ÉRASE UNA VEZ... LOS JUEGOS DE BEIJING
Hubo una vez que el Comité Olímpico de los Estados Unidos, repartió una nota de prensa informando que el elenco norteamericano con miras a las Olimpiadas de Beijing 2008, haría su última parada en San Jose, California, antes de tomar el vuelo a la capital china.
Más de 600 deportistas, entrenadores y delegados llegaron a la Capital del Silicon Valley para su último chequeo médico, entrenamientos, consejería y recepción de sus respectivos uniformes. La reunión fue en la San Jose State University, en el centro de la ciudad, casi en frente de donde yo andaba haciendo unos trabajos. Allí, quedaron concentrados un par de días antes de cruzar los mares.
Luego de muchas competencias, medallas, alegrías, y también tristezas, el 24 de agosto, las noticias informaron que el gran espectáculo deportivo había llegado a su fin. Vía los resúmenes noticiosos desde Beijing, en casi todos los idiomas, pudimos ver la siempre emotiva ceremonia de clausura. Estados Unidos ganó la mayor cantidad de medallas, China la mayor cantidad de preseas doradas, y, Michael Phelps, el muchacho de Baltimore, Maryland, de 23 años, se convirtió en el ídolo máximo al superar el récord de medallas de oro, que pertenecía a su compatriota, Mark Spitz, desde 1972.
Amén de ver los triunfos de Phelps, fue agradable apreciar la victoria norteamericana en baloncesto masculino (regresando a su puesto original, que no tenían desde principios del siglo). También, la alegría argentina en fútbol del mismo género, y el coraje de la chicas brasileras para llevarse -por primera vez en su historia- la presea dorada en el deporte de la net alta, el voleibol.
Una de las sorpresas en la impresionante clausura, fue ver por unos minutos a Jimmy Page, el legendario guitarrista de Led Zeppelin, actuando para la platea (y el mundo) al lado de Leona Lewis, la cantante inglesa ganadora de X Factor. Se escuchó "Whole Lotta Love".
Un poco menos de botas y uniformes hubiera sido ideal para mi gusto personal. Porque por más seguridad que siempre se necesita en eventos de aquella naturaleza, ver esa recatafila de soldados y policías resguardando los locales como que le quitó naturalidad a un evento de amistad, cordialidad y respeto. Otros tuvieron distintas opiniones.
Y, a pesar de lo polémicos que fueron esos Juegos, no dejaron de ser exitosos. Lo cierto es que ese capítulo de agosto de 2008 se acabó y el mundo deportivo viró su mirada hacia Londres.
Javier Lishner
Santa Clara, California
25 de agosto de 2008
Más de 600 deportistas, entrenadores y delegados llegaron a la Capital del Silicon Valley para su último chequeo médico, entrenamientos, consejería y recepción de sus respectivos uniformes. La reunión fue en la San Jose State University, en el centro de la ciudad, casi en frente de donde yo andaba haciendo unos trabajos. Allí, quedaron concentrados un par de días antes de cruzar los mares.
Luego de muchas competencias, medallas, alegrías, y también tristezas, el 24 de agosto, las noticias informaron que el gran espectáculo deportivo había llegado a su fin. Vía los resúmenes noticiosos desde Beijing, en casi todos los idiomas, pudimos ver la siempre emotiva ceremonia de clausura. Estados Unidos ganó la mayor cantidad de medallas, China la mayor cantidad de preseas doradas, y, Michael Phelps, el muchacho de Baltimore, Maryland, de 23 años, se convirtió en el ídolo máximo al superar el récord de medallas de oro, que pertenecía a su compatriota, Mark Spitz, desde 1972.
Amén de ver los triunfos de Phelps, fue agradable apreciar la victoria norteamericana en baloncesto masculino (regresando a su puesto original, que no tenían desde principios del siglo). También, la alegría argentina en fútbol del mismo género, y el coraje de la chicas brasileras para llevarse -por primera vez en su historia- la presea dorada en el deporte de la net alta, el voleibol.
Una de las sorpresas en la impresionante clausura, fue ver por unos minutos a Jimmy Page, el legendario guitarrista de Led Zeppelin, actuando para la platea (y el mundo) al lado de Leona Lewis, la cantante inglesa ganadora de X Factor. Se escuchó "Whole Lotta Love".
Un poco menos de botas y uniformes hubiera sido ideal para mi gusto personal. Porque por más seguridad que siempre se necesita en eventos de aquella naturaleza, ver esa recatafila de soldados y policías resguardando los locales como que le quitó naturalidad a un evento de amistad, cordialidad y respeto. Otros tuvieron distintas opiniones.
Y, a pesar de lo polémicos que fueron esos Juegos, no dejaron de ser exitosos. Lo cierto es que ese capítulo de agosto de 2008 se acabó y el mundo deportivo viró su mirada hacia Londres.
Javier Lishner
Santa Clara, California
25 de agosto de 2008
2 comments:
Amistad, cordialidad y respeto fue lo que abundó en los recientes juegos olímpicos; sin embargo, hay muchos que no piensan ni sienten el mundo igual y solo tienen la intención de atentar o echar a perder una fiesta deportiva que nada tiene que ver con política. Si fuera uno de los deportistas me hubiera sentido más seguro con esa recatafila de soldados y policias; uno nunca sabe en qué momento un loco puede andar con una bomba pegada al cuerpo y llevarse consigo a gente inocente. NI modo, mi estimado Javier, la naturaleza de los tiempos nos dice que la violencia ha aumentado en China, Finlandia, Fidji y en todo el globo terraqueo.
un abrazo
Bien, mi estimado Eagle. Pero no olvides que lo mío era más una cosa de gusto personal y no de opinión.
Un abrazo,
JL
Post a Comment