Wednesday, April 01, 2009

CAUTION: Driver Singing!

A través de los años muchos de nosotros hemos leído y practicado sobre las precauciones que debemos de tomar cuando estamos al mando del timón. Por ejemplo, la atención sobre lo que pasa a nuestro alrededor, andar atentos a cualquier incidencia extraña para poder reaccionar de forma segura, o, lo más básico, colocarse el cinturón de seguridad y respetar las señales de tránsito.


Eso es justamente lo que yo andaba haciendo cuando me empecé a acercar al automóvil que iba delante del mío. Era un Toyota Corolla, con placa de California. La automovilista andaba tarareando una canción y, yo, tratando de adivinarla.

Javier Lishner
Santa Clara, California
1 de abril de 2009

6 comments:

Yamileth said...

Recordado Javier, te he vuelto a leer por estos días: quizá tengo nostalgia de música y de radio. Ja, ella cantando; y tú, intentando adivinarle la canción. It sounds so good.

Yamileth LQ
(la ex niña seguidora del rock más oscuro, o algo así)

Anonymous said...

Hola Javier,

Cuando regreses por Lima, nuestra ciudad tan querida, sentiras como yo; que aun el mas incivilizado norteamericano al volante, es un anciano en silla de ruedas comparado con ( y perdoname la expresion)las BESTIAS que aqui creen que tener licencia de conducir les da derecho de ser dueños de las pistas y de disponer de ellas segun su apuro y sus necesidades.

Es buenisimo estar en tu pais de vuelta, pero es penoso saber que el civismo no se adopta ni se compra, es algo que si no te dieron en casa, pues jamas se lo enseñaras a tus hijos y asi el circulo sigue, como en las pistas, con muertos a diario, con la prensa mostrando nalgas para vender sus paginas de 50 centavos, como los futbolistas que prefieren la cadena de oro y el auto del año mientras la familia sigue viviendo en el callejon o correr por la camiseta de kaka o pato a pesar de perder 3 a 0 , etc etc etc.....como comprenderas muchas veces la culpa de todo en la vida es de los demas, me pregunto que pasaria si cada peruano se propusiera manejar mejor, no beber si maneja, o simplemente cruzar la calle con la luz en verde. Quizas mucho estarian vivos, quizas muchos estarian con la conciencia tranquila. Pero por mas leyes que inventen por mas campañas que se inicien, el cambio, debe empezar desde casa.

P.D.: Paso mas horas en taxi que nunca, creeme aun siendo peligroso porque no sabes que tipo de taxista te tocara, es menos riesgoso para tu integridad fisica, y eso de que los taxistas peruanos son los mas cultos del mundo, ya es obsoleto, cualquier tio con 50 soles en el bolsillo renta un auto por doce horas y ya Dios dira.

Un abrazo Javier, extraño la interestatal aun con sus atoros de hora punta..jajajajaaa

Luca/Lima

Javier Lishner said...

Hola Yamileth:

Un gustazo tenerte de nuevo rockin' around the blog. A propósito, ¿llegaste a ver a Iron Maiden en Lima?

Saludos,

JL

Javier Lishner said...

Hola Luca:

Leo, lo entiendo y me lo imagino. Y me da pena.

Aquí, en el sur de la Bahía, el tráfico no es tan pesado como en el sur de California. Esa tal vez sea una de las razones por la que soy un ser feliz.

Claro, que en las hora pico es bravo pero debo confiarte que en las horas pico jamás me verás en la carretera. O, porque estoy trabajando, o porque estoy manejando "through town", o porque estoy frente a este aparato escribiendo alguna nota.

Si fuera a Lima, seguro que andaría en taxi, aunque sabiendo que estaría arriesgando mi pellejo. Y no solo por el taxista sino por los demás choferes.

Ojalá que todo eso mejore. Pero, mientras la Educación esté por los suelos, no hay ley que pueda cambiar los malos hábitos.

Concuerdo contigo de que el cambio debe comenzar por casa. Hagamos algo.

Recibe un fuerte abrazo. El calor por aquí está muy fuerte. Cómo será en verano.

Saludos,

JL

Yamileth said...

No, Javier. No fui a ver a Iron Maiden, por simple rebeldía. Me molesta un poco que el ir a un concierto (ahora que empiezan a venir los que no venían) implique sentirse "in". Me parece hasta gracioso que gente que nunca había escuchado a Maiden (escuchar de verdad, conocer algunos de sus discos, ser capaces de tararear al menos un par de canciones)tuvieran sus entradas privilegiadas porque sí, porque querían estar ahí y ver qué bichos raros subían al escenario. Y son personas que en otro momento te mirarían de reojo por escuchar semejante ruido. Entonces, quizá, no quería estar con esos divertidos fanáticos advenedizos.

(todavía me queda cierta rebeldía que me la guardo para escribir)

un abrazo,

Y.

Javier Lishner said...

Hola Yamileth:

Lamento que no hayas ido a ver a una de tus bandas favoritas por aquello de que iba a ir público que nunca había escuchado a Maiden y solo por sentirse "in".

Esa fue tu decisión y mereces todo el respeto. Además, gracias por compartirla.

Muchos saludos,

JL