Monday, September 08, 2008

LOS ÁRBOLES vs. LOS MILLONES

Desde muy pequeño recuerdo haber oído innumerables historias contadas por el tío Carlos, quien, con gran nostalgia, se refería a Berkeley, esa tan peculiar ciudad del norte de California, donde pasó algunos años de su vida de estudiante. Tiempo más tarde, no sé porqué razón, tuve cierta fijación por su popular Telegraph Avenue que, cuando por primera vez tuve oportunidad de conocerla, sentí una especial necesidad de unir el presente al pasado del que hablaba el hermano menor de mi madre y, así, imaginariamente, darle continuidad a sus relatos.

Estudiantes de Berkeley ven caer los árboles.
(FOTO: Anda Chu/Bay Area News Group).

Hace unos días, justamente, allí, en la Universidad de Berkeley, grupos de trabajadores llegaron con sus equipos técnicos de jardinería para cortar viejos árboles y dejar el terreno libre para la construcción de un nuevo estadio que formará parte del campus de la citada Universidad.

Fue en ese centro de estudios, cuando en los años sesenta se inició aquello de los radicales que fueron la contraposición de los hippies que surgían en San Francisco. Sus protestas en favor del cambio político, cultural y social, fueron famosas alrededor del mundo. Decía en inglés un aviso político hace mucho tiempo: The only thing Berkeley has never protested. It's the cheese.

Las protestas de Berkeley se iniciaron en 1960, paradójicamente, en el San Francisco City Hall. Era 13 de mayo. De allí, es sabido que ha sido una historia sin fin. No obsante, lo que sucedió el viernes después de las 4 de la tarde, volvió a rememorar actividades como las de hace más de cuarenta años, en que grupos, en su mayoría jóvenes, se unían para luchar por sus ideales. Esta vez, se tuvieron que enfrentar a un contrato de 140 millones de dólares, que es lo que vale el futuro centro deportivo estudiantil.

Estudiantes resistieron hasta el final por salvar los árboles.
(FOTO: Sherry LaVars/Contra Costa Times).

La razón de la protesta, que mantuvo a los oficiales de la policía en estado de alerta, fue la tala de esos viejos árboles que, luego de veintiún meses en que los más avezados se encaramaron en ellos, empezaron a ser derribados. Los arboristas recortaron la mayoría de ramas... dejándolos listos para el siguiente paso.

El siguiente paso, que fue ayer, solo dejó en pie cuatro árboles, de los cuales un par iban a ser trasladados a otro lugar del terreno universitario. Finalmente, los tres últimos jóvenes que habían hecho de uno de los árboles su nuevo hogar desde diciembre de 2006, fueron bajando de uno en uno. Abajo, cientos de estudiantes y la prensa local los esperaba como una suerte de héroes.

Dato adicional: El nuevo estadio de la Universidad de Berkeley tiene el mismo costo del que Hugo Chávez, presidente de Venezuela, mandó a remodelar en Barinas, su lugar de nacimiento, para la Copa América 2007. Hmmmm.

Javier Lishner
Santa Clara, California
9 de septiembre de 2008

No comments: