Friday, June 13, 2008

ICA Y YO

Una bomba en las afueras del Hotel Las Dunas fue mi bienvenida a la ciudad de Ica, en mayo de 1991. Sabía que me esperaban días difíciles, pero eso pasaba en cualquier parte del Perú donde un manojo de desadaptados habían recurrido a la agresión, cobarde y desmedida, para mantener a un pueblo sumido en el terror.


Ica es la ciudad capital de la Región del mismo nombre. Fue fundada en 1563 por el conquistador español Gerónimo Luis de Cabrera. Originalmente se llamó Villa de Valverde, su clima es soleado durante todo el año, y está rodeada de innumerables campiñas, en las que, si la memoria no me falla, yacen los viñedos donde se producen los mejores vinos del Perú.

Fue en abril cuando se organizó un desfile de modas a beneficio del Hogar de Menores de Ica, en el inmenso sun resort de la avenida La Angostura. Me invitaron a ser el maestro de ceremonias, labor que compartí con Danae Saco-Vértiz, destacada actriz peruana y tan popular por esos días con Natacha, la exitosa telenovela de Panamericana Televisión. Como modelos estuvieron invitadas Maritza Rincón, Norka Ramírez, (la actriz) Silvia Chávez, Analía Moyano, María Jesús Aguirre y Paola Bernal, algunas, inolvidables reinas de belleza iqueñas.


Vista aérea parcial del Hotel Las Dunas.

Fue siempre grato viajar a diferentes ciudades y conocer nueva gente. Ahí, en Ica, aquella vez, conocí a un joven empresario que andaba probando su antena de radio, justamente, en la acera de enfrente. Mientras Luigi Montagne y Johnny Rojas, valores de la música romántica y juvenil de la época, deleitaban a la platea con sus melodías, Augusto Marañón y quien suscribe, brindábamos con sendos vasos de whisky.

No fue hasta que Gastón Medina llegó con la propuesta para que dirigiera la nueva radio, cuando me decidí a hacer mis maletas y mudarme por medio año a la sureña ciudad peruana. Gastón, al igual que Tito, como llamábamos a Augusto, era iqueño, aunque desde la década anterior su lugar de residencia había sido Lima. En realidad, nos habíamos conocido en 1983 cuando llegó a Radio Panamericana para conducir Las Noches con Wolfie.

El negocio de Marañón era él. Se le veía una persona preparada, arriesgada, y con palabra, la que cumplió desde aquel mayo en que me recibieron con una bomba. Enfrente de Las Dunas, había una amplia discoteca que era la codicia de propios y extraños. El dueño era Tito. ¿Quién que hubiera pasado tan solo una noche en el área no recuerda Efextos? De buen tamaño, bondadosa decoración, magnífica atención, y, sobre todo, con los últimos adelantos en iluminación y sonido. Y de música, por supuesto.


Promocionando a Las Dunas. Aquí con Gianmarco.

En el segundo piso, en una pequeña construcción de dos ambientes, se estructuró la radio. Y, la radio se llamó igual que la discoteca, Efextos. Fue ahí donde iniciamos nuestra labor con disc jockeys y periodistas locales, y la mejor música del mundo. Todo era bonito, hasta que nos tocó enfrentarnos a la competencia. Emisoras con nombres muy bien posicionados y con la experiencia que solo dan los años. Recuerdo Radio Constelación, Regionalista y, sobre todo, Hit, la que era dirigida por Chasquilosky Díaz, acaso de ascendencia ruso-polaca. Chasqui, como le llamaban, era uno de esos hombres dedicados a la radio con muchas virtudes, personales y profesionales.

El 4 de mayo fue sábado, y, econtrándome allá, me tocó recibir al elenco del Concierto al Amor, un espectáculo romántico que iba concluyendo su gira nacional. El Concierto al Amor presentaba a cinco de nuestros más populares valores: Julio Andrade, Diego Bertie, Samir, Gianmarco y Paul Martin. Cada artista actuó individualmente en el coliseo José Oliva Razzetto, mejor conocido como el Coliseo Cerrado. El final, con todos en el escenario, fue apoteósico. Me tocó presentarlos en vivo, mientras, a un lado del escenario, conversaba con Javier Zignago, el recordado Joe Danova de nuestra nueva ola y padre del cantautor Gianmarco.


En Expreso, el Concierto al Amor en Ica.

Chasqui Díaz era, posiblemente, la persona que más conocía el teje y maneje de la movida musical y noticiosa de Ica. No en vano, Radio Hit andaba en primer lugar. Pero un día, a pesar de eso, tuvimos a Chasqui a los pies de Efextos. Sucedió un fin de semana. Lo denominamos el fin de semana de paz, amor y música. Y, al igual que Woodstock, duró tres días. Lo iniciamos el viernes con la presentación de artistas locales como Saúl Dulanto y su grupo Etcétera y, Guerra Psicológica, otra banda de jóvenes muy dedicados. De la capital fueron llegando algunos, y, para esa noche, tuvimos a Julio Andrade y Naysha. Arriba, en la radio, Norman Medina interrumpía a cada momento su programa nocturno para dar los alcances de lo que abajo pasaba (en realidad, nosotros interrumpíamos el programa de Norman). La paz se empezaba a perder, pero de buena manera. El amor comenzaba a brotar conforme pasaban los minutos y, la música, duró hasta el amanecer.... Puro peace and love. Solo faltaban las flores.

La mañana siguiente, no tan temprano como habíamos calculado, salimos con la convicción de encadernarnos a Ica desde los 102.7 del dial. Teníamos, además, a otra radio que desde más lejos también nos molestaba el oído: era Radio Panamericana, que vía satélite llegaba desde Lima. Nuestra misión fue visitar la mayor cantidad de hogares posibles para hacerles la pregunta de rigor, la que se dividió en dos: - ¿Qué radio escuchabas antes? y ¿Qué radio escuchas ahora? Fue así como fuimos ingresando al mercado (mezclando nuestro nuevo nombre con el de las otras). Y las entrevistas, que incluían regalos, salían en vivo y en directo a través de radios que la empresa había proporcionado. Ahí no había ediciones ni selección de las mejores respuestas. Era como le gusta a la gente, tal cual. Y mientras andábamos en vivo, desde la capital, llegaba el nuevo contingente de artistas para animar la segunda noche bajo cielo iqueño. S.O.S., Rocky Belmonte, Mónica Gamarra y (el actor) Toño Vega, se sumaron a Naysha y a Julio. Desde la puerta de la radio -en donde habíamos instalado otro punto de entrevistas-, Gustavo Orellana, nuestro hombre fuerte en las promociones, gritaba, bromeaba, jodía y, sin ninguna compasión, mencionaba al aire a las radios de la competencia (seguíamos mezclando nuestro nuevo nombre con las ya conocidas). A los pocos minutos, Chasqui, el mandamás de la radio de los Panizo, hizo acto de presencia. Otro punto a nuestro favor. Gracias Chasqui por tu saludo... en vivo y en directo, como nos gustaba.


Con S.O.S. en la Peña Makabe... Saquen todas las botellas para la foto.

El sábado por la noche, en la puerta de Efextos Pub, en la Avenida San Martín, hubo fiesta con tabaldillo y música en vivo. Esa fue como la presentación oficial del equipo de la radio, en su mayoría jóvenes no muy populares. Todos hicieron su aparicion, mientras volvíamos a utilizar los radios para comunicarnos con Medina, quien, desde la cabina en La Angostura, seguía los pasos del evento nocturno. Es posible que amigos como Julio y Rocky, o Naysha, y los demás invitados, recuerden esa velada. Los brindis merecieron la pena. Al día siguiente nos tocó dar por terminada la celebración y todo volvió a su cause normal. Nuestra sintonía había subido unos puntos.

Para ese entonces, quien suscribe, por razones que algún día podría explicar, había dejado Las Dunas, y, vivía en el Hostal Austria, a pocos pasos de la emisora. Fue ahí, en ese hermoso recinto de unas veinte habitaciones, manejado muy bien por sus dueños, un austríaco y una peruana, donde recaló la tropa artística llegada de Lima. Las atenciones de Richard y Zoila, es una de las cosas que nunca podría olvidar (como olvidarse de Bobby Marchena en Las Dunas... un imposible). O, como la tarde aquella que, luego de raparme el cabello (como adelantándome a mi futuro), y encontrándome en la piscina, apareció la señora Zoila gritando: "Oiga, ¿y usted qué hace metido en mi piscina?"... Zoila no me reconoció, y eso que era su cacerito más engreído.


Con Jorge González (Los Prisioneros), la tarde del show.

Muchos que visitaban Ica de paseo o de trabajo (o huyendo de la firme), de alguna manera terminaban comunicándose con nosotros. Por esos días recuerdo a Gisela que pasó un fin de semana en Las Dunas; al deejay Ricardo Claros, de Radio Panamericana, y su novia, con quien fuimos a visitar Huacachina; a Américo Barbosa, el brasileñísimo ejecutivo de Panamericana Televisión, y familia; nuestra Cecilia Bracamonte; y, por supuesto, a don Rafael Ruiz, de la página de espectáculos del diario Expreso, conocido en el medio periodístico como "La Sombra", quien nos siguió al dedillo mientras estuvo de paso.

Cuando Los Prisioneros anunciaron su llegada a Lima, hicimos contacto inmediato con los promotores de quienes conseguimos una reunión con cinco de nuestros oyentes, a quienes les dimos la oportunidad de viajar a la capital, y conocerlos personalmente. Además de almorzar juntos en El Rancho de la Avenida Benavides, y de ir a su show en la Plaza de Acho, claro está. Jorge González fue muy atento con todos. Recuerdo que cuando nos dimos la mano, el cantautor me dijo literalmente: "Ah! Ustedes son los de la radio al sur de Lima". El artista chileno sabía muy bien de nosotros.


Ganadores del concurso con Los Prisioneros en Lima.

Hubo tanto. Nombres como Pelé Valencia, Mario Luna Victoria, Pepe Morón, Claver Valencia, Jaime Espejo, Alex Pillaca, Luis Hernández, Stefano Málaga, Gustavo Orellana, Norman Medina, Félix Mitac, no sé. Todos, con la misma ilusión y ganas de salir adelante... El restaurante La Achirana (al que acudíamos casi a diario), la Peña Makabe (donde esa linda familia nos trató como en casa), Helena's en la Plaza de Armas (con las deliciosas tejas y demás antojos para engordar), Cachiche (donde está la bruja y la palmera de siete cabezas), la Posada del Sol (donde otro grupo de desadaptados, cobardes con pasamontañas, nos amarró de pies y manos, y con sus sucias botas en nuestra cabeza -y apuntándonos con sus uzis-, pidieron dinero para "la causa", mientras con mi mejilla izquierda tocando el frío suelo de la loceta, escuchaba "mi radio" con la música de Bryan Adams)... Seis meses que fueron eternos.

Cuando en agosto del año pasado llegamos a San Francisco para participar de la presentación de Deep Purple; luego de estacionar el vehículo a unas cuadras del Warfield, caminamos entre altos edificios y pregunté, ¿qué pasaría si hubiera un terremoto en este momento? Hubo silencio... La respuesta era obvia. Tres horas después, salíamos del histórico teatro con la satisfacción de haber visto a nuestro grupo favorito y con muchas ideas en la cabeza para cumplir con nuestra misión de escribir, esa misma noche. Al llegar a casa y sentarme frente al ordenador, me topé con una de las más tristes noticias desde que dejé el Perú. Por todos lados se informaba que un terremoto 7.9 había azotado la zona sur del país, dejando muchos muertos, heridos y a buena parte de la población, sin hogares. De inmediato tuve que dejar mi imaginario bolígrafo con el que me disponía a escribir, y guardar silencio. Solo un pequeño párrafo titulado SOLIDARIDAD CON EL PERÚ fue publicado a la una y treinta de la mañana.


Con Ricky Claros y su novia en Huacachina.

Esa noche fue dura. Porque recordé los días de 1991 en Ica, los amigos que hice, la radio, la discoteca y el pub, los eventos que organizamos, los paseos a Nazca, a Palpa, la música de UB40 ("Here I Am", "Kingston Town") y Los Cómplices ("Es por tí"), que tanto nos identificaron. La moto, la sacada de mierda en la moto, el festival de la Vendimia, y hasta aquel personaje que -a cambio de una botella de vino- llegó a buscarme a la radio para romperme la mano y ganarse uno de los cupos para ver a Los Prisioneros. Pero, sobre todo eso, por el pueblo que me recibió tan bien y me trató aún mejor hasta el último día de octubre, en que regresé a la capital. Y los Marañón, y los Medina, y los Morón, y los Orellana, y tantos que se quedaron allá. Como me decía Norman no hace mucho, "La juerga, el calor, y las ganas de hacer lo que nos gustaba, marcó una buena época...". Sí, señor. Pero, aunque lejos, el terremoto nos dejó una herida.

Javier Lishner
Santa Clara, California
13 de junio de 2008

NOTAS RELACIONADAS:
- ICA: LA OUIJA, LA COPA Y HENDRIX
- SOLIDARIDAD CON EL PERÚ
- Solidaridad con el Perú, EL BAILE DE LOS QUE SOBRAN
- DIOS TE SALVE MARÍA
- Lo único que faltaba, LAURA BOZZO EN PISCO
- Mañana domingo: PERÚ, UNIDO Y SOLIDARIO
- En el Perú, CLAUSURAN RADIO EN PISCO

6 comments:

Anonymous said...

Hola Javier:
A mi me desperto la llamada de mi prima, eran como las 3 de la madrugada, ella vive en Seattle, me dijo que habia habido un terromoto en Ica, habian pasado solo 2 horas del terremoto y no lograba comunicacion con nadie de la familia. Nos logramos comunicar via internet. Al hermano de mi madre lo encontraron debajo de escombros con dos de mis primas por fortuna no les paso nada solo un terrible susto y la tristeza de haber perdido la casa donde habian crecido (en esa casa tambien crecio mi madre y hermanos) la bellisima casa de mis abuelos en el centro de Ica tambien se cayo, en medio de todo tuvimos suerte porque nadie salio gravemente herido como si ocurrio con miles de personas. Sera dificil el dia que vuelva y no esten las dos casas mas importantes de mi infancia y adolecencia... pero asi es la vida, estando lejos he perdido a tantos familiares que seguramente lo de las casas lo superare con mas facilidad. La naturaleza no ha tratado muy bien a esta bella ciudad en esta ultima decada... porque todavia se estaba recuperando de la salida del rio que inundo practicamente toda la ciudad. En fin esperemos mejores tiempos.
Gracias por escribir sobre Ica,
Rossana

Javier Lishner said...

Hola Rossana:

Lamento las experiencias que compartes con nosotros sobre tu experiencia personal con Ica después del sismo. No sabes con cuánta gente me he encontrado o comunicado en los últimos meses que tienen familia en el Sur (Chincha, Pisco Ica, Cañete) y tiene alguna historia muy similar. La hermana de mi abuela, ya fallecida, y su esposo, tenían su casa en la Plaza de Armas de Chincha (los Rossi Toulier) y no sé cómo habrá quedado después del sismo. Era histórica para nosotros, pues de niños solíamos ir a visitarlos.

Como bien dices, esperemos mejores tiempos.

Saludos,

JL

Anonymous said...

Estuve en Las Dunas en Agosto del ano pasado, justo una semana antes del terremoto con mi promocion del colegio, cumpliamos bodas de plata de egresados y elegimos Ica y Las Dunas como sede de dos noches fuera de Lima. Demas esta decirte que dejamos los bares del hotel vacios de cualquier brevaje espirituoso pero lo pero vino despues. 7 dias mas tarde estando en el Cusco con mi esposa me entere del sismo y digo me entere porque no sentimos el terremoto ya que bajamos del tren que nos traia de MacchuPicchu y no sentimos nada. Luego en Lima sentimos las rafagas post terremoto, pero volvimos a Las Dunas, la verdad sigue siendo un gran hotel con un buffet espectacular que luego de tres anos sin viajar a Peru uno extranaba y una Huacachina cada vez mas seca.
Gratos recuerdos Javier de Efextos y las giras por la ciudad del Octavio Espinosa.
Abrazos
Sammy

Javier Lishner said...

Hola Sammy:

Interesante experiencia que debes de haber pasado mientras estuviste de visita en el Perú.

Felicitaciones por tus Bodas de Plata y me alegro que hubieran elegido una ciudad como Ica para su reencuentro.

De Las Dunas, tengo muy buenos recuerdos. El hospedaje, sus comidas (y bebidas), la atención, y, sobre todo, la comodidad de tener a la radio en la acera de enfrente.

Un abrazo,

JL

Alexis said...

Me encantó el articulo sobre Radio Efextos, el relato me ha hecho volver a vivir la mejor época de la radio en Ica sin duda.super te felicito, me acuerdo la gran coleccion de long plays que habia ahí,jaja. Llegue a conocerte un diá que fuí con unos amigos tuyos, yo trabajaba como locutor en radio hit por esos dias que tenía vacaciones , porque estudiaba en Lima en el Ipp, pero si entre a Efextos cuando ya te habias ido y quedo Gastón como Administrador, saludos.
Alexis Orellana

Alexis said...
This comment has been removed by the author.