Thursday, September 03, 2009

NO ES MÁS QUE UN HASTA LUEGO


Hoy finalizamos otra etapa en nuestro blog. Y es que nos vamos a tomar unas vacaciones antes de que por aquí termine el verano. Pero, no será por mucho tiempo. Volveremos pronto, más viejitos pero con las mismas ganas de escribir sobre la vida, la música y el amor a las cosas. Hasta entonces.

Javier Lishner
Santa Clara, California
3 de septiembre de 2009

Wednesday, September 02, 2009

¿Quién es Russell Gilbrook?
UNO MÁS EN LA LARGA LISTA DE HEEP


La siguiente es la respuesta a un mensaje que recibí hace poco más de dos años, preguntando por el entonces nuevo integrante de Uriah Heep, el baterista Russell Gilbrook. Recuerdo que, luego de publicarlo, me di cuenta de que a veces es posible escribir sin la necesidad de los puntos aparte. Todo fue escrito en un solo párrafo, por lo que me pareció interesante escribir un libro hilvanando eventos rockeros de toda la vida, sin capítulos, sin subtítulos, sin parar. No es difícil, es solo cuestión de intentarlo y, claro está, de no aburrirse.

Contesto rápidamente a tu interrogante. Russell Gilbrook tocó batería, entre otros, con Tony Iommi, guitarrista de Black Sabbath, el legendario cuarteto de Birmingham. Lee Kerslake, al tener que alejarse de Uriah Heep por problemas de salud, fue sustituido por Gilbrook. Por coincidencia, Lee Kerslake tocó también con Ozzy Osbourne, el compañero de Iommi en Black Sabbath. Por otra coincidencia, lo hizo al lado de Bob Daisley, el bajista que luego de tocar con Osbourne, con quien alguna vez lo vi en vivo, pasaría por Uriah Heep. Gilbrook ha de ser uno de los casi veinte integrantes que han pasado por Heep desde que se formó en 1969. Ahora, Don Airey, ex teclista de Rainbow, y actual miembro de Deep Purple, va a acompañar a Heep solo para su próxima grabación. Airey, es el mismo reemplazó en Purple a Jon Lord, quien, al igual que Kerslake, se retiró por problemas de salud. La edad, pues. Además, Airey también tocó con Ozzy Osbourne. Lo cierto es que Russell Gilbrook es un capo y también acompañó a Van Morrison, a quien, al lado de Cacaorock, me tocó ver de refilón en 2006, en San Francisco, abriéndole a los Rolling Stones. Esa noche tuvimos credencial de prensa y durante su show casi me quedo dormido. Gilbrook también ha tocado con Alan Price, brillante teclista británico, quien fue uno de los miembros de The Animals, en donde cantaba Eric Burdon. En The Animals también estuvo Chas Clandler, el bajista que llevó a Londres a un guitarrista desconocido llamado Jimi Hendrix. Chandler luego fue productor de Slade, quienes hicieron "Mama Weer All Crazee Now" y "Cum on Feel the Noize", que, una década más tarde, fueron realizados por Quiet Riot. Slade, al igual que Uriah Heep, se formó en Inglaterra en 1969, sino que ellos eran de The Black Country (West Midlands), y los Heep del área de Londres. Gilbrook usa platillos Zildjian, que son los que utilizó Alex Acuña cuando lo vi por primera vez tocando con Al Jarreau. Acuña ha trabajado para una recatafila de artistas desde Diana Ross, Paul McCartney y U2 hasta Elvis Presley, quien lo llamaba "The Inca". Pero Gilbrook nunca tocó con The Animals ni con Al Jarreau. Mas bien, Acuña, tocó con Los Hijos del Sol y antes con Weather Report. Me da pena por Kerslake porque fue uno de aquellos de nuestra época de chibolos cuando escuchábamos el Demons and Wizards y eso. Ah! Mira cómo son las cosas en esto del rock, Gilbrook es quien reemplazó en Bedlam, a Cozy Powell, de quien escribimos ayer, al recordar el día de 1989 que se nos fue para siempre. "La vida es una moneda", escribió el argentino Baglietto, mientras que Randy Bachman de BTO cantaba "Rock is my Life" en el álbum Not Fragile. Y claro, pesaba como 300 libras. Antes de que me olvide, el nuevo material de Randy Bachman aparecerá el 10 de abril bajo el título de JazzThing II. En él, participa Jay Geils, el fundador de la otrora famosa J. Geils Band. ¿Recuerdas "Centerfold" o "Freeze Frame"? Sonaron en la radio entre el 81 y 82. Y el disco anterior de ellos, Love Stinks, lo obtuve importado, porque me lo trajo mi hermano a su regreso de un viaje. Ahora que me acuerdo, ¿sabes con quién más ha trabajado Gilbrook? Con Peter Bardens, el teclista de Camel. ¡Qué grupazo! Y más aún si te gusta la música progresiva. A propósito, ¿qué será de la vida de Chaka Khan? Hace tiempo que no escucho de ella. La buena noticia de esta semana es que los doctores le han permitido a Tom Hamilton, de Aerosmith, que vuelva con el grupo después de su tratamiento del cáncer que le diagnosticaron. Cuando Aersomith vino el pasado 2 de noviembre, trajeron a David Hull como su reemplazante. Hull ya había tocado con the Joe Perry Project, o sea, ya era amigo de ellos. Adiós Kerslake. Lee entregó lo mejor de sí desde 1971 en Uriah Heep, incluyendo una presentación en Lima, el 21 de septiembre del año pasado. Bienvenido Gilbrook. Russell debuta con el grupo la próxima semana, el día 14, en el Katinkulta Festival de Finlandia. Espero que ahora tengas una mejor idea de quién es el nuevo miembro del grupo que completan Mick Box, Trevor Bolder, Phil Lanzon y Bernie Shaw.

Saludos,

Javier Lishner
Santa Clara, California
6 de abril de 2007

Tuesday, September 01, 2009

EL ARTE QUE SOLO QUEDÓ EN BOCETO

Conocí a Freddy Chirinos Peña a mediados de 1985, mientras con Sammy Sadovnik andábamos iniciando una campaña en favor de los niños huérfanos del terrorismo en Ayacucho, Perú. Pertenecíamos al elenco de Radio Panamericana de Lima, a la cual Freddy llamó para ofrecer sus desinteresados servicios. En realidad, Freddy se comunicó con nuestro colega Johnny López, tan norteño como él, y fue Johnny quien lo refirió a nosotros. "Yo no canto ni compongo, pero hago artes publicitarios", nos dijo, en clara referencia al trabajo musical que estábamos promoviendo. Freddy terminó por crear no solo el logotipo de Unidos -como se denominó la obra- sino también el diseño de la portada del disco que apareció al año siguiente.


Como quiera que el diseño gráfico era su especialidad, cosa que, además, hacía muy bien, Radio Panamericana le dio algunos trabajos. Entre otros, los artes gráficos de algunos de sus programas y, especialmente, los de sus espectáculos conocidos como La Más Más. Aquí, una muestra. Lo que también recuerdo es que, casi simultáneamente, Radio Studio 92, la otra líder en el sector de música denominada entonces juvenil, lo llamó para que le hiciera los suyos. Y Freddy se los hizo. Por esos días ya había comenzado su propia agencia, la que llamó Stilo Publicitario. El tiempo le traería a otros clientes. Entre los que recuerdo, Radio América y Radio Miraflores.

Allí, por ejemplo, en 1986, creó el arte del programa Instantes y, más tarde, el logotipo de Perú Rock. Eran días en que Stilo había cambiado de nombre a Perfil. Y como habíamos sido testigos de su nacimiento, en febrero siguiente, fuimos invitados a la celebración de su primer aniversario. La velada, con guitarra y con cajón, fue en el Rinconcito Trujillano. En 1988, volvimos a recibir la invitación, aquella vez, para la segunda celebración que sucedió en la Peña Los Morunos de Miraflores, en la calle Shell.

Mientras yo hacía un poco de televisión, Perfil también le creaba artes a la hoy desaparecida Radio 1160 y a otros nuevos clientes. Hasta que en 1992 cuando me tocó regresar a Radio Miraflores, Freddy y sus muchachos (esta vez Beto) hicieron el arte de El Gusano Eléctrico, el programa con el que volví a mi alma mater y el último de mi carrera. De inmediato, la gerencia pidió un arte general de su programación y es el que hoy publicamos. Sin embargo, por alguna razón, solo quedó en boceto y nunca se publicó. Y recién ayer pude encontrarlo.

Javier Lishner
Santa Clara, California
1 de septiembre de 2009

Monday, August 31, 2009

40 años no es nada
CUANDO EL PERÚ BAILÓ TANGO


En julio de 1969, Estados Unidos había lanzado desde Cabo Kennedy, en Florida, la nave espacial Apolo 11 que, finalmente, llevó al hombre a pisar la superficie lunar por primera vez. La transmisión en blanco y negro, como era usual en el Perú de aquel entonces, fue vista por toda la familia en el televisor de la sala de la casa. Al mes siguiente, la sala de la casa no sería el lugar de reunión de la familia para ver otro acontecimiento... más local, más íntimo, más peruano, pero también en blanco y negro. Fue el encuentro por las eliminatorias para el Mundial de México 70 entre las escuadras de Argentina y Perú, jugado el 31 de agosto, en la Bombonera de Buenos Aires.



En 1969, los países competían deportivamente por uno de los catorce cupos para asisitir al mundial de fútbol del siguiente año en México. Los dos cupos que completaban a los 16 participantes, los habían obtenido automáticamente, México, por ser el país anfitrión e, Inglaterra, por haber sido el más reciente campeón.

El grupo eliminatorio número 1 en Sudamérica estaba formado por Argentina, Bolivia y Perú. El ganador iría derechito al mundial. El favorito vestía rayas albicelestes, aunque el entrenador de la blanquiroja, el dos veces campeón mundial, Waldir Pereira "Didí", nunca pensó así. El estratega carioca había logrado un excelente elenco, formado principalmente por figuras de los clásicos clubes peruanos, Alianza Lima y Universitario de Deportes, y del Sporting Cristal, del que había sido su entrenador hasta que tomó las riendas de la selección. Por allí, incluyó a un juvenil jugador del Deportivo Municipal de nombre Hugo Sotil, a un par del Defensor Arica (Rafael Risco y Andrés Zegarra), y un experto del Juan Aurich de Chiclayo, llamado Eladio Reyes. Si hubo algo que el director técnico impuso desde el primer momento en ese grupo humano, fue la disciplina.

Perú había perdido por 2 a 1 en las alturas de La Paz, luego de un pésimo arbitraje del venezolano Sergio Chechelev. No obstante, se desquitó en Lima ganándole por 3 a 0. Con Argentina había hecho lo propio en su Estadio Nacional, llevándose un triunfo por el mínimo marcador, que fue anotado por su centro delantero, Pedro "Perico" León. Con sus dos triunfos, Perú andaba con cuatro puntos. Recordemos que en aquellos días el ganador solo sumaba dos y se daba 1 por el empate.

Mientras Bolivia también había obtenido cuatro puntos (por sus dos victorias como local), Argentina, solo había logrado dos. Estos reflejaban la victoria que los platenses, en Buenos Aires, habían obtenido ante la escuadra altiplánica. El encuentro de esa tarde en el estadio de Boca Juniors era decisivo tanto para los albicelestes, manejados por el ex-crack Adolfo Pedernera, como para el elenco de Didí. Un triunfo argentino dejaría a los tres países empatados en la primera posición. Un empate, sería suficiente para que el Perú fuera al Mundial y, de paso, dejar eliminado a Argentina por primera vez en su historia.

Estaba muy claro que ese 31 de agosto, en cancha xeneize, se definía el pase a la Copa del Mundo. Hasta ese día, el Perú había asistido solo una vez a un torneo de esa naturaleza, de los ocho que se habían realizado desde su inauguración, en Montevideo, Uruguay, en 1930. Y lo había hecho justamente en ese primer campeonato al que fue como invitado. Pero, entonces, ya era 1969 y la posibilidad de hacerlo por méritos propios estaba cerca.

Era domingo. La familia había pasado el fin de semana en la casa hacienda de los Cillóniz, en El Carmen, Chincha. En una de las inmensas habitaciones de la casona del siglo XVII -que aún no era hotel- los invitados mirábamos hacia un solo televisor, con antena de conejo, que transmitía vía satélite desde Argentina. El Perú contaba con Rubiños, Campos, La Torre, Chumpitaz, Risco, Challe, Cruzado, Baylón, León, Cubillas y Ramírez. Argentina lo hacía con Cejas, Gallo, Perfumo, Albrecht, Marzolini, Rulli, Brindisi, Pachamé, Marcos, Yazalde y Tarabini.

Esa tarde, el Perú tuvo varios ausentes. Expulsados en Bolivia, Ramón Mifflin y Nicolás Fuentes, estaban suspendidos. Pero la más importante ausencia en la Bombonera fue la del experimentado puntero izquierdo, Alberto Gallardo. Didí, que parecía sabérselas todas (y que Challe y "Perico" aprovecharon esa tarde), preparó muy bien a su reemplazante. Era el hábil y veloz jugador del Universitario de Deportes, Oswaldo "Cachito" Ramírez, de 22 años, quien estaba próximo a escribir su propio capítulo.

El primer tiempo terminó sin goles, con un equipo peruano mostrando convicción en cancha ajena y con un público que, cercano al gramado, los provocaba. Hasta que, a los siete minutos de comenzado el segundo tiempo, se escapó "Cachito" y llegó el primer gol peruano. La Bombonera quedó muda, que no era lo usual. No obstante, en el minuto 33, Orlando La Torre, el zaguero peruano, originó un penal que la pierna del defensa Rafael Albrecht le dió el empate a Argentina. Pero no fue por mucho rato. En solo dos minutos, "Cachito" volvía a desequilibrar el marcador. Mientras Pedernera se mordía las uñas y fumaba empedernido, en todo el Perú, y en la Hacienda San José, se celebraba al unísono el golazo.

Siete minutos más tarde, faltando tres para el final, Alberto Rendo, el célebre mediocampista albiceleste, marcó el segundo para su equipo. 2 a 2. En su brillante carrera, Rendo nunca había dejado de festejar un tanto, hasta esa tarde. Tomó el balón del arco de Luis Rubiños y, sin felicitación alguna, lo puso rápidamente en medio del campo. Para desdicha de los peruanos, el árbitro decretó cinco minutos de tiempo adicional. El Perú ya jugaba con diez hombres por expulsión de La Torre. Argentina con Miguel Angel Brindisi metió uno más que por un segundo dejó sin habla a veinte millones de peruanos. Pero el árbitro (creo que Hormazábal de Chile) no validó el gol. Perú empató en la Bombonera y Didí fue levantado en hombros. En Chincha, los tíos se abrazaban y yo no entendía el porqué.

De regreso, casi en caravana, los choferes -incluído papá y los tíos queridos- se la pasaron tocando el claxon las dos horas y media de viaje a Lima. Recuerdo la algarabía pero seguía sin entender el porqué. Llegando a la capital, los ciudadanos habían salido a las calles. Fue la primera vez que veía una celebración como tal. Creo que fue la primera vez que la hubo. El Perú había bailado tango en Buenos Aires y se preparaba para cantar mariachis el siguiente año.

Javier Lishner
Santa Clara, California
31 de agosto de 2009

NOTA RELACIONADA:
- CUANDO EL PERÚ JUGABA AL FÚTBOL


Saturday, August 29, 2009

SPANDAU BALLET EN CORTO

Si alguna vez alguien necesitara una referencia para conocer los artistas y grupos que andaban en sus quince minutos durante mediados de los años ochenta, podría encontrar una gran ayuda acercándose al cartel de participantes en Live Aid, uno de los eventos que marcó un punto importante en la música de aquella década. Algunos de ellos, incluso, habían formado parte de los intérpretes que -en noviembre del año anterior- habían grabado bajo el remoquete de Band Aid. Fue el caso de Spandau Ballet; específicamente, de su vocalista Tony Hadley.



La primera vez que supe de la existencia de Spandau Ballet fue en 1981, cuando sus fotografías aparecieron en una enciclopedia a todo color que obtuve y que sobrevivió al lado de mi discoteca. Contenía exclusivas gráficas de muchos de los que habían hecho la historia del rock and roll hasta ese entonces. Lo interesante del libro de Robert Ellis, llamado The Pictorial Album of Rock, es que no solo incluía clásicos nombres como los de David Bowie o Jethro Tull sino también nuevos rostros como los de Toyah Willcox, Adam Ant y Siouxsie & the Banshees. Si bien es cierto que éstos habían iniciado su carrera poco tiempo antes, sería durante la siguiente década en que obtendrían sus máximos lauros.

Steve Dagger es un nombre clave para la historia de Spandau Ballet. Ellos lo recuerdan como el "Peter Grant del movimiento post-punk". Fue elegido manager por sus dos miembros fundadores, el cantautor Gary Kemp y el guitarrista Steve Norman. Los otros miembros, quienes eran compañeros de estudios de Kemp y Norman, fueron, el baterista John Keeble y el bajista Michael Ellison. Con la llegada del cantante Tony Hadley, la semilla del nuevo grupo quedó formada. Se hacían llamar The Makers.

Como en muchos casos en la historia del rock, hubo cambios iniciales y fue así como Richard Miller reemplazó a Ellison. Finalmente, Martin Kemp, hermano del fundador, se quedaría con el puesto. Ya se llamaban Spandau Ballet. Hicieron dos discos antes de quebrar su propio récord publicando True, lanzado en marzo de 1983.

Ese fue el año que me tocó integrarme al elenco de Radio Panamericana de Lima. En aquellos días, la emisora, líder en la capital peruana, tenía una programación de música variada, principalmente en inglés. Hasta que un día, uno de sus disc jockeys ingresó a la cabina de la frecuencia modulada mientras yo hacía programa, y mostró un disco llamado "True". Había conseguido la placa importada la noche anterior, creo que a través de una de sus amistades. La grabamos en un cartucho (como se llamaba a esos aparatos reproductores aún servibles), y el resto se convirtió en historia. "True", con su sonido fresco de sintetizadores, los intrépidos guitarreos del mayor de los Kemp y la muy bien estructurada voz de su vocalista, se convirtó en éxito en muy poco tiempo. Parecía solo el eco de lo que estaba pasando en el mundo. Spandau Ballet había dado en el clavo. Le siguieron, "Gold", "Communication", "Only When You Live", y hasta "Lifeline", que había sido el primer disco sencillo del álbum que, Chrysalis Records, había lanzado bajo la producción de Steve Jolley y Tony Swain.

Desafortunadamente, a pesar de la popularidad que les dio el disco, Spandau Ballet nunca más pudo superar su propia marca. Para finales de la década, y luego de tres placas más, la banda había llegado a su fin. "True", quedó como un claro ejemplo de su corto pero importante paso por los anales del rock. Del new romantic, como se le denominó a su corriente.

Javier Lishner
Santa Clara, California
29 de agosto de 2009

Friday, August 28, 2009

EL JURAMENTO DE KENNEDY

La muerte de Ted Kennedy, hizo que desapareciera el último bastión de esa generación de una influyente familia en los Estados Unidos. El senador Kennedy sirvió en el congreso de este país por 47 años, convirtiéndose en uno de los tres de mayor larga duración en el cargo. A sus 77, Edward Moore Kennedy, nacido en 1932, sucumbió al cáncer el martes último en su residencia de Hyannis Port, Massachusetts, a tan solo dos semanas del fallecimiento de su hermana Eunice. La familia Kennedy, llamada "dinastía" en algunos medios, vivió entre la tragedia y la gloria. Y de los nueve hermanos, ahora solo vive Jean Kennedy Smith, de 81 años.


A raíz de la reciente partida del senador Kennedy, se ha vuelto a escribir sobre sus hermanos, John Fitzgerald y Robert, quienes fueron asesinados durante la turbulencia de la década del sesenta. John, conocido por sus iniciales JFK -y el mayor de todos (porque Joseph Jr. había muerto a la edad de 29 durante la segunda guerra mundial)-, fue electo presidente en 1960 luego de derrotar al entonces vice-presidente, Richard Nixon, en una de las más reñidas elecciones en la historia de los Estados Unidos. JFK, quince años mayor que Ted, le dejó su puesto en la Casa de Representantes a éste, quien lo asumió en 1962. Pero, pasado el mediodía del 22 de noviembre de 1963, una mano asesina cambió el rumbo de la historia. JFK tenía solo 46 años.

Dentro del gabinete de secretarios de Estado que sirvió al corto período de John F. Kennedy, estuvo otro hermano. Se llamaba Robert, y había nacido ocho años después que él. Robert Francis Kennedy fue la cabeza del Departamento de Justicia, también conocido como Procurador General. Su biografía dice que sirvió en ese cargo hasta 1964 y, al año siguiente, juramentó como senador por Nueva York. Al igual que sus dos hermanos, "Bobby", estuvo envuelto en favor de los derechos civiles de los ciudadanos. Además, hizo campañas en contra del crimen organizado (la mafia). Pero, el 4 de junio de 1968, luego de una exitosa presentación en Los Angeles, ya en su hotel, otra mano maldita apretó el gatillo enviando al senador al Good Samaritan Hospital, donde pereció la mañana siguiente. Tenía 42 y dejaba once hijos. La última, Rory, nació seis meses después del acontecimiento.



Caroline, la hija mayor de JFK, tal vez sea la más representativa figura de la familia, luego del trágico accidente aéreo que se llevó a su hermano, John F. Kennedy Jr. en 1999. Caroline Kennedy, fue una de las más activas asesoras del entonces candidato Barack Obama, hoy presidente de la Nación. Por su parte, Patrick Joseph Kennedy II, el hijo de Ted, nacido en 1967, es actualmente miembro de la Casa de Representantes por el Estado de Rhode Island.

Hoy, entre mis rarezas, encontré este disco de 45 r.p.m. con la voz de John F. Kennedy cuando acepta la candidatura demócrata y cuando, al siguiente año, da su discurso inaugural y jura como el trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos. Al día siguiente, nacía yo... Será que por eso lo tengo. Muy aparte de mi admiración a sus creencias.

Javier Lishner
Santa Clara, California
28 de agosto de 2009

Thursday, August 27, 2009

SORPRESAS TE DA LA VIDA

Anoche, trabajando con mi amigo Bill, con quien estamos inmersos en un proyecto, me enteré de un dato que cambió mis conocimientos luego de 37 años. Que "Without You", la canción que Harry Nilsson impuso en 1972, que llegó a casa en disco sencillo para la Navidad de ese año, y que a través del tiempo ha tenido casi doscientas versiones, no fue compuesta por el cantautor norteamericano amigo de John y Ringo. Es cierto que el tema en cuestión no fue su único éxito (tuvo otros como "Everybody's Talkin'" y "Coconut"), aunque sí fue el mayor. Pero no fue escrito por él.



A estas alturas dudo que haya algún seguidor de la música que nunca haya escuchado esta canción. Al menos, en alguna de sus versiones. Una de las mejores que escuché fue la de Mariah Carey. Otra, la de Air Supply. Fue compuesta por Pete Ham y Tom Evans, miembros del desaparecido Badfinger, protegidos de los Beatles. Bueno, desaparecidos miembros del recordado Badfinger. Porque Ham cometió suicidio en 1975 a la misma edad que murieron Brian Jones, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison y Ron McKernan. Y, Tom Evans, hizo lo propio en 1983, cuando contaba con 36 años. Ambos casos parecieron relacionados a frustraciones por trafas que se les hizo con sus regalías y el manejo de su dinero.

Hoy, los compositores de "Without You", descansan en paz. Nilsson también. Y Mama Cass y Keith Moon, quienes perecieron en la casa de Nilsson en Londres (ella en 1974 y él en 1978), también se encuentran en el mismo lugar. Espero que todos haciendo música. Mientras acá los recordamos con el afecto de siempre.

A propósito, escuchar a Bill contar las historias del viejo Fillmore, del desaparecido Winterland, o de las interminables noches con los Grateful Dead, es verdaderamente emocionante. Aquí está la versión de Badfinger.

Javier Lishner
Santa Clara, California
27 de agosto de 2009

Wednesday, August 26, 2009

LA VIDA

Hace exactamente un mes, leyendo el blog Actualidad y Cultura de Jorge Sáenz, me encontré con un poema escrito por él, al que llamó La jodida vida. Por esos días, estaba pensando referirme a la pasión y la vida. Al final solo publiqué un breve comentario sobre la pasión, luego de leer otro poema en la red. En esa nota de Jorge, uno de sus lectores, Canalla, había dejado un comentario en el que decía: "Para mí la vida es una película constante, un video juego, una aventura donde hay de todo. La cosa es no tomársela tan en serio, porque uno no sabe cuándo es el fin o se te acaba la visa, y el juego termina...". Me identifiqué con el párrafo con la única diferencia de que, justamente por todo eso, yo sí me tomo la vida en serio.



Live as though heaven is on Earth. Esta fue la frase que encontré un tiempo atrás escrita sobre un mosaico. Aunque un poco religiosa, me pareció interesante. Vive como si el cielo estuviera en la Tierra. Es que como yo no creo que exista ese cielo (el "heaven"), entonces como que no debería prestarle mucha atención a la palabrita. Pero como quiera que el término tiene relación con la gloria, a veces, incluso, lo he usado... y lo seguiré usando. De paso, me identifico plenamente con aquello de "Live life to the fullest" (Vive la vida al máximo), que creo que le pertenece a Ernest Hemingway y que podría tener una relación directa con lo escrito en el mosaico. Qué viva la vida. (FOTO: Javier Lishner).

Javier Lishner
Santa Clara, California
26 de agosto de 2009

Tuesday, August 25, 2009

LA VEZ QUE MAGALY ESCRIBIÓ SOBRE LISHNER

Conocí a Magaly Medina a fines de los ochenta, a través de sus artículos publicados en la desaparecida revista Oiga. En sus oficinas de redacción, a través del tiempo, había podido conocer personalmente a algunos de los periodistas del semanario. Entre ellos, Gerardo Barraza, Antonio Torres, y el recordado Pedro Planas. A Magaly, no. Pero hubo un tiempo en que, como lector de la publicación, comencé a prestarle atención a su columna que, si mal no recuerdo, solía aparecer en las últimas páginas. Desde entonces, sarcástica y directa. Medina era mi amigo Gastón, el popular "Wolfie" de la radio; y, Magaly, era quien tenía una columna de correos del corazón en el diario Ojo (El correo de Magaly). Pero, ni uno ni otra, emparentados con la periodista huachana.


Hasta que un día de 1990, poco antes de iniciar mi labor en Fantástico, recibí una llamada de ella. Se había enterado que estaba por debutar en el popular programa de Panamericana Televisión y deseaba hacerme una nota. Me invitó a la oficina de la revista pero nuestro encuentro terminó realizándose en el canal de televisión. La nota apareció publicada el 15 de enero, una semana antes de mi primer programa al lado de Rocky y Katia. A continuación, la pluma de "la Urraca".

Fuera de cámaras Javier Lishner es un muchacho agradable, simpático, más delgado y menos alto de lo que parece en televisión, tiene la piel bronceada y muestra una incipiente calvicie. Si usted lo encuentra en la calle lo confundiría con cualquier joven de su edad.

Pero él no es cualquier muchacho. Durante nueve años condujo un programa radial por Radio Miraflores y su voz se hizo conocida por un gran sector juvenil. De pronto fue llamado al canal 13 donde estuvo al frente de "Mirando la radio". Hace un mes renunció a esa televisora y acaba de firmar un jugoso contrato con Panamericana Televisión para coanimar el programa "Fantástico" junto a Katia Crovetti y Rocky Belmonte.

Lishner, de 28 años, confiesa emocionado que durante años albergó la ilusión de llegar a la pantalla chica y por ello trabajó duramente en varios programas radiales adquiriendo experiencia y haciéndose de un nombre. Su momento ha llegado. El lo sabe y está dispuesto a aprovecharlo.

"Esta es mi gran oportunidad, mejor dicho la oportunidad de mi vida", expresa con seriedad. Sabe que la tarea no será fácil pues estará incursionando en el terreno de la animación y no de un programa musical (que es realmente lo que ha hecho hasta ahora), pero manifiesta que está dispuesto a enfrentar el reto.

Además se ha propuesto, este año, despegar como productor independiente y ha formado una empresa -"Bad Boys"- que se dedicará a promocionar, representar y organizar eventos artísticos. Aunque ha estudiado administración de empresas, siente inclinación por el periodismo y actualmente es colaborador de un diario de circulación nacional y de revistas dedicadas al rock.

Javier Lishner se confiesa una persona muy normal, amante de las playas, las fiestas (le encantan) y, por supuesto, de las chicas... sobre todo si son rubias. A propósito de sus gustos acerca de las féminas preguntamos por Sonia Freundt. Sólo una sonrisa media picaresca y enigmática contestó nuestra interrogante. ¡Ah!, pero si alguna chica rubia se quiere acercar a él debe hacerlo hablando de música, porque en este campo, sobre todo si se refiere a rock clásico, Lishner es un experto. En su casa tiene nada menos que una discoteca con seis mil discos. Encabezando la colección se encuentran Deep Purple y Jethro Tull.

En estos momentos Javier se siente "Fantástico" y en su cabeza aún bullen sueños. Como algún día tener un programa donde pueda entrevistar con la misma facilidad a Mick Jagger o a Miki González. (M.M.V.)


Ahora comprendo porqué cada vez que escucho sobre Magaly Medina Vela, o veo noticias de Magaly TeVe, recuerdo de mi incipiente calvicie. Aunque a estas alturas, ya casi no importe. Amén del titular, después de veinte años, creo que la periodista y ahora conductora de televisión actuó con cordura.

Javier Lishner
Santa Clara, California
25 de agosto de 2009

Monday, August 24, 2009

¡Qué pesados!
AC/DC VUELVE AL SILICON VALLEY


Hace rato que San Jose se volvió una ciudad de rock and roll. Lo que al principio creía que solo era el refugio de los Doobie Brothers, fue cambiando conforme fue pasando el tiempo. Y es que el rock and roll vive aquí desde que prácticamente nació. Pero eso merece una nota aparte. Lo cierto es que son los artistas y grupos los que mantienen la capital del Silicon Valley con alma y corazón.


El verano aún no termina, y la serie de conciertos tampoco. Claro que algunos -como el caso del Bridge School Benefit de Neil Young- se celebran más allá de la temporada estival. No es el caso de la próxima visita de AC/DC, banda que estuvo en Oakland en diciembre del año anterior. Esta vez, el combo australiano ha pactado con el HP Pavilion de San Jose para el miércoles 2 de septiembre.

No todos los días se ve a bandas que no se hayan maleado con recopilaciones, que no le hayan jugado a la baladita fácil o que, por ejemplo, no pierdan el tiempo presentando en el escenario a sus integrantes. Estos shows son de puro rock and roll. Y nuestra agenda dice que no debemos faltar.

Angus la última vez que pasó por aquí. (FOTO: Javier Lishner).

Hace 25 años, cuando los vi por primera vez, no me preocupé de nada. Cargué con mi credencial de prensa y todo lo demás vino con el paso de la noche. Ahora, no confío en el paso de la noche. Además, me aseguro de llevar tapones para los oídos, lentes, binoculares por si fuera necesario, y gorrito para proteger la mollera de algunos astutos que tiran cosas sabiendo que uno no tiene defensas en esa específica parte del cuerpo humano. Felizmente, el alma y el corazón siguen siendo los mismos.

Javier Lishner
Santa Clara, California
24 de agosto de 2009

Sunday, August 23, 2009

Felicidades Keith
EL CIELO DE FIESTA

Como muchos de los que se volverían estrellas, Jeff Beck inició su carrera haciendo trabajos de sesión. Hasta que un día Eric Clapton decidió dejar a los Yardbirds. Entonces, otro músico de sesión lo recomendó para ocupar el puesto de guitarrista. Se llamaba Jimmy Page. El tiempo haría que Beck también abandonara la banda (aunque es sabido de boca del propio músico, que fue echado por sus compañeros) y, entonces, esa vez, Jimmy Page recién asumió el puesto.


El 23 de agosto de 1946 fue un día particular para la música. Y lo fue especialmente porque nació uno de los más divertidos personajes que participaría activamente de aquel festín del nuevo género que estaba por dar a luz. Fue bautizado como Keith John Moon, y, desde pequeño destrozó mucho de lo que estuvo a su alcance. A los 17, y luego de reemplazar a Doug Sandom, se convertía en el baterista del incipiente grupo The Who.

Nadie mejor que Jeff Beck ha hablado sobre Keith Moon. Se conocieron en los albores de los sesenta mientras frecuentaban juntos los mismos locales de música en Londres. Y se hicieron amigos, juerguearon juntos y varias veces se salvaron de morir debido a las locuras que Moon hacía con sus automóviles y motocicletas. Pero el ingreso de Moon a The Who, empezó a borrar la esperanza de poder hacer algo juntos. No obstante, a pesar del éxito que Moon empezó a tener al lado de Daltrey, Townshend y Entwistle, Beck siguió tentándolo para formar otra banda. Y hablaron. Y lo hicieron junto a los otros posibles miembros: Jimmy Page, John Paul Jones y el pianista Nicky Hopkins. De acuerdo a algunos estudiosos, ese hubiera sido el primer súper grupo de la historia, precediendo a Cream y a la Experience de Jimi Hendrix. Pero no todo quedó allí. En mayo del 66, Beck y los mencionados, Page, Jones, Hopkins y Moon, ingresaron a los IBC Studios de Londres para grabar "Beck's Bolero". El resultado fue una joya instrumental que para muchos es la piedra angular de lo que se vino a llamar rock pesado e, incluso, de la música progresiva. Fue entonces cuando Beck decidió dejar tranquilo a su amigo, el baterista de The Who, y formar la primera encarnación de The Jeff Beck Group.

En entrevista concedida a Tony Fletcher, en 2000, el guitarrista habla de su amigo dos años menor que él. "Keith y yo nos conocimos en el Speakeasy y otros clubes que eran huecos fijos. Cuando Carnaby Street abrió por primera vez era fácil poder encontrarse con él en ese lugar. Cada dos días aparecía con una nueva camisa, las que podía pagar. Pero, sobre todo en clubes nocturnos. El Cromwellian, y lugares como ese. Me llevé con él de la manera más fácil. Townshend era un poquito, fuimos ... una especie de competencia. Me llevé muy bien con Keith en un nivel muy loco. Fue siempre una gran terapia estar con él".

La vida de Keith Moon fue en efecto muy loca y pasó muy rápida. Tan rápida y loca como su manera de tocar el instrumento que dominó hasta poco antes de su muerte en septiembre de 1978. Ese fue un día muy triste porque se fue uno de los más amenos y ocurrentes personajes en los anales del rock and roll. Y en momentos que hacía todo por dejar de lado alcohol y drogas. Historias y anécdotas de Keith Moon abundan en Internet. Algunas son todavía leyendas pues, a pesar del tiempo, aún no han sido confirmadas por amigos del finado músico. Otras son tan reales como que hasta su público fue testigo. Como la vez que sucumbió en pleno escenario mientras The Who iniciaba su gira norteamericana del 73, presentando Quadrophenia, en el Cow Palace de San Francisco.

Hoy, mientras Jeff Beck cuenta con 65 abriles, Keith Moon estaría cumpliendo 63. Pero no nos lo imaginamos. Incluso, el propio Beck le confió a Fletcher: "No creo que a Keith le hubiera gustado tener 50 años". Hoy celebramos la vida de quien para muchos fue, aunque no el más técnico, el más grande baterista de rock and roll. Casi una máquina de carne y hueso. (DIBUJO: Ronnie Wood).

Javier Lishner
Santa Clara, California
23 de agosto de 2009

Saturday, August 22, 2009

¡Oh, diosas!
MUJERES EN EL ROCK

Muchos consideran que Sharon Osbourne le salvó la vida a su célebre esposo, el vocalista original de Black Sabbath. A ella la tuve muy cerca un par de veces, cuando acompañó a Ozzy a sus dos inolvidables presentaciones en Rio de Janeiro, en enero de 1985. Para ese entonces, la señora Osbourne ya llevaba los pantalones de su marido. Había que pasar por ella, para robarle una entrevista al cantante de populares temas como "War Pigs", "Paranoid" o "Children of the Grave".

Simpática y sagaz, Sharon Osbourne, esposa de Ozzy.

Años después, la veríamos participando con su familia en un sintonizado programa de la televisión norteamericana. Y es que la pequeña mujer, si bien es cierto que tiene la reputación de dama estricta y mandona, también es perspicaz y graciosa, cosa que supo explotar en la pantalla chica para bien de sus nada alicaídos bolsillos. Porque, si de dinero se trata en la familia Osbourne, ya sabemos con quién hay que tratar. De lo contrario, pregúntenle a tantos grupos que han sido parte de los ya establecidos Ozzfest, eventos musicales del verano estadounidense, creación suya, que en 2006 cumplió sus primeros diez años. Bueno, no tan "creación suya", pues supongo que la idea original fue tomada de los Lollapalooza de Perry Farrell. Empero, la señora Osbourne hizo el propio a su manera para el agrado de los headbangers. Y en los que alguna vez yo también me pachangueé.

En 2002, la señora afrontó el cáncer al colon. Tuvo la valentía y firmeza de recibir la quimoterapia mientras The Osbournes se encontraba en el aire. Tras sobrevivir a la enfermedad, inició dos programas; uno, dedicado a la familia, The Sharon Osbourne Show, y, otro, no televisivo, llamado The Sharon Osbourne Colon Cancer Program.

Casada con Ozzy desde 1982, tiene tres hijos: Aimee, Kelly y Jack. Inició su carrera de manager, tan rápido como su marido fue separado de Sabbath, en 1979. En su currículo también figura el haber trabajado con nombres como Gary Moore, Motörhead y Electric Light Orchestra. Hasta ahora no se ha sabido que ella haya sido la razón por la que Ozzy no forme parte del reunido Black Sabbath, que vuelve este año para recrear la época de cuando Ronnie James Dio se puso al frente, reemplazando al legendario esposo Osbourne. Y mientras Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward se preparan con Dio; por su parte, los Osbourne -por no decir Sharon- acaban de anunciar que el OzzFest de este año se llamará FreeFest, ya que los boletos, a diferencia de los años anteriores, serán gratis. Ella y su clan han logrado que algunas firmas auspiciadoras cubran los gastos del evento, para que la audiencia pueda ingresar sin costo alguno. Ahora, solo falta lo más importante: la relación de bandas participantes. Como siempre, todo queda en manos de Sharon.

Durante sus días de juventud, Pattie Boyd fue una hermosa modelo. Cuentan que Eric Clapton cayó prendado de ella, mientras ella andaba casada con su mejor amigo, un Beatle llamado George Harrison. Incluso, que la baba le hizo escribir "Layla", acaso una de las mejores composiciones en la carrera del guitarrista inglés que, por ese entonces, era llamado God.

Modelo Pattie Boyd, ex-esposa de George Harrison y Eric Clapton.

La Boyd se casó con el Beatle el día de mi cumpleaños, en 1966 (ver foto de aquel día). La amistad con Clapton vendría años después. Dicen que comenzó cuando el guitarrista fue requerido por Harrison para grabar "While My Guitar Gently Weeps". Muy pronto, Clapton empezaría a frecuentar la residencia de los Harrison y, todo lo que vino después de su ciego amor por la Boyd, fue culpa de la impotencia de no poder tener en sus manos a la bella modelo. En 1973, mientras Clapton andaba sumido en lo más bajo del camino a la muerte (heroína incluída), Pete Townshend, el entonces irascible guitarrista de The Who, lo rescató organizándole su vuelta a las tablas en un súper evento en el londinense Rainbow Theatre. Aconteció el 13 de enero, con camaradas incondicionales como Steve Winwood, Jim Capaldi, Ron Wood y Rick Grech. Entre los temas que interpretó aquella vez "el dios de la guitarra", estuvo una magistral versión de "Little Wing", de su amigo Jimi Hendrix, a quien la droga sí terminó por acabarlo.

Mientras George andaba más en la India y con sus nuevos amigotes de la religión hindú (Ravi Shankar, entre ellos), apareció un tercer personaje quien se metió en el medio de todos, y también se enamoró de la modelo. Su nombre era Ron Wood, entonces guitarrista de los Faces. Y mientras Clapton y Wood, cada uno desde diferente lugar, miraban con afecto hacia la residencia de los Harrison, la intensa espiritualidad del hombre de la casa, por esos días, lo llevó a enamorarse de Maureen, la esposa de su ex-compañero de grupo, Ringo Starr. Pero, aquello duró poco. En 1974, la señora Boyd no pudo aguantar más las infidelidades del hombre de la casa, y viajó a Los Angeles, al hogar de su hermana menor, Jenny, esposa de Mick Fleetwood, baterista y fundador de Fleetwood Mac. Hasta ahora no he escuchado ni leído de malas intenciones ni mañoserías del barbado Fleetwood con su hermosa cuñada, las que sí tuvo luego en su propio grupo, con la entonces joven cantante de nombre Stevie Nicks, quien, en 1975, había llegado a la banda, empatada con el guitarrista Lindsay Buckingham. Pero, esa es otra historia... Para (casi) finalizar el zafarrancho, Harrison y Boyd, terminaron por divorciarse en 1977, por coincidencia, el año de Fleetwood Mac. Y Clapton, quien seguía prendado de la ya madura modelo, le escribió otra canción: "Wonderful Tonight". La ventaja que tuvo Clapton aquella vez fue que ya había dejado las drogas. El final feliz entre Eric y Pattie se hizo realidad en Tucson, Arizona, el 27 de marzo de 1979. Desafortunadamente, para esta feliz historia, mientras Clapton procreaba vida con otras damas y volvía a la vida loca, la Boyd -quien nunca pudo tener descendencia-resolvería abandonarlo diez años más tarde.

De George para Pattie: "Something".

Pattie Boyd, además de su labor de fotografía, se dedica a SHARP (Self Help Addiction Recovery Programme), una organización para asisitir a los alcohólicos y drogadictos, la que fundó en 1991 con Barbara Bach, la (actual) esposa de Ringo. Como bien declaró alguna vez la propia Pattie, "es increíble cómo todos seguimos con vida". Obviamente, se refería al festín de droga y alcohol que ella, sus ex-esposos, Ringo y compañía, se dieron durante sus años mozos. Y cada vez que la radio toca "Something" de los Beatles, se nos viene a la memoria la musa que inspiró al recordado George, a escribir tan hermosa canción.

Y si de Beatles se trata, en esta corta historia de féminas ligadas al rock, no podía faltar Yoko Ono. Dicen muchas lenguas que fue ella la manzana de la discordia que provocó la separación definitiva del grupo musical más popular en la historia del rock and roll. Si eso fue cierto o no, a estas alturas, ya casi no importa. Dos de ellos se fueron al cielo (incluyendo a su esposo), uno anda medio maluco con eso de su divorcio con la muchacha que le quitó una pizca de su fortuna y, el otro, bajo el mando de Dave Stewart -del recordado dueto Eurythmics-, está próximo a lanzar su nueva aventura musical. Ringo no deja de trabajar. Pero, esta vez, nos estamos refiriendo a la señora Ono-Lennon, cuya fama le llegó al unirse a John Lennon, más no (toda) su fortuna.


Bella e influyente, Yoko Ono, esposa de Lennon.

Mucho antes de conocer al Beatle, en 1933, Yoko Ono había nacido en Tokio de una familia de banqueros nipones. Creció yendo a exclusivos colegios y, a los 19, mientras estudiaba, conoció en Nueva York a su primer esposo, Toshi Ichiyanagi. Se casaron en 1956. Seis años más tarde volvió a Tokio, se divorció de su marido y se casó con Anthony Cox, respetado músico de jazz y productor cinematográfico. Con Cox, tuvo una hija llamada Kyoko. Pero fue recién en 1969 cuando Yoko, divorciada por segunda vez, contrajo nupcias con John, el popular miembro de los Beatles, quien había hecho lo propio con Cynthia Powell (con quien había tenido a Julian, su primogénito). Otro zafarrancho de amor que se selló en Gibraltar. Al siguiente año, la separación de los Beatles se hizo inminente. Y aconteció.

The Beatles: "The Ballad of John and Yoko".

Muchos señalaron a la señora Ono-Lennon, de haber llevado a la ruina al famoso cuarteto de Liverpool. Pero, John, estaba feliz. Finalmente, la pareja tuvo su premio. Y se llamó Sean Lennon. Sean nació en 1975 y, sin querer, hizo que su famoso padre, nacido el mismo día (9 de octubre), abandonara temporalmente su carrera, para hacerse cargo de él durante sus primeros cinco años de vida. Cuando todo estaba listo para su regreso, con un disco grabado con Yoko, titulado, Double Fantasy, un pobre diablo de nombre Mark Chapman, cambió el rumbo de la historia con cinco disparos, cuatro de los cuales perforaron el cuerpo de Lennon. Lo que Yoko vivió frente a su departamento del Edificio Dakota, en Nueva York, el 8 de diciembre de 1980, no lo podrá contar nadie. El ver caer desplomado a su esposo, un poco antes de las once de la noche, le dio a esa mujer la fuerza para seguir en la lucha diaria durante las siguientes tres décadas. Próxima a cumplir los 74 (el 18 de febrero), sigue grabando discos, haciendo esculturas, pintando, dando charlas, participando en exposiciones y apoyando lo que ella, y su difunto esposo, siempre promovieron: la paz. Y diga lo que se diga de ella, Yoko Ono fue, desde sus inicios, una innovadora, en las artes plásticas y en la música. Sino que lo digan Chrissie Hynde, Bjork, miembros de Sonic Youth o the B-52's. Sin duda alguna, la dama del avant-garde, aunque, como sus compañeras, controversial.

Javier Lishner
Santa Clara, California
6 de febrero de 2007

Friday, August 21, 2009

WHERE ARE THEY NOW?

Esta foto pertenece a 1994. Desde entonces han pasado quince años. Fue tomada en la céntrica Bascom Avenue, la que une las ciudades de Santa Clara, San Jose, Campbell y Los Gatos, en el sur de la Bahía de San Francisco. En septiembre, aunque en diferentes fechas, se anunciaba para el mismo local (el Shoreline Amphitheatre de Mountain View), a algunas figuras como John Mellencamp, Steely Dan, the Moody Blues, Bonnie Raitt y Bruce Hornsby. Quince años después, todos siguen aún en las lides.


Todavía reponiéndose del impacto que le causó la muerte de R.S. Hornsby, su sobrino de 28 años y también músico, quien falleció intempestivamente en un accidente automovilístico el pasado mes de enero, Bruce Hornsby anda promocionando Levitate, su más reciente placa, en la que tiene como invitado a Eric Clapton en la canción "Space is the Place". Hornsby, pianista, cantante y compositor, y recordado por el tema "The Way It Is" de 1986, está por iniciar su gira el 12 de septiembre.

Bonnie Raitt no deja de trabajar, ni en su carrera artística ni en su activismo político. La extraordinaria guitarrista norteamericana anda de gira con Taj Mahal, su colega bluesero, con quien inició el periplo este mes y con quien continuará hasta septiembre. Lo han llamado el BonTaj Roulet Summer Tour (Bonnie Raitt & Taj Mahal, Alone & Together). Su último disco de estudio data de 2005 y se llamó Souls Alike; en tanto que el siguiente año publicó Bonnie Raitt and Friends, con la participación de Ben Harper, Norah Jones, Keb' Mo' y Alison Krauss.

Para el legendario grupo de Birmingham, the Moody Blues, sus cuarentaicinco años en escena parece no significar mucho. Por lo menos, para los tres respetados miembros que dirigen la banda (Justin Hayward, John Lodge y Graeme Edge). Si bien es cierto que su última grabación, December, pertenece a 2003, durante los más recientes años han tenido que apoyar la publicación de discos como Gold y Lovely to See You: Live, en 2005; An Introduction to The Moody Blues, en 2006; Live at the BBC: 1967-1970 y Collected, en 2007; y Live at the Isle of Wight 1970 y Playlist Plus, en 2008. Anoche estuvieron en el Radio City Music Hall de Nueva York y hoy lo harán en Atlantic City. El sábado en Gilford, New Hampshire, y el domingo, en Hyannis, Massachusetts.

Steely Dan, el dueto formado a principios de la década prodigiosa, por Walter Becker y Donald Fagen, sigue tan loco como siempre. Yo incluso diría que están más locos que nunca. Solo basta escuchar las letras de sus canciones y, si no fuera suficiente, visitar su sitio de Internet. Resulta que ahora están enfrascados en una tour que han denominado Rent Party '09. La actividad consta únicamente de siete noches y han convocado a su viejo amigo Larry Carlton, para que los apoye musicalmente. Qué maravilla. Además, acaban de agregar shows en Los Angeles, Chicago y Nueva York. Con esta actividad, la tropa también aterrizará en Boston.

Hace una semana que John Mellencamp anduvo por estos lares, en Stockton y Fresno, terminando una parte de su gira 2009. Ahora se prepara para participar de una nueva versión del Farm Aid en el Verizon Wireless Amphitheater de Maryland Heights, en Missouri. Allí estará al lado de sus colegas, co-fundadores del evento a beneficio de los granjeros, Willie Nelson, Neil Young y Dave Matthews. Con ellos actuarán otros invitados como Jason Mraz, Wilco y Jamey Johnson.

Mientras tanto, el mundo, ancho y a veces ajeno, sigue dando vueltas. Nosotros, en tanto, nos vamos a ver a Patty Smyth cantar "Goodbye To You" con the Scandal, aunque ahora la señora cuente con el doble de edad con que la conocimos entre 1982 y 1983.

Javier Lishner
Santa Clara, California
21 de agosto de 2009

Thursday, August 20, 2009

I LIKE CHOPIN

Dicen que Paul Mazzolini nació en Beirut, Líbano, en 1960. Debido a que su padre era diplomático tuvo oportunidad de viajar por el mundo y aprender cinco idiomas, lo que no quiere decir que todo aquel que viaje por el mundo y tenga un padre diplomático tenga asegurada la capacidad de aprender tantas lenguas. Debo suponer que una de ellas ha de ser el danés, desde que fue Dinamarca uno de los países donde vivió varios años. Otra, el italiano, por parte del padre ítalo, y una tercera, el inglés, por su madre estadounidense. Durante su adolescencia, el joven Paul se estableció en Italia donde comenzó a tomar en serio su carrera en la música. No obstante, tres años después, decidió enrumbar a Londres.



I LIKE CHOPIN

(Gazebo)


Remember that piano
So delightful unusual
That classic sensation
Sentimental confusion

Used to say
I like Chopin
Love me now and again

Rainy days never say goodbye
To desire when we are together
Rainy days growing in your eyes
Tell me where's my way

Imagine your face
In a sunshine reflection
A vision of blue skies
Forever distractions

Used to say
I like Chopin
Love me now and again

Rainy days never say goodbye
To desire when we are together
Rainy days growing in your eyes
Tell me where's my way

En 1981, regresó a Roma y, dos años después, en la misma capital italiana, logra firmar contrato con Baby Records. La discográfica lanza el primer disco del nuevo artista en 1983 bajo el título de Gazebo. El simple "I Like Chopin" vendió cerca de 10 millones de copias, principalmente, en Europa y parte de Asia.

Si bien es cierto que "I Like Chopin" no fue su único simple, ni Gazebo su único álbum (ha lanzado casi una docena), Gazebo es para la gran mayoría el sobrenombre de otro one-hit wonder. Ahora bien, los que en 1983 escuchaban Radio Panamericana de Lima, posiblemente recuerden a Gazebo también por esta canción. Pero, ojo, vaya con precaución, que no es salsa.

Javier Lishner
Santa Clara, California
20 de agosto de 2009

Wednesday, August 19, 2009

CARPAYO SE FUE A LOS 99

Daniel Carpio Massioti, el gran nadador peruano, representante de su país en las Olimpiadas de Amsterdam en 1928, Los Angeles en 1932, Berlín en 1936 y Londres en 1948, falleció esta mañana en su residencia de Buenos Aires. "Carpayo", como cariñosamente se le llamaba, fue campeón nacional en repetidas oportunidades. Además, hizo lo propio en los Juegos Internacionales de Venezuela, en 1925, cuando solo era un adolescente.

Don Daniel en 2005 rodeado de familiares celebrando sus 95 años en Lima.
(FOTO: H. José Espinoza D.)

Dice H. José Espinoza D., en su blog dedicado al ejemplar deportista peruano, que la historia recoge como el lugar de nacimiento de Daniel Carpio, el puerto de Mollendo, al sur de Lima, pero fue él mismo quien se encargó de señalar que había nacido en el distrito de Sicuani, capital de la provincia de Canchis, región Cusco, a 139 kilómetros de la ciudad arqueológica y a 3,500 metros sobre el nivel del mar. Agrega que en su dura niñez llegó a un orfelinato de Mollendo, donde los religiosos que la administraban le encargaban diferentes tareas a los niños para reunir la alimentación diaria. A Daniel le asignaron la tarea de recoger el pescado que regalaban en el puerto. Hasta que un día, un religioso argentino de nombre Juan Tirante, le enseñó a nadar utilizando porongos vacíos como flotadores. Todo lo demás es historia de un siglo. En serio.

Entre las proezas de don Daniel Carpio, estuvieron cruzar varias veces el Canal de la Mancha, el Estrecho de Gibraltar y el Río de la Plata, este último, por tercera vez a la edad de 72 años. La última vez que cruzó el Estrecho de Gibraltar tenía 78. Debido a su historial deportivo, don Daniel recibió diversas distinciones de parte del gobierno peruano. Entre ellas, la Orden del Sol en el Grado de Gran Maestro y también los Laureles Deportivos. Su nombre está inscrito en las paredes del Estadio Nacional de Lima, al lado de otros de sus colegas que, al igual que él, algún día, en la patria o fuera de ella, derramaron lágrimas y sudor por la casaquilla rojiblanca.

Descanse en paz, don Daniel. Sabemos del amor que le profesó a esa linda tierra argentina sin olvidarse de su manera de hablar como peruano.

Javier Lishner
Santa Clara, California
19 de agosto de 2009