En Lima
STING CAUTIVÓ A PERUANOS
Cualquiera que lo escuchara a través de Radio Ritmo, pensaría que únicamente le gustan las baladas, y la música en español. Cualquiera que supiera que ha entrevistado a artistas como Ricardo Montaner, Myriam Hernández, Pablo Herrera, Alejandro Lerner, Camila o Reik, diría que su mundo musical es el iberoamericano. Pero, no es así. A Fernando Arrieta Gómez, el locutor de Radio Ritmo Romántica, le gusta mucho más que eso. The Police, por ejemplo. Bueno, ese es más que un ejemplo. The Police es su favorito desde casi la primera vez que los escuchó, y aún era niño. Lo cierto es que Fernando estuvo anoche en el Estadio Monumental de Lima, Perú, delante de su artista favorito, Sting, y se dio tiempo para enviarnos una reseña de lo que vivió al lado de decenas de miles de personas que llegaron hasta el coloso de Ate para ver al artista inglés. Aquí, la crónica de Fernando.
Hay una frase del escritor brasileño Pablo Coelho que dice: "Cuando quieres realmente una cosa, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla". Yo tenía un sueño, un sueño que albergué por más de veintisiete años, esperando que algún día Gordon Matthew Sumner, más conocido en el mundo artístico como Sting, llegara al Perú. Y el sueño se hizo realidad ayer. Fue una noche mágica que se inició en la Explanada del Monumental con los acordes de "If I Ever Lose My Faith in You" del álbum Ten Summoners Tale, y que nos presentó a un Sting vestido de negro para la ocasión. Los fans iniciábamos el recorrido a través del firmamento musical de Sting y el clásico de Police, "Every Little Thing She Does Is Magic", que hizo mover a todos. Escuchar esta versión al compás de la Orquesta Sinfónica Nacional, en manos de su director Steven Mercurio, fue increíble. El maestro demostró una impresionante energía durante toda la noche. "Englishman In New York" nos llevó de nuevo por los años ochenta. Es conocida la debilidad del artista por el jazz y, ese disco, Nothing Like the Sun, publicado en 1987, que contó, entre otros, con la colaboración de sus colegas Eric Clapton y Mark Knopfler, fue todo un desafío en su carrera.
Siguió con otro clásico de The Police -y tal vez el más importante-, "Roxanne", que se pudo disfrutar con nuevos arreglos. Distinta a la versión que en 2007 escuché en el Estadio de River durante la gira del trío británico. Sin embargo, para la mayoría de seguidores fue el delirio total. Más tarde, una pareja de baile acompañó a Sting con la relajante "When We Dance", y, luego, los recuerdos de la Guerra Fría asomaron en la noche de Lima con "Russians", una canción que ni en sueños pensé escuchar... aunque la gira lo amerite.
Hasta que llegaron los acordes de "Shape of My Heart", la que arrancó muchos aplausos. La balada más conocida en la carrera solista de Sting, se imponía en los corazones de las seguidoras y de los románticos, seguida de "Fields of Gold". No obstante, la adrenalina subía al máximo cuando un tema de la era punk, "Next to You", incluido en su álbum debut [Outlandos d'Amour], sorprendió al público, haciendo saltar hasta a los más tranquilos.
Tras un receso de veinticinco minutos, Sting volvió para arremeter con "A Thousand Years" y "This Cowboy Song". Más adelante llegaría otra grata sorpresa con "Moon Over Bourbon Street", tema sacado de su primer disco como solista The Dream of the Blue Turtles. Fue una maravillosa interpretación, vistiendo un abrigo y creando el ambiente denso y peligroso del hombre lobo que relata la canción... Los aplausos continuaron con "Mad About You".
Es posible que la interpretación más intensa para él, y es una visión muy personal, llegara con "Why Should I Cry for You?", dedicada a su padre, con quien nunca tuvo una buena relación, y, según el propio Sting, nunca llegó a cerrar el círculo. ¿Por qué tendría yo que llorar por ti?, ¿qué significaría decir... yo te amé a mi manera? Preguntas que Sting soltaba al viento mientras la noche se hacía más noche.
Luego de aquella catarsis musical, llegaría el momento que para mi pagó la noche, "King of Pain", interpretada al más puro estilo Police, con un Dominic Miller genial en la primera guitarra y el sentimiento del vocalista gritando al cielo "I'll always be king of pain". El tema capturó al público presente y, de paso, me hizo soltar algunas lágrimas. Pero de felicidad. Significaba estar nuevamente con el sabor de Police en los labios. Qué belleza de momento.
"Every Breath You Take", poderosa, desbordante de celos y de promesas. Un verdadero clásico que todos conocen a la perfección. "I'll be watching you!". Era el momento más emotivo y delirante de la noche. Y sabíamos que faltaba muy poco para el adiós; sin embargo, tres despedidas fueron necesarias para ello, además del infaltable chullo peruano y el esperado "¡Gracias Lima!".
"Desert Rose" encendió de nuevo el ambiente. "She's Too Good for Me" hizo lo suyo tanto como la poética "Fragile", que nos hizo recordar las giras de Amnistía Internacional, de las que Sting siempre fue una de las figuras. El show tenía que despedirse con un clásico de The Police. Y fue con "Message in a Bottle", en estilo acústico, con todos coreando el "Sending out at an S.O.S!". Era el punto final para una noche que nunca podría olvidar. "Cuando quieres realmente una cosa, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla", pensaba mientras volvía a casa. Sí, un sueño se cumple si se lleva siempre en el corazón. Y así pasó. ¡Gracias Sting! (Fernando Arrieta Gómez).
Javier Lishner
Santa Clara, California
24 de febrero de 2011