Y HASTA QUE AL FIN, MIRAFLORES

Ayer, el distrito de Miraflores, en Lima, publicó una ordenanza en el diario oficial El Peruano, en la que advierte que los establecimientos comerciales de su jurisdicción serán sancionados si aplican medidas discriminatorias por motivos de raza, sexo, religión, condición económica, clase social, posición política, indumentaria o cualquier otra índole. Un acto que merece nuestro reconocimiento, y que, además, avala algunos de los artículos que desde aquí salieron a través de los últimos meses.


La ordenanza municipal, que entra hoy en vigencia, también prohibe a los locales públicos colocar carteles o anuncios publicitarios con frases con contenido discriminatorio. Una típica frase de contenido discriminatrio es, por ejemplo, "Nos reservamos el derecho de admisión". Otra, es el atrasadísimo, "buena presencia".

Ayer leía que algún pesimista comentaba que la nueva ordenanza municipal no iba a hacer cambiar la discriminación que hay en la ciudad. Claro, si es que uno piensa egoístamente y es complaciente con la realidad, nada va a cambiar. Sin embargo, si uno piensa en los niños y las generaciones futuras, entonces, la cosa podría ser diferente. Las medallas de oro no llegan de sopetón. Las selecciones de fútbol no clasifican a los mundiales porque salió un pelotero que juega en Europa. Hay que planificar... aunque nos lleve años. Y esta medida, aunque un poquito vergonzosa (sobre todo, para nuestros turistas), podría empezar por cambiar el asunto.

La norma obliga a los locales a colocar en un lugar visible un cartel de 25 por 40 centímetros, con fondo blanco y letras negras, que diga: "En este local y en todo el distrito de Miraflores está prohibida la discriminación".

Solo esperemos que sea el Alcalde el primero que la cumpla. Lo de las multas y las sanciones lo dejamos para otra vez.

Javier Lishner
Santa Clara, California
30 de agosto de 2008