Wednesday, September 30, 2009

JAMES DEAN REMEMBERED
Cholame, California
September 30, 1955



"I was fifteen when my high school English class was shown the movie, "East of Eden." Why, I'm not sure, but maybe we were studying American fiction. Dean's performance as Cal was memorable for the sense of danger and sexual tension he conveyed. I didn't get his name but I clearly remember wondering why I didn't know who he was -- I thought the leading actor in such a film ought to be a household name. Well, I guess he was, but it had somehow escaped me. Not until nine years later, when I was browsing Patricia Bosworth's biography of Monty Clift, did I stumble across Dean's name again; this time I was provoked enough to check out Venable Herndon's "A Short Life." Finally, the mystery was solved. I remember thinking, "Oh, THAT'S who that was in 'East of Eden."

~ Val Holley, Writer

Tuesday, September 29, 2009

ROBERT ELLIS: The Pictorial Album of Rock

Con 224 páginas a todo color y cerca de 600 ilustraciones, The Pictorial Album of Rock habría de ser una de esas obras celosamente guardadas en la biblioteca de todo buen amante del género. Fue originalmente impresa en 1981 e incluyó la presentación de Phil Collins. Una de las peculiaridades del libro resulta siendo que todas las fotos pertenecen al mismo experto.


Tuve oportunidad de conseguir este libro, un verdadero manual, en 1982, mientras trabajaba en Radio Miraflores. No era la primera vez que veía artísticas fotos de rock pero, tal vez, sí tal cantidad en una sola obra. Este y otro compendio llamado The Harmony Illustrated Encyclopedia of Rock, convivieron desde entonces al lado de la colección de discos.

Robert Ellis nació en Torquay, un pequeño poblado inglés al noreste de Plymouth, donde en el siglo anterior había nacido Agatha Christie. Dice su biografía que Ellis tomó sus primeras fotos a la edad de ocho años, aunque fue a mediados de de la década del sesenta en que empezó a tomar su trabajo en serio. Sus primeras fotos profesionales fueron a artistas de la escena folk. Entre los que por aquellos días primaban en el gusto del joven reportero gráfico estaban, Bob Dylan, The Band y Crosby, Stills, Nash & Young.

Mick & the Stones, London Empire Pool, 1973.

En 1971 se muda a Londres, donde encuentra el ambiente copado por la escena progresiva, la que lo atrapa y le cambiaría el rumbo. Fue entonces que tomó un trabajo en el New Musical Express -el popular periódico fundado en 1952-, el que coincidió con el cambio de línea de la publicación. Cuatro años después siguió su carrrea en el Melody Maker, la mayor competencia de su antigua casa, la que dejó a mediados de 1976. El fotógrafo acababa de decidir trabajar por su cuenta. (En 2000, el Melody Maker fue fusionado con el NME).

The Pictorial Album of Rock es un poco el paseo de Ellis por Londres y otras urbes europeas, al lado de las estrellas. Porque en este colorido texto, y siendo 1981, el autor compila extraordinario material gráfico de bandas que van desde AC/DC, Pink Floyd y Thin Lizzy hasta innovadores artistas como David Bowie, Roy Wood y Frank Zappa. Además, muchos de los que comenzaban a brillar bajo el manto del new wave, inspirados por el movimiento punk de los años setenta. Entre ellos, Adam and the Ants, The Boomtown Rats, Blondie, Gary Numan, Orchestral Manoeuvres in the Dark y Spandau Ballet.

Robert Ellis y Bon Scott.

Hacer una lista de todo lo que incluye sería tedioso pero las diferentes vertientes del rock parecen estar muy bien representadas en esta edición. Es así que el texto contiene fotografías de Eric Clapton en su vuelta a la música en el Rainbow Theatre de Londres, en enero del 73; Genesis con Peter Gabriel en su Lamb Tour (su última con el grupo), en Portugal (1975); Pink Floyd con sus cuatro miembros originales en el Empire Pool de Wembley, en marzo del 77; y Iron Maiden con Paul Di'Anno en el Festival de Redding de 1980. La obra es vasta.

Un libro de Editorial Salamander que, como diría algún argentino, merece "10 puntos, querido".

Javier Lishner
Santa Clara, California
29 de Septiembre de 2009

Monday, September 28, 2009

FREEWAY: "In My Heart"

La siguiente es una breve nota que publicamos hace tres años luego de toparnos con una canción que formó parte de nuestra primera etapa en la radio de Lima. Hoy la volví a escuchar y me detuve leyendo los comentarios que, desde entonces, los lectores han ido dejando. La volvemos a difundir con la diferencia de que, esta vez, por cortesía de Juan Carlos, la encontramos en YouTube y con su respectiva letra (aunque la foto no nos diga mucho). Cuando publicamos la nota original YouTube estaba en pañales. Tres meses después, fue adquirido por Google, y su historia cambió significativamente. Eso sí, creo que Eva Ayllón ahora reside en Perú. Mientras PeruJazz continúa con vida.



IN MY HEART

I can see your face
And I can kiss your lips
And I can have you hear,
You're in my Heart

I can talk to you
I can do the things you want me to
And I can hold you near
Near in my heart

It took so long to see
What you are when we're together
It's not the lady you are when we're apart

And what you do to me,
I can do to you girl,
I can have you hear no,
You're in my heart

I can hold your hand
I can be the one and only loving man
and I can have you hear
You're in my heart

I don't want to be just your friend
I wanna love you till the very end
and I can have you hear
You're In my Heart

It was supposed to be
You and I in love forever
But like a child you changed
you changed your mind

And what's in there for you...
Right here in my heart
I can have you hear no
You're In my heart
In my heart...

It took so long to see
What you are when we're together
It's not the lady you are when we're apart

And what you do to me,
I can do to you girl,
I can have you hear no,
You're in my heart

I can hold you near no no
I can have you hear no...


FREEWAY: "In My Heart"

Visitando CacaoRock, el blog de Javier Moreno-Pollarolo, me encontré con una canción que Javier la ha hecho pública y que yo aprovecho para tomarla de ahí y hacer lo propio.

La canción nos recuerda la vez que el grupo Freeway llegó al Perú cuando se iniciaba la década del ochenta y participó de una conferencia de prensa en un clásico hotel del centro de Lima. La razón era el lanzamiento de "In My Heart", un disco sencillo cuya melodía ponemos a su disposición.


Entre los músicos norteamericanos, sobresalía el peruanísimo Jean Pierre Magnet, otrora integrante de Traffic Sound, una de las bandas pioneras del rock en el Perú. A Jean Pierre, como de costumbre, le correspondió la sección vientos.

Los músicos, a quienes conocimos personalmente en aquella oportunidad, habían hecho trabajos de sesión con Jim Messina, Stephen Stills y otros monstruos según recuerdo (y la nota de prensa podría dar fe de ello). Creo que fue mi primera conferencia de prensa recién estrenado en la radio. Y, con mis compañeros de aquel entonces (posiblemente, Hugo Salazar, Quique Cano-Alva, Jorge Muñiz y Sammy Sadovnik), acudimos con mucho interés. De eso ha pasado más de un cuarto de siglo.

Jean Pierre, en tanto, hizo de la música una vida. Aparte de su leal trabajo con Perujazz, el que formó en 1984 con David Pinto, Julio "Chocolate" Algendones (1934-2004) y Manongo Mujica, acaba de presentar el espectáculo Eva Ayllón & Jean Pierre Magnet Concert, en el auditorio de la Universidad Nacional de Ingeniería, con la popular cantante peruana quien ahora reside en los Estados Unidos.

Apalusos para CacaoRock. La canción de Freeway, verdaderamente, fue una muy buena elección.

Javier Lishner
San Jose, California
31 de agosto de 2006

Saturday, September 26, 2009

LA REUNIÓN ACÚSTICA DE MIAMI

Fue muy grato volver a ver nuevamente juntos a Sammy Sadovnik, Quique Cano-Alva y Mario Liberti. No sé cuándo habría sido la úlitma vez que se hubieren encontrado pero, me imagino que personalmente los habré visto, digo, juntos, hace más de 25 años; cuando los cuatro compartíamos la misma casa, Radio Miraflores, y hacíamos de disc jockeys en los albores de la década del ochenta. A Quique y a Sammy, los conocí cuando recién ingresé al mundo de las telecomunicaciones. Y, a Mario, lo había conocido un par de años antes, cuando aún (él) estaba en el colegio.


El pasado jueves 24 de septiembre, mientras por aquí dedicábamos unas líneas a Culture Club; en el otro lado de los Estados Unidos, en la Florida, Carlos Guerrero, el sempiterno cantante peruano, vocalista de We All Together, realizaba una presentación el el Restaurant Pachamamma. El reconocido local, situado en el 17040 de la famosa Collins Avenue, en Sunny Isles, había recibido no hace mucho, a Frágil, Rio y Jaime Cuadra, entre otros. Esta vez le tocó a Guerrero.

La biografía de Carlos Guerrero es extensa. Lo fue cuando tuve oportunidad de entrevistarlo en mi casa de Lima, una tarde de 1985. De aquella vez, principalmente recuerdo dos cosas: su sencillez y su honestidad. Carlos no batallaba por contestar las preguntas cuyas respuestas no recordaba. Porque para aquel entonces, ya tenía casi dos décadas inmerso en la música. Y es que había comenzado a temprana edad en esto del canto.

Su amplia trayectoria, que incluye la de ejecutivo discográfico y empresario, lo ha llevado por muchos lugares del mundo. Y, en cuanto a producciones discográficas, tiene un extenso catálogo que abarca discos con We All Together, You, Duwetto y, por supuesto, en solitario. Además, ha participado de un sinnúmero de producciones como invitado, ya sea como vocalista o en producción. Esa noche, en el Pachamamma, Guerrero tomó su guitarra y, frente al micrófono, no paró hasta pasadas las doce.

En la parte técnica estuvo Patricio Suárez-Vértiz, otro popular nombre del ambiente artístico peruano, por haber sido integrante de Arena Hash, un boom de fines de los ochenta en el Perú. Y, más tarde, por realizar algunas producciones (en su primera incluyó "Disco Bar"), y haber estado siempre relacionado a la música.

En el público, hubo varios personajes; entre ellos, la actriz Leslie Stewart, y su ex-compañero de colegio y músico, Arturo Pomar, también miembro original del recordado Arena Hash. A un lado, Sammy Sadovnik y Mario Liberti, dos colegas residentes en el área, entre un par de cervezas y algún pisco sour, apreciaban atentamente el show de Guerrero. Mientras que, de un lado a otro, Quique Cano-Alva hacía las veces de anifitrión. Y es que fue Quique quien tomó la decisión de llevar al cantante peruano de gira por los Estados Unidos. La parada en Miami, fue solo la primera.

Al día siguiente Quique, Carlos y su comitiva, partían a Atlanta, para volver hoy a Miami y, esta vez, presentarse en El Chamán. Pero allí no queda la cosa. Quique le tiene preparado unas cuantas funciones más al artista. A saber, una para el próximo viernes en Virginia y una tercera en la Ciudad del Sol, en La Giralda. Y entre copas, música acústica y reuniones, Quique se dio tiempo para agradecer la visita de los asistentes y hasta para tomarse una foto con ellos. En la presente, junto a Sammy Sadovnik, correcto narrador y comentarista deportivo de la cadena Telemundo, y a Mario Liberti, respetado locutor comercial, con ardua labor en Telefutura, el canal de la cadena Univisión. A Mario, Quique y Sammy, nadie le quita lo bailao. Y a Carlos, lo cantao. Salud por ellos.

Javier Lishner
Santa Clara, California
26 de septiembre de 2009

Friday, September 25, 2009

CONDECORACIONES, PAPELES Y PAPELONES

Cuando no hace mucho, el canciller mil oficios del Perú, José Antonio García Belaunde, apareció en el escenario del Estadio Monumental de Ate para condecorar al tenor Plácido Domingo con la Orden El Sol del Perú en el Grado de Gran Cruz, a lo lejos, quedé atónito. Me hizo pensar una vez más que en mi país, el Perú, las más importantes condecoraciones se les entrega a prácticamente cualquiera, dependiendo del gobierno de turno y de sus respectivas agendas. Seguramente que, esa noche, el diplomático no tenía nada mejor que asistir para escuchar ópera en la voz del maestro español, quien llegaba al país luego de quince años.

Tenor Plácido Domingo en Lima. (FOTO: Internet).

Nadie con cinco, cuatro, tres, dos o un dedo de frente, puede dudar de la calidad, aceptación y vasta carrera de Plácido Domingo, quien, vestido de negro, interpretó, entre otras, "O Souverain" de la ópera El Cid de Massenet, "El lamento de Federico", aria de L'Arlesiana de Francesco Cilea y "La Valkiria" de Wagner. Según la información, el local estuvo repleto. Aprovechando el éxito, a mitad del evento, el ministro de Relaciones Exteriores dijo que "era el reconocimiento de todos los peruanos a su inmenso talento". Demagogia barata de una persona que, por su investidura, debería saber muy bien lo que está diciendo. Porque todos los peruanos no aprobaron ese reconocimiento al prestigioso artista sino unos cuantos. Y en Palacio. Habría que averiguar si él, entre ellos.

El tenor agradeció la condecoración visiblemente emocionado, afirmando no ser merecedor del reconocimiento. "No me siento merecedor de ella porque son tres veces las que he venido aquí", dijo. Tal vez sin darse cuenta le estaba diciendo al bondadoso canciller, que entregarle la distinción más importante de la Nación estaba siendo un papelón. Aunque, muy educado por cierto, el intérprete español luego agregó: "Espero llevar esto con mucho orgullo y cariño acordándome siempre de ustedes". Los asistentes, representando al Perú, aplaudieron enternecidos.

Esa noche, casi al final, Domingo interpretó "El día que me quieras", "Bésame mucho", "La flor de la canela" y "El cóndor pasa". Además, "Me cansé de rogarle" y "El rey", dos temas con mariachi, con lo que los miles de asistentes pudieron volver felices a sus respectivos hogares. Una noche donde hubo algarabía, gritos, apalusos y llantos. El maestro de la lírica había cumplido. Y también el público y nuestro canciller.

Ayer, en otra de las sorpresas a las que cada vez estamos más acostumbrados, aunque nos sigan causando estupor, se anunció que la Municipalidad de Lima condecorará a la portentosa imagen del Señor de los Milagros con la Medalla Ciudad, la más alta distinción que confiere la Comuna Metropolitana. Se condecorará a una imagen... La actividad, que más parecería acto circense, se realizará el 18 de octubre, día que las andas del Señor de los Milagros o Cristo Moreno, como también se le conoce, lleguen al Palacio Municipal, ubicado en la Plaza de Armas de la capital. Será el propio alcalde, Luis Castañeda Lossio, quien impondrá la Medalla Ciudad de Lima a la fervorosa imagen católica.

Dice la noticia que la distinción será un tributo al enorme significado que durante siglos ha representado el Señor de los Milagros en la vida del Perú y del mundo. Aquí en el área de San Francisco, en California, serán cuatro gatos los que la conocen y honestamente no creo que haya representado algo en la vida de la Bahía. Pero si este año ya se entregó el galardón al Arzobispo Cipriani y al simpático Chespirito, cualquiera podría ser receptor de tan preciado honor.

Hablar de todas las medidas de seguridad y emergencia que aportará la Municipildad para los días de la procesión, me hace pensar si es que los demás credos religiosos tendrían las mismas gollerías si es que en algún momento decidieran realizar semejante cosa. Contando, incluso, con mano de obra extra para la limpieza de las calles al día siguiente, por donde los seguidores de la imagen hubieran pasado venerando al próximamente condecorado amuleto.

Cuando recientemente concluí una nota sobre la entrega de los Laureles Deportivos al jinete Édgar Prado, quien no practica un deporte -y escribí que en la hípica los que ganan son los caballos y no los jinetes, y que a quien hubieran debido entregar los laureles era a Santorín- pensé que había sido sarcástico. Ahora, entre la entrega de la Orden El Sol a un artista que no ha ido más de tres veces a Lima y la condecoración de la Medalla de Lima a una imagen, creo que el sarcasmo forma parte de nuestra vida. ¡Qué vivan las condecoraciones en el Perú! ¡Qué vivan los papeles y papelones, el pan y el circo!

Javier Lishner
Santa Clara, California
25 de septiembre de 2009

Thursday, September 24, 2009

CULTURE CLUB: Los 25 de "Karma Chamaleon"

Boy George, Michael Craig, Roy Hay y Jon Moss, son nombres directamente relacionados a una de las bandas más populares de la primera mitad de la década del ochenta. Con cuatro discos originales entre 1982 y 1986, Culture Club se posicionó en el difícil mercado en el que andaban, entre otros, Duran Duran, Spandau Ballet, The Human League, Eurythmics, Kajagoogoo, Dexy's Midnight Runners, Heaven 17 y Simple Minds, solo por citar algunos. Ayer, mientras visitaba una tienda, recordaba esa época luego de oír "Centerfold" de J. Geils Band.



Entre septiembre y octubre de 1982 llegó a Radio Miraflores de Lima, el disco sencillo de "Do You Really Want to Hurt Me". Me tocaba estar a cargo de la programación de la mencionada emisora, posición que desempeñaba con Juan Alberto Mata, futuro ejecutivo discográfico. Fue el año de canciones como "867-5309 (Jenny)" de Tommy Tutone, "Who Can It Be Now?" de Men At Work, "I Ran (So Far Away)" de A Flock of Seagulls y de aquella balada de título "Up Where We Belong", magistralmente interpretada por Joe Cocker y Jennifer Warnes. El tema de Culture Club hizo su ingreso sin mayores problemas. Le seguiría "I'll Tumble 4 Ya".

Luego del álbum Kissing to Be Clever, producido por el inglés Steve Levine, llegó Colour by Numbers. Al igual que la placa anterior, este disco incluyó más de un popular tema. Era 1984 y las cosas habían cambiado para algunos. El disco me encontró trabajando en Radio Panamericana, donde, sin temor a equivocarme, le sacamos el mayor provecho. Tras el primer simple, "Church of the Poison Mind", nos tocó presentar "Karma Chamaleon". Sería el punto más alto, no solo del disco sino de toda su carrera. Para ese entonces, la imagen de Boy George, su vocalista, ya había acaparado prensa y televisión. Temas como "It's A Miracle" y "Miss Me Blind", continuaron con la propagación de su música hasta finales de año. En diciembre, y luego de celebrar las primeras tres décadas de la emisora en la que me encontraba laborando, "Karma Chamaleon" fue una de las canciones más aplaudidas en el evento que, cerrando el año, presentamos ante varios miles de espectadores y que se llamaba La Más Más. La de aquella vez, se realizó en el Coliseo Amauta de Chacra Ríos, en el área metropolitana de Lima.

El 24 de septiembre del 83, "Karma Chamaleon" había llegado al número uno en la Gran Bretaña. En los Estados Unidos, el tema ya había ocupado el primer lugar, habiendo sido precedido por "Owner of a Lonely Heart" de Yes. Le tocaría a Culture Club, dejar esa misma posición a otro tema que marcó dicho año: "Jump" de Van Halen.

Su tercera placa, Waking Up with the House on Fire, fue lanzada en las postrimerías de ese mismo año. Pero la vida e historia de Culture Club nunca más volvió a ser la misma. Lo que habían experimentado en 1984 resultó siendo su propio récord. Y marcaría su historia. Drogas, sexo y rock and roll, incluídos. Y, luego de un disco más, From Luxury to Heartache, de 1986, su propuesta llegó a su fin.

Javier Lishner
Santa Clara, California
24 de septiembre de 2009

Wednesday, September 23, 2009

CAMINO A LA FAMA

Hace un tiempo alguien afirmó que si el Rock and Roll Hall of Fame fuera manejado por artistas sería otra cosa. Se refería a que el museo fundado en 1983, es conducido por empresarios que, por lo general, tienen una visión diferente con respecto a la música.


El Rock and Roll Hall of Fame está situado en la ciudad de Cleveland, a orillas del largo Erie. Y, como todo museo del rock, contiene preciados objetos que alguna vez, sus propietarios, artistas famosos, utilizaron como apoyo en algún momento de su carrera. Pero, además, anualmente, desde 1986, tiene la particularidad de incluir nombres para perennizar sus respectivas carreras. Los primeros invitados a pertenecer al museo fueron: Buddy Holly, Chuck Berry, Elvis Presley, Fats Domino, James Brown, Jerry Lee Lewis, Little Richard, Ray Charles, Sam Cooke y los Everly Brothers. También hubo otros, como Jimmie Rodgers y Robert Johnson, por su temprana influencia. Y Alan Freed, el deejay a quien se le otorga la idea de haber acuñado el término "rock and roll".

Lo primero que recuerdo con satisfacción cuando supe sobre la inauguración del museo en Ohio, fue que -a diferencia de Grammys y otros premios de plástico- el Rock and Roll Hall of Fame honraría la trayectoria de los artistas y no solo una obra. Así, los premiados serían personas con una base mínima de 25 años de carrera. Lo que equivale a decir, con trayectoria sólida. Y no por la suerte que le pudiera haber dado un disco o, a veces, incluso, una canción.

Ideas aparte, este año, el comité de la citada institución, que pareciera estar integrado por una treintena de personas, todas relacionadas a la industria de la música; entre ellos, escritores, críticos, empresarios, artistas, etc. -y de quienes nunca se publican sus nombres- ha dado la lista de los nominados a ser los próximos cinco incluídos en el famoso museo del rock.

De acuerdo a la noticia, entre los nominados de este año destacan Kiss, LL Cool J, Red Hot Chili Peppers, Genesis, Jimmy Cliff, The Hollies y Laura Nyro. En la presente balota se encuentran nombres que ya habían candidateado en alguna anterior oportunidad. Es el caso de Donna Summer, Darlene Love, ABBA, the Chantels y los Stooges. El que algunos nombres no se relacionen precisamente al género que promueve el museo, como es el caso de ABBA, Jimmy Cliff , LL Cool J o la misma Donna Summer, es tema de otra nota.

Como es de conocimiento público, solo cinco de estos nombres serán incluídos en la ceremonia a realizarse el próximo 15 de marzo en la ciudad de Nueva York. Allí, se estará celebrando los primeros 25 años de la fundación de la citada institución que, en 1983, "abrió sus puertas" sin tener aún local. El Rock and Roll Hall of Fame Museum fue inaugurado recién en 1986. La incognita de los cinco nuevos laureados será develada en diciembre. Mientras tanto, corren las apuestas.

Javier Lishner
Santa Clara, California
23 de septiembre de 2009
OTOÑO EN LA VIDA


Otoño en la vida
la brisa del mar
el viento y las hojas
las ganas de amar

Salimos al viento
tocamos la acera
en dos pasos lentos
se advierte quimera

Lágrimas puras
ríos profundos
pasión y ternura
entre dos mundos

Otoño en la vida
la brisa del mar
el viento y las hojas
las ganas de amar

Los pájaros vuelan
buscando guarida
las flores se esconden
de poca acogida

Nublado está el clima
callado está el sol
que espera en la cima
volver a su rol

Otoño en la vida.

Javier Lishner
Santa Clara, California
23 de septiembre de 2009

FOTO: Miguel Lishner

Tuesday, September 22, 2009

OTOÑO EN EL ALMANAQUE

Ayer terminó por aquí el verano y una nueva estación nos abriga. Con el cambio de temporada, encontramos varias canciones de las tantas que se le han escrito. Una de ellas fue "Autumn Almanac" de the Kinks, uno de los grupos más subestimados pero de mayor nivel cuando se trata de composiciones en la historia del rock and roll. No en balde, artistas como David Bowie, Mott the Hoople, Van Halen, Elvis Costello, the Pretenders y the Jam, le han pedido composiciones prestadas. "Autumn Almanac", de la pluma de Ray Davies, fue grabada en los Pye Studios de Londres, en septiembre de 1967.



AUTUMN ALMANAC
(Ray Davies)

From the dew-soaked hedge creeps a crawly caterpillar,
When the dawn begins to crack.
It's all part of my autumn almanac.
Breeze blows leaves of a musty coloured yellow,
So, I sweep them in my sack.
Yes, yes, yes, it's my autumn almanac.

Friday evenings, people get together,
Hiding from the weather.
Tea and toasted, buttered currant buns,
Can't compensate for lack of sun,
Because the summer's all gone.

La-la-la-la...
Oh, my poor rheumatic back
Yes, yes, yes, it's my autumn almanac.
La-la-la-la...
Oh, my autumn almanac
Yes, yes, yes, it's my autumn almanac.

I like my football on a Saturday,
Roast beef on Sundays, all right.
I go to Blackpool for my holidays,
Sit in the open sunlight.

This is my street, and I'm never gonna to leave it,
And I'm always gonna to stay here
If I live to be ninety-nine,
'cause all the people I meet
Seem to come from my street
And I can't get away,
Because it's calling me, (come on home)
Hear it's calling me, (come on home)

La-la-la-la...
Oh, my autumn armagnac
Yes, yes, yes, its my autumn almanac.
La-la-la-la...
Oh, my autumn almanac
Yes, yes, yes, yes, yes, yes, yes, yes.

Bop-bop-bopm-bop-bop, whoa!
Bop-bop-bopm-bop-bop, whoa!

De esta manera tan inglesa, en el hemisferio norte, le damos la bienvenida al otoño. Con su magia, el viento y sus hojas secas. Y con su literario sinónimo de vejez.

Javier Lishner
Santa Clara, California
22 de septiembre de 2009

Monday, September 21, 2009

ÉDGAR PRADO: ENTRE CABALLOS Y BURROS

En el Perú de Alan García, donde cualquier tontería aparece en primeras planas antes de lo que es verdaderamente de interés nacional, se consumó ayer la paradoja de premiar con los Laureles Deportivos a un peruano exitoso pero cuya práctica no es considerada como disciplina deportiva por el máximo ente rector del deporte nacional. Lo que se había anunciado en mayo, quedó consumado ayer. La condecoración al compatriota fue en el Grado de Gran Cruz.


Édgar Prado es el nombre del jinete que recibió los Laureles Deportivos, el máximo galardón que entrega el Estado peruano a quienes destacan en algún deporte. El jockey de 42 años, cuya carrera ha sido exitosa en los Estados Unidos, recibió el reconocimiento en las instalaciones del Hipódromo de Monterrico. De acuerdo a la información, asistieron el Vicealmirante AP (r) Luis Giampietri Rojas, Primer Vicepresidente de la República; el ingeniero Arturo Woodman, Presidente del IPD; y el doctor Carlos Roe Battistini, Presidente del Jockey Club del Perú. También lo hicieron, David Levi, Presidente de la Federación Deportiva Nacional Ecuestre, y Jorge Guizado, Presidente del Consejo Superior de Justicia Deportiva y Honores del Deporte. Fue precisamente el consejo presidido por Guizado, el que finalmente decidió la entrega de los mencionados laureles a un señor que no practica un deporte.

Los Laureles Deportivos fueron creados por el dictador Manuel Odría, el 11 de octubre de 1949. En aquellos tiempos, la máxima entidad deportiva en el Perú era el Consejo Nacional de Deportes que, décadas después, se vino a llamar Instituto Peruano del Deporte, conocido por sus siglas IPD. He leído que de acuerdo al artículo 31, de Los Requisitos, "El candidato debe haber prestado excepcionales servicios en la Dirección del Deporte al país por un período no menor de veinticinco años, haber obtenido récord del mundo o título de Campeón Mundial en la categoría de la más alta jerarquía o un récord olímpico o título de Campeón en los Juegos Olímpicos". ¿Aló, IPD? ¿Está el señor Prado por allí?

El IPD está compuesto por las federaciones de cada deporte y está conformado por las direcciones regionales. La institución se encarga de programar y ejecutar la política deportiva en todas las disciplinas reconocidas. Desafortunadamente, la hípica no es una de esas reconocidas disciplinas. Para ser más claros: En el Perú, la hípica no tiene Federación, o, por lo menos, no está afiliada al IPD. Y, de acuerdo a la ley, son las federaciones deportivas las que someten a consideración del Consejo Directivo del IPD los candidatos a los citados laureles.

Nadie niega ni podría negar la magnífica campaña profesional de Prado, quien, aquí y allá, merece muchos reconocimientos. Los ha tenido. Pero que quede claro: Édgar Prado en las más de 6,000 carreras que ha ganado en los Estados Unidos, incluyendo su triunfo de 2006 en el Derby de Kentucky, no lo hizo representando al Perú. Como lo afirmé alguna vez, antes lo hizo representando a sus patrones, a su entrenador, al entrenador del caballo, al caballo y, finalmente, a sus bolsillos. El Perú, como país, no ha estado involucrado en esos apetitosos triunfos. De ser un peruano exitoso en el exterior a representar al Perú exitosamente en el exterior, hay una diferencia abismal. Pero algunos todavía no se dan cuenta. O se dan cuenta y se hacen los cojudos.

Ahora solo falta que Alan García -el presidente peruano a quien alguien le puso el sobrenombre de "Caballo Loco"-, le entregue los Laureles Deportivos a su homónimo, el jinete Alan García Perea, quien también viene triunfando fuera de nuestras fronteras. Y vaya que no me sorprendería. En el Perú, desde hace mucho, las leyes se hacen para tenerlas de adorno. Porque cualquier resolución pasa por encima de ellas. Eso es lo que justamente hizo el grupo del señor Guizado. Así fuera en contra de sus mismos principios.

Y hay un dato más: En la hípica los que ganan las competencias son los caballos, no los jinetes. En tal caso, primeramente le hubieran dado los laureles a Santorín. Seguro que se los hubiera comido.

Javier Lishner
Santa Clara, California
21 de septiembre de 2009

NOTA RELACIONADA:
- Qué nos pasa. ¿LAURELES DEPORTIVOS PARA ÉDGAR PRADO?


Sunday, September 20, 2009

EL CÓNDOR PASA, EL EKEKO Y LA DIABLADA

Según Sofocleto, el desaparecido periodista, escritor y humorista peruano, los cojudos son de dos tipos: los aspirantes a cojudo y los cojudos propiamente dichos. El primero es aquel que la vida aún no le ha dado la oportunidad de hacer una gran cojudez; el otro, es aquel que nació para ser cojudo y cumple su meta a la perfección. En el tema que hoy nos (con)mueve pareciera que hay de los dos. Y, aunque el término es usado principalmente en territorio peruano, con la anuencia de la Real Academia de la Lengua, también incluye a los de su vecino país, Bolivia.


Todo comenzó con el traje típico que cubrió las bondades de la señorita Perú en el reciente concurso Miss Universo. Lo que sucedió con Karen Schwarz, la bella representante peruana, en Paradise Island, Bahamas, fue ventilado un poco más allá de los Andes. En principio, el gobierno boliviano reclamó ser el país dueño del traje de "la diablada" -el que justamente utilizó Schwarz- arguyendo que ese es un baile típico del folclore de su país y símbolo del festival de Oruro. El Perú contestó que el vestido fue inspirado en una típica danza de las alturas de Puno, en donde, precisamente, Perú comparte con Bolivia el lago navegable más alto del mundo: el Titicaca.

Pablo Groux, el ministro de Cultura boliviano, incluso, amenazó con enjuiciar a la joven representante peruana y pidió la intervención de las Naciones Unidas. Algunos cojudos fueron más lejos y dijeron que siendo Schwarz una peruana de origen alemán, no debería estar utilizando un vestido indígena. En el follón también estuvieron no solo los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países, David Choquehuanca y José Antonio García Belaúnde, sino hasta los propios presidentes de ambas naciones.

Un par de semanas después, el gobierno boliviano presidido por Evo Morales reclamó el origen del Ekeko, un muñeco que representa la abundancia y la buena fortuna. Sostuvo que "la imagen es boliviana" y que tramitaban la inscripción de su patrimonio ante la UNESCO. Desde la BBC, informaron que algunos historiadores peruanos habían rechazado la hipótesis asegurando que la efigie era altiplánica. Imagino que tan altiplánica como "la diablada". Aquí en frente tengo la personificación del Ekeko, al lado de la efigie del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha. Y, a pesar de sus amplias diferencias, ambos conviven pacíficamente.

Karen Schwarz con el traje de La diablada. (FOTO: Richard D. Salyer/AP).

Dice la BBC que el Ekeko es una deidad venerada por los pobladores del Altiplano y, según la tradición, ahuyenta la desgracia de los hogares y atrae la fortuna. De acuerdo con una publicación del diario La Prensa de La Paz, Édgar Arandia -investigador del tema y director del Museo de Arte de Bolivia-, sostiene que el Ekeko tiene su origen en Tiwanaku, pero en la parte del territorio boliviano. El estudioso afirma que se trata de una divinidad de la fecundidad, y no de la fortuna, como es considerada por los pobladores peruanos, pues "se ha hallado evidencias antiguas que muestran a la imagen con el miembro viril erguido". Auchi. "Además, aunque el Ekeko formaba parte de la jerarquía de los incas, su origen no es incaico, sino tiwanacota".

El oficial mayor de Culturas de la Alcaldía de La Paz, Walter Gómez, señaló que "en Perú se mueve mucho dinero para el apoyo al turismo; mientras que en Bolivia no. A ellos les conviene ofrecer al Ekeko como si fuera patrimonio suyo". Por su parte, el historiador puneño José Morales dijo al diario Perú21 que la imagen es parte de la cultura altiplánica... Su origen se remonta a los tiempos de la cultura Pucará, antes de Tiahuanaco, y ahora se ha convertido en un elemento propio de la cosmovisión andina".

Para el congresista por Puno, Yonhy Lescano, el reclamo fue otra muestra más de hostilidad contra el Perú por el deseo de Bolivia de obtener una salida al mar. "Me parece un error, una manipulación y un nuevo intento de apoderarse de lo que no les corresponde. El Ekeko es precolombino y producto del mestizaje. Es parte del Altiplano. El Instituto Nacional de Cultura debería tomar cartas en el asunto porque se trata de un patrimonio que hay que defender".

El mitológico Ekeko. (FOTO: Javier Lishner).

Nadie es tan cojudo como para no darse cuenta de que las relaciones entre ambos países andan deterioradas. Las cojudeces como el origen de "la diablada" o del Ekeko son solo pretextos que utiliza el gobierno de Evo Morales para llamar la atención del mundo y dejar mal parado a su vecino, el Perú. Y en el Perú, a su vez, se utiliza la noticia para seguir cubriendo la corrupción que flota desde hace tiempo.

Ayer, Radioprogramas del Perú informó que el vicepresidente del Parlamento Andino, Wilbert Bendezú, reveló que en Bolivia la canción "El Cóndor Pasa" es utilizada como un referente autóctono del folclore, desconociendo a sus autores peruanos. "Existen diversos portales y páginas webs que promocionan a Bolivia en los que se divulga esta emblemática canción peruana como autóctona del país altiplánico, lo que significa una usurpación de nuestro patrimonio cultural", dijo.

Claro, a diferencia de otras expresiones culturales altiplánicas que no son propias de un solo país, como las mencionadas líneas arriba, en el caso de "El Cóndor Pasa" existe un autor conocido que habría que respetar. Lo que en lenguaje común se conoce como derecho de autoría. Daniel Alomía Robles, el compositor, fue peruano y compuso el tema en 1913, registrándolo veinte años después. De eso saben muy bien Simon & Garfunkel, quienes, siendo norteamericanos, hicieron su más popular versión (aunque con letra propia). En 2004, "El Cóndor Pasa" fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación.

"El Cóndor Pasa" del peruano Daniel Alomía Robles.

Mientras nosotros tratamos de averiguar quién es el más cojudo (si el que se queja, el que responde o el que le dedica líneas en su blog), los líos del Ekeko y "la diablada" continúan. Cuando debería saberse que la respuesta a tanta cojudez es la Educación. Sobre todo, en las alturas de los Andes, donde los gobiernos regalan computadoras pero no hay dónde enchufarlas. Entre tanto, los chilenos, cuyas representantes han utilizado el atuendo de "la diablada" no una sino dos veces en certámenes de Miss Universo, se siguen riendo de los cojudos y apropiándose del Perú.

Si Sofocleto viviera, posiblemente ya hubiera escrito algo sobre este folclórico y pintoresco tema.

Javier Lishner
Santa Clara, California
20 de septiembre de 2009

Saturday, September 19, 2009

SIMON & GARFUNKEL EN EL CENTRAL PARK

El 19 de septiembre de 1981 no fue un día más en la Gran Manzana. En el inmenso Central Park, ese lugar tan especial de Nueva York, en el centro de Manhattan, dos músicos que se habían alejado uno del otro en la plenitud de su carrera, volvieron a unirse haciéndolo ante medio millón de personas. El espectáculo que Paul Simon y Art Garfunkel presentaron aquella tarde, fue gratuito y quedó registrado para la posteridad.



Simon y Garfunkel se conocieron en la niñez. Ambos fueron matriculados en el mismo colegio en el área de Forest Hills, en Queens. Desde 1957 anduvieron haciendo música bajo el remoquete de Tom & Jerry. Hasta que un día, en el Greenwich Village, Simon le mostró un par de canciones a su compañero, que resultaron siendo parte del que sería su primer disco: Wednesday Morning, 3 A.M. Se publicó en octubre del 64. En él incluyeron "The Times They Are a-Changin'" de Bob Dylan, "The Sound of Silence" y "He Was My Brother", este último en homenaje a Andrew Goodman, un amigo que estuvo entre los tres jóvenes activistas asesinados en Neshoba County, Mississippi, por miembros del Ku Klux Klan. La discografía de Simon & Garfunkel, juntos y separados, es vasta; incluyendo la música para la película El Graduado, de 1968. Habiendo sido Simon el principal compositor del dueto.

Lo cierto es que un día de 1981, Paul Simon se reunió con el destacado músico y productor Dave Grusin, y concibieron la idea de un gran evento con ribetes de espectacularidad. Sería en algún lugar amplio de Nueva York que no podía ser otro que el Central Park. Simon andaba de moda con el lanzamiento de su disco One Trick Pony, que, sin haber sido su mejor placa -con "Late in the Evening"- lo había puesto nuevamente en las listas de popularidad. Pero la idea de ambos fue mucho más lejos.

Simon & Garfunkel, años después. (FOTO: Internet).

Era conocido que, amén de sus grandes éxitos, la relación entre Simon y su antiguo ex-compañero había sido turbulenta. Pero aquello había quedado en 1970 cuando decidieron separarse. Y esta vez, alguien sugirió que al planeado concierto de Simon se le agregara algo más. Fue así como convocaron a Garfunkel para lo que terminó siendo el retorno de uno de los más populares dúos de la música moderna.

Desde el día anterior, el público se había empezado a acercar a la inmensa área verde neoyorquina con el propósito de ver la reunión de sus ídolos. Para ese momento, el grupo productor había anunciado una velada gratuita. Todo estaba listo para el día 19. Era sábado. Una gran banda aparece en el escenario, y Simon & Garfunkel interpretan "Mrs. Robinson". Era el retorno. Le siguieron "Homeward Bound", "America" y una propia de Simon, "Me and Julio Down by the Schoolyard", de su primer disco en solitario. La lista es larga y también incluyó "A Heart in New York", que Garfunkel acababa de publicar. Desde sus primeros acordes, el clásico tema de Benny Gallagher y Graham Lyle, tuvo impacto en la audiencia.

Durante la tarde se recuerda un incidente que lo protagonizó un espectador que se encaramó en el escenario para atacar a Simon. Coinicidentemente fue durante la interpretación de "The Late Great Johnny Ace", que el cantautor había compuesto citando el asesinato de John Lennon, que, también en Nueva York, había acontecido poco menos de un año antes. Mientras cantaba, Simon solo interpuso su guitarra y la seguridad se encargó del resto [ver video].

Simon & Garfunkel, años antes. (FOTO: Michael Ochs Archive/Getty).

El resultado fue The Concert in Central Park, un disco doble -que posteriormente fue compilado en un disco compacto- y un VHS que, en 2003, aparecería en DVD. "Scarborough Fair", "April Come She Will", "Wake Up Little Susie", "Still Crazy After All These Years", "American Tune", "Late in the Evening", "Slip Slidin' Away", "Kodachrome/Maybellene", "Bridge over Troubled Water", "50 Ways to Leave Your Lover", "The Boxer", "Old Friends", "The 59th Street Bridge Song (Feelin' Groovy)" y "The Sound of Silence", fueron parte de la publicación. Una buena recopilación de canciones que, para unos, con la ayuda de Phil Ramone -quien ya había trabajado con Simon- fue muy bien realizada y, para otros, le sobró músicos, a un dúo que se había caracterizado por su influencia en el rock acústico. Pero esa no fue precisamente la tarde. Hubo más de jazz que lo que aquellos esperaron. Y es que los tiempos habían cambiado. De eso, hace más de un cuarto de siglo.

Javier Lishner
Santa Clara, California
19 de septiembre de 2009

Friday, September 18, 2009

BILLY IDOL: Rebelde sin pausa

Billy Idol llegó a Brasil en 1991 para una actuación en el estadio Maracaná de Rio de Janeiro. Tras la fortuita cancelación de Robert Plant, tuvo que adelantar un día su debut en una noche que nunca podría olvidar. Porque fue aquella la más vibrante de todas. Antes que Idol, el turno le había correspondido a Santana, quien, a diferencia de años después, no nos llenó de verborrea cristiana entre canción y canción. Luego de Idol, le tocó a INXS, en una exhibición en la que su vocalista, Michael Hutchence, se entregó en cuerpo y alma a las doscientas mil personas que allí estábamos. Casi lo mismo que habían hecho Santana y Idol unas horas antes.


William Michael Albert Broad nació en Stanmore, Middlesex, el 30 de noviembre de 1955. Dicen que mientras estudiaba literatura en la Universidad de Sussex, ingresó a formar parte de the Bromley Contingent, un grupo de seguidores de los Sex Pistols, que incluía a miembros de los Clash y Siouxsie & the Banshees. Fue uno de sus profesores el que lo hizo cambiar de nombre luego de llamarlo "idle", que, entre otras cosas, significa flojo, holgazán, ido. Así nació Billy Idol.

En 1976, al lado de su amigo, el bajista Tony James, formó Chelsea, el grupo previo a Generation X, con el que empezaría a salir del anonimato en el difícil mercado inglés. Pero no sería hasta 1981, luego de cruzar el Atlántico, que lanzaría su carrera solista desde la ciudad de los rascacielos. Su primera placa se tituló Don't Stop, y en ella incluyó dos temas de los Generation X y uno antiguo de Tommy James & the Shondells llamado "Mony, Mony". Para ese entonces había conseguido a un destacado productor como Keith Forsey, un exitoso manager como Bill Aucoin y un talentoso guitarrista como Steve Stevens. Con ese equipo publicó cuatro placas más (Billy Idol, Rebel Yell, Whiplash Smile y Vital Idol), posiblemente, las más importantes de su carrera. Cuando llegó a Rio, Stevens acababa de dejar la custodia de Idol. En esas dos presentaciones del 19 y 20 de enero, lo reemplazó Mark Younger-Smith.

Cinco años después, en octubre del 96, me tocó verlo por tercera vez. Había llegado a San Jose como parte del elenco de Quadrophenia, la ópera prima de The Who. Esa noche compartió roles con Daltrey, Entwistle y Townshend, y con el inefable Gary Glitter. Interpretó a the Bell Boy, y lo hizo muy bien. Atrás había quedado el fantasma de su accidente en motocicleta que casi le cuesta una pierna. Al día siguiente, en Mountain View, fue invitado de Neil y Peggy Young, a la tarde acústica del Bridge School Benefit. Recuerdo que aquella vez compartió el cartel con Patti Smith, Bonnie Raitt, David Bowie y Pearl Jam. Y, por su puesto, con el viejo Neil, quien para esa ocasión había reunido a sus otrora Crazy Horse.


Cuando en los años noventa regresé a Radio Miraflores de Lima, todavía pude tocar lo que quedaba del Charmed Life, disco con el que había iniciado la década. Hacía rato que había pasado su momento pero me resistía con un par de canciones: "L.A. Woman", original de los Doors, y, sobre todo, "Prodigal Blues", la que me recordaba los locos días de Rio cuando lo vi por primera vez en una noche en que nuestra comunión fue intensa. De principio a fin. La lista de sus canciones es vasta; no obstante, entre las que más se recuerdan están: "Dancing with Myself", "Hot in the City", "White Wedding", "Rebel Yell", "Flesh for Fantasy", "To be a Lover", y "Eyes Without a Face" [video].

A sus 53, Billy Idol continúa en la brega. Y para alegría de sus seguidores, otra vez, al lado del neoyorquino y su viola, Steve Stevens. (FOTO: Javier Lishner).

Javier Lishner
Santa Clara, California
18 de septiembre de 2009

Thursday, September 17, 2009

MARY TRAVERS, LA MÚSICA Y EL ACTIVISMO

Uno de los momentos cumbres en la música de los últimos cincuenta años podría haber sido la era del famoso Greenwich Village, de donde emergieron connotados músicos como Joan Baez, Simon & Garfunkel, James Taylor, los Velvet Underground y Jimi Hendrix. Cuando los artistas llegaban con su guitarra y unas cuántas melodías -a veces propias y a veces no- y en la primera esquina se ponían a interpretar música con mensaje, generalmente, social. Entre los muchos que de allí salieron, hubo un trío formado por una dama y dos varones. Fue en ese popular centro neoyorquino, donde Peter Yarrow conoció a Noel Stookey y Mary Travers.



Bajo la dirección de Albert Grossman, los tres jóvenes se alinearon y, luego de que Stookey cambiara su nombre, decidieron llamarse Peter, Paul & Mary. Como tal, Grossman los empezó a presentar en el popular circuito artístico de esa área de Manhattan. Un año después de su formación oficial, en 1962, lanzaron su primer disco. Fue autotitulado e incluyó temas como "500 Miles" de Hedy West, "Lemon Tree" de Will Holt y uno de Pete Seeger y Lee Hays, titulado "If I Had a Hammer". De allí en adelante, lanzarían discos a razón de uno al año. Del segundo, titulado Moving (The Peter, Paul & Mary album), obtendrían el mayor éxito de su carrera: "Puff, The Magic Dragon", escrita por Yarrow y su ex-compañero de clase Leonard Lipton.

Ayer, la noticia informó que Mary Travers, parte del famosísimo trío folk de los años sesenta, que popularizara temas como "If I Had a Hammer" y "Puff, The Magic Dragon", falleció luego de una larga batalla en contra del cáncer. Heather Lylis, vocera del trío, dijo que la cantante murió en el Danbury Hospital en Connecticut.

Primer disco de Peter, Paul & Mary. 1962. (FOTO: Javier Lishner).

Peter Yarrow, su ex-compañero, afirmó que durante los últimos meses Travers mantuvo su decaída con valentía y generosidad, demostrando amor a su familia y amigos "con gran dignidad y sin restricciones... Mary se mostró como siempre fue, honesta y plenamente auténtica. Era así como también cantaba, con honestidad y autenticidad total".

"Paul" Stookey, el otro miembro del trío, la elogió por su activismo inspirador, "especialmente por su defensa de los indefensos... Estoy apagado y muy afectado, más allá de las palabras, considerando la vida sin Mary Travers".

Mary Allin Travers había nacido en Louisville, Kentucky, el 9 de noviembre de 1936. Su familia se mudó al Greenwich Village, en donde quedó enamorada de la bohemia, de su escena folk y de grupos como the Weavers. Y pronto, comenzaría a cantar con Pete Seeger, miembro fundador de su grupo favorito, quien vivía en el mismo edificio de la familia Travers. Pero no sería hasta conocer a Yarrow y Stookey, que lograría el ansiado éxito. Por ese tiempo recién llegaba un jovencito de nombre Robert Zimmerman, quien muy pronto, a punta de puño y letra, una armónica, una guitarra y su gutural voz, se convertiría en el más prolífico de todos. Se hizo llamar Bob Dylan. Y, no por coinicidencia, también manejado por Grossman. De Dylan, el trío interpretó varios temas.

Bob Dylan, Donovan y Mary Travers. (FOTO: Internet).

Por ejemplo, durante la marcha de agosto del 63 a Washington, con el reverendo Martin Luther King, el trío hizo una inolvidable versión de "Blowin' in the Wind". PP&M, como también se les conoció por sus siglas, fueron muy claros en su posición en contra de la guerra de Vietnam. A un punto, durante 1963, tres de sus discos anduvieron en el Top 6 de la Billboard. Por ese entonces, fueron considerados los más grandes representantes del renacimiento del movimiento folk. Y significó un triunfo para músicos que habían llegado cantando temas tan simples como "Mary Had a Little Lamb".

Con el advenimiento de los Beatles y la electrificación de Bob Dylan, el boom del folk empezó a disminuir. Y Travers hizo saber de su desilusión. Luego de algunos éxitos como "I Dig Rock and Roll Music" en 1967 y "Leaving on a Jet Plane", de John Denver, en 1969, siguieron componiendo y grabando canciones de otros novatos como Gordon Lightfoot y Laura Nyro. Pero el tiempo se les iba acabando. Y el desbande llegó en 1971 cuando cada uno tomó su rumbo. Hasta que en 1978, en un concierto benéfico anti-nuclear, organizado por Yarrow, se volvieron a ver las caras. Y desde entonces, no dejaron de vérselas.

Mary y John Denver. (FOTO: Internet).

En 2006, luego de que se le detectó leucemia, Travers tuvo una operación a la médula ósea que le permitió volver a los escenarios. "Es como un milagro", dijo públicamente. "Me siento fabulosa. Qué increíble es que a alguien le devuelvan la vida", afirmó orgullosa. Hasta que, ayer, Mary se fue para siempre. De acuerdo a sus familiares y amigos, será recordada por su música y sus innumerables aportes a la causa de los derechos civiles, eventos para los que participó y cantó una y mil veces.

Javier Lishner
Santa Clara, California
17 de septiembre de 2009

Wednesday, September 16, 2009

I'M BACK IN THE SADDLE

Cuatro millones de copias vendidas lo sitúan como un disco exitoso y, de paso, entre los más importantes en la lista de algunos populares músicos. Entre ellos, Kurt Cobain. Se tituló Rocks y fue lanzado al mercado en marzo de 1976. Eran tiempos en que el rhythm & blues, con nombres como The Miracles y Ohio Players, se encaramaba en las listas de popularidad. Andaban también por allí otros como Barry Manilow, Diana Ross y Paul Simon, dedicados a la música melódica. Guns N'Roses y Metallica, aún no tenían certificado de nacimiento. Pero años después, integrantes de ambas bandas tendrían palabras de elogio para aquel disco y sus intérpretes: Aerosmith.



En los alrededores de Boston, en Massachusetts, dos amigos soñaban con la idea de formar su primer grupo de rock. Uno de ellos se llamaba Joe Perry, y era guitarrista; el otro, Tom Hamilton, dominaba el bajo. Era 1969, tiempo de genuinos cambios alrededor del mundo. Año del festival de Woodstock y de la llegada del hombre a la Luna. Ambos músicos habían formado parte de un grupo local llamado Jam Band. Pero no fue hasta su encuentro con un singular y estrafalario cantante de nombre Steven Tallarico, en que la máquina empezaría a tomar cuerpo. La llegada de Ray Tabano en guitarra y Joey Kramer en batería, puso a punto el fuselaje para que, ese mismo año, terminara de nacer lo que bautizaron como Aerosmith. Cerca de un año después, Brad Whitford reemplazaba a Tabano y quedaba constituída la más clásica versión del combo. Tallarico dejaba su original apellido y se convertía en Tyler.

Toys in the Attic, publicado en 1975, fue el primer disco que obtuve de Aerosmith. Recuerdo que lo escuché por primera vez en las vacaciones del verano peruano de 1976, de un compañero de clase del curso de Lectura Veloz y Memoria, en el que andaba matriculado (Entre mis compañeros se encontraba el futuro bajista de Miki González, Félix Torrealba, a quien volvería a encontrar en escenarios recién a mediados de la siguiente década). Una de sus canciones, "Sweet Emotion", escrita por Tyler y Hamilton, me rompió el coco. Ese fue el disco en el que también fue incluída "Walk This Way".

Rocks llegó un año después del Toys..., en 1976. Con esa nueva placa, la banda de Boston completaba su cuarto lanzamiento; todos, para la Columbia Records. Tiempo después, al escuchar "Back in the Saddle", decidí prestarle mayor atención a sus obras. Hasta que, en 1980, cuando ingresé a la radio y (subterráneamente) pude oír "Nobody's Fault" -otro pesado tema del mismo disco-, Aerosmith se me convirtió en otro talón de Aquiles.


Es muy posible que Rocks no haya sido el más importante disco de Aerosmith ni tampoco el que los puso en el número uno; sin embargo, la placa, grabada entre Massachusetts y Nueva York, les dio un par de razones para mostrarlos en el escaparate. Y esas fueron: la intensa "Last Child" y, precisamente, "Back in the Saddle".

1976 iba terminando con melodías como "If You Leave Me Now" de Chicago, "Rock'n Me" de Steve Miller Band y "Tonight's the Night" de Rod Stewart. En tanto, Aerosmith, entre drogas, sexo y rock and roll, pululaba fuera del mainstream. Lo que vino años después, fue otra cosa.

Javier Lishner
Santa Clara, California
16 de septiembre de 2009

Sunday, September 06, 2009

COLEGAS RECUERDAN A ENRIQUE LLAMOSAS

El pasado jueves, antes de inicar un breve receso en el blog, escribimos esta nota recordando a Enrique Llamosas, locutor y disc jockey peruano, quien, durante más de cuatro décadas, se dedicó apasionadamente a la radio. Esta mañana, con motivo del primer mes de su partida, hubo una celebración religiosa en su memoria. Se realizó en la iglesia Virgen Milagrosa de Miraflores, a escasas cuadras de la emisora a la que le dedicó gran parte de su carrera.

Don Enrique (der.) al lado de don Pedro Roncallo.
(FOTO: Tomada de Al filo de la medianoche)

Muy pocos recuerdan que fue Tony Marbel, el otrora disc jockey y actual hombre de leyes peruano, quien debutó junto a Pedro Roncallo y Enrique Llamosas en el noticiero El Momento de Radio Miraflores de Lima. El retiro de Marbel para dedicarse al ejercicio del Derecho, en 1977, dejó un vacío que la gerencia de Radio Miraflores supo llenar con la incorporación de Rómulo Flores Campaña. Marbel pudo conocer a Llamosas desde su labor en Radio 1160, enclavada en Jirón Huaraz 2098, Pueblo Libre. Esa era también la dirección de Radio Atalaya, en donde escuché una y mil veces al entonces juvenil disc jockey y futuro hombre de leyes.

El doctor Ramiro Arriarán, de quien aún no hemos sabido el motivo de su sobrenombre en la radio, dejó Atalaya por Miraflores. Lo recuerdo como si fuera ayer. Porque la intrigante promoción, todavía en amplitud modulada, en la voz de Pedro Roncallo, decía así: "Muy pronto T.M. en R.M.". El doctor Arriarán recuerda los días del informativo radial cuando ya Flores se había integrado a El Momento: "Ese trío: Roncallo, Llamosas y Flores, hacía gozar las noticias, pues la ocurrencia festiva y la ironía fina hacían el momento diferente". Luego, Arriarán hace una breve semblanza del fallecido colega: "Nuestro recordado Enrique Llamosas tenía una discoteca completa, sabía programar sus temas y los anunciaba con singular precisión. Sólo había que esperar la secuencia de canciones, a cual más esperada y aplaudida; pese a ello, las líneas de teléfono que Enrique abría se saturaban durante todo su programa, y no era raro recibir sus llamadas en otros horarios con el ruego de pedir a Enrique que anunciara a Los Doltons, el Dúo Dinámico, Marisol, Pepe Cipolla, Rocío Dúrcal, La Quinta Dimensión, por mencionar solo algunos...".

Pico Ego Aguirre, el inacabable músico peruano, quien recién regresó de la convención latinoamericana de la Fender Musical Instruments, realizada en Phoenix, Arizona, recuerda con afecto a su tocayo Llamosas: "Tantas cosas bonitas que sucedieron por aquellas épocas desde Radio 1160 y Radio Miraflores... Y, por supuesto, las matinales, de las que él fuera gestor en ese tiempo de mucha música". Las matinales fueron populares eventos matutinos que se realizaban en distintas salas de cine, y que generalmente eran promovidas por los estudiantes del último año de secundaria de diferentes colegios de la ciudad capital. Ego Aguirre evoca: "Don Enrique Llamosas es un nombre que estuvo muy ligado a los inicios de mi carrera musical. En aquellas gloriosas etapas del rock peruano, cuando comenzaba con Los Shain's, entre el 65 y 68. Don Enrique, cuando lo podía escuchar a través de Radio 1160 (por la avenida Alfonso Ugarte), con su programa Música para la Juventud, nos ponía el material que sonaba en esos tiempos y apoyaba a la nueva movida de la música en el país, organizando las famosas "matinales" de los domingos en muchos cines de nuestra capital. Así apoyaba a los nacientes grupos de rock nacional. Lo hacía tanto en la radio como en estos eventos. Luego pasaría a Radio Miraflores, donde su impulso sería mayor gracias al aporte de una mejor estación con mayor proyección. Don Enrique fue siempre una persona sana y de buen talante, difícilmente se le veía molesto. Tenía, además de su microfónica voz, buen gusto por la música. Siempre lo recordaremos por el aporte de la difusión a lo que hacíamos los grupos de esa época y lo que dejó en el espectro radioeléctrico peruano. En las ondas que siempre llevarán su voz a través del Ether-no musical. Estará usted siempre en el recuerdo de quienes lo conocimos, Maestro".

Ego Aguirre, quien también paseó su voz por los micrófonos de la AM de Radio Miraflores, también evoca a Nelly Mendívil Castro, locutora fundadora de Radio Miraflores y -desde su programa radial- principal promotora de la "juventud peruana que avanza, se eleva y triunfa". Eran los días de oro de nombres que Marbel recuerda: "Enrique era uno de los grandes de toda esa época, en la que brillaban nuestra añorada Diana García, Freddy Morales, Pepe Barreto, Adolfo Sobenes, Perico Durán, Nelly Mendívil, Liliana Sugobono, Raúl Vargas, Iván Márquez, Dante Capella, Emilio Pelaez Rioja, Renato Shols, Gustavo Galliani, los hermanos Ortega (Rafael y Elizabeth), Enrique Arturo Arias, Julio Moreno, Julio Mayo, Emilio García Lara, y muchas voces más, que la memoria ingrata me impide precisar".

Quien no tiene memoria ingrata es Juan Alberto Mata. Durante los casi cuatro años que le tocó trabajar en Radio Miraflores, entre el 79 y 83, recuerda que, cuando ingresó a la radio, tuvo la percepción de que Don Enrique era considerado como "el cuco". Ello, debido a la autoridad y prestigio que ejercía al ser uno de los pilares del noticiero El Momento. "Sin embargo, al pasar a ser parte del cuerpo técnico de este sintonizado matutino, me di cuenta que más que un aparente autoritarismo (bien ganado por su peso profesional), en realidad Don Enrique tenía una fuerte convicción de hacer que él mismo y su entorno hicieran las cosas bien. Simplemente por el derecho que sus largos años de experiencia, profesionalismo y minuciosidad le confería". Juan Alberto fue operador técnico, programador y locutor de Radio Miraflores. Hoy, desde Costa Rica, donde reside y realiza la función de gerente del Grupo Laser Disc, continúa diciendo: "Don Enrique, como todos nosotros, tenía quizás muchos defectos -y podría narrar mil anécdotas-, pero sus virtudes para hacer radio eran tales que prefiero quedarme con ellas en el recuerdo. Aquí le envío mi enorme gratitud por haberme dado la oportunidad de conocerlo y aprender más de lo que hubiere esperado nunca".

Don Enrique, cuarto de la izquierda, en 2003 al lado de varios de sus colegas.
(FOTO: Luis Guadalupe).

Por esos días en que Juan Alberto comenzaba su labor en la radio, Johnny López era una de las figuras juveniles de la Amplitud Modulada. El popular disc jockey, oriundo de Pacasmayo, en el norte peruano, había pasado por la entonces favorita Radio Atalaya antes de arribar a las cabinas de la también juvenil Radio Inca. De allí pasaría directamente a las filas de Miraflores. Era Johnny, quien, todas las tardes, le daba el paso a Enrique para su clásico programa, Música para la Juventud, que iniciaba a las seis de la tarde. Pero un día, en Disco Sour, su conocido programa, entrevistó a un muchacho que había ganado un premio. El joven tenía 13 años, y acababa de comenzar a hacer sus pinitos en Radio Libertad, de manos de Jorge Eduardo Bancayán. Se llamaba Sammy Sadovnik, y sería el siguiente miembro que reclutaría la radio de la calle Alcanfores.

Sammy Sadovnik, actual narrador y comentarista deportivo de la cadena Telemundo, y a quien ayer vi haciendo su trabajo en el encuentro entre México y Costa Rica por las eliminatorias del Mundial de Sudáfrica, también expresó pesar por la partida de Don Enrique. Dijo Sammy: "Lo conocí hace 29 años cuando llegué por primera vez a Radio Miraflores en sus antiguos estudios de Alcanfores 592. Lo primero que me impresionó fue que no usaba audífonos para salir al aire, cuando en aquel entonces casi la mayoría los utilizaba... Era bastante meticuloso en la selección de las canciones que iba presentar, sobre todo, las de La Hora del Recuerdo, espacio que pasaba inmediatamente después de Música para la Juventud. No obstante, la mejor versión de Enrique Llamosas que yo recuerdo se dió en el noticiero El Momento al lado de Pedro Roncallo, a quien Don Enrique llamada "Peterrrrr", con su entonación y vocalización tan particular, y a Rómulo Flores Campaña. Don Enrique era el encargado de leer los escritos de "Odracir Mapal", el alias del ingeniero Ricardo Palma Michelsen para sus comentarios políticos en el informativo matutino. Tenía la chispa para "batir" a Don Pedrito, una pinta de galán de los sesenta, no en vano Quique Cano-Alva lo llamaba cariñosamente "El terror de las academias", nickname que, por supuesto, no le gustaba... Su "escarabajo" color naranja era incomparable cada vez que lo estacionaba en la puerta de la radio, y su buen humor y, porqué no, sus ácidas críticas políticas y musicales. Sin duda un señor dentro y fuera de las cabinas. Y uno de los maestros y ejemplos que gracias a Dios conocimos a lo largo de nuestro camino en los medios".

Luego de la llegada de Sammy, la partida de Diana García a la nueva Frecuencia Fina de América y el retiro de Speedy González para irse con Diana, en 1980, Radio Miraflores organizó un nuevo concurso de voces. Y lo apadrinó Don Enrique Llamosas. El anterior -también apadrinado por el mismo señor- había sido en 1977, del que resultaron ganadores Jorge Henderson y Hugo Salazar. En este nuevo hubimos varios que llegamos hasta la final. Entre ellos, Jorge Muñiz, Dennis Contreras, Vicky Obregón, Henry Venegas y quien suscribe. Pocos años después, también de Atalaya, llegaba Juan Carlos Hurtado. Para Hurtado, Enrique Llamosas era de aquellos locutores que podríamos llamar "tradicionales".

Afirma Hurtado: "Recuerdo a Don Enrique muy correcto. Hacía lo más simple, y nunca se complicaba. Al momento de hacer sus programas, solamente colocaba los éxitos, los número 1, lo mejor de lo mejor. Es posible que su única complicación haya sido con el inglés. Era gracioso oírlo grabar con Alfonso Rojas (el responsable técnico de la sala del primer piso), y escucharlo pronunciar "Trailer" en lugar de "Thriller", o Ka Ce and de Sunchine Ban por decir KC & the Sunshine Band, o presentar, en Música para la Juventud, el programa de la dolche bele -como él pronunciaba a la Deutsche Welle de Alemania-, o a Katrina y Wives con "Chicago a la luz del sol" en alusion a Katrina & the Waves y "Caminando a la luz del sol". Pero nadie podía corregir a Don Enrique, porque era una ofensa... Porque hasta para equivocarse era un maestro".

Un día de junio de 1994, me tocó el turno de seguirle los pasos a Tony. Y me retiré, no como él para seguir Derecho sino para enderezarme. Los que me conocen saben porqué lo digo. Y viajé al mundial de fútbol de Estados Unidos, en donde pude vivir las incidencias de lo que ocurrió en la sede de Stanford. Allí, donde el Brasil de Dunga, Bebeto y Romario, comenzó su paso hacia el título. Y vi a Oleg Salenko meter seis goles en un partido, y a Roger Milla, con 42 años a cuestas, anotar otro para su escuadra. Y vi jugar al Pibe Valderrama y Faustino Asprilla ante Suiza, que fue el último de Andrés Escobar antes de regresar a su patria y ser fulminado en Medellín. Y todas esas incidencias las transmitía cada mañana, muy temprano (hora de aquí), para el noticiero El Momento, a través de mis comunicaciones con Don Enrique.

Reunión en casa de Tony Marbel, tercero de la izquierda, en 2005.
(FOTO: Luis Guadalupe).

En esa década, otro Pibe, esta vez peruano, se formaba en las cabinas de la radio por la que habíamos pasado muchos. Se llamaba Jaime Bautista, y le decían "El Pibe", creo que más por su afición por la música hecha por los argentinos que por su admiración al magistral mediocampista colombiano. Jaime, también recuerda a Don Enrique: "Una mañana tuve que asistir para hacer una práctica de conducción antes de que empezara el noticiero con los dos grandes locutores de la radio, el señor Pedro Roncallo y Don Enrique Llamosas. Aquello me causó mucha alegría ya que me permitió verlos en persona por primera vez. De inmediato busqué cómo tomarme una foto con ellos pero no pude. Esperé que terminara el informativo para poder charlar con los dos. Y Don Enrique me permitió charlar por unos diez minutos... Otro día, en el distrito de San Borja, donde uno de mis hermanos posee una tienda de abarrotes, le estuve ayudando en la venta. Descubrí con sorpresa que Don Enrique era asiduo cliente de aquella tienda. Me vio y me saludó muy cortesmente y desde entonces entablamos una sincera amistad. Posteriormente -desde mis inicios-, me convertí en su compañero de trabajo, haciendo de operador técnico cada domingo en el noticiero El Momento".

De esta manera, recuerdan algunos a Don Enrique Llamosas Espinoza, el experimentado disc jockey y narrador de noticias que durante más de cuarenta años se dedicó a los micrófonos, la lectura, los hits y, sin duda, a sus oyentes. Hace un mes, el 6 de agosto, repentinamente dejó de existir en la capital peruana, a unos 1,000 kilómetros de su natal Arequipa. Como sus colegas y amigos, le deseamos que descanse en paz.

Javier Lishner
Santa Clara, California
3 de septiembre de 2009


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DESCANSE EN PAZ, MAESTRO ENRIQUE LLAMOSAS