Sunday, October 28, 2007

MÁRTIRES DE LA IGLESIA, MÁS LEÑA AL FUEGO

Amaneció en el Silicon Valley, y el mundo cuenta con 498 nuevos beatos. No saben la felicidad que me embarga. Estoy enchido. No quepo en mi mismo. Y cada vez más feliz de no participar en ninguna actividad de mi iglesia, la católica. Hoy, a la hora de la misa, me voy a comer un ceviche.


Hace unas horas, mientras dormía, en el Vaticano, un cardenal portugués, casi contemporáneo del papa, repartió beatificaciones en masa, así, como debe hacerse para apresurar el tiempo perdido. Es que ni siquiera el año tiene 498 días como para otorgar la beatificación individual a cada uno de estos seres humanos que, seguramente, algo bueno hicieron en su vida, aparte de la señal de la cruz, ese símbolo del temor inculcado por sacerdotes y monjas.

Esta beatificación es la más grande en la historia de la iglesia, lo que, desde lejos, me hace sentir orgulloso de poder ser testigo. Ah! Y todos los nuevos beatos, son hijos de la Madre Patria, España, de donde nos llegó, lo que para mí, es la tara más grande de la Humanidad.

Ahora nos toca esperar que les inventen algún milagro para que pasen del nivel de Beatos a la sección Santos. Me pregunto si algún día la hechicería y la brujería, dejarán de ser parte de la iglesia, que, paradójicamente, las condena.

El día que me toque partir, seguramente van a encontrar muchísimas cosas buenas de mí, muchísimas obras de caridad, muchísimo tiempo invertido en trabajos voluntarios, muchísima ayuda al prójimo, y huevos para decir y hacer las cosas. Pero, por favor, no acrecienten su popularidad conmigo. No me mencionen. No me utilicen. Por favor, déjenme descansar en paz. No quiero títulos como los de estos 498 personajes que, posiblemente, estuvieron con una cruz en el pecho apoyando al dictador fascista Francisco Franco.

El día de mayo que hicieron beato a Escrivá de Balaguer, me hicieron pensar. Y el día de octubre que, tan solo diez años después, lo hicieron santo, decidí nunca más creer en estas huevadas. Mejor me voy a escuchar a Jim Morrison, y no nos hacemos paltas. Hasta más lueguito.

Javier Lishner
Santa Clara, California
28 de octubre de 2007

4 comments:

Anonymous said...

javi si que eres bien malito con los curas.mi familia no es catolica asique puedes seguir asi.jijiji....saludos.
maricielo

Anonymous said...

Javier, yo me considero una católica comprometida, pero no soy ciega, y sé que la iglesia católica tiene muchas fallas en lo que respecta al factor humano. Pero de allí a llamarla "la más grande tara de la humanidad" creo que hay un gran trecho.

Respetuosos saludos.

Javier Lishner said...

Hola Maricielo:

No es que sea malito. Solo escribo lo que pienso de la misma manera que ellos lo hacen. Es simple.

Saludos,

JL

Javier Lishner said...

Hola Danza:

Gracias por tu comentario. No se trata de que todos estemos de acuerdo. En cuanto a la nota, soy conciente de que una cosa es la fé y otra la iglesia. Yo creo que la historia y los acontecimientos, me ha hecho pensar así. La fé, que considero es muy personal, va por otro camino. Pero para mí la historia de la iglesia es una... tarita.

Saludos,

JL