Friday, December 31, 2010

FELIZ AÑO 2011

Vamos llegando al final de otro año, el quinto para Rock Around the Blog, y solo tenemos buenos recuerdos. La participación de ustedes, las historias que nos vienen a la mente, que ya no está tan clara como hace 30 años cuando comenzábamos en esto de los medios de comunicación, o cuarenta cuando nos iniciábamos en el tema de la música, son parte de la vida misma de quien escribe. Por ello solo tengo más que agradecimiento para quienes visitan el blog, para quienes se dan el tiempo de comentar, para quienes nos entrevistaron en sus espacios radiales y escritos, y para quienes de una u otra manera se comunicaron a través de esta página que ya pasa las 1,300 notas publicadas. Todas, con el mismo cariño y pasión que la primera vez.


Es tiempo de mirar hacia el nuevo año, sin olvidar el pasado. Es mi deseo, que el 2011 les traiga a ustedes y sus familiares todo lo mejor. La buena vibra que les permita seguir avanzando en este camino lleno de tantas sorpresas. Muchas de ellas, hermosas.

Nos reencontramos muy pronto.

Javier Lishner
Santa Clara, California
31 de diciembre de 2010

Wednesday, December 29, 2010

The Wall Live
Roger Waters

El pasado 8 de diciembre, se conmemoraron los primeros treinta años de la partida de John Lennon. Y ese día, por esas cosas que tiene el rock, nos tocó recordarlo al lado de unas 20,000 personas. Todos, aguardando la aparición de Roger Waters en el escenario del HP Pavilion de San Jose, California. Entonces, "Mother", en la voz del difunto cantante, nos hizo paralizar la garganta. Sin embargo, el público, que continuaba llegando al moderno coliseo, cantó con él varias estrofas. Pero ese no sería el único homenaje al tan afamado artista.



Más tarde, empezado The Wall Live 2010, Waters, el prolífico músico, cantante y compositor inglés, le haría una especial mención en medio de su espectáculo.

Javier Moreno, peruano, musicólogo y coleccionista de historias y anécdotas, estuvo allí para contarlo. A su lado, un servidor quedaba asombrado de tan brillante puesta en escena. A continuación, la pluma de mi tocayo.

WHAT SHALL WE DO NOW?

San Jose, California, 8 de diciembre del 2010
México DF, México, 21 de diciembre del 2010

Cuenta la leyenda que, en un concierto de Pink Floyd durante la gira mundial de su macabro Animals, Roger Waters, para entonces ya amo y señor del grupo, sentía que ya no soportaba a su audiencia. La detestaba tanto...


A Roger le reventaba matarse componiendo canciones acerca de la sombría realidad de occidente y compararla de una forma musicalmente orwelliana, sólo para ver que los chicos de la primera fila estén gritando incoherencias en pleno vuelo marihuanero. Antes, las presentaciones de Pink Floyd eran más reducidas e íntimas, en clubes nocturnos y lugares de mediana capacidad –hablo de los de la era de Syd Barrett hasta incluso los conciertos del Dark Side of The Moon-, y la idea de tocar en estadios aún no les había llegado. Moon y el super-disco Wish You Were Here les dieron el bien merecido estatus stadium.

La del Animals fue una gira desastrosa. Waters varias veces tuvo que cantar y tocar el bajo enfermo, y fue en aquel concierto que mencioné en el primer párrafo, en un momento de hastío y arrebato, al ver a un chico de la primera fila gritarle en la cara quién sabe qué cosa, Waters no pudo evitar lanzarle un escupitajo cual auquénido progresivo.

Quién sabe qué habrá sido de la vida de ese chico fanático. Quizás le gritó “¡Waters, eres un genio!” o “¡estoy volando!” Es lo de menos. Sabemos que Waters, después de ese incidente, se sintió pésimo: en vez de encontrar una catarsis mandando a la mierda a ese mocoso, se sumergió en una profunda depresión. Notó que entre la banda y la audiencia había una especie de barrera, una especie de muralla que impedía la comunicación. Él cantaba canciones de desolación, de amor no correspondido, de cartas no contestadas, y el público cada vez quería más luces y efectos de sonido sorprendentes, aviones estrellándose en el escenario, cerdos volando.

Como con cualquier gran artista, la depresión dio paso a la creatividad. Esta vez, la idea de una pared siguió dando vueltas en el cacumen de Waters: una pared dividiendo a la audiencia y a la banda... cada canción es como un ladrillo, y qué espectacular sería que el concierto acabe con la pared construida, como gran final, y la banda tocando sobre ella como gatos techeros. Pero Waters, como buen introspectivo que es, se percató que la pared tenía que ser derrumbada como analogía de una verdadera catarsis. Imagino que Roger debe haberse puesto a escribir su obra con el corazón saliéndose del pecho. Mientras construía su pared musical, Waters construía otra: una separándolo a él del resto de Pink Floyd

Obviamente, ninguno de los otros tres miembros de Floyd, el baterista Nick Mason, el guitarrista David Gilmour y el tecladista Richard Wright estaban a la altura del nivel creativo que Roger Waters tenía (esto según el propio Waters. El tiempo se aseguró de darle la razón a Waters, pero hablaré de esto luego).


"Quítenme las cámaras, que os parto la madre".

Al salir The Wall, el álbum más vendido de los setentas, Pink Floyd ya no era una banda de cuatro integrantes con la misma influencia y capacidad creadora: era Waters y una tropa de músicos de apoyo, entre los que se encontraban los demás miembros de Floyd, esparcidos por aquí y allá. El mismo Roger Waters se encargó de despedir oficialmente a Richard Wright, pero éste último participó, sin problema alguno, en la gira The Wall como músico asalariado (esto a la larga le salió más conveniente puesto que la gira arrojó pérdidas que tuvieron que ser absorbidas por los miembros activos de Floyd. Wright en verdad no perdió una sola libra esterlina). Cuatro ciudades y muchas fechas: Londres, Los Ángeles, Nueva York y Dormund. Una pared inmensa que se iba construyendo y se iba derrumbando en cada actuación. Waters se saturó con su egolatría y, cual arrogancia extrema, decidió continuar el tema de The Wall en un disco llamado The Final Cut, en donde oficialmente Richard Wright estaba fuera del bote y Waters componía absolutamente todo. Gilmour y Mason simplemente lo seguían y miraban de lejos. Al finalizar el disco, Waters anuncia que Pink Floyd ya no va más y se iba del grupo. Los otros dos decidieron seguir con la banda y se inició uno de los conflictos más vergonzosos de la historia. Digo vergonzoso porque ninguna de las dos partes quería ceder: Waters por un lado, impidiendo que Gilmour tome las riendas del grupo usando el catálogo de canciones compuestas por el mismo Waters, y Gilmour por el otro, pisando el palito de Waters y hablando pestes de él cada vez que podía. Al final, Gilmour y Mason ganaron el juicio a Waters y pudieron seguir como Pink Floyd, reclutando a Wright de vuelta.

Como vemos, Roger Waters había construido una pared mucho, muchísimo, más grande que la que había planeado. Esta vez la pared se había vuelto parte intrínseca de su propia vida. Pero los vientos de cambio no se hicieron esperar: en 1989, un muro mucho más dañino, el de Berlín, se derrumbó y Waters aprovechó la oportunidad para presentar, al año siguiente, su obra en dicha ciudad, con invitados como Cyndi Lauper, Ute Lemper, Paul Carrack, Thomas Dolby y Sinead O'Connor. Waters, magno y pedante, seguía siendo la versión real de aquel músico descrito por él mismo en The Wall e interpretado por el músico Bob Gedlof en la película de Alan Parker sobre el mismo disco, una excelente película musical que fue malentendida en su momento.

La pared seguía creciendo hasta que, el año 2005, Gedlof, quien era además de músico el organizador de Live Aid, contacta a Roger Waters y a David Gilmour y les pide reunirse para una nueva versión de su festival anti-pobreza, Live 8. Waters, increíblemente, aceptó. Gilmour al principio se mostró reticente pero de todas maneras sabía que tenía que hacer algo grandioso, trascendental, para ayudar a eliminar la pobreza en el mundo. Qué sacrificio más grande que el de perdonar a su enemigo. Esa fue la primera grieta en la pared.

Pues bien, en el 2010 llegó el momento de derrumbarla. Roger Waters recreó y repotenció el show de 1980 y salió a por el mundo para volver a contar la historia de Pink, el músico cuyos traumas crean una pared entre él y los demás. Una obra personal, magna, pomposa como lo mejor del rock de los setentas, The Wall fue exactamente lo que el público de ahora, 2010, necesitaba: un evento multimedia en el cual la pared se torna nuestra pantalla de computador, nuestro teléfono móvil. No hay mayor diferencia en la temática de la obra de 1979 con la del show del 2010… bueno, ahora en vez de "trece canales de mierda de donde elegir" tenemos trescientos. Pero la idea es la misma: nos hemos encerrado tras una pared de miedo, de jarabe de maíz, de noticias malas y comerciales para comprar productos y servicios que no duran más de tres meses. Cada uno de esos ladrillos es presentado con la espectacularidad que ya es insignia de Roger Waters y, claro, de Pink Floyd. El bajista no pudo haber escogido un mejor momento para derrumbar su pared personal que ahora, en que el mundo está “igual de peor que siempre”. Waters, con su pared, intenta imitar a la Guernica de Pablo Picasso, con majestuosidad, dramatismo, sufrimiento, indiferencia, colores, las tradicionales letras pintarrajeadas y, claro, con la constante escala en re menor de tres notas que perfila toda la obra, aquella de we don't need no education... Dichas tres notas están muy arraigadas en la psique de Waters: ya las había presentado en 1968 en su “Set The Controls For The Heart Of The Sun”.

“Comfortably Numb”, la mejor canción de Pink Floyd y el mejor momento del show, está basada en una experiencia de Waters durante la gira del Animals. Aún con hepatitis, tuvo que salir a tocar para satisfacer a la manga de ignorantes de la primera fila, gracias a una inyección que supuestamente "haría magia" en su organismo. Waters, en The Wall, pareciera que desnudara su propia alma pero en verdad lo hace con la de todos: ¿Quién no ha gritado alguna vez “don't leave me now"? ¿Quién no ha sentido cólera ante la sociedad de consumo? Es más, ¿quién, de una forma u otra, no se ha sentido inconforme con la realidad actual en general y la suya propia?

Roger Waters dijo, al finalizar su concierto, que cuando escribió estas canciones él era un "sujeto miserable" y que mucha, muchísima agua había pasado por el río. Esta vez, concluyó, se sentía bien consigo mismo y con su público. No hubo escupitajos por parte de él, ni críos que gritaban sin saber qué estaban escuchando y viendo. A Waters le creí no por sus palabras sino por sus actos: recordar a los caídos en las últimas guerras, de todos los bandos posibles; afirmar que la paz es un deber y un derecho; haber limado asperezas y enterrado el hacha con sus ex compañeros de Pink Floyd antes de la muerte de Wright. Esa fue la verdadera base del show de Roger Waters y su equipo multimedia: la autoridad musical y moral de decirle al mundo que es hora de derrumbar paredes, porque la suya ya lo estaba.

Gracias Javier. Que tengas un próspero y muy musical año 2011.

Javier Lishner
Santa Clara, California
29 de diciembre de 2010

Sunday, December 26, 2010

facebook Y YO SOMOS AMIGOS

Viviendo en el Silicon Valley he podido ser testigo del nacimiento de muchas empresas, principalmente tecnológicas, pero también de su cierre. De las primeras, por ejemplo, eBay, Google y Yahoo! De las segundas, el caso de 3Com. Las primeras, enquistadas entre San Jose, Mountain View y Sunnyvale, y, la última, en la ciudad de Santa Clara. No obstante, también pude ver llegar otras, como fue el caso de facebook, fundada en 2004 en Cambridge, Massachusetts. El arribo de fb, creada por unos chiquillos de Harvard, fue en Palo Alto, la ciudad en donde varias décadas antes, en un desordenado garage con espacio para un solo carro, dos estudiantes de Stanford habían iniciado un juguete llamado HP. Eran William Hewlett y David Packard.


Las redes sociales, o social network, como se dice en inglés, aquella hermienta que conecta a personas con algún interés común a través de la Internet, han ido evolucionando de manera rápida. Y facebook ha tenido un rol importante en esto. Cuando en octubre de 2008 opté por registrarme, no sabía a ciencia cierta los alcances a los que esta específica red social me iba a llevar. Intuía que un poco lejos. Pero, como alguna vez lo comenté en este mismo espacio, no tuve intención de entrarle al juego.

Finalmente, un año más tarde, decidí por empezar a darle uso a mi cuenta. Sabía que el asunto me iría a matener un poco ocupado. Sin embargo, lo que descubrí de primera fuente, valió, con creces, la pena. Me reencontré con viejos amigos. Volví a entablar comunicación con familiares a quienes tenía distanciados (incluso, a algunos que no conocía); pero, sobre todo, pude tratar con muchas personas que, alguna vez, habían sido oyentes de varios de mis programas, incluyendo los dos en los que alguna vez participé en la televisión.

Así, la lista de amigos, que aún no es muy amplia, sigue creciendo. Y si no está John Lennon entre ellos -pues Yoko, su viuda, asegura que a John le hubiera encantado facebook y otras redes sociales-, es porque ya falleció. Después de todo no solo nos uniría la música sino hasta nuestras iniciales...

Al momento solo tengo 766 amigos. Un poquito más que el Día de todos los Santos, que amanecí con 666.

Javier Lishner
Santa Clara, California
26 de diciembre de 2010

Wednesday, December 22, 2010

FELICES FIESTAS AMIGOS

Este año no pude encontrar una mejor canción para desearles a todos unas felices y dichosas fiestas de fin de año. Se nos va el 2010 y, en este camino que nos ha tocado vivir, miramos hacia adelante con la fe y esperanza de que algún día, como siempre quiso George Harrison, exista la verdadera paz en la Tierra, aquella que comienza en el interior de cada uno de nosotros. Con el mejor deseo para ustedes y sus respectivas familias.



"GIVE ME LOVE (Give Me Peace On Earth)"
(George Harrison)

Give me love
Give me love
Give me peace on Earth
Give me light
Give me life
Keep me free from birth
Give me hope
Help me cope, with this heavy load
Trying to, touch and reach you with,
Heart and soul

Oh... My lord

Please take hold of my hand, that
I might understand you

Won't you please
Oh won't you

Give me love
Give me love
Give me peace on Earth
Give me light
Give me life
Keep me free from birth
Give me hope
Help me cope, with this heavy load
Trying to, touch and reach you with,
Heart and soul

Oh... My lord

Won't you please
Oh won't you

Give me love
Give me love
Give me peace on Earth...

Felices Fiestas con un Venturoso Año 2011.

Javier Lishner
Santa Clara, California
22 de diciembre de 2010

Monday, December 20, 2010

I DON'T LIKE MONDAYS

El lunes es, por definición, el primer día de la semana. En algunos lugares, y para la liturgia, es el segundo. Es aquel que se encuentra entre el domingo y el martes y cuyo nombre proviene del latín dies lunae que significa día de la luna.




La triste historia de la canción comienza cuando Bob Geldof escuchó que Brenda Ann Spencer, desde su casa en San Diego, había disparado al patio de la escuela que quedaba en frente, matando a dos adultos e hiriendo a ocho niños y a un oficial de la policía. Sucedió el 29 de enero de 1979 en el Cleveland Elementary School. Cuando la interrogaron a Spencer preguntándole porqué había hecho eso, la joven de 16 años solo atinó a decir: "I don't like Mondays". Desde aquel lunes, la asesina se encuentra entre rejas.

Los Boomtown Rats se formaron en Dublin, Irlanda, en 1975. Un año más tarde estaban en Londres, y, un año después, lanzaban su primer disco titulado The Boomtown Rats. "I Don't Like Mondays" fue escrita por Bob Geldof, su vocalista (ver video), y formó parte de su tercer disco, The Fine Art of Surfacing, co-producido por Robert "Mutt" Lange, quien también había puesto su esfuerzo en las dos primeras grabaciones. El tema llegó al primer lugar de las listas en varios países del mundo (Inglaterra, Irlanda y Australia, entre ellos) pero, sorprendentemente, no en los Estados Unidos, en donde solo alcanzó el puesto 73. La versión original del video puede ser vista presionando
aquí.

Javier Lishner
Santa Clara, California
27 de abril de 2009

Sunday, December 19, 2010

SUNDAY BLOODY SUNDAY

El domingo es, por definición, el séptimo día de la semana. En algunos lugares, y para la liturgia, es el primero (el día inicial de la Creación). Es aquel que se encuentra entre el sábado y el lunes, y cuyo nombre proviene del latín dies Dominicus, que significa día del Señor (en referencia a Jesús). En la antigua Roma se le llamaba dies solis, o día del sol, por lo que en el idioma inglés se dice Sunday y en el alemán, Sonntag.



"Sunday Bloody Sunday" fue parte del disco War, el tercero en la carrera de U2, lanzado en 1983. Esa fue la placa que tuvo a "New Year's Day" como caballito de batalla. War, fue también el único que pudo poner de lado al Thriller de Michael J., quien por esos días, entre otras cosas, andaba obteniendo sendos récords con su producción. "Sunday Bloody Sunday" hace referencia al acontecimiento del 30 de enero de 1972 en Derry, Irlanda del Norte, cuando un batallón británico disparó contra varios manifestantes. Aquel domingo, trece personas murieron en el acto. Siete de ellos eran adolescentes.

El disco de U2 fue producido por Steve Lillywhite, conocido esos días por sus trabajos con Ultravox, Siouxsie & the Banshees y Peter Gabriel. Lillywhite, además, había estado al frente de Boy y October, los dos primeros discos del cuarteto irlandés. Ese año, el combo formado por Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen Jr., fue considerado como uno de los mejores actos en vivo. Y "Sunday Bloody Sunday", desde entonces, se empezaba a convertir en una de las piedras angulares de sus presentaciones.

Javier Lishner
Santa Clara, California
26 de abril de 2009

Saturday, December 18, 2010

SATURDAY NIGHT FEVER

El sábado es, por definición, el sexto día de la semana. En algunos lugares, y para la liturgia, es el séptimo y último (el día final de la Creación). Es aquel que se encuentra entre el viernes y el domingo, y cuyo nombre proviene del latín sabbatum, y éste del hebreo shabbat, que significa descanso.




Saturday Night Fever fue el título de la película producida en 1977 por Robert Stigwood y estelarizada por un veinteañero de nombre John Travolta. El filme, enteramente musical, tuvo una banda sonora que se convirtió en el disco de película más vendido de la historia. En ella participaron algunos de los más populares nombres de la época. Entre otros, Yvonne Elliman, Kool & the Gang, Tavares, The Trammps y, por supuesto, los más codiciados, the Bee Gees. Fueron justamente los Bee Gees, quienes acapararon el éxito de la placa. Algunas de las canciones que interpretaron fueron "Stayin' Alive", "How Deep Is Your Love", "More Than A Woman", y el tema principal, "Night Fever" (ver video).

El filme fue dirigido por John Badham, el inglés de nacionalidad norteamericana que, con años de experiencia en televisión, tuvo su big break con Saturday Night Fever. La música disco estaba en todo su esplendor.

Javier Lishner
Santa Clara, California
25 de abril de 2009

Friday, December 17, 2010

THANK GOD IT'S FRIDAY

El viernes es, por definición, el quinto día de la semana. En algunos lugares, y para la liturgia, es el sexto. Es aquel que se encuentra entre el jueves y el sábado, y cuyo nombre proviene de la lengua latina Veneris díes, o día de Venus, la diosa romana del amor y la belleza.



Thank God It's Friday fue el título de una cinta cinematográfica producida en 1978 por Casablanca Filmworks y la Motown Productions. En la película, enteramente musical, participaron algunos de los más populares nombres de la época. Entre ellos, Diana Ross, Thelma Houston, Santa Esmeralda, The Commodores y, por supuesto, la reina de todos, Donna Summer. Fue Summer, por "Last Dance", la que al final del año ganaría un premio de la Academia y un Golden Globe.

Sin embargo, fue a Love and Kisses, un grupo originalmente formado en estudio, a quien le correspondió interpretar la canción principal de la cinta (ver video). Love and Kisses fue obra del productor Alec Costandinos (el egipcio de padre armenio y madre griega, que había trabajado con Aphrodite's Child), en tanto que "Thank God It's Friday" se convirtió en uno de los temas más populares del álbum; por supuesto que de la mano del éxito comercial que obtuvo dicha película distribuida por la Columbia Pictures. Qué tiempos de música disco.

Javier Lishner
Santa Clara, California
24 de abril de 2009

Thursday, December 16, 2010

THURSDAY'S CHILD

El jueves es, por definición, el cuarto día de la semana. En algunos lugares, y para la liturgia, es el quinto. Es aquel que se encuentra entre el miércoles y el viernes, y cuyo nombre proviene del latín Iovis dies, día de Júpiter; en la mitología romana, principal deidad del panteón. Dios supremo.



Bautizado como David Robert Jones, David Bowie publica su primer disco en 1967. Al año siguiente graba Space Oddity, el cual aparece en 1969, coincidiendo con la llegada del hombre a la Luna. Un par de discos después, en 1972, lanza The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars. El disco lo consagró como una de las más importantes figuras de la época. Desde entonces grabaría unos veinte discos más, amén de participar en unas cuarenta películas; algunas de ellas, documentales. Conocido también por el sobrenombre de "The Thin White Duke", David Bowie es, sin duda, uno de los artistas más innovadores de la música contemporánea.

"Thursday's Child" es una canción que fue originalmente compuesta por Bowie y el guitarrista neoyorquino Reeves Gabrels para el juego Omikron: The Nomad Soul. Finalmente, fue incluída en el disco 'hours...' de Bowie, publicado en 1999. Y, aunque para alguno el tema no sea nada del otro jueves, hoy se lo presentamos a ustedes.

Javier Lishner
Santa Clara, California
30 de abril de 2009

Wednesday, December 15, 2010

WAITING FOR WEDNESDAY

El miércoles es, por definición, el tercer día de la semana. En algunos lugares, y para la liturgia, es el cuarto. Es aquel que se encuentra entre el martes y el jueves, y cuyo nombre proviene del latín Mercurii díes, o día de Mercurio; en la mitología romana, el dios del comercio.



Lisa Loeb es una cantautora y actriz norteamericana nacida en Bethesda, Maryland, pero criada en Dallas, Texas. Se dio a conocer en 1994 con "Stay (I Missed You)", tema que le dio su primer número uno. La canción perteneció a su disco Tails, aunque un año antes había aparecido como parte de la banda sonora de la película Reality Bites, producida por Danny DeVito y protagonizada por Ben Stiller y Winona Ryder. Tails, de 1995, también incluyó "Waiting for Wednesday", el cual llegó al Top 40 americano al año siguiente.

Desde entonces mucho ha sucedido en la carrera de Loeb, incluyendo unas diez producciones, la conducción de programas de televisión, actuación en películas y su cercanía a los niños de escasos recursos a través de The Camp Lisa Foundation. Recién en enero de este año, fue desposada por Roey Hershkovitz, un joven graduado en la Universidad de Long Island, diez añitos menor que ella. ¡Qué miércoles!

Javier Lishner
Santa Clara, California
29 de abril de 2009

Tuesday, December 14, 2010

TUESDAY AFTERNOON

El martes es, por definición, el segundo día de la semana. En algunos lugares, y para la liturgia, es el tercero. Es aquel que se encuentra entre el lunes y el miércoles, y cuyo nombre proviene del latín Martis díes, que significa día de Marte; en la mitología romana, el dios de la guerra.



Days of Future Passed, muy aparte de que nos guste o no, ha de ser uno de los discos mejor realizados en la historia de la música contemporánea. Por lo menos, de los años maravillosos. Apareció en noviembre de 1967 y fue el segundo de un grupo llamado the Moody Blues, originario de Birmingham, Inglaterra. En la placa, aparte del debut de Justin Hayward y John Lodge entre sus integrantes, participó la London Festival Orchestra. La sola fusión de una orquesta con un grupo de rock -en plena época de la psicodelia-, le daba al rock refulgencia.

"Tuesday Afternoon", fue parte de una obra conceptual, como lo fue el álbum en cuestión. Originalmente llamada "Forever Afternoon (Tuesday?)", fue escrita por Hayward. Fue uno de los dos temas más populares del disco. El otro fue el clásico "Nights in White Satin", también de la pluma de Hayward. De acuerdo al cantante y guitarrista, "Tuesday Afternoon" fue escrita mientras se encontraba sentado en el medio de un campo cercano a su residencia, en Inglaterra. Era una hermosa tarde de primavera, diría más tarde el compositor. Por esas cosas de la vida, el músico andaba con su guitarra entre manos, y la canción, según él, fluyó de manera casi natural. Luego sería grabada con sus compañeros John Lodge, Mike Pinder, Ray Thomas y Graeme Edge. Lo demás es historia.

Javier Lishner
Santa Clara, California
28 de abril de 2009

Friday, December 10, 2010

EL MICRÓFONO Y YO (PARTE FINAL)

Concluí mi reunión en gerencia y cuidadosamente cerré la puerta. Acababan de decirme que haría bien si me iba de la radio. No hacía mucho que había sido uno de los ganadores de un concurso al que Radio Miraflores denominó Nuevas Voces, y luego de morar mañana, tarde y noche en los predios de la emisora, me decían que "en el negocio de los seguros me iba a ir muy bien". Habían llegado a lo más profundo de mi corazón, a mi orgullo.


Liliana Sugobono, otra de las figuras que pertenecía a ese equipo de 1980, era la directora de programación de la FM. A Liliana, la había escuchado años antes mientras estaba en América y conducía esa lista anual que llamaba Casillero 60. Su inconfundible voz, y su apellido -que era el de un compañero de colegio quien resultó siendo el sobrino-, era inconfundible. Cuando tuve oportunidad de conocerla personalmente, pude apreciar su calidad y don de gentes. Amén de su labor como programadora, Liliana conducía diariamente El Expreso de las seis, el mismo espacio con el que la había escuchado años antes. Era un programa dedicado a la música del alma, el soul.

En frente de la radio, había un discreto establecimiento al que algunos de nosotros íbamos para adquirir desde bebidas gaseosas y emparedados hasta caldos y comida de fondo. Se llamaba Las Gaviotas. Si bien es cierto que no era la única tienda del área, sí era la más informal. Una cortina de plástico era lo único que separaba al comedor de la cocina. Lo que pasaba allá detrás fue siempre un misterio. Pero era como nuestro refugio. Juanito, el dueño, era buena gente y no se metía en nuestras conversaciones. Y ahí me quedé esperando a mi nuevo colega Jorge Muñiz, otro de los ganadores del concurso, quien desde esos días se convirtió en mi compinche. Hoy es como un hermano.

Jorge, quien actualmente reside en Toronto y dedica su vida al cine (acaba de regresar de la India, por ejemplo), era una de esas personas que nunca fallaba cuando se trataba de dar la mano. Pero esa vez, yo no necesitaba una mano sino un par de oídos. Y Jorge escuchó mi rabieta. Cruzamos la pista y regresamos a la radio, en donde algunos de nosotros solíamos quedarnos mirando y aprendiendo de los que más experiencia tenían. Sino que lo diga Gerardo Manuel, con quien pasábamos La Hora Pirata escuchando sus historias y viendo la espontaneidad con la que conducía su programa.

En ese entonces no había emisión nocturna del Noticiero El Momento, y -entre Liliana a las seis y Gerardo a las ocho-, a la siete de la noche iba Jorge Henderson. Su programa se llamaba Mundo Musical Iberoamericano y sería la base de su posterior éxito televisivo: Enhorabuena. El espacio fue muy sintonizado. Jorge era un poco celoso con su producción, sus discos, su operador técnico. Además, estudiaba voz con Margarita Ponce, que ya era bastante. Para tratar de acercarme a él, un día le presté un disco titulado Alto Voltaje, que era una recopilación de temas de grupos y artistas argentinos, entre los que recuerdo a Piero ("Soy un hombre que viene, soy un hombre que va") y Roberto Livi ("La fiesta inolvidable"). Lo recibió con gusto, agradeció, lo guardó en su casillero, y nunca más -ni mi hermano que era el dueño ni yo- lo volvimos a ver. O no fui muy claro cuando se lo presté, o no me comprendió.

Esa tarde, Liliana me vio cabizbajo y, como no era costumbre, me llamó a su cabina. El Expreso de la seis ya había empezado. Liliana era una persona muy comprometida con su quehacer cotidiano. Yo admiraba su convicción y la pasión con la que conducía cada minuto de su Expreso. Mientras iba de la cabina de locución a la del operador técnico llevando los discos que iba transmitiendo (por lo general, de su propiedad), me preguntó qué pasaba. Le comenté que era mi último día en la radio. Que había decidido irme porque algunos creían que iba a tener más éxito en la industria de los seguros. Me miró y, con esa voz que solo da la experiencia, me recomendó que me quedara. Compartió conmigo algunos pasajes de su carrera y me sembró nuevamente la duda. Pero de que me iba a trabajar a Seguros El Sol, no había duda. Ya me habían entrevistado, aceptado, y me esperaban, digamos, el lunes siguiente. Y en casa, solo de pensar que me iban a ver con saco y corbata, andaban felices. Liliana era la programadora y, como tal, me ofreció hablar con Buby, el gerente, al que le cerré cuidadosamente la puerta.

Terminado el programa llegó Jorge Henderson. Me vio ofuscado. Yo andaba con el 666 en la cabeza (o la "J" en la espalda, que es aún peor) y era muy fácil de darse cuenta. A Jorge no le gustaba mucho que hubiera gente mientras salía al aire. Para realizar un buen programa debía existir compenetración entre el disc jockey y el operador técnico, solía decir. Yo pensaba igual. Pero esa noche, Jorge me llamó a la cabina. Volví a encerrame entre viejos casilleros de madera de color plomo y un par de enclenques sillas, desde donde en las mañanas Pedrito, Enrique y Rómulo (Flores) leían las noticias. "Javier, esta carrera no es fácil", me dijo haciendo un gesto, mientras con la otra mano se acomodaba los bigotes. "Si ahora te vas, nadie te va a llamar. Nadie te conoce. Espera un tiempo, hazte de un nombre y recién has lo que quieras", me dijo casi literalmente. Jorge, por lo general, no andaba en bromas. Era una persona muy ocupada y, a la vez, uno de los engreídos de la programación por el éxito de su espacio musical y el de su estelar de los sábados, La Revista del Momento. En aquel programa de dos horas entrevistaba (conversaba debería decir) con importantes artistas, alcaldes, políticos y ministros de Estado. Me ofreció hablar con Buby, el gerente, al que le cerré cuidadosmente la puerta.

Nunca, hasta hoy, supe quién abogó literalmente por mí. Nunca supe cómo lo hicieron ni qué dijeron. Solo sé que al día siguiente se me dio un nuevo espacio en la FM, esta vez nocturno, para seguir conduciendo Reunión Acústica con la misma cortina musical de Rick Wakeman y la misma convicción de hacerme un nombre entre los Henderson y Sugobono. Al año siguiente, el que le cerré cuidadosamente la puerta, me haría programador de ambas frecuencias. Casi inmediatamente, junto a Juan Alberto Mata, habilitaríamos una oficina al lado de la de Pedrito Roncallo. Los que recuerdan deben saber que para ingresar a ese despacho, que también se convirtió en la discoteca de FM (porque la de AM siguió en la oficina de Pedro), había que pasar por un armatoste negro que pesaba una tonelada y cuyo sistema de transmisión, en tiempo (casi) real, nos traía la información alrededor del mundo. Teletipo, le llamaban. Era como el Yahoo! News de la época.

Jorge Henderson es aquel quien años más tarde, encontrándose en un hotel de Nueva York, mientras tomaba desayuno, vio en la otra mesa a un rubio y se dijo: "A este lo he visto en la carátula de algún disco". Era Rod Stewart. Liliana Sugobono es aquella que una vez, encontrándose en la cabina de Radio América, mientras contaba el dinero de su quincena que acababa de cobrar, mirando la luz roja encendida dijo al aire: "Esta es la hora en nuestro programa, son las seis de la tarde y quince centavos". A los dos les debo el que no hubiera pateado el tablero ni que hubiera habido jaque mate.

Javier Lishner
Santa Clara, California
16 de mayo de 2008

Thursday, December 09, 2010

EL MICRÓFONO Y YO (PARTE II)

El ambiente que se vivía en Radio Miraflores al momento de iniciar mi carrera era admirable, en contra de lo que uno podría pensar. Habiendo tantas figuras, a veces, el celo profesional ronda a los personajes. Cruzarse a cada momento con gente de la televisión con los cuales uno había crecido, como eran Linda Guzmán y Ricardo Fernández; o con profesionales que tenían en ese tiempo un espacio en la pantalla chica, como era Zandrox; o, escuchar en directo a voces como las de Enrique Llamosas o Pedro Roncallo, a quienes nunca les habíamos puesto una cara, nos empezaba a hacer sentir importantes. Pero, ello no era algo negativo. Muy por el contrario, nos alentaba a prepararnos para si quiera intentar estar al nivel de aquellos que, por lo general con buen semblante, subían y bajaban las escaleras del viejo local de Alcanfores 592.


No es que esos famosos nombres nos hubieran impresionado. No. Al menos, a quien suscribe, no. Era más que nada una cuestión de respeto. Poco tiempo antes de ingresar al concurso que me condujo a esta genial carrera, anduve personalmente entregando publicaciones a todos los líderes de los partidos políticos que, ese año, participaban en la carrera a la presidencia de la República, incluido el Jefe de Acción Popular y futuro presidente del país. Ahí conocí las viviendas de algunos candidatos como Alfonso Barrantes Lingán, Genaro Ledesma Izquieta y Luis Bedoya Reyes. Y hasta el estudio de don Luciano Castillo Coloma, presidente y fundador del Partido Socialista del Perú, en el centro de Lima. Además, había vivido en frente de un Presidente de la República a quien constantemente veía desde la otra acera. Y la Primera Dama, su esposa, visitaba la casa con mucha frecuencia. Por eso, la fama y la popularidad no me sorprendían. Después de todo, por unos años, había tenido de vecino al mismísimo Zandrox, el correcto profesor de astrología, quien por esos días conducía su espacio a las nueve de la mañana en los 1240 del dial, la AM de Radio Miraflores.

En ese entonces, la diferencia entre la AM y la FM, en cuanto a programación, era aún notoria. La AM tenía mayor sintonía y, las empresas que tenían la suerte de contar con ambas frecuencias, se preocupaban más de promover (digamos, vender) su estación de AM. En 1980, decían que la AM aún mantenía a la FM. En 1160 estaban, entre otros, Rafael Ortega y Jorge Rivera Basurto, ampliamente conocido como "El Abuelo". Posiblemente también, Pedro Silva. En Inca, seguramente, Coco Valderrama, Lucho Elías y Barry de las Casas. En Radio Panamericana AM destacaban Humberto Velásquez con las Súper Mañanas, Walter Gonzales con Disco Show, el "Chino" Lyon con La Hora Estelar y El Momento del Recuerdo, Kike Chávez con Esta Noche es la Noche, y, el maestro Iván Márquez, dando cátedra con Eva y Yo. En Radiomar sobresalían el popular "Ronco" Gámez y "el Primo Coco" Urbina. En tanto, en Miraflores, a unos pasos de su FM, en el mismo segundo piso, compartían la camiseta, Quique Cano-Alva, Nelly Mendívil Castro, Henry Venegas, Jorge Múñiz, Johnny López, Enrique Llamosas, Jorge Henderson y Perico Durán. Sammy Sadovnik, quien aún iba al colegio, había dejado Roller Disco, su diario programa en las tardes, y empezaba a tener sus audiciones los fines de semana.

Al lado del equipo que daba la cara, o sea, la voz, hubo también algunos nombres que fueron tan populares como los disc jockeys. Y es que, siendo los operadores técnicos las personas que estaban en todo momento al frente de la cabina, sus nombres eran mencionados casi cada vez que los deejays se autoreventaban cohetes. Esa era como una regla que todos aprendimos. Así, el más popular que encontré cuando llegué a la radio en 1980 fue Freddy Acarley. Además, se la creía. Un muchacho buena gente pero con un mood, como diríamos aquí, muy especial. Ese humor o genio que le cambiaba y que hacía que uno nunca supiese si estaba de buenas o no. Freddy se las sabía todas, porque había vivido los años de gloria de la emisora. Su hermano trabajaba en la administración, y su tía era una de las secretarias. Además, otro tío suyo era el asistente de la oficina y persona de confianza de la gerencia general. Se llamaba Willy Acosta, otro nombre que alguna vez oímos nombrar mucho a los disc jockeys de moda en los setentas, cuando Miraflores y Atalaya se peleaban el primer lugar. Con mood y todo, Freddy terminó siendo mi compadre, aunque esa es otra historia.

Para ese entonces, Diana García, luego de su brillante paso por Radio Miraflores con Tú, yo y mis discos, había tomado otros rumbos. Se había ido a la FF de América, que no era más que la refundada frecuencia modulada de la radio de Montero Rosas, con el sobrenombre de Frecuencia Fina. Y Diana -quien ya trabajaba para América Televisión- no se fue sola. Se llevó consigo a Speedy González, puntal de la FM miraflorina, y a dos de los mejores operadores técnicos que tenían en Alcanfores: José "Chepito" Ríos y Raúl "El Chato" Rosales. A ambos, cuyos nombres escuché desde mis primeros días de oyente casi una década antes, pude conocerlos posteriormente en los mismos estudios de Radio América. Recién, la banda de Frecuencia Modulada en Lima comenzaba a tomar impulso. Sin embargo, la selección de discos de la AM y la FM, todavía seguía teniendo sus diferencias. Una canción solista de Jon Anderson, el vocalista de Yes, como "I Hear You Now" (en realidad con Vangelis), por ejemplo, ni loco se podía tocar en la AM, a modo que uno tuviera corona y se llamara Johnny López. Y "Mestizo" de Joe Batan, tampoco en la FM, a modo que alguien fuera directora de programación y se apellidara Sugobono. Con todo esto, cuántas ganas daba de trabajar en la radio. Y nunca lo hubiera cambiado por una labor de saco y corbata, por más prestigiosa que fuera la compañía, como era Seguros El Sol.

Javier Lishner
Santa Clara, California
15 de mayo de 2008

Wednesday, December 08, 2010

EL MICRÓFONO Y YO (PARTE I)

Hoy, 8 de diciembre, se celebra el día del Locutor en el Perú. Coincide que es un día feriado, por esto de la Inmaculada Concepción, y el ente regidor de los locutores, la Asociación de Locutores del Perú -que últimamente recargó baterías y cuyas elecciones generales son justamente hoy- celebrará la ocasión con una reunión de colegas y amigos en un almuerzo de camaradería. Para todos mis colegas y amigos, un feliz día.

Entre 1992 y 1994, junto a Johnny López, sempiterna figura peruana de la radiodifusión, realizamos una gira educativa de dos años por diversos lugares del territorio peruano. La principal razón fue la de llevar nuestras experiencias por algunos rincones del Perú profundo donde, al igual que en la capital, los jóvenes, ávidos de interés por el micrófono, se esmeraban por aprender.


Durante esos años de imaginación y creatividad, como le llamo al tiempo que trabajé en la radio, pude a la vez aprender de otros; algunas veces, desde las cabinas, y, en otras, a través de instituciones educativas. Por ejemplo, con Juan Alberto Mata, ahora apostado en Costa Rica, asistimos a un curso de Producción de Televisión Educativa de 120 horas dirigido por Óscar Mavila, en el Centro de Teleducación de la Universidad Católica del Perú. Años más tarde, con Sammy Sadovnik, actualmente en Telemundo, acudimos a seminarios de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Lima que, por esos años, tenía como Decana a la españolísima Rafaela García. En el verano del 87, con músicos como Juan Carlos Caipo y los hermanos Óscar y Coco Bravo, concluimos un curso de Producción de Radio y Televisión en el Instituto Toulouse Lautrec de Lima. O sea, mientras trabajábamos y avanzábamos en la carrera, también nos íbamos cultivando.

En las cabinas, hubo algunos nombres que nunca podría olvidar. De ellos, existen dos que si bien es cierto no me descubrieron, sí les debo la razón de haber continuado en la profesión. La primera, una dama. El segundo, un caballero.

En 1980, con apenas unos meses en los micrófonos, quien suscribe era un vil desconocido. Claro, con algunos pergaminos personales bajo el brazo pero nada importante en lo que a medios de comunicación se refiere. Lo cierto es que en casa me habían conseguido un trabajo "serio" en la Compañía de Seguros El Sol. Y, seguramente, iría a ganar más soles, la moneda peruana por excelencia, que los que me pagaban en la radio por conducir Reunión Acústica, un programa diario de tres horas que comenzaba a las diez de la mañana.

La programación de Radio Miraflores FM por aquellos días era algo así: Noticiero El Momento de 6 a 9 a.m.; Miraflores a las Nueve, con Ricardo Fernández; Reunión Acústica, de 10 a.m. a 1 p.m.; música continuada de 1 a 2 p.m. hasta que llegó Juan José Vizcarra con un espacio demasiado loco para la época y las primeras llamadas al aire en la historia de la FM peruana; Jorge Cox a partir de las 2 p.m. con El Juke Box International (La Hora del Juke Box), y Hugo Salazar de 3 a 6 p.m. con La Música está aquí. Liliana Sugobono seguía con El Expreso de la seis y, una hora después, aparecía Jorge Henderson en la versión con sonido dolby de Mundo Musical Iberoamericano -el embrión de Enhorabuena-, que en la AM iba a las 10 de la noche. Le seguía Gerardo Manuel con La Hora Pirata. A las diez, Martha Mifflin dedicaba una hora a la música clásica. La salsa no existía en la frecuencia modulada aunque, paradójicamente, sería en Radio Miraflores, muy poco tiempo después, en donde se escucharía por primera vez bajo la conducción de Luis Delgado-Aparicio Porta.

Para tomar el puesto en Seguros El Sol, que nunca quise, hube de haber dejado el matutino programa que desde hacía pocos meses -con la cortina musical tomada de Viaje al Centro de la Tierra de Rick Wakeman-, animaba en la emisora de Alcanfores. Al llegar a gerencia con la noticia, se me invitó a que me fuera. "Tú puedes tener éxito en seguros", me dijo Buby, el director-gerente, quitándome casi el último apoyo que me quedaba. No tenía ni veinte años y el mundo se me derrumbaba. Salí de la oficina y si no tiré la puerta fue porque en casa nos habían enseñado que eso no era de gente educada. Preferí mantener la educación aunque quise mandar a la mierda a la radio y buscar un futuro diferente. Por primera vez se me hacía un nudo en la garganta. Pero fue ahí cuando aparecieron un par de personas, y la historia viró con el viento a mi favor. Reunión Acústica, a pesar del trabajo de saco y corbata en Seguros El Sol, no desapareció.

La dama y el caballero, no solo hicieron que me quedara sino que se convirtieron en verdaderos ejemplos para lo que vino después. Él por perfeccionista, ella por apasionada.

Javier Lishner
Santa Clara, California
14 de mayo de 2008

Monday, December 06, 2010

Reencuentro con Sammy Sadovnik
DIOS LOS CRÍA Y ELLOS... SE JUNTAN

Ha pasado un tiempo desde que, en marzo de 2008, recibí una llamada de Sammy Sadovnik, el conocido hombre de radio y televisión, peruano, colega y hermano. Me dijo que había arribado a la Bahía de San Francisco por motivos de trabajo. Al día siguiente iba a narrar un encuentro de fútbol para su televisora, la cadena Telemundo. Cuando le pregunté en dónde se encontraba, me dijo que en el Marriott de Santa Clara... Y quedamos en encontrarnos. Lo que sigue fue parte de nuestro reencuentro, el que acontecía luego de unos catorce años. Hoy, con motivo de su cumpleaños número taitantos, la volvemos a publicar con la misma amistad y respeto de siempre. Feliz día, Sammy. Y que sean mil más.


Sammy Sadovnik en Santa Clara, California. Marzo de 2008.

Si alguien me preguntara qué es lo primero que se me viene a la mente cuando se trata de Sammy Sadovnik, sin duda, diría que su convicción. Podría asegurar que fue lo primero que me llamó la atención de Sammy cuando, hace casi tres décadas, lo ví por primera vez conduciendo un programa en la AM de Radio Miraflores, en Lima, Perú. Se llamaba Roller Disco y transmitía a Genesis, Christopher Cross, Steely Dan y, por supuesto, los Bee Gees. Sammy hablaba de música con convicción; o sea, a sus 13 años de edad, sabía de lo que estaba hablando. Y, por esas cosas de la vida, de acuerdo a algunos de nuestros comentaristas del blog, es algo de lo que muchos ahora adolecen.

Han pasado 28 años desde que nos conocimos, y la mitad desde que nos vimos por última vez. El pasado sábado fue un buen día para el reencuentro. Y sucedió como si nos hubiéramos visto el día anterior. Fue un encuentro simple, natural, espontáneo. Creo que tal y como nos identificó mucha gente cuando anduvimos compartiendo programas de radio (Buenos días, día, Instantes, Perú Rock), en la década del ochenta, antes de que cada uno decidiera ir por su lado; y Sammy ingresara a la televisión de la mano de un maestro, el que, según recuerdo, nos hizo la misma propuesta a los dos. Sammy la tomó, yo la dejé. Fue en diciembre de 1987 con don Pablo de Madalengoitia, un día antes de que viajáramos al norte peruano, a Chiclayo y Piura, para el inicio de la Gira Perú Rock, que por esos días comenzaba.

Sammy entrevista a Danai en TV.

La entrevista surgió luego de conversar por un rato en las instalaciones del hotel, en Santa Clara, California, hasta donde Sammy llegó por motivos de trabajo, representando a Telemundo, su nueva casa televisiva. Al día siguiente, tenía que narrar un encuentro amistoso de fútbol, una de sus pasiones desde siempre. Fue entre México y Australia, en el nivel Sub 23, con miras a los Juegos Olímpicos de Pekín. El resultado fue de a 1 por lado.

Anecdótico es que, ya nos son los estudios sino los estadios los que nos mantienen relacionados. Ayer, Sammy transmitió desde el McAfee Stadium de Oakland, donde hace poco más de un año vi a los Stones por última vez. Ahí, entre otros, he visto a U2. Muy pronto estará viajando a Seattle, Washington, para realizar su trabajo desde el Memorial Stadium, donde he visto a Black Crowes y David Lee Roth. Hablamos del Rose Bowl de Pasadena, donde asistí -con mi amigo Javier Fernández- a la Voodoo Lounge Tour de los Rolling Stones, con the Red Hot Chili Peppers y Buddy Guy. Ha visitado, entre otros, los mundialistas estadios Maracaná, en Rio de Janeiro, y Stanford, en Palo Alto. En el monumento carioca -en 1991- viví el Rock in Rio II; en el de la universidad californiana, fui testigo de varios encuentros del Mundial del 94. Sammy se inició en esto del deporte narrando partidos de fútbol en el Estadio Nacional de Lima, donde nunca pude ver un concierto (Michael Jackson lo canceló a escasas horas de su presentación), pero donde sí pude jugar al fútbol representando al once campeón de ese año en el torneo interescolar que participamos. Estaba en el último año de la secundaria.

- Sammy, ¿Qué es lo que más recuerdas de Perú Rock?
- Lo que costó. Lo que nos costó hacer el programa. Digamos, presentar el proyecto, que la gente creyera y que la radio creyera en un espacio exclusivo de artistas nacionales... y fundamentalmente, la gira.

- Tienes alguna anécdota que recuerdes de la gira?
- Sí. Definitivamente, aquella de Tarma y Chanchamayo. La del transbordo cuando cayó el huaico y tuvimos que bajar con los equipos, y cruzar corriendo un tramo de carretera derrumbada mientras al otro lado nos esperaba otro ómnibus para seguir hacia La Merced. Y aquel episodio de la mezcla del pisco con las charadas de chocolate... jajaja. Desde aquel momento, nunca más pude tomar pisco.

- Sí me acuerdo. Fue la vez que perdí una apuesta y tuve que raparme la cabeza. Sinceramente, no pensé que la hiciéramos. Pero en la noche, ahí estuvimos, en el coliseo de la Cooperativa Villa Rica, anunciando Perú Rock Gira 88. Lo del pisco vino después del show.
- Ese fue un éxito por partida doble.

Arte gráfico de Instantes en 1986.

- ¿A cuántos mundiales has asistido?
- A tres. En 1998 en Francia, 2002 en Corea-Japón, y 2006 en Alemania.

- ¿Alguna anécdota que te haya sucedido en alguno de ellos?
- En realidad, el mejor recuerdo es la gente con la que trabajamos. El equipo no es de periodistas, porque no son periodistas, son ex-futbolistas o ex-técnicos. Por ejemplo, trabajar con Bilardo, estar con Bora, estar -en el caso del fútbol mexicano- con Hermosillo y Galindo, o con el Pibe Valderrama, símbolo del balompié colombiano... Todo lo que uno aprende de ellos. Yo relato los partidos, pero ellos viven el fútbol desde adentro. Sus experiencias son un permanente aprendizaje.

- ¿Qué te gusta más, el box o el tenis?
- El boxeo.

- ¿Te gusta el tenis?
- Sí, me gusta verlo. Hasta lo practiqué en algún momento...

- ¿El béisbol o el fútbol americano?
- Ninguno de los dos.

- Aquí se practica el hockey. Tenemos en San Jose a los Sharks que juegan en el HP Pavilion, también conocido como el Sharks Tank. ¿Qué opinión tienes del hockey sobre hielo?
- Violento.

- Esta es una pregunta un poco compleja. ¿Qué nos puedes decir de la actual selección peruana de fútbol? Del cuerpo técnico, de la dirigencia, de los jugadores, de ese sueño cada vez más lejano de estar en Sudáfrica 2010.
- A mí me gusta el Chemo como técnico, creo que el tema de dirigir a la selección le llegó muy temprano por una coyuntura y por una emergencia... Los dirigentes son unos incapaces, o sea, no es posible que en las tres últimas comisiones de selección sigan los mismos dirigentes... comenzando por el Presidente de la Federación que se quiere enquistar en el cargo. Y después, los jugadores, muy poco profesionales. No todos, por supuesto. Hay ejemplos y hay excepciones. Pero, lamentablemente, son muy pocos los profesionales. Lo que sucedió en el Hotel Golf Los Inkas los pinta de cuerpo entero. Eso es lo que está pasando en el fútbol peruano.

- Entiendo que el fútbol en el Perú anda por los suelos. Los medios se esfuerzan por hacernos ver el "éxito" de individuos fuera del país. Pero la realidad es muy distinta...
- Sí, lo que pasa es que los jugadores que están afuera sí marcan una diferencia. O sea, Solano en un equipo inglés de media tabla, Farfán, un venido a menos Pizarro... Hay elementos que, digamos, sí marcan una diferencia en sus equipos, y también a la hora de jugar con la selección. Pero, lamentablemente, son la minoría.

- ¿Tienes alguna opinión para que el fútbol en el Perú pueda levantar su nivel?
- En primer lugar, yo cambiaría a los dirigentes. Renovar a los dirigentes y renovar, además, el trabajo que se hace con las divisiones inferiores. Se tiene que hacer debutar a jugadores mucho más jóvenes. No empujados porque los "jotitas" hicieron una buena actuación... Lo que pasa es que te das cuenta de casos como, por ejemplo, este chiquito Manco, ahora dice, yo no quiero jugar en Alianza porque no quiero que me rompan una pierna, ya que me esperan en el PSV Eindhoven en agosto. Entonces, así tampoco es. No le han ganado a nadie. Creen que le han ganado y no lo han hecho.

- ¿Tienes fé que algún día el Perú pueda volver a estar en un lugar privilegiado como alguna vez fue?
- Hmmm. Creo que no lo veremos nosotros.

- ¿Crees que algún día el Perú pueda tener una liga importante y no ese mamarracho de campeonato?
- No, en Sudamérica, no. Con los dirigentes, con los jugadores y como se maneja el fútbol en el Perú, no.

- Por favor, el nombre del mejor jugador de fútbol en el mundo.
- ¿En este momento? Cristiano Ronaldo.

- ¿Y de básquetbol?
- Para mí, no sé si será el mejor del mundo pero... me gustan dos, Ginóbili y Pau Gasol.

Sadovnik durante el programa Titulares del domingo en Telemundo.

- Te iniciaste desde muy joven como disc jockey, ¿sigues envuelto en la música? En todo caso, ¿cuál es tu posición actual con respecto a la música?
- Sí, la música me gusta y me gusta lo de siempre. Un poco de todo. Aunque, sinceramente, ahora escucho poca radio musical.

- ¿Extrañas?
- Creo que fue una etapa, la cumplí y me gustó. Pero no la extraño.

- ¿Qué música escuchas?
- De todo. Escucho salsa, baladas, rock... escucho oldies, mucho oldies. Recientemente he asistido a los shows de Billy Joel y The Police.

- ¿De todo? ¿Reggaetón también?
- No, eso no. Ni reggaetón ni perreo...

- ¿Qué diferencias ves entre el medio del espectáculo de hace 20 años y el de ahora?
- La base me parece que sigue siendo la misma. Creo que por ahí existen más elementos que apoyan el trabajo de hoy. Pero básicamente... bueno, ¿te refieres al Perú?

- En general.
- Creo que, hoy, la tecnología y la era digital es una gran ayuda.

- ¿Y en los medios de comunicación?
- Ah! ¡Una diferencia total! ¡Abismal! El Internet ha revolucionado totalmente. O sea, hoy, el Internet es una maravilla, es increíble.

- ¿Qué opinión te merece, por ejemplo... Paris Hilton? Puedes hablar con libertad, porque estamos en un Marriott.
- (Risas) Me parece que ella, Britney, Lindsey Lohan, y todo ese grupo, es la degradación del concepto de lo que a veces cae la sociedad americana.

- ¿Qué opinión te merece la cobertura que, por ejemplo, se le da a los problemas personales de Britney Spears?
- Es un negocio. Los paparazzos venden las fotos, les pagan muy bien, y las revistas lucran con ellas y siguen vendiendo.

Con su música a otra parte: TV Sol anuncia el gran cambio en 1998.

- El Oscar.
- A mí me gusta... Me aburre porque el show es muy largo pero lo sigo viendo y lo sigo acompañando. En algún momento lo conduje en español y, aunque me fue muy mal, sí me gusta.

- El Grammy.
- Lo veo menos. Porque conozco menos a los artistas que ahí participan.

- El Circe.
- ¿El Circe? jajaja. ¿Todavía existe? ¿Ganamos alguno?

- Yo nunca gané nada y no sabes lo orgulloso que eso me hace.
- Jajajaja.

- Política. ¿Cómo ves al Perú?
- Ha mejorado. Yo estuve en agosto y la verdad que se ve bien. Económicamente es un país estable pero, desgraciadamente, en nuestros países uno no sabe lo que pueda pasar cada cuatro o cinco años. Lo veo bien.

- ¿Cómo ves al Presidente García en este segundo término?
- Maduro. Tratando de no cometer los mismos errores de antes. Y ha tenido una brillante oportunidad que le ha dado la historia de limpiar todo lo malo que hizo en su primera gestión.

- Esta es una pregunta trillada pero, ¿qué le podrías recomendar a un joven con deseos de ser un comunicador?
- Que siga sus sueños y busque sus objetivos. Que tenga paciencia... en este país he aprendido a tener mucha paciencia. Hay que ser persistentes.

- ¿Recuerdas a Village People?
- Claro que sí, en el cine Colina.

- Estuviste recientemente en Cuzco, ¿qué diferencia con aquel al que viajamos en 1986 para celebrar un aniversario más de Radio El Sur?
- Mucho más caro, y vi también otro tipo de turismo. Un turismo de mayor poder adquisitivo, o sea, me parece que el Cuzco ha cambiado en ese sentido. Hoy es un lugar mucho más caro y es una atracción turística importante, además de ser una de las siete maravillas del mundo.

Con Phil Collins en 1995.

- ¿Qué significó Taxi en tu carrera?
- Una linda experiencia. Una posibilidad de competir con Jorge Henderson en televisión... Una linda oportunidad de viajar, visitar otros países, y de conocer más de cerca a los artistas.

- Hay gente que pasa y no se le olvida. ¿Quién fue Diana García para Sammy Sadovnik?
- Un ídolo. Una diosa, la verdad, la locutora que uno siempre seguía.

- Elvira Gálvez.
- Autoridad... y a la vez, cariño y amistad.

- Pepe Ludmir.
- Maestro en lo que hacía. Para mi eso de traducir simultáneamente... El único en su género.

- Pablo de Madalengoitia.
- El que me dió la oportunidad en televisión, así como Jorge Eduardo Bancayán me dió la oportunidad en la radio. Si hoy hago televisión es por Pablo.

- ¿Qué te dicen las siguientes palabras?
- Pax.
"Exterminio".
- Chanchamayo. Gira Perú Rock.
- Wolfie. Gastón Medina.
- Rio. La Universidad cosa de locos.
- Nito Mestre. Concierto que nos tocó presentar en la Universidad de Lima (con G.I.T. y Miki González).
- Radio Panamericana. La Más Más.
- Radio Miraflores. Buby Palma.
- Radio Ritmo. Branny Zavala.
- Marcos Mendoza. Sono Radio.
- Michael Jackson. Gran bailairín
- Johnny López. El que me abrió las puertas de Radio Miraflores. Fue el que me presentó con Buby (Palma), con Diana (García), con Liliana (Sugobono)... Diga lo que vale, el Bob Barker peruano.
- Olimpiadas. Una asignatura pendiente.
- Mundial de fútbol. Lo máximo. Los 45 días más espectaculares cada cuatro años.
- Cine. Una pasión.
- Jorge Muñiz. Un loco lindo, la verdad.
- Rulli Rendo. Rulli Rendo... De toque a toque. Y un cariño muy especial pues tocó el día que me casé.
- Televisión. Una pasión.
- Luis Almeida Magallanes. Entrebambalinas.
- Internet. ¡La salvación!
- Miami. Mi casa.
- La "U". Mi equipo.
- Alianza. Jajajaja. No te puedo decir...
- Gol TV. La oportunidad de hacer televisión en Estados Unidos.
- Telemundo. La oportunidad de crecer en televisión en Estados Unidos.
- Perú. Mi país.

Artículo de prensa de la era Perú Rock aparecido en RTV.

- ¿Algo más?
- ¿Qué faltó? Nada. Gracias y te sigo leyendo.

- Ah! Y para terminar, ¿a qué revista le vendemos nuestras nuevas fotos juntos luego de veinte años?
- (Risas) A ver si alguien las quiere comprar. Ya no existe ninguna revista de nuestra época. No existe Gente, no existen Teleguía, RTV, Telecolor, Éxitos, As Rock... jaja.

Javier Lishner
Santa Clara, California
3 de marzo de 2008

Saturday, December 04, 2010

4 DE DICIEMBRE, DÍA DEL ADIÓS

Siete años después de este video de 1986, un día como hoy, de cáncer a la próstata, murió Frank Zappa. Fue más que un prolífico músico. Tenía 52 años.



Frank Zappa en Crossfire. 1986.

El 3 de diciembre de 1976, el guitarrista Tommy Bolin telonea a Jeff Beck en Miami. Ese mismo año, Bolin había retomado su carrera solista luego de la desintegración de Deep Purple y andaba haciendo la gira de su álbum Private Eyes. El 4 de diciembre es encontrado muerto por lo misma causa que mató a varios de sus colegas. Hendrix, entre ellos. Y no tuvo tiempo para más. Tenía 25 años.



"Savanah Woman" - Tommy Bolin

Bolin y Zappa, fueron dos que sucumbieron muy pronto a esta vida. El primero, por sobredosis; el segundo, al cáncer. Que descansen en paz.

Javier Lishner
Santa Clara, California
4 de diciembre de 2011

Friday, December 03, 2010

OZZY CUMPLE 62

Un día como hoy, en 1948, nació John Michael Osborune. Con el tiempo, se iría a conocer como Ozzy, y también como Prince of the Darkness, el príncipe de las tinieblas, de la oscuridad.


Su nuevo cumpleaños coincide con la buena nueva de que el otrora fundador y vocalista de Black Sabbath, con más de cuarenta años de carrera a cuestas, estará con nosotros en el Silicon Valley, el próximo mes de febrero [Foto tomada en el HP Pavilion de San Jose]. Para entonces, nosotros también habremos cumplido un año más de vida. Felicidades Mr. Madman. Y que sean muchos más.

Javier Lishner
Santa Clara, California
3 de diciembre de 2010