Cholame, California
September 30, 1955
~ Val Holley, Writer
Sencillo, amante de la buena música y la tecnología. Encontró aquí un espacio para compartir experiencias que algún día formaron parte de su vida, dentro y fuera de los medios de comunicación. Y algunas cosas más... Welcome back my friends to my blog that never ends, I'm so glad you could attend. Come inside! Come inside!
Tuve oportunidad de conseguir este libro, un verdadero manual, en 1982, mientras trabajaba en Radio Miraflores. No era la primera vez que veía artísticas fotos de rock pero, tal vez, sí tal cantidad en una sola obra. Este y otro compendio llamado The Harmony Illustrated Encyclopedia of Rock, convivieron desde entonces al lado de la colección de discos.
Robert Ellis nació en Torquay, un pequeño poblado inglés al noreste de Plymouth, donde en el siglo anterior había nacido Agatha Christie. Dice su biografía que Ellis tomó sus primeras fotos a la edad de ocho años, aunque fue a mediados de de la década del sesenta en que empezó a tomar su trabajo en serio. Sus primeras fotos profesionales fueron a artistas de la escena folk. Entre los que por aquellos días primaban en el gusto del joven reportero gráfico estaban, Bob Dylan, The Band y Crosby, Stills, Nash & Young.
En 1971 se muda a Londres, donde encuentra el ambiente copado por la escena progresiva, la que lo atrapa y le cambiaría el rumbo. Fue entonces que tomó un trabajo en el New Musical Express -el popular periódico fundado en 1952-, el que coincidió con el cambio de línea de la publicación. Cuatro años después siguió su carrrea en el Melody Maker, la mayor competencia de su antigua casa, la que dejó a mediados de 1976. El fotógrafo acababa de decidir trabajar por su cuenta. (En 2000, el Melody Maker fue fusionado con el NME).
The Pictorial Album of Rock es un poco el paseo de Ellis por Londres y otras urbes europeas, al lado de las estrellas. Porque en este colorido texto, y siendo 1981, el autor compila extraordinario material gráfico de bandas que van desde AC/DC, Pink Floyd y Thin Lizzy hasta innovadores artistas como David Bowie, Roy Wood y Frank Zappa. Además, muchos de los que comenzaban a brillar bajo el manto del new wave, inspirados por el movimiento punk de los años setenta. Entre ellos, Adam and the Ants, The Boomtown Rats, Blondie, Gary Numan, Orchestral Manoeuvres in the Dark y Spandau Ballet.
Hacer una lista de todo lo que incluye sería tedioso pero las diferentes vertientes del rock parecen estar muy bien representadas en esta edición. Es así que el texto contiene fotografías de Eric Clapton en su vuelta a la música en el Rainbow Theatre de Londres, en enero del 73; Genesis con Peter Gabriel en su Lamb Tour (su última con el grupo), en Portugal (1975); Pink Floyd con sus cuatro miembros originales en el Empire Pool de Wembley, en marzo del 77; y Iron Maiden con Paul Di'Anno en el Festival de Redding de 1980. La obra es vasta.
Un libro de Editorial Salamander que, como diría algún argentino, merece "10 puntos, querido".
Javier Lishner
Santa Clara, California
29 de Septiembre de 2009
Don Enrique (der.) al lado de don Pedro Roncallo.
(FOTO: Tomada de Al filo de la medianoche)
Muy pocos recuerdan que fue Tony Marbel, el otrora disc jockey y actual hombre de leyes peruano, quien debutó junto a Pedro Roncallo y Enrique Llamosas en el noticiero El Momento de Radio Miraflores de Lima. El retiro de Marbel para dedicarse al ejercicio del Derecho, en 1977, dejó un vacío que la gerencia de Radio Miraflores supo llenar con la incorporación de Rómulo Flores Campaña. Marbel pudo conocer a Llamosas desde su labor en Radio 1160, enclavada en Jirón Huaraz 2098, Pueblo Libre. Esa era también la dirección de Radio Atalaya, en donde escuché una y mil veces al entonces juvenil disc jockey y futuro hombre de leyes.
El doctor Ramiro Arriarán, de quien aún no hemos sabido el motivo de su sobrenombre en la radio, dejó Atalaya por Miraflores. Lo recuerdo como si fuera ayer. Porque la intrigante promoción, todavía en amplitud modulada, en la voz de Pedro Roncallo, decía así: "Muy pronto T.M. en R.M.". El doctor Arriarán recuerda los días del informativo radial cuando ya Flores se había integrado a El Momento: "Ese trío: Roncallo, Llamosas y Flores, hacía gozar las noticias, pues la ocurrencia festiva y la ironía fina hacían el momento diferente". Luego, Arriarán hace una breve semblanza del fallecido colega: "Nuestro recordado Enrique Llamosas tenía una discoteca completa, sabía programar sus temas y los anunciaba con singular precisión. Sólo había que esperar la secuencia de canciones, a cual más esperada y aplaudida; pese a ello, las líneas de teléfono que Enrique abría se saturaban durante todo su programa, y no era raro recibir sus llamadas en otros horarios con el ruego de pedir a Enrique que anunciara a Los Doltons, el Dúo Dinámico, Marisol, Pepe Cipolla, Rocío Dúrcal, La Quinta Dimensión, por mencionar solo algunos...".
Pico Ego Aguirre, el inacabable músico peruano, quien recién regresó de la convención latinoamericana de la Fender Musical Instruments, realizada en Phoenix, Arizona, recuerda con afecto a su tocayo Llamosas: "Tantas cosas bonitas que sucedieron por aquellas épocas desde Radio 1160 y Radio Miraflores... Y, por supuesto, las matinales, de las que él fuera gestor en ese tiempo de mucha música". Las matinales fueron populares eventos matutinos que se realizaban en distintas salas de cine, y que generalmente eran promovidas por los estudiantes del último año de secundaria de diferentes colegios de la ciudad capital. Ego Aguirre evoca: "Don Enrique Llamosas es un nombre que estuvo muy ligado a los inicios de mi carrera musical. En aquellas gloriosas etapas del rock peruano, cuando comenzaba con Los Shain's, entre el 65 y 68. Don Enrique, cuando lo podía escuchar a través de Radio 1160 (por la avenida Alfonso Ugarte), con su programa Música para la Juventud, nos ponía el material que sonaba en esos tiempos y apoyaba a la nueva movida de la música en el país, organizando las famosas "matinales" de los domingos en muchos cines de nuestra capital. Así apoyaba a los nacientes grupos de rock nacional. Lo hacía tanto en la radio como en estos eventos. Luego pasaría a Radio Miraflores, donde su impulso sería mayor gracias al aporte de una mejor estación con mayor proyección. Don Enrique fue siempre una persona sana y de buen talante, difícilmente se le veía molesto. Tenía, además de su microfónica voz, buen gusto por la música. Siempre lo recordaremos por el aporte de la difusión a lo que hacíamos los grupos de esa época y lo que dejó en el espectro radioeléctrico peruano. En las ondas que siempre llevarán su voz a través del Ether-no musical. Estará usted siempre en el recuerdo de quienes lo conocimos, Maestro".
Ego Aguirre, quien también paseó su voz por los micrófonos de la AM de Radio Miraflores, también evoca a Nelly Mendívil Castro, locutora fundadora de Radio Miraflores y -desde su programa radial- principal promotora de la "juventud peruana que avanza, se eleva y triunfa". Eran los días de oro de nombres que Marbel recuerda: "Enrique era uno de los grandes de toda esa época, en la que brillaban nuestra añorada Diana García, Freddy Morales, Pepe Barreto, Adolfo Sobenes, Perico Durán, Nelly Mendívil, Liliana Sugobono, Raúl Vargas, Iván Márquez, Dante Capella, Emilio Pelaez Rioja, Renato Shols, Gustavo Galliani, los hermanos Ortega (Rafael y Elizabeth), Enrique Arturo Arias, Julio Moreno, Julio Mayo, Emilio García Lara, y muchas voces más, que la memoria ingrata me impide precisar".
Quien no tiene memoria ingrata es Juan Alberto Mata. Durante los casi cuatro años que le tocó trabajar en Radio Miraflores, entre el 79 y 83, recuerda que, cuando ingresó a la radio, tuvo la percepción de que Don Enrique era considerado como "el cuco". Ello, debido a la autoridad y prestigio que ejercía al ser uno de los pilares del noticiero El Momento. "Sin embargo, al pasar a ser parte del cuerpo técnico de este sintonizado matutino, me di cuenta que más que un aparente autoritarismo (bien ganado por su peso profesional), en realidad Don Enrique tenía una fuerte convicción de hacer que él mismo y su entorno hicieran las cosas bien. Simplemente por el derecho que sus largos años de experiencia, profesionalismo y minuciosidad le confería". Juan Alberto fue operador técnico, programador y locutor de Radio Miraflores. Hoy, desde Costa Rica, donde reside y realiza la función de gerente del Grupo Laser Disc, continúa diciendo: "Don Enrique, como todos nosotros, tenía quizás muchos defectos -y podría narrar mil anécdotas-, pero sus virtudes para hacer radio eran tales que prefiero quedarme con ellas en el recuerdo. Aquí le envío mi enorme gratitud por haberme dado la oportunidad de conocerlo y aprender más de lo que hubiere esperado nunca".
Don Enrique, cuarto de la izquierda, en 2003 al lado de varios de sus colegas.
(FOTO: Luis Guadalupe).
Por esos días en que Juan Alberto comenzaba su labor en la radio, Johnny López era una de las figuras juveniles de la Amplitud Modulada. El popular disc jockey, oriundo de Pacasmayo, en el norte peruano, había pasado por la entonces favorita Radio Atalaya antes de arribar a las cabinas de la también juvenil Radio Inca. De allí pasaría directamente a las filas de Miraflores. Era Johnny, quien, todas las tardes, le daba el paso a Enrique para su clásico programa, Música para la Juventud, que iniciaba a las seis de la tarde. Pero un día, en Disco Sour, su conocido programa, entrevistó a un muchacho que había ganado un premio. El joven tenía 13 años, y acababa de comenzar a hacer sus pinitos en Radio Libertad, de manos de Jorge Eduardo Bancayán. Se llamaba Sammy Sadovnik, y sería el siguiente miembro que reclutaría la radio de la calle Alcanfores.
Sammy Sadovnik, actual narrador y comentarista deportivo de la cadena Telemundo, y a quien ayer vi haciendo su trabajo en el encuentro entre México y Costa Rica por las eliminatorias del Mundial de Sudáfrica, también expresó pesar por la partida de Don Enrique. Dijo Sammy: "Lo conocí hace 29 años cuando llegué por primera vez a Radio Miraflores en sus antiguos estudios de Alcanfores 592. Lo primero que me impresionó fue que no usaba audífonos para salir al aire, cuando en aquel entonces casi la mayoría los utilizaba... Era bastante meticuloso en la selección de las canciones que iba presentar, sobre todo, las de La Hora del Recuerdo, espacio que pasaba inmediatamente después de Música para la Juventud. No obstante, la mejor versión de Enrique Llamosas que yo recuerdo se dió en el noticiero El Momento al lado de Pedro Roncallo, a quien Don Enrique llamada "Peterrrrr", con su entonación y vocalización tan particular, y a Rómulo Flores Campaña. Don Enrique era el encargado de leer los escritos de "Odracir Mapal", el alias del ingeniero Ricardo Palma Michelsen para sus comentarios políticos en el informativo matutino. Tenía la chispa para "batir" a Don Pedrito, una pinta de galán de los sesenta, no en vano Quique Cano-Alva lo llamaba cariñosamente "El terror de las academias", nickname que, por supuesto, no le gustaba... Su "escarabajo" color naranja era incomparable cada vez que lo estacionaba en la puerta de la radio, y su buen humor y, porqué no, sus ácidas críticas políticas y musicales. Sin duda un señor dentro y fuera de las cabinas. Y uno de los maestros y ejemplos que gracias a Dios conocimos a lo largo de nuestro camino en los medios".
Luego de la llegada de Sammy, la partida de Diana García a la nueva Frecuencia Fina de América y el retiro de Speedy González para irse con Diana, en 1980, Radio Miraflores organizó un nuevo concurso de voces. Y lo apadrinó Don Enrique Llamosas. El anterior -también apadrinado por el mismo señor- había sido en 1977, del que resultaron ganadores Jorge Henderson y Hugo Salazar. En este nuevo hubimos varios que llegamos hasta la final. Entre ellos, Jorge Muñiz, Dennis Contreras, Vicky Obregón, Henry Venegas y quien suscribe. Pocos años después, también de Atalaya, llegaba Juan Carlos Hurtado. Para Hurtado, Enrique Llamosas era de aquellos locutores que podríamos llamar "tradicionales".
Afirma Hurtado: "Recuerdo a Don Enrique muy correcto. Hacía lo más simple, y nunca se complicaba. Al momento de hacer sus programas, solamente colocaba los éxitos, los número 1, lo mejor de lo mejor. Es posible que su única complicación haya sido con el inglés. Era gracioso oírlo grabar con Alfonso Rojas (el responsable técnico de la sala del primer piso), y escucharlo pronunciar "Trailer" en lugar de "Thriller", o Ka Ce and de Sunchine Ban por decir KC & the Sunshine Band, o presentar, en Música para la Juventud, el programa de la dolche bele -como él pronunciaba a la Deutsche Welle de Alemania-, o a Katrina y Wives con "Chicago a la luz del sol" en alusion a Katrina & the Waves y "Caminando a la luz del sol". Pero nadie podía corregir a Don Enrique, porque era una ofensa... Porque hasta para equivocarse era un maestro".
Un día de junio de 1994, me tocó el turno de seguirle los pasos a Tony. Y me retiré, no como él para seguir Derecho sino para enderezarme. Los que me conocen saben porqué lo digo. Y viajé al mundial de fútbol de Estados Unidos, en donde pude vivir las incidencias de lo que ocurrió en la sede de Stanford. Allí, donde el Brasil de Dunga, Bebeto y Romario, comenzó su paso hacia el título. Y vi a Oleg Salenko meter seis goles en un partido, y a Roger Milla, con 42 años a cuestas, anotar otro para su escuadra. Y vi jugar al Pibe Valderrama y Faustino Asprilla ante Suiza, que fue el último de Andrés Escobar antes de regresar a su patria y ser fulminado en Medellín. Y todas esas incidencias las transmitía cada mañana, muy temprano (hora de aquí), para el noticiero El Momento, a través de mis comunicaciones con Don Enrique.
Reunión en casa de Tony Marbel, tercero de la izquierda, en 2005.
(FOTO: Luis Guadalupe).
En esa década, otro Pibe, esta vez peruano, se formaba en las cabinas de la radio por la que habíamos pasado muchos. Se llamaba Jaime Bautista, y le decían "El Pibe", creo que más por su afición por la música hecha por los argentinos que por su admiración al magistral mediocampista colombiano. Jaime, también recuerda a Don Enrique: "Una mañana tuve que asistir para hacer una práctica de conducción antes de que empezara el noticiero con los dos grandes locutores de la radio, el señor Pedro Roncallo y Don Enrique Llamosas. Aquello me causó mucha alegría ya que me permitió verlos en persona por primera vez. De inmediato busqué cómo tomarme una foto con ellos pero no pude. Esperé que terminara el informativo para poder charlar con los dos. Y Don Enrique me permitió charlar por unos diez minutos... Otro día, en el distrito de San Borja, donde uno de mis hermanos posee una tienda de abarrotes, le estuve ayudando en la venta. Descubrí con sorpresa que Don Enrique era asiduo cliente de aquella tienda. Me vio y me saludó muy cortesmente y desde entonces entablamos una sincera amistad. Posteriormente -desde mis inicios-, me convertí en su compañero de trabajo, haciendo de operador técnico cada domingo en el noticiero El Momento".
De esta manera, recuerdan algunos a Don Enrique Llamosas Espinoza, el experimentado disc jockey y narrador de noticias que durante más de cuarenta años se dedicó a los micrófonos, la lectura, los hits y, sin duda, a sus oyentes. Hace un mes, el 6 de agosto, repentinamente dejó de existir en la capital peruana, a unos 1,000 kilómetros de su natal Arequipa. Como sus colegas y amigos, le deseamos que descanse en paz.
Javier Lishner
Santa Clara, California
3 de septiembre de 2009
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