Saturday, April 26, 2008

EL ROCK DE UNA NOCHE DE OTOÑO

Cuando hace poco más de un mes, El Pibe Bautista, promotor incansable de los Rolling Stones en el Perú, me invitó para una entrevista en El Quinto Stone, su lugar de Internet, me hizo pensar un poco acerca de la banda de rock and roll más grande del mundo. Cuando hace poco más de una semana, Gastón Medina, seguidor incansable de los Rolling Stones en el Perú, llegó para una corta visita a la Bahía de San Francisco, pudimos pasar parte del tiempo intercambiando opiniones acerca de la banda formada en Londres en 1962, año en que se exhibió a la Monalisa por primera vez en los Estados Unidos y que, en el Perú, una avalancha en el Nevado Huascarán, sepultó a varios miles de personas en el área del Callejón de Huaylas, uno de los lugares más hermosos del país.


La entrevista con El Pibe, la conversación con Gastón y, la ulterior apreciación de la película Shine A Light, estrenada aquí hace un par de semanas, me hizo pensar en cada una de las veces a las que he tenido oportunidad de ver a Mick & the Boys. Hasta hoy han sido ocho, y, cada cual, con una particularidad.

A continuación adjunto la crónica escrita luego de la gira Voodoo Lounge de 1994, a la que El Pibe pudo asistir en su visita a Argentina. Luego de la actuación en el Rose Bowl de Pasadena (donde Gastón los vió en 2006), y a la que asistí con Javier Fernández -apreciado amigo de los días de radio y prensa en Lima-, me tocó volver a verlos en el estadio de Oakland, donde, aquella vez, hicieron cuatro noches (incluida la de Halloween). Fue en Oakland, justamente, donde en 2006 los ví por última vez. En aquella oportunidad, como lo escribimos en su momento, asistimos con Javier Moreno-Pollarolo, el Cacao Rock de la Internet. Disfrutamos del show tan intenso desde muy cerca del escenario por la posición que nos ofreció el bendito pase de prensa. Antes de la Voodoo Lounge Tour, solo vimos a los Stones una vez, en 1989, cuando junto a Sonia Freundt, la entonces presentadora de El Ranking de Canal 13, fuimos hasta el Orange Bowl a cubrir el evento para la mencionada televisora peruana.

Con el diseño de Mili Valenzuela, la página apareció en El Comercio el 27 de octubre de 1994. Era la primera gira sin (Bill) Wyman, desde su fundación, más de tres décadas antes.


NO FUE UNA NOCHE MÁS. Red Hot Chili Peppers y el bluesman Buddy Guy habían entretenido a la platea con sus previas actuaciones. Y el público esperaba a los estelares. El Rose Bowl, que hace tres meses fue testigo de la final de la Copa Mundial de Fútbol, volvía a estar totalmente lleno. Más de cien mil personas esperaban el inicio de una de las noches rockeras más importantes de 1994: la Voodoo Lounge Tour de los Rolling Stones. Y, a muy pocos metros de nuestra ubicación, Kevin Cronin -cantante de REO Speedwagon-, la actriz Whoopi Goldberg y la modelo Cindy Crawford, esperaban lo mismo.

[Y SE HIZO LA LUZ] La batería fue, a las nueve y cuarentaicinco de la noche, sonido perfecto para dar la bienvenida al espectáculo. No obstante, no fue hasta la aparición de Mick Jagger en que el público empezaría a seguir con atención lo que en el escenario, de 70 metros de largo y 30 de altura, comenzaba a suceder. "Not Fade Away", viejo tema de Buddy Holly, y uno de los primeros éxitos del grupo, fue la apertura a las más de dos horas de luces, sonido, calor y energía.

Al saludo (de rigor), siguieron "Tumblin' Dice", con el que comenzaron a utilizar la inmensa pantalla; "You got me rockin'", del reciente disco; y, los clásicos "Shattered", del Some Girls de 1978, y Rocks Off, del Exile On Main St. del 72.

[WATTS DE POTENCIA] Pasadas las diez de la noche, con el fuerte sonido del bajo de Darryl Jones, y con el lucimiento de Keith Richards y Ron Wood en las guitarras, el equipo de producción juega con las mil quinientas luces que forman parte de la escenografía. Así, tocaron el nuevo "Sparks Will Fly", que fue previo al tema que hace casi treinta años les abrió las puertas del mercado norteamericano: "(I Can't Get No) Satisfaction". El público ayudó con su voz, mientras, delante, Mick (Jagger) siguió derrochando energía y vitalidad. Atrás, la serenidad de (Charlie) Watts sigue siendo impresionante, amén de su exactitud en el ritmo.

La luna llena en cielo angelino sirvió de marco para escuchar "Beast Of Burden" y "Memory Motel". Este último, en el que los Glimmer Twins (Jagger y Richards) compartieron estrofas en el canto. Mick en el piano y Keith, muy aplaudido.

La compenetración del recién estrenado (Darryl) Jones con la banda, iba in crescendo. Y Ronnie (Wood) se lució en "All Down the Line". El momento de "Love in Strong", simbolizó la nueva era y, para ello, el cantante tomó la armónica, instrumento que domina muy bien. Los 3,840,000 watts de potencia continuaban a su disposición.

[PLATEA DANZANTE] Con "It's All Over Now", original de Bobby Womack, llegó uno de los momentos más importantes del show. Ahí, el público participó activamente cantando, y le tocó el lucimiento al teclista Chuck Leavell, quien acompaña al grupo desde 1982. "I Go Wild" mostró a un Jagger con guitarra en mano y a un fanático que subió al escenario a lanzarse sobre Richards sin mayor fortuna. La (admirable) experiencia del guitarrista controló sus intenciones juveniles. Antes de presentar a la banda, acordes funkies introdujeron a una larga versión de "Miss You" que hizo bailar a la platea en pleno. Esta vez, Bobby Keys, hizo lo suyo con un impresionante solo de saxo. Más tarde haría un extraordinario contrapunto con la guitarra de Wood.

[RICHARDS, UN SÍMBOLO] Lisa Fischer y Bernard Fowler -quienes también participaron de la anterior gira, Steel Wheels- fueron elegantemente presentados por Mr. Jagger. Y luego del aplauso a cada miembro de la banda, quedó claro el respeto que el público tiene por el baterista. Pasadas las once de la noche, nos preparamos para escuchar "Honky Tonk Woman", en el que Richards subió el pie derecho al piano al más puro estilo de Jerry Lee Lewis. Minutos después, el cantante le cedería el micrófono.

"Happy", y el reciente "The Worst", nos dejaron con el original guitarrista al mando del grupo. Y, aunque cantar no es lo mejor que hace, el público lo acepta por simbolizar parte importante en la historia del grupo (y de sus letras, por supuesto).

[ES SÓLO ROCK AND ROLL] Muñecos, entre los que identificamos a (Mohandas) Ghandi y a Elvis (Presley), amén de una cabeza de carnero, un rosario y una "venenosa" serpiente, fueron inflados como parte escenográfica de "Sympathy for the Devil". Y, en "Monkey Man", Lisa Fischer (al estilo Tina Turner) se lució cantando a dúo con Jagger. En "Street Fighting Man", los inmensos muñecos recién cobraron vida con movimientos e iluminación. En tanto, Ron Wood inquietaba al público por el ala izquierda y, Keith Richards, hacía lo propio por el otro sector.

Una fuerte explosión y otras sorpresas visuales hicieron que, en un momento, el coloso de Pasadena se convirtiera en un gran salón de baile. Había comenzado "Start Me Up". Esa algarabía no se dejaría de sentir hasta el final del espectáculo. Le siguió "It's Only Rock and Roll", del Goat Head Soup, en el que Jagger revivió movimientos de mediados de los setenta, en que fue lanzado el disco. Y, para terminar, el viejo "Brown Sugar", en el que el vocalista mantiene energía para correr de lado a lado y arengar al público que pedía más.

Tras un breve alejamiento, una vez más, "Jumpin' Jack Flash" fue el encore con el que los Rolling Stones se despidieron de Los Angeles. Mick Jagger y Darryl Jones bailaban en el escenario. Y, Kevin Cronin y Whoopi Goldberg, cerca de nosotros, hacían lo mismo en su posición. Habíamos pasado la medianoche.


FUERA DEL CAMPO. Voodoo Lounge se ha convertido en la gira más vendedora de la historia. Trescientos millones de dólares recaudados hasta el momento han superado el récord que tenía Pink Floyd con su gira de este año... La empresa Brockun Global Merchandise, con sede en Toronto, se ha encargado de la venta de los más de cien diversos artículos de promoción, incluyendo camisetas, casacas, pantalones, gorras, calcomanías, afiches, viejas fotos, y hasta carátulas autografiadas por los cuatro integrantes... Por ejemplo, el precio de una camiseta varía entre 25 y 35 dólares, el programa cuesta 18 y, una típica casaca de cuero, está valorizada en 450 dólares... En enero, los Rolling Stones viajarán a Sudamérica, y luego lo harán por Japón y Australia.

Trescientas diez cajas acústicas forman parte del sonido de este espectáculo... El aluminio y acero utilizados para la escenografía es el equivalente al peso de 275 mil latas de cerveza... Jack Nicholson, John Kennedy Jr., los cantantes Peter Wolf y Steven Tyler, los tenistas John McEnroe y Björn Borg, son algunos de los famosos que han acudido a ver parte de la actual gira. A ellos se suman Whoopi Goldberg, Cindy Crawford y Kevin Cronin... El cantante de REO Speedwagon fue muy atento con nosotros y hasta accedió a fotografiarse. Nos habló de sus presentaciones en Argentina... El más sentido por la reciente muerte de Nicky Hopkins pareció ser el saxofonista Keys. Hopkins (50) fue pianista de los Stones en sus dos primeras décadas... "Mucha gente no creía que volveríamos a tocar y hoy estamos demostrando lo contrario", dijo orgullosamente Keith Richards.

Como sucedió en 1989 con el concierto de Atlantic City, el del próximo 25 de noviembre en el Joe Robbie Stadium de Miami, será transmitido a nivel mundial por la televisión norteamericana. Por ahora, la banda se prepara para actuar este fin de semana, durante cuatro noches, en el norte de California.


Javier Lishner
Santa Clara, California
26 de abril de 2008

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