Lima: La nueva plaza

5 BUENAS RAZONES PARA VER A DEEP PURPLE

Deep Purple no fue el único peso pesado anglo o americano que esperó ser adulto para llegar al Perú en 1997. En realidad, recuerdo solo algunos como Zimmeron o The Tan -o sea, pesos pluma que hablaban inglés-, llegando a la capital peruana para alguna presentación "masiva". Por lo general se realizaban en el Campo de Marte o en el Parque Salazar, donde, hasta sus acústicas conchas, llegábamos cuatro gatos. Lo mismo sucedió posteriormente con Stas Namin, a quienes me tocó presentarlos en conferencia de prensa y, también, en una de las conchas (amén de jugar "pelota" mientras los técnicos preparaban el audio del grupo y tomaban vodka). "La sensación rockera rusa de todos los tiempos", prácticamente pasó desapercibida para los bolsillos de los peruanos. Es verdad, en aquellos tiempos de la inflación de Belaunde y de su sucesor, García Pérez (quien la hizo crecer más), nadie tenía dinero. Pero, las bandas tampoco eran tan atractivas ni para hacer el esfuerzo.

1. IAN GILLAN. Voz principal e imagen. El nombre de Ian Gillan está íntimamente relacionado a los mejores cantantes del rock. Muy poco tiempo después de 1970, con el lanzamiento del álbum In Rock, Gillan se hizo de un puesto no solo en Deep Purple, al que acababa de ingresar, sino en los predios del género. Con el Machine Head y, posteriormente, el Made in Japan, terminó de pulir su esfigie. Lo demás es historia.

Durante mucho tiempo, la Feria del Hogar, la que cada año se levantaba sobre ese extenso local de la Avenida de la Marina, en San Miguel; prácticamente, se convirtió en lo único que salvó las ilusiones de muchos jóvenes que gustaban del rock y de sus distintas vertientes. En los distritos limeños, tanto los de allí como los de allá (Lima es muy grande), existían "huecos" llamados bares, discotecas o pubs, que saciaban en algo la sed de esa masa humana que tuvo que esperar muchos años para ver a su primer ídolo en un escenario grande.

2. STEVE MORSE. Guitarrista y carismático. El único norteamericano del grupo se ha convertido en el guitarrista con más años continuos en el puesto. Con una Stratocaster al pecho, al igual que quien lo precedió -Ritchie Blackmore-, el músico de Ohio toca como los dioses. Su inteligente introducción a "Smoke On The Water", en cada concierto, es la mejor manera de hacer olvidar, aunque sea por ese momento, a quienes siguen pensando en su sombra, "el hombre de negro".

Los sueños y la fantasía dejaron de serlo un día de 1992 cuando Ian Gillan, en ese entonces, otrora vocalista de Deep Purple -grupo al que había dejado por sus sempiternos problemas con Ritchie Blackmore-, pisó tierra peruana. Quienes sabemos un poco la historia de Gillan, entendemos que esa no fue su mejor etapa. Y, como eran los pinitos de algunos que empezaban a jugar como empresarios, el Coliseo Dibós, a pesar de todo el esfuerzo, no se llenó. Con coliseo deportivo lleno, al menos, el sonido hubiera sido mejor.

3. ROGER GLOVER. Bajista y productor. Irremplazable en el puesto. Roger Glover asumió la posición heredada de Nick Simper en 1970, y la hizo suya; a pesar de los denodados esfuerzos del talentoso Glenn Hughes, quien lo cubrió muy bien durante la era Coverdale. Glover es el perfecto productor para las obras moradas y algunas de sus ramificaciones.

Se tuvo que esperar varios meses para que la misma empresa, Phantom Productions, volviera a arriesgar su tiempo y su dinero, a cambio de abrir un mercado, hasta ese entonces, completamente virgen para el rock angloamericano. Fue así que, en mayo del 93, algunos fuimos testigos del arribo de Jon Anderson, el vocalista del legendario grupo Yes, a nuestro primer terminal aéreo. El espectáculo del cantante británico, más espacial que rockero, se realizó en el Hotel Sheraton, desde donde también brindó su conferencia de prensa.

4. DON AIREY. Teclados y orquesta. Tan grande en estatura y cualidades como su predecesor. Y con un nombre tan corto como el de Jon Lord. Airey, al igual que su colega Morse, toca de todo para hacer olvidar la sombra del original teclista de la púrpura profunda. Su experiencia desde 1974 con bandas como Hammer de Cozy Powell, Black Sabbath, Rainbow, Jethro Tull y Whitesnake, le dan la suficiente pericia como para poner sus dedos sobre el Hammond organ y, en un momento del show, sonar incluso a orquesta.

A escasas dos semanas, otra empresa, Platinum Promotion (que olvidaron la "s" cuando formaron la sociedad), llevó a Lima a Foreigner, el grupo en el que aún estaba Lou Gramm. El mismo fin de semana, Foreigner hizo dos presentaciones en el llamado "Tablazo" del colegio San Agustín de San Isidro. No recuerdo cómo les fue administrativamente, pues esas dos fechas estuve en mi propio mundo; pero, de que la banda rockeó con nosotros, no tengo la menor duda. Por esos días llegaron Yellow Man y Ziggy Marley, para participar en un festival de reggae. En septiembre arribaron, indistintamente, Rick Wakeman y Pato Banton, y, un mes después, Jethro Tull.

5. IAN PAICE. Baterista y bastión. Ian Paice es fundador de la banda, y único miembro que no dejó ni un minuto su puesto desde aquel día de primavera europea de 1968 cuando junto a Rod Evans, Ritchie Blackmore, Nick Simper, y Jon Lord, decidieron comenzar a escribir la historia de uno de los grupos más fuertes e inteligentes del rock and roll. Claro, hizo otras cosas entre el 76 y el 84, mientras la púrpura estuvo en receso. Mucha atención a esa Pearl y a los suizos platillos Paiste, que no se comen.

Cuando en abril de 1994, llegó el dúo America para actuar en el Muelle Uno -lugar en el que en octubre habíamos percibido a Jethro Tull-, fui a verlos con Diana García y Armando, su esposo; pagamos cincuenta dólares por cada asiento de la sección que llamaron Ring side, aunque no nos peleamos con nadie. También estuvo Hugo Salazar.

Esta reseña, aunque me salteé a Air Supply y Vanilla Ice -a los que no fui a ver por recomendación médica-, fue todo lo que recuerdo que viví en el Perú, luego de estar privado del rock y el pop angloamericano, desde el mismo día en que nací, una mañana como la de hoy, hace muchísimo tiempo. Bienvenido a mi patria, Deep Purple. Del tongo de Michael Jackson, hablamos en otro momento.

Javier Lishner
Santa Clara, California
21 de enero de 2008

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