En el Perú
CLAUSURAN RADIO EN PISCO

Uno de nuestros asiduos visitantes nos escribe preocupado por el cierre de Radio Orión, en Pisco. Miguel, un lector interesado en la música y los disc jockeys que hicieron historia en la radiodifusión peruana, nos informa que "en cuatro días revisaron su expediente, salió la resolución de clausura, y fue la policía a decomisar los equipos...". O sea, la sacaron del aire.

Manipulado informe en donde el reportero toma partido.

Parece ser que el gobierno de turno y su Ministerio de Transportes y Comunicaciones -que se la había jurado a Radio Orión solo por oponerse al gobierno-, hizo lo que lo delata como un acto de censura a lo que, en la Constitución de la República, se llama "libertad de expresión".

Es cierto que la radio en cuestión no tenía licencia operativa vigente. Pero es aún más cierto que fue esa la emisora que, Jorge Del Castillo, el Primer Ministro peruano con cara de pocos amigos (desde la época en que fue el peor Alcalde de Lima), acusó de haber incitado a la población pisqueña cuando hace una semana llegó para conmemorar (en medio de escombros), la llegada del General San Martín a litoral peruano.

Pisco, fue la ciudad más afectada por el terremoto que azotó la costa del Perú el pasado 15 de agosto. Pero, hoy, no estamos para escribir de ineptitud, pérdida de carpas, colchones y alimentos, o de malversación de dinero (algo que fue muy usual durante el gobierno anterior de Alan García), sino para informar sobre el hecho y la forma en que decenas de encapuchados policías irrumpieron a medianoche la radio en cuestión (hogar de los dueños), llevándose sus equipos y sacándola del aire.

El terremoto no fue 8.4 pero tampoco 7.9. Lo dice la NASA.

¿Era Radio Orión la única que merecía ese trato por no renovar su licencia? O fue por la represalia de lo que el Premier con cara de pocos amigos denunció hace unos días, cuando la multitud, en Pisco, lo abucheó por su ineficiencia no dejándolo cumplir con su protocolo. El pueblo gritaba que el terremoto había sido de 8.4 grados (y no de 7.9 como informó el gobierno). Aparentemente, una catástrofe como esa, de 8 grados o más, convierte a los afectados en merecedores de una indemnización (aunque los letrados dicen otra cosa). Lo que olvidó Del Castillo fue lo que dijo luego de ser abucheado en la Plaza de Armas de Pisco, "Eso es un comportamiento subversivo (…) soliviantan a las personas de una manera inaceptable y la autoridad deberá tomar medidas". Pues, las medidas, se tomaron.

Qué coincidencia que fue la radio de la avenida Las Américas, en Pisco, la única que recibió ese trato. Y todo estaba bien, aún sin licencia, hasta que se enfrentó al gobierno. ¿Es así como opera ahora la Justicia en el Perú con hampones encapuchados y licencia en artes marciales, bajo las órdenes de este Premier y la presencia de un payaso llamado Fiscal de turno?

[LA ÚLTIMA: Otra vez Rey] Rafael Rey, el divino Ministro de la Producción, conocido por sus ideas retrógradas y reaccionarias, apoyando la movida de su colega de Transportes y Comunicaciones, dijo que democracia "no es sinónimo de desorden para que la gente haga lo que quiera". Eso es, seguramente, lo que le enseñan en el Opus Dei.

Javier Lishner
Santa Clara, California
16 de septiembre de 2007