Wednesday, February 28, 2007

I Encuentro del Rock
PERÚ 86: EL QUE NO LLORA NO MAMA

El 28 de febrero de 1986 fue viernes. Un poco antes de las diez de la mañana, un grupo mediano de músicos llegó, sin instrumentos, a los estudios de grabación RPM, en la esquina de las calles Larco y Manco Capac, en Miraflores, Lima. Y es que los instrumentos, aquella vez, en el estudio, no eran lo más importante. Se trataba de llegar con ideas, planes, esquemas, soluciones, y salidas a los obstáculos que se presentaban, pero, sobre todo, había que llegar con muy buena actitud. Invitaba Radio Miraflores, cuyo local quedaba a pocas cuadras de RPM. Recién, tres meses después, albergaría el mismo edificio.


Pérez-Luna, Sadovnik, el suscrito, Landavere, Guerrero, Ortega, Ego Aguirre, Castillo y Samamé, durante el conversatorio rockero. (FOTO: Víctor Becerra/Archivo Perú Rock).

Al lado de Sammy Sadovnik, actual narrador y comentarista deportivo de lujo apostado en Miami (con tres Copas del Mundo a cuestas), convocamos a nuestro I Encuentro del Rock realizado en el Perú. Una reunión, tipo asamblea, en la que, músicos, periodistas y disc jockeys, iríamos a intercambiar opiniones sobre la realidad que vivía el rock en nuestro país. La meta era hacer saber que se estaba trabajando y, como siempre, pedir apoyo. Y fue, uniéndonos, una de las mejores maneras que encontramos para lograr nuestro objetivo. Eran tiempos de Alan García, con promesas y balconazos; se celebraba el cumpleaños de Reynaldo Aragón, nuestro colega de Radio 1160, y, algunos, como yo, recordábamos a David Byron, el vocalista de Uriah Heep, muerto el año anterior. El movimiento del rock en el país, de la mano del huracán argentino (Charly García, Los Abuelos de la Nada, G.I.T., Virus, Miguel Mateos & Zas), volvía a llamar la atención.

Los relatos que nos contaban Pico Ego-Aguirre, Chachi Luján o Carlos Guerrero, entre otros experimentados artistas, nos sirvieron para retomar aquello que había quedado trunco cuando el gobierno militar tomó el poder por la fuerza, y Nelly Mendívil hacía radio. Carlos, Chachi y Pico, recuerdan muy bien las historias en carne propia. Gerardo Manuel, también.

La prensa se hizo presente. He aquí la nota publicada por El Comercio de Lima.

Durante la dictadura (1968-1980), tan trunco quedó el movimiento como cada una de sus partes. Hubo muy pocos, como Guerrero, y los hermanos Saúl y Manuel Cornejo -con el grupo You-, y, el bajista Ernesto Samamé -con Sudamérica-, quienes siguieron a pesar de lo verde que se veía el ambiente (por los militares). Los cuatro habían sido parte de We all Together. En el 75 nacía Frágil. En esa década hubo muy buenos intentos limeños como los de Tripping Foxters, Mardi Grass, Red Amber, Breeze, Toilet Paper, Camaleón o Filibuster, que, desafortunadamente, no llegaron más allá de actuaciones en unos cuantos colegios y clubes privados, y El Olivar de San Isidro. Canto Rodado, fue otra opción, aún más honesta, con temas propios y en nuestro idioma. Y, Black Sugar, que pudo (y debió) haber llegado mucho más lejos. Pero todo eso pasó, como la brisa y el canto.

Unidos por siempre: Pérez-Luna, Ortega, Rivasplata, Ego Aguirre, Samamé y Bustamante. (FOTO: Víctor Becerra/Archivo Perú Rock).

En el 86, hubo un programa llamado Perú Rock, dedicado a los artistas nacionales, que funcionó como punto de partida para la reunión fraternal de rockeros unidos. Integrantes de Dudó, Hielo, Del Pueblo, Del Barrio, Frágil, Pax, S.O.S., Duwetto, Feiser, Fosh, entre otros, junto a Lucho Salazar, Coco Silva, Armando Pattroni, Andrés Landavere, Pepe Ortega (hoy en Oklahoma), Eduardo Chávez, Tito Estupiñán y el infaltable Gerardo Manuel, fueron algunos de los que concurrieron. Incluso, participó David Lemor, futuro Ministro de Producción y actual representante del Mincetur para el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Por aquellos días, David tenía a cargo la programación de la radio. El conversatorio, que se transmitió en simultáneo a través de la doble frecuencia de Radio Miraflores, duró un poco más de dos horas. Se habló mucho y se hizo algo. De eso hace veintiún años.

El I Encuentro del Rock ha terminado. Músicos posan juntos para la posteridad. (FOTO: Víctor Becerra/Archivo Perú Rock).

Cómo olvidar esos tiempos de nuestros Encuentros, Richard Clayderman en territorio peruano, el Mundial de México ad portas, la salmonela o Karin Lindemann, nuestra Miss Perú 1986. Y lo millonarios que comenzábamos a ser, con los intis de García Pérez. Saludos a la distancia y el tiempo.

Javier Lishner
Santa Clara, California
28 de febrero de 2007

- Para acceder al II Encuentro del rock, de 1987, presione aquí.
- Para acceder al III Encuentro del rock, de 1988, presione aquí.

Led Zeppelin
THE NOBS: OTRA MÁS

Led Zep en vivo y punto (FOTAZA de Neil Zlozower)

No solo los echaron de Singapur, en 1972, cuando llegaron para hacer uno de sus shows, solo por tener el pelo largo (Para acceder a la nota, presione aquí). Sino que, un par de años antes, el 28 de febrero, para presentarse en el K. B. Hallen, de Copenague, en Dinamarca, tuvieron que cambiarse de nombre a The Nobs, por temor a que los familiares de Ferdinand von Zeppelin, les hicieran un juicio por su denominación.

A propósito, el nombrecito temporario que eligieron no fue snob sino nobs, cuya traducción, en jerga inglesa, significa eso que solo tienen los hombres. Tan jerga que no aparece en los diccionarios. La definición más cercana que pude hallar en español, para no ofender a nadie, fue, cocorota. Pero leí que el show fue buenazo. Led Zeppelin, pues. Y pensar que mi bisabuelo paseaba por Dinamarca en la época del mismísimo Ferdinand Adolf August Heinrich Graf von Zeppelin.

Javier Lishner
Santa Clara, California
28 de febrero de 2006

Tuesday, February 27, 2007

II Encuentro del Rock
PERÚ 87: EL QUE NO LLORA NO MAMA

El 27 de febrero de 1987 fue viernes. Un poco antes de las diez de la mañana, un grupo mediano de músicos llegó, sin instrumentos, a los estudios de grabación RPM, en la esquina de las calles Larco y Manco Capac, en Miraflores, Lima. Y es que los instrumentos, aquella vez, en el estudio, no eran lo más importante. Se trataba de llegar con ideas, planes, esquemas, soluciones, y salidas a los obstáculos que se presentaban, pero, sobre todo, había que llegar con muy buena actitud. Y el estómago vacío. La casa (Radio Miraflores), Pepsi y La Tiendecita Blanca, se encargarían de llenarlo.

Yesabella, Dante Tiravantti, Julio Caipo, Álamo Pérez-Luna, Francesca, el suscrito y Sammy Sadovnik, durante el conversatorio rockero. (FOTO: Víctor Becerra/Archivo Perú Rock).

Al lado de Sammy Sadovnik, actual narrador y comentarista deportivo de lujo apostado en Miami (con tres Copas del Mundo a cuestas), convocamos a nuestro II Encuentro del Rock realizado en el Perú. Una reunión, tipo asamblea, en la que, músicos, periodistas y disc jockeys, iríamos a intercambiar opiniones sobre la realidad que vivía el rock en nuestro país. La meta era hacer saber que se estaba trabajando y, como siempre, pedir apoyo. Y fue, uniéndonos, una de las mejores maneras que encontramos para lograr nuestro objetivo. Eran tiempos de Alan García, con promesas y balconazos; sopa de letras y leche ENCI. El movimiento del rock en el país, de la mano del huracán argentino (Charly García, Los Abuelos de la Nada, G.I.T., Virus, Miguel Mateos & Zas), volvía a llamar la atención.

Los relatos que nos habían contado Pico Ego-Aguirre, Chachi Luján o Carlos Guerrero, entre otros experimentados artistas, nos sirvieron para retomar aquello que había quedado trunco cuando el gobierno militar tomó el poder por la fuerza, y Nelly Mendívil hacía radio. Carlos, Chachi y Pico, recuerdan muy bien las historias en carne propia. Gerardo Manuel, también.

La prensa se hizo presente. He aquí la nota publicada por El Comercio de Lima.

Durante la dictadura (1968-1980), tan trunco quedó el movimiento como cada una de sus partes. Hubo muy pocos, como Guerrero, y los hermanos Saúl y Manuel Cornejo -con el grupo You-, y, el bajista Ernesto Samamé -con Sudamérica-, quienes siguieron a pesar de lo verde que se veía el ambiente (militares). Los cuatro habían sido parte de We all Together. En el 75 nacía Frágil. En esa década hubo muy buenos intentos limeños como los de Tripping Foxters, Mardi Grass, Red Amber, Breeze, Toilet Paper, Camaleón o Filibuster, que, desafortunadamente, no llegaron más allá de unos cuantos colegios y clubes privados, y El Olivar de San Isidro. Canto Rodado, fue otra opción, aún más honesta, con temas propios y en nuestro idioma. Y, Black Sugar, que pudo (y debió) haber llegado mucho más lejos. Pero todo eso pasó, como la brisa y el canto.

A comer sabroso: Ernesto Samamé (en primer plano), Álamo Pérez-Luna y Gerardo Manuel, aprovechan el ágape. (FOTO: Víctor Becerra/Archivo Perú Rock).

En el 87, había un programa llamado Perú Rock, dedicado a los artistas nacionales, que funcionó como punto de partida para la segunda reunión fraternal de rockeros unidos. Integrantes de Dudó, Frágil, Pax, Clip, S.O.S., Feiser, La Banda Azul, entre otros, junto a Danai, Yesabella, Armando Pattroni, Coco Silva, Andrés Landavere, Tito Estupiñán y el infaltable Gerardo Manuel, fueron algunos de los que concurrieron. El conversatorio, que se transmitió en simultáneo a través de la doble frecuencia de Radio Miraflores, duró un poco más de dos horas. Se habló mucho y se hizo algo. De eso hace dos décadas, en las que algunos se nos fueron.

El II Encuentro del Rock ha terminado. Músicos posan juntos para la posteridad. (FOTO: Víctor Becerra/Archivo Perú Rock).

Cómo olvidar esos tiempos de nuestros Encuentros, la actuación de Soda Stereo en el Amauta, Gino Vanelli en el territorio peruano, la salmonela, y Jessica Newton, nuestra Miss Perú 1987. Y lo millonarios que fuimos, con los intis de García Pérez. Saludos a la distancia y el tiempo. La mayoría, sobrevivimos.

Javier Lishner
Santa Clara, California
27 de febrero de 2007

- Para acceder al I Encuentro del rock, de 1986, presione aquí.
- Para acceder al III Encuentro del rock, de 1988, presione aquí.

Sunday, February 25, 2007

Bob Seger Tour 2007
LA PINTA ES LO DE MENOS

Ni sexy como Mick Jagger ni bailarín como Tina Turner. Ni loco como Charly García ni fulero como Milli Vanilli. Es Bob Seger, un músico candente, apasionante, encendido. De esos que podríamos encasillar, aunque no quisiéramos, como uno de los fundadores del Motor City Rock, como se le conoce a Detroit.

Face the Promise Tour: Veni Vidi Vinci.
(FOTO: Striking Images Photography).

Con mucho rhythm & blues, abundante energía y excesiva vitalidad. Mucho soul, dirían los que más saben. No en vano ostenta cuarteles donde nació la Motown. Un artista sencillo, sobrio, que deja espacios inmensos para el lucimiento de sus músicos, la archiconocida Silver Bullet Band.

Nuestra excursión al coliseo de Oakland la hicimos en BART, como se le conoce al tren rápido que interconecta buena parte del Área de la Bahía, incluyendo casi 4 millas por debajo del agua que unen a San Francisco y Oakland. Creo que es la tercera vez que usamos sus servicios en más de una década. En el vagón, una joven escuchaba hip-hop a todo volumen desde su teléfono celular; un muchacho bamboleaba la cabeza de atrás hacia adelante mientras sus oídos andaban conectados al sonido de uno de esos aparatitos que ahora no solo usan los jóvenes (y que hace veinticinco años, en 1981, Cliff Richard -el veterano cantante inglés-, le hacía a su predecesor, el walkman de marca Sony, en "Wired for Sound"). Y, así, por el estilo, la diversidad del vagón, nos acercaba al coliseo que ahora se llama Oracle Arena, en homenaje al dinero de la empresa fundada por Larry Ellison. ¿Cuál será su próximo nombre? Corren las apuestas: Yahoo Arena, Symantec Pavilion, YouTube Coliseum, Adobe Amphitheatre, the Lishner Mushroom, quién sabe.



"Rock and Roll Never Forgets": The SBB en la actual gira.

Tener a Don Brewer en la batería, asegura la base rítmica de cualquiera. Siempre pensé que la personalidad del baterista en un conjunto era tan importante como la del arquero en un equipo de fútbol. Y, cuando existe, es una ventaja. Y Brewer la tiene, de sobra. No por gusto está en su currículo el ser miembro fundador de Grand Funk Railroad, otro dinosaurio de Michigan, que hizo de todo entre el 69 y 76, y que sigue vivo. Pero, Brewer no solo le pega a los cueros. Al igual que Phil Collins y Roger Taylor, también canta. Anoche, en uno de los temas recientes de Seger ("Real Mean Bottle"), hizo la parte que en el nuevo disco -Face the Promise-, le corresponde a Kid Rock. Fue Don Brewer, por ejemplo, el vocalista de algunos de los grandes éxitos de Grand Funk, tales como "We’re An American Band" y "Some Kind of Wonderful".

Pero, mayor repercusión que el experimentado baterista, tuvo el encargado del saxo. Se llama Alto Reed, y se integró a la banda de Seger, en 1971, cuando aún no se llamaba Silver Bullet. Desde entonces ha sido columna vertebral en casi cada paso del cantante y compositor. Me atrevería a decir, sin temor a equivocarme, que Reed recibió más aplausos que el propio Seger. Y es que las notas que salen de su instrumento son piezas fundamentales en las canciones que interpretan. Tal es el caso de "Turn the Page". Al igual que el baterista y el líder de la SBB, Reed, es oriundo de Michigan. Destacar en un grupo de trece personas que se establecen muy bien en el campo, no es cosa fácil. Si hubieran sido once, lo hubiera comparado a Ronaldinho.

Labor importante en la banda, amén de las tres primordiales y primorosas voces femeninas que acompañan el show de dos horas, es la de Craig Frost, en el piano y el teclado. Pertenece a la SBB desde 1980, luego de su paso por Grand Funk, al que ingresó en 1974.


Alto Reed en saxo, Chris Campbell en bajo y Seger.
(FOTO: Tom Kettles).

Bob Seger es de esos artistas que nunca perteneció al mainstream, no obstante haber alcanzado récords tanto en venta de discos como en giras. Hubo, incluso, una, la del 86-87, que se convirtió en la más exitosa del mundo (claro, los Rolling Stones invernaban y, Pink Floyd, andaba peleándose en Corte). Y, si lo que vimos ayer en el Oracle Arena, se está repitiendo en otras ciudades, posiblemente, al final del año, se pelee el primer lugar con Police, cuyas entradas se están agotando en minutos. La noche de ayer, el anfiteatro con capacidad para unas 22,000 personas, estuvo repleto. Seger, después de veinte años -y sin mucha parafernalia-, podría volver a llevarse el cetro.


Portada de la desaparecida revista Creem.
(ARCHIVO:
www.segerfile.com).

"Beautiful looser", "Rock and Roll Never Forgets", "Night Moves", "Main Street", "Still the Same", "Feel Like a Number", "Against the Wind", "Shame on the Moon", "Even Now", "Like a Rock", "Hollywood Nights", "Old Time Rock & Roll", "The Fire Down Below", "We've Got Tonight" y "Fire Inside", tienen en común, el sello de Seger. Son sus canciones, algunas de las cuales interpretó anoche. No incluyó la que llevó el título de su único álbum que, en su momento, 1980, se encumbró en el primer lugar de las listas: "Against the Wind", melodía que fue parte de nuestro primer programa de radio, ese mismo año. Tampoco hizo "Nutbush City Limits", de Tina Turner, cuya versión solía abrir sus espectáculos. Entiendo que no querrá darle dinero a otros, teniendo tantas canciones propias. Pero sí tocó una de Chuck Berry, "You Never Can Tell", de 1964. Lo que no sabemos es si es que Berry, con esa fama que tiene, le cobró por adelantado.


Trece son suficientes. Adiós Oakland.
(FOTO: John Cuprisin).

A la salida, un guardia de seguridad nos comentaba que en sus doce años trabajando en ese campo, nunca había participado de un evento tan tranquilo como el del sábado. Lo mismo pensaba yo, mientras veía a Seger y ojeaba a mi alrededor (La última vez que fui a ese recinto fue para Megadeth, y hubo de todo). Entonces le contesté: "Es que los que hoy llegamos aquí, hacíamos chacota hace veinticinco años. Pero el tiempo pasa". Una pareja tomada de la mano, a nuestro lado, asintiendo con la cabeza, sonrió. Me fui (a seguirla) a San Francisco sospechando que muchas de las damas que llegaron esa noche al show, debieron haber sido las más bellas del área... hace unas tres o cuatro décadas.

Javier Lishner
Santa Clara, California
25 de febrero de 2007

Saturday, February 24, 2007

Asunto: LED ZEPPELIN TOUR 2007


Nada oficial. Solo rumores de que John Paul Jones, el bajista original, dicen que dijo que dijo (que dijo), en la CILQ-FM, de Toronto. Y, The Sun (Led Zeppelin To Jump On the Reunion Bandwagon), y otros que, como loritos, se encargan de repetir lo que Jones nunca dijo. Lo oficial, habría de salir en la página de Led Zeppelin.
Por ahora, no hay nada. Como Santo Tomás, creeré el día que vea. Mientras tanto, me río y voy juntando mi platita.

Javier Lishner
Santa Clara, California
24 de febrero de 2007


Friday, February 23, 2007

Asunto: VAN HALEN TOUR 2007

Desde principios de febrero, el website oficial de Van Halen sigue frozen, como se dice en el idioma del nuevo bajista, Wolfgang Van Halen, quien, de los tres Van Halen del grupo es el único nacido en la Unión americana. El sitio oficial está, como se dice, congelado, desde que anunciaron el tour, el 2 de este mes.

Esto es todo lo que se ve en el website de VH. Muy extraño (Hacer click en la gráfica)

Hoy leímos que para la inclusión del conjunto en el Rock & Roll Hall Of Fame, el próximo 12 de marzo, en el Waldorf-Astoria de Nueva York, no solo su actuación sigue en duda, sino que hasta la misma presencia de los hermanos Van Halen.
Por su parte, "el tío pródigo", el vocalista
David Lee Roth, quien no era parte de la banda desde abril de 1985, ha afirmado que no sabe si los hermanos Alex y Eddie Van Halen participarán de la ceremonia. Paradójicamente, Roth (cuya última noticia de su website está fechada el 4 de agosto de 2006, anunciando su "gira solista"), pudo confirmar que Sammy Hagar y Michael Anthony, alguna vez integrantes del cuarteto (y para mí, los más estables de su historia), sí viajarán al evento, vayan o no vayan los Van Halen. Y él hará lo propio.
No sé quién esté detrás de este monstruo pero, que por ahí necesitan una mano en la parte de relaciones públicas, marketing y manejo, no tengo la menor duda.
Por el bien de ellos, sinceramente, aguardo que todo se arregle, con tour o no.

Javier Lishner
Santa Clara, California
23 de febrero de 2007


LA TINA QUE HA DE VOLVER

Hace unos días, visitando una tienda, escuché un tema que inmediatamente llamó mi atención. De aquellos que ni siquiera se acercan a las locuras a las que se referían en casa, cuando inocentemente empezaba a descubrir el rock and roll. Nada parecido a lo hecho por Uriah Heep, Kin Ping Meh, Jethro Tull o Emerson, Lake & Palmer. Ni siquiera a los admirados Tigres del Norte.

Una niña, de la mano de su madre, intentaba tararear la melodía. Era "River Deep, Mountain High", acreditada a Ike & Tina Turner, a pesar de que Ike no participó en ella por el trato que hicieron Ike y Tina, con el productor Phil Spector, uno de los compositores del tema. A Ike Turner le gustaba mucho meter la mano, cosa que Spector no aceptó, al menos, para esta canción (su favorita).

En 2006, Tina a sus 67 en el Festival de Cannes.

Cuando George Harrison dijo que, de principio a fin "River Deep, Mountain High" era perfecta, el beatle solo estaba diciendo la pura verdad. Y la cantante, tuvo mucho qué ver en eso.

No recuerdo qué año sería pero, en las listas semanales de la otrora Radio Atalaya de Lima -que se transmitían los sábados en la mañana, y de las que yo era asiduo oyente-, me encontré con mi primer problema músico-gramatical a la hora de escribir el título de una canción. La pronunciación que le daba cada disc jockey, me hacía más difícil la ecuación, por mas que en clases me esforzara por aprobar el curso de inglés. Aún no sabía de "perlas". Hasta que un día vi el título impreso en un disco de recopilación. Los intérpretes eran Ike & Tina Turner, que, luego, entendería que eran esposos y se habían casado en México el año que yo nací.

El rótulo en cuestión era "Nutbush City Limits", un tema medio biográfico de Tina Turner sobre la ciudad en la que creció, en Tennessee, donde de niña recogió algodón, y soñó con ser enfermera ("A little old town in Tennessee. A quiet little community. A one-horse town..."). Irónicamente, tuvo mayor éxito en Europa que en los Estados Unidos y, de acuerdo a su biografía oficial, fue el útlimo producto importante del dueto, antes de su separación. Mañana, en el coliseo de Oakland, posiblemente, Bob Seger, su compañero de sello discográfico, haga su propia versión. Porque, Seger, oriundo de Detroit, la incluyó como parte de su álbum de 1975. Y Bobby está de vuelta en el ruedo, después de diez años, con su Silver Bullet Band. Y ahí estaremos acompañándolo.

"Nutbush City Limits", por Ike & Tina Turner.

La señora Turner, inició su carrera solista luego del rompimiento con el esposo que le dio el apellido (además de buenas palizas). Aún estábamos en el colegio, y, un viernes de 1975, antes de salir de fin de semana fuera de la ciudad con la familia, me fui a comprar un disco. Terminé en casa con la música de la película Tommy, escrita por Pete Townshend y dirigida por Ken Russell, con la estelar actuación de Oliver Reed y Ann-Margret. Lo desagradable de aquella tarde fue que no tuve tiempo de escuchar mi nueva adquisición (mi primer disco doble), pues inmediatamente salimos al paseo, donde, con toda seguridad, no íbamos a encontrar tocadiscos, como les llamábamos a esos aparatotes que hoy parecen piezas de museo. Ni en Chaclacayo ni en la Cantuta, iba a tener acceso a un tornamesas y, por consiguiente, a pesar de mi intención de cargar con mi nuevo juguete, tuve que dejarlo empolvarse por un par de días. Entre los intérpretes que participaban en la producción, estaban, Elton John, Eric Clapton, Arthur Brown, los cuatro integrantes de The Who (entre ellos, Keith Moon), y Tina Turner. Ella interpretaba una de las canciones que más me agradaron: "The Acid Queen", que fue el rol que desempeñó en el filme producido por el australiano Robert Stigwood, quien, a su vez, ya había hecho cosas como Hair y Jesus Christ Superstar y, poco tiempo después, llevaría de la mano a los Bee Gees a ser el grupo más famoso del mundo. Por esos días conseguí una revista Pelo, publicación argentina especializada en rock, cuya edición (que le heredé a mi amigo Hugo Salazar antes de venirme a los Estados Unidos), traía consigo un póster de Tina Turner. El póster, de unas 16 x 24 pulgadas, adornó mi habitación por dos décadas.

En 1978, ya divorciada de Ike, Tina Turner lanzó el disco Rough, sin mayor repercusión. La invitación de los Rolling Stones para abrir algunas de las presentaciones de su gira mundial de ese año, le sirvió para volver a la palestra. Sin embargo, lo que siguió fue un silencio de casi un lustro, con muy pocas apariciones en público, como la de 1981, acompañando a Rod Stewart, otro de sus fervientes admiradores.

La dama recién regresó en 1984, para convertirse, en adelante, en La Diva de la Música Soul. Antes había adoptado el sobrenombre de La Reina del Rock and Roll, título que aún conserva. Con Private Dancer, se ubicó como la número uno con canciones como "What's Love Got to Do With It", "Let's Stay Together" (de Al Green), "Better Be Good to Me" y la que llevó el rótulo del disco, copla escrita por Mark Knopfler. Al año siguiente, con "We Don't Need Another Hero", de la banda sonora de Mad Max: Beyond Thunderdome, se mantuvo en la cima de su carrera. Por respeto a Aretha Franklin, no me atrevería a llamarla la mejor, no obstante, sin temor a equivocarme, fue la más popular.

En Dinamarca, en 2005. Wow!

Lo que siguió en su carrera, es casi historia conocida. En una de esas, viajó a Sudamérica (bueno, a Brasil) y, en 2000, lanzó Live in Rio '88. En nuevos tiempos, 1999, también participó del show Divas Live al lado de frescos valores como Whitney Houston, Brandy, Mary J. Blige, Faith Hill y de sus contemporáneas Cher y Elton John, con quien tuvo un incomodísimo impasse, un punto muerto, sin salida.

Anna Mae Bullock, su nombre de pila, ha logrado lo que muy pocas mujeres de su generación pudieron, comenzando por la trayectoria. Sus giras fueron muy exitosas, solo comparables a las de los Rolling Stones y otros pocos. Estadios repletos deliraron por la mujer que, en el 2000, dijo adiós a los escenarios. Y si mal no recuerdo, en esa odisea, la acompañó Cyndi Lauper. Pero, como eso del adiós ya parece cuento chino (y creo que los Beatles fueron los únicos que lo cumplieron), aún abrigamos la esperanza de volver a verla con su frondosa cabellera, exquisita voz, bien cuidado cuerpo, talento y vitalidad, bailando sobre sus aún hermosas piernas. Este año, para no ir muy lejos, además de Bob Seger, regresaron, Genesis, Police, Van Halen (con David Lee Roth), y hasta Black Sabbath con Dio. ¿Por qué no habríamos de tener de nuevo a la reina y señora de la música y el baile? Solo tendría que dejar por un momento su residencia en el sur de Francia, y a Erwin Bach, el ejecutivo discográfico alemán, único amor desde que se alejó de Ike. A cambio, recibiría unos milloncitos y, por supuesto, los aplausos del respetable.

Mientras soñando espero, me voy a escuchar "River Deep, Mountain High", en la versión psicodélica que hizo Deep Purple con Rod Evans, su primer cantante, cuando Ian Gillan no aparecía, y David Coverdale, Erwin y yo, todavía íbamos al colegio.

Javier Lishner
Santa Clara, California
23 de febrero de 2007

NOTA RELACIONADA:
- Tina Turner: VUELVE, VUELVE, PRIMAVERA...


Monday, February 19, 2007

Amigos y amigas: Con ustedes...
¡EL NUEVO BAJISTA DE VAN HALEN!

Se llama Wolfgang Van Halen. Es hijo del guitarrista y sobrino del baterista de la banda que lleva por nombre su apellido. A diferencia de su padre y su tío, nació en los Estados Unidos. Sus progenitores son, la actriz Valerie Bertinelli y el músico Eddie Van Halen, y fue el único vástago que tuvo la pareja, mientras duró el matrimonio. Recién el próximo mes, cumplirá sus primeros 16 añitos.

En la gráfica, Wolfgang VH con la guitarra de papi (FOTO: WireImage)

Wolfgang acaba de reemplazar, en el grupo de su familia, al original bajista Michael Anthony. Anthony, en tanto, continúa vacilándose en la banda de Sammy Hagar, el vocalista de mayor duración en el conjunto.
El menjunje angelino termina, con el reciente retorno de David Lee Roth al cuarteto, el cual se forjó en Pasadena, en 1974, diecisiete años antes de que naciera "Wolfie".
Estaremos pendientes de tu debut, muchacho. Y posiblemente te veamos cuando pases por acá con tu papá, tu tío y el loco ese del David Lee Roth. Por lo menos, tu ascendencia y tus nombres (Wolfgang Amadeus), son un buen incentivo para alzarte con el éxito. A esa edad, John Lennon recién andaba seduciendo a su tía Mimi para que le comprara una guitarra. Mientras que tú, no tuviste que seducir a ninguna tía para obtener tu primera guitarra. Alas y buen viento.

Javier Lishner
Santa Clara, California
20 de febrero de 2007

PD: Por alguna razón que se desconoce, el grupo aún no ha anunciado las fechas de la gira en cuestión.


Saturday, February 17, 2007

LA FOTO DE FEBRERO: Kylie Minogue

Kylie Minogue: Mucho de todo, poco de rock

Para ver LA FOTO DE ENERO, solo haga click aquí.

Entre el Valle y la Bahía
DE DIONNE WARWICK A RUDY GIULIANI

Dionne Warwick, dedicada desde hace un tiempo al Tarot y esas cosas de predicción del futuro, convirtiéndose en la nueva Nostradamus -pero con mayor visión empresarial-, debe haber sido la primera figura que se refirió a San Jose, en una canción. El tema, escrito por el extraordinario dueto de Burt Bacharach y Hal David, fue interpretado por la cantante de New Jersey, en 1968. Se tituló "Do You Know the Way to San Jose".
En 1994, Howard Lawrence y Jim Johnson, dos antiguos residentes del área, en Campbell, ciudad vecina de San Jose, nos contaron mil y un historias de cómo este Valle lucía varias décadas atrás, antes de la explosión tecnológica. "Lo que hoy son las oficinas principales de tantas compañías exitosas, incluyendo mi casa, alguna vez fueron extensos huertos de cultivo...", recordaba Mr. Lawrence, con cierta nostalgia. Y, San Jose, se convirtió en la capital del Silicon Valley, término acuñado, en 1971, por el periodista Don Hoefler e impreso a través de una publicación llamada Electronic News.

Dionne Warwick cantó "Do You Know The Way To San Jose".

Haciendo trabajos en algunas de las compañías que nacieron en el área, bajo el manto de la pionera Hewlett Packard, como Avago Technologies y Agilent Technologies, tuve oportunidad de escuchar -de algunos antiguos empleados- la otra parte, aquello que aconteció cuando llegó la explosión. Y, la última etapa, la del 94 a la actualidad -con el nacimiento de Yahoo y, poco tiempo después, Google-, la viví, como se dice, en carne propia.

AHÍ VIENE LA PLAGA... Y cuando está rocanrroleando
En noviembre de 2005, sucedió que el Área de la Bahía de San Francisco, cuyas tres principales ciudades son San Francisco en el norte, Oakland en el este y San Jose, en el sur; tuvo, durante la misma semana, la presencia de tres de los nombres más famosos en la historia del rock. Como expresó aquella vez Brad Kava, periodista del principal medio escrito local (el Mercury News), cada uno de los números anunciados, en su momento, fue considerado el más importante del mundo. Así es que tuvimos, el lunes 8 de noviembre, a U2 en Oakland; veinticuatro horas más tarde, a Paul McCartney en San Jose; y, cuatro días después, a los Rolling Stones en San Francisco. Mick & the Boys, hicieron un segundo show, el día 15, al cual asistimos, nuevamente, con Metallica de telonero.

En 2005, Paul McCartney, the Rolling Stones y U2 actuaron durante la misma semana (FOTO: Ops Media).

No hace mucho, el año pasado, escribimos un artículo a propósito del arribo de un nuevo huracán artístico. Llevó el título de "Ahí viene la plaga: The Who vs. The Rolling Stones". Esa vez, a diferencia del año anterior, eran los Stones los que abrirían esa especial semana. Y lo hicieron el lunes 6 de noviembre, en Oakland. Dos días después, se presentó The Who en San Jose, con entradas tan caras como las de sus londinenses paisanos. Asistimos a ambos shows. Los dos espectáculos, opacaron la presencia de otro grande, Lou Reed, quien el martes, entre los Stones y The Who, actuó en el Fox Theatre de Redwood City, ciudad situada exactamente en el medio, entre San Francisco y San Jose. Y la plaga pasó.

En 2006, the Rolling Stones (foto), Lou Reed y The Who, actuaron con un día de diferencia.

EL QUE MIRA AL VALLE Y PIDE POCO, ES UN LOCO
Al inicio de esta semana, el lunes, estuvo por aquí Rudy Giuliani que, aunque tenga nombre de cantante italiano, no es más que el candidato a la presidencia de los Estados Unidos. El ex alcalde de Nueva York, cuando los atentados salvajes del 11 de septiembre, hizo su lanzamiento oficial aquí, en Santa Clara, el corazón del Silicon Valley. Durante la semana, también visitó estos lares, John Edwards, el ex senador de Carolina del Norte y ex candidato a la vice-presidencia de la Unión Americana. Edwards sostuvo una asamblea con unos ciento cincuenta inversionistas locales en la residencia de Andy y Deborah Rappaport, en Woodside, una pequeña (y carísima) localidad que alguna vez perteneció a la tribu Ohlone. Entre sus habitantes, también se encuentran los cantautores Neil Young y Joan Baez, la actriz Michelle Pfeiffer, y varios de los fundadores de compañías como Intel, Apple, Siebel Systems e Intuit. Tom Vilsack, quien, al igual que Edwards, es candidato demócrata, fue otro de nuestros visitantes. El ex gobernador de Iowa se reunió con un grupo de profesionales en el Commonwealth Club of California, en San Francisco.

La Senadora Hillary Clinton, arribará a San Francisco esta semana (FOTO: Louis Lanzano/AP).

Mañana lunes, día del Presidente, y, por ende, feriado en muchos lugares, llegará Barack Obama, el joven y popular senador por Illinois, quien también se reunirá con algunos gurús de la alta tecnología. Como si fuera poco, mientras seguimos esperando las fechas para ver al reunido Van Halen con David Lee Roth, a Genesis, o a The Police; el próximo viernes, la senadora Hillary Clinton también pisará este bendito suelo, teniendo un exclusivo encuentro en las instalaciones centrales de Google, en Mountain View, a pocos metros del Shoreline Amphitheatre, donde, hace doce años, vimos a Van Halen (con Sammy Hagar). De inmediato, la senadora participará de un convite que le ofrecerá Susie Tompkins Buell, en San Francisco. Aunque la mayoría de las citas de los candidatos son privadas, pueda que nos tropecemos con la primera aspirante femenina a la presidencia de los Estados Unidos, en el Googleplex, donde, como cada semana, estaremos trabajando.

Rudolph Giuliani lanzó su candidatura aquí en Santa Clara, corazón del Silicon Valley (FOTO: UPI)

Así como los artistas vienen al Área de la Bahía para colmar estadios y coliseos, y llenar sus bolsillos; así, igualito, vienen las figuras políticas. Lo cierto es que, en poco más de un año, uno de ellos podría estar dirgiendo los destinos de este país. A modo que, en el interín, aparezca un tiburón. A propósito, al Senador John McCain también se le vio no hace mucho por estos lugares. ¿Terminará por lanzarse?
Para comenzar esta competencia, todos saben bien que dependen del billetico, el que ya empezaron a recolectar. Do you know the way to the Presidency? I think, I do.

Javier Lishner
Santa Clara, California
18 de febrero de 2007

Tuesday, February 13, 2007

Del escritorio del Director
¡CÓRTENSE EL PELO, CARAJO!

Pensé que en la década del setenta, solo en el Perú y algunos países de Latinoamérica, no se le permitía a los varones usar el cabello largo. Recuerdo que, por ejemplo, en el colegio donde estudié en Lima, manejado por curas españoles, se nos prohibía usar el pelo medianamente crecido. Bueno, tenían que ser curas... Afortunadamente, la influencia de los Beatles y los Stones, hizo que esas mentes de pelo cortito y cruz en el pecho, se fueran abriendo un poquito a la modernidad y a los nuevos tiempos; algo en lo que ni el propio Albert Einstein pudo influir con su desorbitada cabellera.


Page, Jones, Bonham y Plant: Escalera al cielo con el cabello largo.

No obstante, al otro lado del planeta, al sudeste de Asia, en Singapur, la cosa era peor. A escasas horas del día de los enamorados, en 1972, los oficiales del gobierno de turno, liderados por el sempiterno primer ministro, Lee Kuan Yew, prohibieron desembarcar, en el aeropuerto de la capital, a Robert Plant, inglés, de profesión cantante, nacido el 20 de agosto de 1948; Jimmy Page, inglés, de profesión guitarrista, nacido el 9 de enero de 1944 y apodado Charles Obscure; John Paul Jones, inglés, de profesión multi instrumentalista, nacido el 3 de enero de 1946, y John Bonham, inglés, de profesión baterista, nacido el 31 de mayo de 1948 y conocido también como Bonzo; todos, por las sendas melenas con las que arribaron.

El eventual acontecimiento no solo causó malestar por la negación de la visa de ingreso a aquel país sino también por la anulación de esa parte de la gira que, a la vez, iba a ser el primer show de Zeppelin durante ese año. El conjunto andaba estrenando la música del que, según buena parte de la crítica, fue el mejor álbum de su carrera: el Led Zeppelin IV.


"... Been a long lonely, lonely, lonely, lonely, lonely time."

Con sus melenas -en el pequeño y privado jet Falon-, se fueron con su rock and roll a Perth, Australia. Lo que nunca se supo es si Led Zeppelin fue informado del impedimento de caminar por las calles de Singapur; en chino, tamil, bahasa o en el idioma de Shakespeare, los que se hablan allí.

Javier Lishner
Santa Clara, California
13 de febrero de 2007

Thursday, February 08, 2007

The Doobie Brothers
SIMMONS, JOHNSTON, McDONALD & CO

A principios de los setenta, the Doobie Brothers fue una banda muy popular en el mundo, más en América que en Europa. Casi cada disco que grabó, contó con la aprobación del público. Aún estaban de moda los 45 rpm, o simples, como también se les conocía.
Algunos de los temas que impusieron fueron: "Listen To The Music", "Rockin' Down The Highway, y "Jesus Is Just Alright", en 1972; "Long Train Runnin'" y "China Grove", en 1973. Al año siguiente, su cuarto álbum, titulado What Were Once Vices Are Now Habits -que no fue tan aclamado como los dos que lo precedieron-, tuvo un tema que frisó la popularidad y se llamó "Black Water", compuesto por Patrick Simmons, su guitarrista original. Simmons fue el único que nunca dejó la banda (a excepción del lapso que se retiraron). Hubo otra canción, escrita por Tom Johnston, su cantante, que llamó la atención: "Eyes of Silver". El grupo, al lado de Grand Funk Railroad, Bread, Wings y Bachman, Turner Overdrive, fue casi como la piedra angular de mis primeras fiestas colegiales.

Con Keith Knudsen en Virgin Records de San Francisco

Cuando en 1980 me tocó ingresar a la radio, tuve la oportunidad de transmitir algunos de sus temas. Por ese entonces, habían lanzado el One Step Closer, del cual fueron irradiados "Real Love" y la melodía que llevó el título de la placa. Ese era el cuarto que grababan con Michael McDonald, quien trajo al grupo el sonido jazzeado. McDonald, con quien ganaron algunos premios desde su ingreso, llegó al conjunto en 1976 para cubrir la plaza de vocalista que, por motivos de salud, dejó intempestivamente Johnston. Casi de inmediato, su distintivo sonido campestre quedó de lado. La influencia soul del recién llegado cantante y teclista, se dejó notar. Para muestra, "Takin' It to the Streets", "What A Fool Believes" o "Minute By Minute". Esa fue la era en que algunos nos alejamos un poco del combo californiano, a pesar de los Grammy y demás manipulados premios, que la banda obtuvo. Parecía que, al igual que los Stones y Rod Stewart, los Doobies también le estaban haciendo el juego a la música disco, tan de moda en esos años. Y, sin desmerecer su calidad, el gran cambio de McDonald por Johnston, me hizo librar una lucha interna en contra de uno de los primeros grupos a los que, aún estando en primaria, le empecé a prestar atención. Tiran Porter y Jeff "Skunk" Baxter, fueron otros que pasaron por la banda. Baxter, al igual que McDon, perteneciente a las canteras de Steely Dan.

Simmons, Hossack, McDonald, Johnston, Knudsen y McFee en foto promocional de 1996

En la radio, siempre los presenté como "formados en 1970, en San Jose, California". Sólo el tiempo me llevaría a ser residente de esa ciudad. Un día de septiembre de 1996, viviendo en el área, fui a la Virgin Records a conocer a Tom Johnston, en San Francisco. Lamentablemente, no lo encontré. Había tenido un percance, me dijeron. Por lo menos no me gritó, como lo había hecho David Coverdale once años antes en Rio. Esa vez, en San Francisco, solo se presentó Keith Knudsen, el baterista que acompañó al conjunto desde 1974. Fue muy atento y me firmó el disco doble en vivo que acababan de lanzar (Rockin' Down the Highway: The Wildlife Concert). En 2004, un día como hoy, 8 de febrero, leyendo el Mercury News, me enteré que una neumonía se lo había llevado al cielo. Mientras tanto, los Doobies, aún con vida, continúan al igual que la casa donde comenzó todo y por la que, alguna vez, mi curiosidad me llevó a conocer.

Javier Lishner
Santa Clara, California
8 de febrero de 2007


Tuesday, February 06, 2007

¡Oh, diosas!
MUJERES EN EL ROCK

Muchos consideran que Sharon Osbourne le salvó la vida a su célebre esposo, el vocalista original de Black Sabbath. A ella la tuve muy cerca un par de veces, cuando acompañó a Ozzy a sus dos inolvidables presentaciones en Rio de Janeiro, en enero de 1985. Para ese entonces, la señora Osbourne ya llevaba los pantalones de su marido. Había que pasar por ella, para robarle una entrevista al cantante de populares temas como "War Pigs", "Paranoid" o "Children of the Grave".

Simpática y sagaz, Sharon Osbourne, esposa de Ozzy.

Años después, la veríamos participando con su familia en un sintonizado programa de la televisión norteamericana. Y es que la pequeña mujer, si bien es cierto que tiene la reputación de dama estricta y mandona, también es perspicaz y graciosa, cosa que supo explotar en la pantalla chica para bien de sus nada alicaídos bolsillos. Porque, si de dinero se trata en la familia Osbourne, ya sabemos con quién hay que tratar. De lo contrario, pregúntenle a tantos grupos que han sido parte de los ya establecidos Ozzfest, eventos musicales del verano estadounidense, creación suya, que en 2006 cumplió sus primeros diez años. Bueno, no tan "creación suya", pues supongo que la idea original fue tomada de los Lollapalooza de Perry Farrell. Empero, la señora Osbourne hizo el propio a su manera para el agrado de los headbangers. Y en los que alguna vez yo también me pachangueé.

En 2002, la señora afrontó el cáncer al colon. Tuvo la valentía y firmeza de recibir la quimoterapia mientras The Osbournes se encontraba en el aire. Tras sobrevivir a la enfermedad, inició dos programas; uno, dedicado a la familia, The Sharon Osbourne Show, y, otro, no televisivo, llamado The Sharon Osbourne Colon Cancer Program.

Casada con Ozzy desde 1982, tiene tres hijos: Aimee, Kelly y Jack. Inició su carrera de manager, tan rápido como su marido fue separado de Sabbath, en 1979. En su currículo también figura el haber trabajado con nombres como Gary Moore, Motörhead y Electric Light Orchestra. Hasta ahora no se ha sabido que ella haya sido la razón por la que Ozzy no forme parte del reunido Black Sabbath, que vuelve este año para recrear la época de cuando Ronnie James Dio se puso al frente, reemplazando al legendario esposo Osbourne. Y mientras Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward se preparan con Dio; por su parte, los Osbourne -por no decir Sharon- acaban de anunciar que el OzzFest de este año se llamará FreeFest, ya que los boletos, a diferencia de los años anteriores, serán gratis. Ella y su clan han logrado que algunas firmas auspiciadoras cubran los gastos del evento, para que la audiencia pueda ingresar sin costo alguno. Ahora, solo falta lo más importante: la relación de bandas participantes. Como siempre, todo queda en manos de Sharon.

Durante sus días de juventud, Pattie Boyd fue una hermosa modelo. Cuentan que Eric Clapton cayó prendado de ella, mientras ella andaba casada con su mejor amigo, un Beatle llamado George Harrison. Incluso, que la baba le hizo escribir "Layla", acaso una de las mejores composiciones en la carrera del guitarrista inglés que, por ese entonces, era llamado God.

Modelo Pattie Boyd, ex-esposa de George Harrison y Eric Clapton.

La Boyd se casó con el Beatle el día de mi cumpleaños, en 1966 (ver foto de aquel día). La amistad con Clapton vendría años después. Dicen que comenzó cuando el guitarrista fue requerido por Harrison para grabar "While My Guitar Gently Weeps". Muy pronto, Clapton empezaría a frecuentar la residencia de los Harrison y, todo lo que vino después de su ciego amor por la Boyd, fue culpa de la impotencia de no poder tener en sus manos a la bella modelo. En 1973, mientras Clapton andaba sumido en lo más bajo del camino a la muerte (heroína incluída), Pete Townshend, el entonces irascible guitarrista de The Who, lo rescató organizándole su vuelta a las tablas en un súper evento en el londinense Rainbow Theatre. Aconteció el 13 de enero, con camaradas incondicionales como Steve Winwood, Jim Capaldi, Ron Wood y Rick Grech. Entre los temas que interpretó aquella vez "el dios de la guitarra", estuvo una magistral versión de "Little Wing", de su amigo Jimi Hendrix, a quien la droga sí terminó por acabarlo.

Mientras George andaba más en la India y con sus nuevos amigotes de la religión hindú (Ravi Shankar, entre ellos), apareció un tercer personaje quien se metió en el medio de todos, y también se enamoró de la modelo. Su nombre era Ron Wood, entonces guitarrista de los Faces. Y mientras Clapton y Wood, cada uno desde diferente lugar, miraban con afecto hacia la residencia de los Harrison, la intensa espiritualidad del hombre de la casa, por esos días, lo llevó a enamorarse de Maureen, la esposa de su ex-compañero de grupo, Ringo Starr. Pero, aquello duró poco. En 1974, la señora Boyd no pudo aguantar más las infidelidades del hombre de la casa, y viajó a Los Angeles, al hogar de su hermana menor, Jenny, esposa de Mick Fleetwood, baterista y fundador de Fleetwood Mac. Hasta ahora no he escuchado ni leído de malas intenciones ni mañoserías del barbado Fleetwood con su hermosa cuñada, las que sí tuvo luego en su propio grupo, con la entonces joven cantante de nombre Stevie Nicks, quien, en 1975, había llegado a la banda, empatada con el guitarrista Lindsay Buckingham. Pero, esa es otra historia... Para (casi) finalizar el zafarrancho, Harrison y Boyd, terminaron por divorciarse en 1977, por coincidencia, el año de Fleetwood Mac. Y Clapton, quien seguía prendado de la ya madura modelo, le escribió otra canción: "Wonderful Tonight". La ventaja que tuvo Clapton aquella vez fue que ya había dejado las drogas. El final feliz entre Eric y Pattie se hizo realidad en Tucson, Arizona, el 27 de marzo de 1979. Desafortunadamente, para esta feliz historia, mientras Clapton procreaba vida con otras damas y volvía a la vida loca, la Boyd -quien nunca pudo tener descendencia-resolvería abandonarlo diez años más tarde.

De George para Pattie: "Something".

Pattie Boyd, además de su labor de fotografía, se dedica a SHARP (Self Help Addiction Recovery Programme), una organización para asisitir a los alcohólicos y drogadictos, la que fundó en 1991 con Barbara Bach, la (actual) esposa de Ringo. Como bien declaró alguna vez la propia Pattie, "es increíble cómo todos seguimos con vida". Obviamente, se refería al festín de droga y alcohol que ella, sus ex-esposos, Ringo y compañía, se dieron durante sus años mozos. Y cada vez que la radio toca "Something" de los Beatles, se nos viene a la memoria la musa que inspiró al recordado George, a escribir tan hermosa canción.

Y si de Beatles se trata, en esta corta historia de féminas ligadas al rock, no podía faltar Yoko Ono. Dicen muchas lenguas que fue ella la manzana de la discordia que provocó la separación definitiva del grupo musical más popular en la historia del rock and roll. Si eso fue cierto o no, a estas alturas, ya casi no importa. Dos de ellos se fueron al cielo (incluyendo a su esposo), uno anda medio maluco con eso de su divorcio con la muchacha que le quitó una pizca de su fortuna y, el otro, bajo el mando de Dave Stewart -del recordado dueto Eurythmics-, está próximo a lanzar su nueva aventura musical. Ringo no deja de trabajar. Pero, esta vez, nos estamos refiriendo a la señora Ono-Lennon, cuya fama le llegó al unirse a John Lennon, más no (toda) su fortuna.


Bella e influyente, Yoko Ono, esposa de Lennon.

Mucho antes de conocer al Beatle, en 1933, Yoko Ono había nacido en Tokio de una familia de banqueros nipones. Creció yendo a exclusivos colegios y, a los 19, mientras estudiaba, conoció en Nueva York a su primer esposo, Toshi Ichiyanagi. Se casaron en 1956. Seis años más tarde volvió a Tokio, se divorció de su marido y se casó con Anthony Cox, respetado músico de jazz y productor cinematográfico. Con Cox, tuvo una hija llamada Kyoko. Pero fue recién en 1969 cuando Yoko, divorciada por segunda vez, contrajo nupcias con John, el popular miembro de los Beatles, quien había hecho lo propio con Cynthia Powell (con quien había tenido a Julian, su primogénito). Otro zafarrancho de amor que se selló en Gibraltar. Al siguiente año, la separación de los Beatles se hizo inminente. Y aconteció.

The Beatles: "The Ballad of John and Yoko".

Muchos señalaron a la señora Ono-Lennon, de haber llevado a la ruina al famoso cuarteto de Liverpool. Pero, John, estaba feliz. Finalmente, la pareja tuvo su premio. Y se llamó Sean Lennon. Sean nació en 1975 y, sin querer, hizo que su famoso padre, nacido el mismo día (9 de octubre), abandonara temporalmente su carrera, para hacerse cargo de él durante sus primeros cinco años de vida. Cuando todo estaba listo para su regreso, con un disco grabado con Yoko, titulado, Double Fantasy, un pobre diablo de nombre Mark Chapman, cambió el rumbo de la historia con cinco disparos, cuatro de los cuales perforaron el cuerpo de Lennon. Lo que Yoko vivió frente a su departamento del Edificio Dakota, en Nueva York, el 8 de diciembre de 1980, no lo podrá contar nadie. El ver caer desplomado a su esposo, un poco antes de las once de la noche, le dio a esa mujer la fuerza para seguir en la lucha diaria durante las siguientes tres décadas. Próxima a cumplir los 74 (el 18 de febrero), sigue grabando discos, haciendo esculturas, pintando, dando charlas, participando en exposiciones y apoyando lo que ella, y su difunto esposo, siempre promovieron: la paz. Y diga lo que se diga de ella, Yoko Ono fue, desde sus inicios, una innovadora, en las artes plásticas y en la música. Sino que lo digan Chrissie Hynde, Bjork, miembros de Sonic Youth o the B-52's. Sin duda alguna, la dama del avant-garde, aunque, como sus compañeras, controversial.

Javier Lishner
Santa Clara, California
6 de febrero de 2007

Saturday, February 03, 2007

Feb. 3, 1959
THE DAY THE MUSIC DIED

Fue Don McLean quien, en 1971, hizo popular una hermosa melodía que tituló "American Pie". En ella, el cantautor neoyorquino escribió un homenaje a Buddy Holly, Big Bopper y Ritchie Valens, y al rock and roll en general, pero, principalmente, a Holly, el cantante tejano de 22 años y lentes de pasta negra, ídolo de su adolescencia.

"It Doesn't Matter Anymore" fue paradójicamente su última grabación.

Un día 3 de febrero, hace casi cincuenta años, la música sufrió un paro respiratorio cuando el pequeño avión (un Beechcraft Bonanza) en el que iban los tres conocidos artistas cayó cerca de Mason City, Iowa. El artefacto aéreo acababa de despegar luego de que el elenco había participado de una actuación en el Surf Ballroom de Clear Lake. El destino de la nave era Fargo, en North Dakota. Pero nunca llegó.



Buddy Holly influenció a muchos. Entre los más conocidos, un grupo llamado los Beatles. No solo por la melodía que le puso al rock and roll sino hasta en el nombre de su grupo de acompañamiento al que llamó The Crickets. Dicen que los "grillos" inspiraron a los "escarabajos" que iban haciendo sus pinitos al otro lado del Atlántico. Por esos días, Holly andaba escribiendo, interpretando y produciendo sus propias canciones, algo que no hacía ni el mismo Rey del rock and roll, quien fue la mayor influencia de Holly cuando una vez llegó a su natal Lubbock, Texas. Pero esa madrugada de febrero, bordeando la una de la mañana, hora de Iowa, una tormenta de nieve hizo que el piloto perdiera el control. Todo lo demás quedó en los predios de la historia, incluyendo aquello de que el bajista Waylon Jennings, quien formaba parte del grupo de Buddy Holly, a último minuto, cedió su asiento de la aeronave a J.P. Richardson, el reconocido disc jockey tejano, Big Bopper.


Homenaje a los caídos en el lugar del accidente. (FOTO: Dennis Fernkes).

Con Elvis en el ejército, Chuck Berry arrestado por levantar a una prosti, Jerry Lee Lewis enfrascado en el escándalo del matrimonio con su sobrina de solo 13 años, y Little Richard haciendo música gospel, aquel día, temprano en la mañana, el rock and roll quedó en manos del destino. Y el destino fue generoso.

Javier Lishner
Santa Clara, California
3 de febrero de 2007

NOTA RELACIONADA:
- "AMERICAN PIE" - DON McLEAN