LO VENDO, NO LO VENDO
El Presidente del Perú, Alan García, en uno de sus amagues de serenidad, finalmente, afirmó que el Cuartel General del Ejército, conocido como el Pentagonito, no será puesto en venta. Con esto, culmina el vaivén de una noticia que tuvo durante varios días a muchos ciudadanos en vilo. La mayoría de ellos pobladores de San Borja, distrito en el que se encuentra el mencionado centro militar.
"Mi propuesta ha sido no hay que vender. Hay que usar, porque eso es de toda la Nación. Primero, para un edificio del Comando Conjunto que ahora tiene funciones muy grandes, para la escuela integrada de altos oficiales de las Fuerzas Armadas, y en la parte que queda para el Gran Centro Nacional de Convenciones que va a ser de una utilidad extraordinaria conforme el Perú avance en su papel protagónico en Sudamérica y en el mundo". Las palabras no son de Papá Chuiman sino del Primer Mandatario de la Nación.
La polémica se había suscitado por las 16 hectáreas de terreno adyacentes al cuartel. Según un reporte de la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales que fue alcanzado al Ministerio de Defensa, el valor de la transacción estaba entre los sesenta y ochenta millones de dólares.
La noche anterior, con velas y pancartas en contra del ministro de Defensa, Ántero Flores-Aráoz -el mismo que declaró que en esos terrenos se habían puesto unos palotes para que los militares den "saltitos"-, los vecinos de San Borja hicieron sentir su protesta por la probable venta de ese lote del Cuartel General del Ejército. El llamado fue para el presidente de la República, quien pareció haber escuchado el llamado del pueblo.
Todavía no veo cuándo se le ocurrirá al presidente García sacar de las orejas a Flores-Araóz de un puesto (tan importante) que no domina. Desde hace algunas semanas Flores-Aráoz se ha dedicado a meter la pata cada vez que abre la boca (la verdad es que lo hace desde siempre). Pero eso de meter la pata cuando uno abre la boca, y se es ministro de Estado -y de Defensa, todavía-, es más peligroso.
El Pentagonito, entonces, se queda completo para felicidad de muchos peruanos, de los vecinos de San Borja, de las autoridades militares, de los militares, del alcalde del distrito y hasta del ex-Presidente Alejandro Toledo, quien también aprovechó para meter su cuchara en el debate. Por su parte, el Ministro de Defensa quedó desacreditado y listo para que lo despidan.
Ahora, según el Primer Mandatario, la idea es, primero, construir el local del Comando Conjunto, "que no tiene un local adecuado", y, luego, la creación de una Escuela Superior de las Fuerzas Armadas. En lo que queda, el Gran Centro Nacional de Convenciones. Todo esto como que suena mejor.
Javier Lishner
Santa Clara, California
17 de noviembre de 2008
NOTA RELACIONADA:
- OTRA VEZ HEDUARDO:¡Ya no se vende el Pentagonito!
"Mi propuesta ha sido no hay que vender. Hay que usar, porque eso es de toda la Nación. Primero, para un edificio del Comando Conjunto que ahora tiene funciones muy grandes, para la escuela integrada de altos oficiales de las Fuerzas Armadas, y en la parte que queda para el Gran Centro Nacional de Convenciones que va a ser de una utilidad extraordinaria conforme el Perú avance en su papel protagónico en Sudamérica y en el mundo". Las palabras no son de Papá Chuiman sino del Primer Mandatario de la Nación.
La polémica se había suscitado por las 16 hectáreas de terreno adyacentes al cuartel. Según un reporte de la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales que fue alcanzado al Ministerio de Defensa, el valor de la transacción estaba entre los sesenta y ochenta millones de dólares.
La noche anterior, con velas y pancartas en contra del ministro de Defensa, Ántero Flores-Aráoz -el mismo que declaró que en esos terrenos se habían puesto unos palotes para que los militares den "saltitos"-, los vecinos de San Borja hicieron sentir su protesta por la probable venta de ese lote del Cuartel General del Ejército. El llamado fue para el presidente de la República, quien pareció haber escuchado el llamado del pueblo.
Todavía no veo cuándo se le ocurrirá al presidente García sacar de las orejas a Flores-Araóz de un puesto (tan importante) que no domina. Desde hace algunas semanas Flores-Aráoz se ha dedicado a meter la pata cada vez que abre la boca (la verdad es que lo hace desde siempre). Pero eso de meter la pata cuando uno abre la boca, y se es ministro de Estado -y de Defensa, todavía-, es más peligroso.
El Pentagonito, entonces, se queda completo para felicidad de muchos peruanos, de los vecinos de San Borja, de las autoridades militares, de los militares, del alcalde del distrito y hasta del ex-Presidente Alejandro Toledo, quien también aprovechó para meter su cuchara en el debate. Por su parte, el Ministro de Defensa quedó desacreditado y listo para que lo despidan.
Ahora, según el Primer Mandatario, la idea es, primero, construir el local del Comando Conjunto, "que no tiene un local adecuado", y, luego, la creación de una Escuela Superior de las Fuerzas Armadas. En lo que queda, el Gran Centro Nacional de Convenciones. Todo esto como que suena mejor.
Javier Lishner
Santa Clara, California
17 de noviembre de 2008
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