Monday, August 11, 2008

PATTIE BOYD: Atormentada entre dos amores

La vida de Pattie Boyd fue muy particular dentro de la historia del rock and roll. Una mujer que sin saber cantar, estuvo inmersa entre los más grandes. Una modelo que de las pasarelas pasó a una película, y, desde entonces, a captar la atención por el resto de su vida. Fue en A Hard Day's Night donde uno de los Beatles la conoció y quedó profundamente enamorado. Fue George Harrison.


En 1962, Boyd tenía 18 años. Fue ahí cuando inició una carrera en el modelaje, lo que la llevó, dos años después, a participar de la película de The Beatles, escrita por Alun Owen. Y allí estuvo "el Beatle tranquilo", de apellido Harrison, para escribirle una canción. "Something", de su futuro esposo, sería solo la primera de otras que le cantarían a ella. Y, con canciones, llegaría otro amor. Por coincidencia, de nuevo, otra estrella del rock and roll.

Cuentan que la vida entre George Harrison y Pattie Boyd, iba viento en popa. Su matrimonio, el tercero de los cuatro Beatles, se realizó el 21 de enero de 1966. Pero, las cosas entre Boyd y Harrison empezaron a cambiar cuando la propia Boyd, le presentó a Maharishi Mahesh Yogi, el personaje que los llevaría a la India (a ellos y a sus compañeros de grupo), y que los introduciría al yoga y a la meditación oriental, entre otras cosas maravillosas.

Mientras Harrison -quien había hecho muy buena amistad con Eric Clapton, llamado el dios de la guitarra-, se jaraneaba en la India; en Londres, el dios de la guitarra comenzaba su trabajo escribiéndole una canción a su esposa. Cuenta la propia Boyd que, una noche, Eric la invitó a su departamento. Aprovechando de su soledad, ella fue. Allí, Clapton -que ya andaba profundamente enamorado de la mujer de su amigo-, le dedicó una canción. Se llamó "Layla". Y a ella le encantó.


Entre "Something" y "Layla", la vida de la famosa modelo tuvo que seguir con la procesión por dentro. Cuando Harrison se apareció, Clapton no tuvo reparo en decirle a su amigo que estaba enamorado de su esposa. Fue la situación más embarazosa que pudo haberle pasado a tan hermosa mujer. "Me quería morir", recuerda ella. Pero, en contra de cualquier pronóstico, la respuesta del marido fue natural: "Entonces, llévatela". Pero, eso no sucedió. Boyd se fue con su esposo. Pasarían tres años más para que, los Harrison, terminaran por divorciarse. Y la decisión no fue por culpa de Clapton.

En su libro, Wonderful Today: George Harrison, Eric Clapton, and Me, publicado en agosto del año pasado, Pattie Boyd expresa que la gota que derramó el vaso no fue la pasión de Clapton por ella sino el enterarse de la relación de su todavía esposo con Maureen Starr, la mujer del popular baterista de los Beatles. Esa algarada fue lo que la hizo tomar una decisión que conduciría al divorcio de 1974. (Ringo y Maureen harían lo propio en 1975). Por aquellos días, hubo un rumor de que Ron Wood, el futuro guitarrista de los Rolling Stones, anduvo con ella, supongo, consolándola de tanto problema. Mientras, la esposa de Ron, Krissie Wood (y no la actual, de nombre Jo), andaba en Madrid conociendo a Salvador Dalí.

El menjunje recién comenzaba. La musa le comunica a Ringo las aventuras de sus respectivas parejas. Boyd recibe el divorcio de Harrison y, luego de un tiempo de vivir en casa de su hermana en California, se muda con el dios de la guitarra. El matrimonio, entre Clapton y Boyd, recién llegaría en 1979. Y, Harrison, tan leal como siempre pareció ser (amén de la escapada con la esposa de Ringo), fue al matrimonio de los nuevos tórtolos. A Clapton, el amor le hizo escribir, "Wonderful Tonight", solo para ella. Pero, desafortunadamente, la relación entre el dios y la modelo, no fue la mejor experiencia ni para uno ni para el otro. Clapton se hunde en los malos hábitos. Y ella no se quedó muy atrás.


Es verdad que aunque siempre quiso tener descendencia, según cuenta Pattie Boyd, le fue negada esa posibilidad. Y parece que su nuevo esposo, Mr. Slowhand, fue a buscarla por otros lados.

Lori Del Santo, era una hermosa modelo italiana, quien apareció en la historia en 1986. Había tenido una relación con el barbado guitarrista, producto de la cual nació Conor, en agosto de 1986. Ese fue el principio del fin de la historia con Boyd, quien se divorció dos años después. Recién en 1991, tras la trágica muerte del pequeño Conor (a quien papá le dedicaría "Tears in Heaven"), Boyd se enteraría que su ex-esposo había tenido, además, a Ruth, en enero de 1985, con otra dama de nombre Yvonne Kelly.

En la actualidad, Pattie Boyd, a sus 64 años, es una reconocida fotógrafa con exhibiciones en las principales ciudades del mundo. En 2005 abrió Through the Eye of a Muse, en San Francisco, una exposición de fotos de Clapton y Harrison que, al año siguiente, se fue para Londres. En menos de dos semanas, llevará la misma aventura fotográfica a Dublin, Irlanda. Mientras tanto, pasa sus días en su residencia de West Sussex, la que data del siglo 17. George se fue al cielo, dejando viuda a Olivia, y, Eric, vive feliz con Melia McEnery, su actual esposa.

Javier Lishner
Santa Clara, California
11 de agosto de 2008

6 comments:

Mike Mantilla said...

Los integrantes de una banda comparten escenario, habitaciones, juergas, mujeres (grouppies),alcohol, marihuana, cocaína y muchas otras cosas. Pero también comparten (aunque sin saberlo) a sus parejas ocasionales o esposas. Por estos lares se sabe que Gustavo Cerati y Charly Alberti se repartieron las caricias y los besos de una modelo, lo que propició en parte el resquebrajamiento del grupo.
En su momento, Jorge Gonzales y Claudio Narea, de Los Prisioneros, tuvieron un encontrón de los mil diablos cuando uno de ellos se metió con la mujer del otro, lo cual contribuyó aun mas con la disolúción del trío.

buen "gossip" post

saludos

Eagle

Javier Moreno-Pollarolo said...

Y es que en buenos grupos de rock las relaciones no se resquebrajan sino que mutan. No me parece sorprendenete que el mismo Harrison le haya puesto los cuernos con Maureen mientras que Clapton se la quería llevar.

Es cierto que Harrison también quería con la hermana de Pattie, y parece que hasta le ofreció a Clapton un trueque cuando ella salía con él.

Tuve la oportunidad de conocer a Pattie hace algún tiempo. Lamentablemente ella me preguntó más de Macchu Picchu y de la selva que yo de sus aventuras románticas con los dos guitarristas más influyentes del rock moderno. Chispas.

Está en mi blog, apropósito. http://www.cacaorock.com/2006/02/la-noche-en-que-conoc-pattie-boyd.html

Un abrazo,

Anonymous said...

buena semana Javier. la verdad no me sorprende para nada lo que ocurre a nivel sentimental con nuestros heroes rockeros; de verdad que comparten todo; parace ser que las giras, el hecho mismo de convivir a diario juntos logra que no distingan las cosas. No es ni el primer caso ni sera el ultimo; pero aunque paresca fuera de foco, creo que estas cosas aumentan la fama de el rock n roll como un mundo donde las reglas no existen.

Uno no puede juzgar lo que ocurrio ni que desencadeno este lio amoroso entre george h. y erick c.; pero vaya que ese amor si que nos dejo buenas canciones en la voz de clapton.

A rio revuelto ganancia de rockeropescadores.

y seguramente este tipo de situaciones que solo ellos entienden seguira dandose una y otra vez.sino preguntemosle a tommy lee y kid rock. que hasta los golpes llegaron por las caricias de la plastica pamela anderson.

Un abrazo

Luca
Atlanta, Ga.

Javier Lishner said...

Hola Eagle:

Claro que este de Pattie Boyd no ha sido el único caso en la historia del rocanrol. Ya ves los casos que tú has mencionado, y otros como el de Kid Rock y Tommy Lee que destaca Luca, desde Atlanta.

Saludos,

JL

Javier Lishner said...

Hola Javier:

Me pareció muy interesante tu encuentro con Pattie Boyd en aquella exposición y también la nota de tu blog.

Por aquí también, años atrás, pasó Yoko Ono con una galería de dibujos de John.

Lo más cerca que estuve de Pattie Boyd es cuando hace un par de años, mientras yo andaba en mi carro, la escuché en la radio en una entrevista que le hizo Greg Kihn en su mañanero programa de la KFOX.

Aquella vez, Kihn entrevistó a varias de las esposas, amantes y amores de los Beatles. Entre ellas, May Pang, con quien John anduvo mientras se separó de la señora Ono.

Saludos,

JL

Javier Lishner said...

Hola Luca:

Tienes mucha razón.

1. Estas cosas aumentan la fama del rock n roll como un mundo donde las reglas no existen...

2. Ese amor si que nos dejo buenas canciones...

3. A rio revuelto ganancia de rockeropescadores... qué buena!

Saludos,

JL