Yes: 35 años después
LA PASIÓN... DE TOCAR
LA PASIÓN... DE TOCAR
"Llegué de Bali para estar presente en el show. Y seguiré con ellos mañana para su espectáculo en San Diego". Con estas palabras llenas de emoción, Shandra, una inglesa de origen indonesio, nos confesaba su pasión por Yes, quinteto que dos días antes había iniciado, en Seattle, la gira por sus treinta y cinco años de servicios prestados.
PITAZO INICIAL
De pronto, el Rickenbacker de Chris Squire hizo mover muchas canas (menos las de él). Era el inicio de "Going for the one". Una escenografía sencilla, con la autógrafa de Roger Dean, incluía al guitarrista Steve Howe, quien comenzaba a captar la atención en el ala izquierda del escenario. Al otro lado, Rick Wakeman, hacía lo suyo detrás de las teclas. La noche parecía precisa para la actuación de Yes en el HP Pavilion de San Jose. El moderno coliseo, con capacidad para 20,000 personas, se vió repleto, lo que no sucedió con su última presentación en el área, en julio de 2002, cuando actuó en el Shoreline Amphitheatre de Mountain View.
En la batería, Alan White, cuyos créditos se incluyen en el célebre "Imagine" de John Lennon y "My Sweet Lord" de George Harrison, hace la introducción a "Sweet Dreams", viejo tema del Time and a Word, de 1970, cuando aún Bill Bruford era dueño del puesto. Jon Anderson, por su parte, toca la guitarra acústica, y Steve ha dejado la guitarra steel para tomar su clásica Gibson.
Pasados los veinte primeros minutos del espectáculo, y con el sonido en contra, es momento de otra de las inolvidables canciones del grupo, aquella que alguna vez Anderson y Squire, escribieron: "I've seen all good people". Después de casi diez minutos de historia, siguieron con "Mind Drive", tema que a decir de Jon, nunca habían tocado en directo, "... a pesar de haberlo grabado hace ocho años". Y es Steve el que le pone el sello del grupo, mientras el veterano vocalista hace claros esfuerzos por llegar al tono adecuado.
Llega el lucimiento de Rick. La platea en pleno experimenta el que, para algunos, fue uno de los puntos más altos del show. Con Chris dominando la escena y Jon, metros atrás apoyando en la percusión (y demostrando su versatilidad), seguirían "South Side of the Sky" (del Fragile) y "Turn of the Century" (del Going for the One). El sonido recién empezaba a ser justo con ellos.
"Yesterday a morning came, a smile upon your face. Caesar's Palace, morning glory, silly human race...", era el principio del final de la primera etapa. Efectivamente, con "Yours is no disgrace", de 1971, se fueron a los camerinos.
SEGUNDO TIEMPO
"Long distance runaround", "Time is Time", "Wonderous Stories" y una magistral versión de "Roundabout", fueron parte del set acústico, con el que iniciaron la segunda parte. También lo fue "Show me", grabado hace un par de años en Santa Barbara, California. De ahí, hubo un silencio sepulcral. Y mientras los técnicos ponían en orden el escenario, Steve captaba la atención con un fantástico solo de su inspiración: "In the Course of the Day".
Sorpresivamente, Jon volvió a aparecer, esta vez, caminando entre el público y cantando el tema más fuerte de la lista: "Rhythm of Love", de 1987. En él, Steve hizo olvidar a Trevor Rabin, el talentoso guitarrista sudafricano que lo reemplazó en 1983 y quien fue uno de los compositores del tema. La técnica de Howe sigue impecable y, la permanente utilización de diferentes guitarras lo hace aún más interesante.
"And you and I", hizo girar los reflectores hacia el lado derecho, donde se encontraban los dedos de Wakeman frente a los Korg. Recordemos que Rick comenzó en las grandes ligas desde muy joven acompañando a artistas como David Bowie (Space Oddity, 1969), mucho antes de reemplazar a Tony Kaye. El pianista trajo reminiscencias de sus primeras locuras solistas, mientras Chris destrozaba la armónica. El show iba llegando a su fin.
"Hace treinta años tocábamos esta música sin pensar que 30 años después tendríamos audiencia para escucharnos", dice Jon antes de "Ritual". Es el final. La gente no se mueve. Yes se despide.
"Long distance runaround", "Time is Time", "Wonderous Stories" y una magistral versión de "Roundabout", fueron parte del set acústico, con el que iniciaron la segunda parte. También lo fue "Show me", grabado hace un par de años en Santa Barbara, California. De ahí, hubo un silencio sepulcral. Y mientras los técnicos ponían en orden el escenario, Steve captaba la atención con un fantástico solo de su inspiración: "In the Course of the Day".
Sorpresivamente, Jon volvió a aparecer, esta vez, caminando entre el público y cantando el tema más fuerte de la lista: "Rhythm of Love", de 1987. En él, Steve hizo olvidar a Trevor Rabin, el talentoso guitarrista sudafricano que lo reemplazó en 1983 y quien fue uno de los compositores del tema. La técnica de Howe sigue impecable y, la permanente utilización de diferentes guitarras lo hace aún más interesante.
"And you and I", hizo girar los reflectores hacia el lado derecho, donde se encontraban los dedos de Wakeman frente a los Korg. Recordemos que Rick comenzó en las grandes ligas desde muy joven acompañando a artistas como David Bowie (Space Oddity, 1969), mucho antes de reemplazar a Tony Kaye. El pianista trajo reminiscencias de sus primeras locuras solistas, mientras Chris destrozaba la armónica. El show iba llegando a su fin.
"Hace treinta años tocábamos esta música sin pensar que 30 años después tendríamos audiencia para escucharnos", dice Jon antes de "Ritual". Es el final. La gente no se mueve. Yes se despide.
SOBRE TIEMPO
Pero, Yes, tiene que volver a pedido de la audiencia. "Every little thing" (de Lennon y McCartney) y "Soon" (de la era Moraz), es el premio que el público recibe por aplaudir y mover sus canas. Eso es todo. Han pasado más de dos horas y hay que guardar energías para el encuentro del día siguiente... aunque Chris sea de los que no le importe mucho.
Se acercaba la medianoche y Shandra volvía a San Francisco para tomar su vuelo a San Diego en horas de la mañana. Ella había viajado 13,500 kilómetros para estar en su duodécima gira con Yes.
Javier Lishner
Abril de 2004
San Jose, California
6 comments:
Yo sólo viajé de Iquitos a Lima para poder verlos (el pasaje me salió más caro que la entrada) pero fue una experiencia inolvidable. Cuando puedas postea sobre algún otro grupo progre, gracias. Saludos.
Estimado Juan:
Tu comentario me dejó una duda. Es que Yes llegó a ir a Perú? o te refieres a Jon Anderson y su banda.
De los progres creo que solo he escrito comentarios sueltos. El de Emerson, Lake & Palmer está en:
http://javierlishner.blogspot.com/2007/05/la-historia-de-siempre-el-hermano-mayor_10.html
Trataré de hacer una pequeña investigación sobre la corriente progresiva que dominó algunos años la escena del rock. Creo que es un buen tema.
Un abrazo y gracias por tu visita.
JL
Saludos,
JL
Pues claro, tengo a la mano mi entrada de ese día: jueves 16 de setiembre de 1999 Platinum promotion srl presenta muelle uno grupo de rock Yes 9pm.
Estaban Anderson, Squire, White y Howe; en los teclados estaba el ruso y había otros músicos más.
Juan:
No sé estaría haciendo en esos días pero nunca supe que Yes llegó a Perú. Yo más bien, al ruso nunca lo he visto. Las veces que me han tocado fueron con Tony Kaye y luego con Wakeman. Pero no con Igor Khoroshev.
Platinum Promotion es la misma empresa que llevó a Foreigner al Perú... solo que se les olvidó ponerle la "s" al final de su nombre. Tengo una foto de la conferencia de prensa de Foreigner en Lima y, una vez, hace ya muchos años, la llevé orgulloso a la chamba para que vieran que algunos iban al Perú, y, sin darme cuenta, fue motivo para ser el hazmerreír del grupo. Los gringos se dieron cuenta al toque... Promotions!
Un abrazo,
JL
Por supuesto que Yes se presento en Lima. Fue en el Muelle Uno, fueron aprox. 4,000 personas (estuvo lleno total) y unas 1,000 mas se quedaron en la puerta esperando que las dejaran entrar o para escuchar desde afuera. Yo estuve en la fila 11 con mis hermanos y la entrada me costo $75 (un monton de plata en esa epoca). Fue un concierto increible, tocaron todo.
Saludos
Flor
Hola Flor:
Yes sismpre será un grupo increíble. Como quiera que en 1999 yo ya me encontraba de lleno por estos lares, no me enteré que había actuado en Lima. Pero gracias al buen Juan Arellano pude ampliar mis conocimientos.
Saludos,
JL
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