Cactus, el cuarteto que ambos formaron inmediatamente después de la desaparición de los Fudge. Ahí, los tres -guitarrista, bajista y batero-, cantaron. Por lo general, síntoma de que ninguno cantaba bien. Claro, porque a diferencia de Led Zeppelin, no contaban con un Robert Plant.

Canciones y comentarios en el disco original (FOTO: Javier Lishner)

El único disco del poderoso trío, que se autotituló como ellos, tuvo relativo éxito y, solo una de sus canciones, logró escalar posiciones en las listas. Paradójicamente, no fue una composición propia sino de Stevie Wonder: "Superstition". En 1974, mientras grababan el segundo disco, el temperamento de Beck volvió a jugarle una mala pasada, y, en el estudio, dejó el proyecto a medias. El disco no se terminó y, por ende, nunca salió a la luz.

[SOLO] Blow By Blow, tal vez sea, para muchos, el mejor disco en la larga carrera del guitarrista británico. Fue lanzado en 1975 y es considerado una joya en la corriente del jazz-rock. En esa aventura lo acompañaron el bajista Phil Chen y el baterista Richard Bailey. La producción le correspondió a George Martin, el mismísimo productor de the Beatles.

Beck, que no era una persona muy fácil de manejar, tampoco lo fue para Martin. El productor recuerda que el guitarrista nunca quedó satisfecho con el resultado. Su dedicación y perfeccionismo no solo eran sus mejores aliados a la hora del trabajo sino que, por momentos, se convertían en un problema.


En septiembre del 95 durante la Jeff Beck Tour (FOTO: Ronald McKee)

El disco siguiente fue Wired en el que, como era costumbre, sus músicos fueron otros. En batería, Narada Michael Walden y, en teclados, Jan Hammer. Nada menos. Y el disco recibió casi tantos aplausos como el que lo precedió. Así, experimentando, terminó la década para Beck.

En 1980 lanzaría There and Back, donde utilizó a los dos teclistas que lo habían acompañado en sus producciones previas,
Tony Hymas y Jan Hammer. En la batería estuvo el joven Simon Phillips. Este se convertiría en el último disco de Beck durante el próximo lustro.

Durante ese tiempo se dedicaría a actuaciones en vivo, algunas de ellas benéficas, como el Concierto de Amnesty International (The Secret Policeman's Other Ball), de septiembre de 1981 o, el ARMS Charity Concert, en 1983, por su amigo
Ronnie Lane, quien sufría de esclerosis múltiple, esa enfermedad del sistema nervioso central que afecta al cerebro, tronco del encéfalo y a la médula espinal. Aquella del 83 se convirtió en la única vez en que los tres ex-guitarristas de the Yardbirds, tocaron juntos. Estuvieron al mismo tiempo, Eric Clapton, Jeff Beck y Jimmy Page. Interpretaron "Layla".

[NUEVOS TIEMPOS] El 85 volvió teniendo como invitado a Rod Stewart en el álbum Flash. Y, unos años más tarde, en 1989, el Jeff Beck's Guitar Shop lo encontró al lado de Terry Bozzio, el baterista de San Francisco, conocido por su trabajo con Frank Zappa y, los Missing Persons, su propio grupo. A partir de ahí, su carrera fue esporádica y sus interés por la experimentación fue aún mayor.

Beck, Bogert & Appice, solitario vestigio del trío. 1973 (FOTO: Javier Lishner)

La influencia de Jeff Beck en la música ha sido muy grande. "Quien sea que toque una guitarra eléctrica en el mundo, le debe algo a Jeff Beck. Fue el primer guitarrista en utilizar la distorsión y el primero en popularizar la talk box, incluso, antes que Peter Frampton". Con esas palabras se refiere Giulio Molfese al irascible violero de Londres.

¿Cómo pueden algunos olvidar a Jeff Beck cuando se habla de los mejores guitarristas de la historia del rock? ¿Cómo pueden otros ponerlo en el puesto 31 de todos los tiempos? Si hasta
Jimi Hendrix, el grande, se refirió a su influencia, cuando él comenzaba a hacerse un lugar... y Beck ya era una figura.

Javier Lishner
Santa Clara, California
8 de noviembre de 2007


Wednesday, November 07, 2007

Y NOSOTRAS SOMOS LAS PUPPINI SISTERS

Una italiana en Londres hizo migas con dos inglesas y, juntas, dieron origen a The Puppini Sisters. Ellas son Marcella Puppini, Stephanie O'Brien y Kate Mullins. Esto aconteció alrededor de 2004 en la capital británica. Su primer lanzamiento fue el tema "Boogie Woogie Bugle Boy", una nueva versión del clásico de las Andrews Sisters, de 1941. Y es que, fueron las Andrew Sisters (que sí fueron hermanas), la inspiración de este trío vocal; y, aquello de "la nueva versión", sería una constante en la carrera de estas tres simpáticas artistas.

The Puppini Sisters

Betcha Bottom Dollar, su primera producción, apareció en julio de 2006 en el Reino Unido, y, varios meses después, en 2007, en los Estados Unidos. Ahí incluyeron covers como "Heart of Glass", de Blondie; "I Will Survive", de Gloria Gaynor, y hasta "Panic", una canción de The Smiths.

The Rise and Fall of Ruby Woo, es el nombre de su segundo disco, el que acaba de aparecer en octubre, solo en su país de origen. Como en el primero, la producción incluye clásicos temas con ese matiz tan singular de los años cuarenta, que le imprimen la pequeña pero simpatiquísima Marcella Puppini y sus dos acompañantes. Porque, es la italiana, la que lleva las riendas (y el humor) del grupo.

Las Puppini Sisters, al igual que las Pipettes, tienen su propia banda de apoyo, con la que viajan por el mundo llevando su arte. Y su belleza, también. Bonito tributo.

Javier Lishner
Santa Clara, California
7 de noviembre de 2006

Monday, November 05, 2007

La otra pistola
EN RADIO MIRAFLORES DE LIMA

Lo que le sucedió a los policías del Condado de Marin, en California, en 1994, cuando Grace Slick los recibió frente a su casa apuntándolos con una pistola, es poco en comparación de esta historia. Sucedió un día de 1987.


Nos encontrábamos conduciendo uno de nuestros habituales programas en la cabina de locución de Radio Miraflores, en Lima, cuando súbitamente llegó la visita. El programa se llamaba Perú Rock y estaba íntegramente dedicado a las producciones de los artistas nacionales, hechas en casa o en el exterior. Autocontrol, fue un ejemplo de esto último. También tenían cabida los músicos extranjeros que realizaban su carrera en tierras peruanas. De ellos, hubo varios. Entre otros, Danai y Chachi Luján.

[EL VISITANTE] Aquel mediodía recibimos al visitante muy cordialmente, como era nuestra costumbre. Aunque, en realidad, nuestra verdadera costumbre era invitar a los visitantes. Porque a pesar de la informalidad con la que se trabajaba en Radio Miraflores, digamos que, Perú Rock, era un programa que cumplía con los lineamientos básicos de una producción radial. Aunque, para ser sinceros, casi siempre estábamos preparados para alguna eventual visita. Las que sucedían de vez en cuando. Pero aquella vez, no. A menudo incluso teníamos algo para compartir, entre bocadillos o un simple refresco. Esa vez, no. Lo insólito y peculiar que comenzó a desarrollarse en la cabina fue que, nosotros, no conocíamos al visitante. Alguna vez había sido popular pero, desde que prácticamente iniciamos nuestras carreras, unos siete años antes, no habíamos sabido nada de él. Eso fue justamente un buen motivo para presentarnos e iniciar una relación. Después de todo, era peruano y era músico. Precisamente lo que buscábamos.

[LA PISTOLA] La conversación, que se inició afablemente, viró un poco hacia el descontento del artista por no recibir el apoyo esperado. Pero entendíamos que, precisamente, para ello estábamos nosotros. De pronto, de uno de los bolsillos de su chaqueta (guerrera, le llaman otros), el músico extrajo una cinta de carrete abierto, de esas en las que se grababa antes. Nos hizo saber que allí estaba su nueva producción y, de paso nos reveló lo difícil que le había sido acceder al estudio y culminar su obra. Para nosotros, imbuidos en el tema, aunque con pena, en principio, aquella frustración nos pareció historia conocida. Es que eran otros tiempos, los del terrorismo y la hiperinflación, y nada era fácil para nadie. Tampoco para los artistas. Como quiera que solo escuchábamos y no actuábamos, el visitante volvió a introducir su mano (esta vez la otra) en la guerrera. Y extrajo una pistola, un revólver, un cachorrete. No sé. Algo de eso que apretando el gatillo podía matarnos. Y aunque morir en el campo siempre me llamó la atención, creo que aún no estaba preparado para ello. Yo tenía aún mucho por hacer, vivir, joder. Ni siquiera había visto a los Rolling Stones.


[LA TRANSMISIÓN] Mientras la saliva se demoraba más de lo normal en pasar por su conducto regular, y ante nuestra apacible pero atentísima mirada al primer movimiento en falso de las manos del visitante, de inmediato le pedimos que nos proporcionara la cinta para tocarla. De paso, distraeríamos su atención en el aparato ese dentro de las cuatro paredes. Y así fue. La cinta dando vueltas, el anuncio de su nombre, y la grabación en el aire, fue como el santo remedio. Acto seguido, con el cachorrete de vuelta a su temporal lugar (la guerrera, su guerrera), se percibió relajo en ambos frentes. Unos minutos más, y culminó la emisión.

La "Oda al tulipán" de Frágil, canción que identificó a Perú Rock durante sus días al aire, fue la dulce melodía que selló para siempre la historia. Todos tenemos nuestros días, pensaba, mientras despedía el programa. Y fuimos felices. Nunca se supo si la pistola estuvo cargada o no. Recién, dos años después, vería a los Rolling Stones por primera vez.

Javier Lishner
Santa Clara, California
6 de marzo de 2007

Saturday, November 03, 2007

En San Francisco
EL "SUMMER OF LOVE 2007" EN TV


Hoy recibí una nota del organizador del cuadragésimo aniversario del Summer Of Love, llamado por algunos "el Woodstock de San Francisco"; a pesar de que, el Woodstock original, en Bethel, New York, aconteció un par de años después del Summer of Love.


La razón del mensaje de Boots Hughston, el organizador, es anunciar que mañana 4 de noviembre, en la Bahía de San Francisco, se transmitirá un programa de dos horas de lo que aconteció el 2 de septiembre de este año, en el Speedway Meadows del Golden Gate Park.

El especial televisivo, en Canal 20 TV, incluye los puntos más altos de las diez horas contínuas de espectáculo que se vivió aquel domingo. A ello se le ha sumado comentarios de algunos de los 32 participantes de la era de los 60 y 70.

Como escribimos en este blog luego de nuestra experiencia in situ, hubo más de 60,000 mil personas (posiblemente se llegó a un total de 100,000 durante todo el día), que participaron activamente en este evento gratuito y sin precendentes en la historia del inmenso (y popular) Golden Gate Park. Miles de personas en el backstage, y, varios cientos, de prensa, fuimos -entre músicos, poetas y activistas- testigos directos de este acontecimiento. Fue como el "Who's who?" de la escena sesentera de la Bahía de San Francisco, según el comunicado de Boots.

Entre ellos, Country Joe McDonald, Jefferson Starship, Taj Mahal, Canned Heat, New Riders of the Purple Sage y la reunión de uno de los más importantes grupos de aquellos años: Moby Grape. Además de la participación de artistas del nivel de Ray Manzarek (The Doors), Tiran Porter (Doobie Brothers), John Oxendine (Sons of Champlin), Leigh Stephens (Blue Cheer), Greg Douglass (Steve Miller), Essra Mohawk (Frank Zappa, Jerry Garcia Band), Pete Sears (Jefferson Starship), Wavy Gravy (MC en Woodstock 69), Michael McClure (poeta), Rob Wasserman (Lou Reed, Van Morrison, Elvis Costello) y David Freiberg (Quicksilver Messenger Service).

Peace & Love, cuarenta años después.

Para los amigos visitantes del blog que viven en el área, el programa saldrá al aire a las 8 de la noche. Para quienes están un poquito más lejos, y no pueden captar la señal, habrá un próximo DVD/CD con parte del acontecimiento. Aparecerá los primeros días de diciembre.

Es una buena manera de celebrar los 40 años del primer gran evento que, desde Haight-Ashbury, unió a miles de jóvenes en busca de un cambio social y político. Muchos de ellos, volvieron ahí, un poco mayores, en septiembre pasado. Yo los vi y hablé con algunos. Otros, como Janis Joplin, en cambio, pasaron muy rápido, y no pudieron volver. Pero fueron recordados y aplaudidos casi como si hubieran estado. Jerry Garcia fue otro de ellos.

Javier Lishner
Santa Clara, California
3 de noviembre de 2007

NOTAS RELACIONADAS:
- En paz y con música, EN SAN FRANCISCO: UN VERANO DE AMOR
- 40 years later,
THE SUMMER OF LOVE PROCLAMATION


Friday, November 02, 2007

GERARDO MANUEL Y SU BLOG

Para los rockeros en el Perú, existe un nombre casi sagrado, y ese es el de Gerardo Manuel. Fue Gerardo la persona que, por decirlo de alguna manera (aunque no sea exacto), guió, desde los años sesenta, los destinos del rock en el Perú.

Gerardo Manuel, "El Jefe", como lo llaman en El Comercio.

Quién que haya escuchado rock por esos días no recuerda La Hora Pirata. Su trabajo fue intenso y apasionado, y, a diferencia de la mayoría de sus colegas de radio, Gerardo también fue cantante. A cuántos he conocido que les hubiera encantado ser eso. Algunos, incluso, lo intentaron sin mayor trascendencia. Hubo también de los otros, los músicos, que jugaron a ser disc jockeys. Pero ninguno, como Gerardo Manuel Rojas Rodó.

Que se sepa, Gerardo no lanza un disco desde hace buen tiempo, amén de haber participado de algunas obras como Gracias Señor Robot, en 1984, o "(Un Canto) Para el amor dormido", un año después. O grabando la versión rockera del vals "Mi Perú" que, a muchos, les paró los cabellos. No a mí.

Además de hombre de radio y cantante, Gerardo Manuel, a quien ya le hemos dedicado líneas en este blog, fue un pionero en eso de los programas de televisión con videos. Siempre lo escuché decir con orgullo que, Disco Club, la producción que nació en el Perú hace 30 años, fue antecesor de
MTV. Disco Club dio a luz en noviembre de 1977, de una idea entre Gerardo Manuel y Augusto Sarria Jr., emprendedor hombre disquero (IEMPSA, CBS, DINSA). Fueron años en que trabajó con el buen Eddie González, en producción. Gerardo, desde 1973, ya había hecho televisión cuando condujo Hola Patas (En el Perú de esos tiempos, el término "patas" era sinónimo de amigo. Como "pana" en Venezuela. Aún lo es). Y, por Hola Patas, hasta tuvo enfrentamientos con el gobierno militar pro-soviético de ese entonces.

Pero no solo eso, su CV también incluye un exitoso paso -como ejecutivo- por la industria fonográfica. Lo recuerdo en las páginas de las revistas promocionales de la disquera El Virrey -esas que regalaban cuando comprabas un disco-, desde donde hizo muy buen trabajo sacando a la luz a grupos que, tal vez, de no haber sido por él, nunca hubiéramos escuchado.
Kin Ping Meh, por ejemplo. O, Warhorse y Aphrodite's Child. Tiempo más tarde, ya en los ochenta, integró nuevamente el grupo ejecutivo de otra casa fonográfica, Discos Hispanos del Perú.

Quien haya tenido oportunidad de conocerlo, podría decir que es un tipo buena gente. Sencillo, afable, gracioso, y leal. Y buen padre, de Gerardo Jr. y Alex (ambos relacionados a la música). Ahora, el diario
El Comercio le ha dado la oportunidad de tener una columna (bitácora le llaman), en su versión de Internet. En El Comercio Online, Gerardo tiene un blog llamado como el programa de televisión que tanto lo identificó, Disco Club. Eso sí, hay un dato, en la presentación que le hacen a su carrera, que parece no ser exacto.

Unas décadas atrás, en blanco y negro, Gerardo y El Humo.

Dice El Comercio que fue disc jockey desde los 13 años, sin embargo, si su primer programa lo hizo en 1963 (en Radio Regionalista de Ica), como lei en su blog, Gerardo no debería haber celebrado 60 el año pasado, como lo hizo con platillos y bombos, el 18 de septiembre. La edad es lo de menos. Pero las matemáticas dicen que comenzó a los 17. A no ser que hubiera algún dato erróneo, que solo él podría saber.

El 63, a los 17, formó, en Ica, el grupo Los Dolton's, cuyo nombre tomó del sello discográfico de
The Ventures. La primera vez que ingresó a un estudio de grabación -de acuerdo a una conversación que tuvimos hace ya muchos años-, fue justamente con Los Dolton's en 1964.

Paradójicamente, fue en los estudios de El Virrey, cuando aún quedaban en el recordado Cine Coloso de La Victoria. Grabó "Rey de los tablistas" con Raúl Del Mar (el mismo que por esos días bautizaba a Julio Edgardo Barrera con el sobrenombre de
Rulli Rendo). El tema, Gerardo lo compuso para Felipe Pomar, peruano, campeón mundial de tabla hawaiana. La grabación nunca apareció en disco porque a los ejecutivos "les pareció muy americana", me dijo, en 1990.

Según leo a lo lejos, continúa subiendo a los escenarios para cantarle a su majestad el rock and roll, al cual, él, desde hace varias décadas, ayudó a ser popular en esa cálida y amigable región del Pacífico Sur llamada Perú.

Javier Lishner
Santa Clara, California
2 de noviembre de 2007

NOTAS RELACIONADAS:

- GERARDO MANUEL: Oda al Maestro
- En Lima, LOS SESENTA DE GERARDO MANUEL

Guitarrista Page se rompe un dedo
LED ZEPPELIN POSTERGA SHOW EN LONDRES


Toda la información sobre el tributo a Ahmet Ertegun en el website de la banda. Debido al incidente de Jimmy Page, los organizadores se vieron en la obligación de posponer la fecha original del espectáculo programado para el 26 de este mes en el O2 Arena de la capital inglesa. La nueva fecha es el 10 de diciembre. (PHOTO: BBC News)

Thursday, November 01, 2007

HOLA, NOS LLAMAMOS LAS PIPETTES

Se formaron de manos de Monster Bobby en 2003. Se llaman RiotBecki, Gwenno y Rosay, cantan muy bien y se les conoce como The Pipettes. Son inglesas de Brighton, son lindas, y su idea de unirse fue la de revivir a aquellos súper grupos vocales femeninos de los sesenta, creados por Phil Spector, ese genio de la música y el sonido. Hacen pop y su primer disco lo lanzaron en 2006. Lo titularon We Are the Pipettes. Las tres chicocas tienen su grupo de apoyo, del que Monster Bobby es el guitarrista.

The Pipettes, simpático trío vocal inglés en gira.

[¿Y QUIÉN ES MONSTER BOBBY?] Robert Barry, su nombre de pila, es tan solo un joven y emprendedor músico británico que lidera a The Cassettes, el conjunto de apoyo de The Pipettes. Este año, recién lanzó su primer disco solista titulado Gap. Afirma que su música fue influenciada por Leonard Cohen y The Archies hasta Stockhausen y Derrida, pasando por Soft Cell, Salt 'n' Pepa y Human League (solo le faltó Feiser).

[THE PIPETTES] No se sabe a ciencia cierta si el nombre tiene alguna relación con los Pips de Gladys Knight, la incomparable cantante de Atlanta, Georgia, que hizo famosos los temas "The Way We Were" y "Best Thing That Ever Happened to Me". Sin embargo, se sabe que su onda retro les llega de las sesenteras The Ronettes y The Shangri-Las. El lunes último pasaron por San Francisco y, en realidad, se nos pasaron de largo. Quienes las vieron dicen que, a pesar de su onda retro, incluido el sonido antiguo, su actitud es netamente de este siglo. Hmmm.

[TOUR 2007] El trío sigue avanzando en el camino de hacerse un nombre. Hoy estarán en Seattle, en el noroeste americano, y al día siguiente en Eugene, Oregon, antes de cruzar la frontera canadiense. Volverán a la Unión Americana en donde continuarán hasta el 21. Harán una breve pausa y en diciembre volarán hacia Japón y Australia. El año nuevo, Gwenno, RiotBecki y Rosay, también lo pasarán actuando. Será en el Tasmania Falls Festival, un evento artístico de cuatro días, cuyas entradas para la versión de este año ya se agotaron.

Estas chicas, al igual que las Isis de Perú en los ochenta, sí que se las traen. Sino mírenles las caritas.

Javier Lishner
Santa Clara, California
1 de noviembre de 2007