Thursday, August 02, 2007

Entre serpientes y flechas
RUSH Y NADA MÁS

La cosa comenzó temprano, digamos, a golpe de ocho, cuando todavía brilla el sol en el norte de California. "Limelight", "Digital Man" y "Entre Nous", sonaron cuando el ambiente aún estaba claro, y Rush acababa de irrumpir, como ya es costumbre, luego de la pantalla que le sirve de preámbulo. 


El largo bajo de Geddy Lee, el vocalista, a veces pareciera quedarle corto. El músico canadiense se inmiscuye en él, como pocas veces he visto hacerlo. Mientras lo observaba de cerca, me lo imaginaba tratando de descubrir algo más que el sonido que su instrumento permite. Geddy Lee, es un caso.
"YYZ". Rush en vivo

Después de casi una docena de canciones, llegó lo peor: la interrupción. Se van como por treinta minutos, en los que la masa de veinte mil personas -que pudo llenar el Shoreline Amphitheatre aquella noche- se mueve amorfa. Unos para refrescarse con una cerveza de $6.00; otros, los más exigentes, para hacerlo con una de $10.00, y, los demás, para estrechar las piernas o el corazón; o, quién sabe, para dejar sus partículas en algún lugar del anfiteatro vecino de Google. Podría asegurar que, por lo menos el grupo que nos tocó detrás, vivió el concierto más en el área de afuera que en donde estaban sus originales ubicaciones. De reojo, mientras rememoraba mis días de muchachito malcriado, sumado al olor de hierba quemada, recordaba a algunos de mis amigos de adolescencia y juventud. A la vez, trataba de imaginarme cuál de los cuatro sería "el chofer designado".

Si se le quitara la viola a Alex Lifeson, y se le haría caminar por el Centro Financiero de San Francisco o de cualquier otra ciudad del mundo, así como se le vio anoche, parecería un hombre más de negocios, de esos que por esas cuadras se ganan la vida. No obstante, con la guitarra en mano, a pesar de su vestimenta formal, el guitarrista rockero destroza. Tiene embobada al ala izquierda de la platea.

El regreso de Rush es también con video. Y, para continuar atacando, el trío interpreta, en ese orden, "Far Cry", "Workin' Them Angels", "Armor And Sword", "Spindrift", (la hermosa) "The Way The Wind Blows" y la clásica "Subdivisions". No es exageración decir que, hasta ahí, el show ya había valido la pena. Aunque no hubieran interpretado nada del 2112. Tengo la ligera sospecha de que cuanto más viejo está uno, escucha mejor o peor, pero, no igual. Lo que es, anoche, podría asegurar que el audio en Mountain View estuvo sensacional. Es un buen lugar construido especialmente para conciertos. Lo corroboré con el periodista de Louisiana que había llegado de Baton Rouge, en las riberas del Mississippi, especialmente para el concierto.


Luego de un par de canciones más, entre las que estuvo "Natural Science", la delantera del grupo desaparece para dejar solo al baterista ensimismado con su instrumento. Neil Peart la rompe. Y cuando el 'solo' parecía acabar, el podio en el que se encuentra da un giro de 190 grados y el músico, al darse la vueta, continúa sin importarle la hora. Y aprovecha para hacer gala de su versatilidad en otros campos. Peart, al igual que sus compañeros de grupo, es un maestro en su rubro. Indiscutiblemente único.


Rush anoche en el Shoreline de Mountain View

Casi al final de la presentación, Rush realiza "Summertime Blues", el clásico de Eddie Cochran que, como era de esperarse, no sonó a The Who. La audiencia colaboró en la interpretación del viejo tema, que, alguna vez, también grabaron desde Olivia Newton John hasta los Ramones. Inmediatamente le sigue "Spirit Of The Radio", el que levanta el ánimo hasta a ellos mismos. Geddy Lee salta por primera vez, sinónimo de summum bonum, de triunfo. Automáticamente, ese, se convierte en uno de los momentos más álgidos de la noche, y prefacio para "Tom Sawyer", simbólico tema del Moving Pictures cuyo riff de sintetizadores hace lucir al bajista-cantante. Luego, se despiden.

No hay movimiento en la masa porque se entiende que solo esperan la venia del respetable (Rush! Rush! Rush!), para volver al mismo lugar donde, dos horas y media antes, se habían encontrado. El trío remata con "One Little Victory", "A Passage to Bangkok", y el recordadísimo "YYZ" del disco de 1981, cuando el conjunto aún era progresivo. Aunque el virtuosismo individual de sus músicos, se ha mantenido incólume hasta hoy. Sumado a la experiencia. 

Rush, que anda estrenando obra de título Snakes & Arrows, le puso anoche mucha atención a lo nuevo. Es así que dejó de lado "Fly By Night", "La Villa Strangiato", "Bravado", y otras que el público pudo haber esperado. Con esta gira demostraron que sigue siendo uno de los más estables combos de toda la historia del rock, a pesar de que posiblemente mucha gente lo ignore. A modern-day warrior mean, mean stride... Today's Tom Sawyer, mean, mean pride... ♪ ♫

Javier Lishner
Santa Clara, California
2 de agosto de 2007

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RUSH: A LA UNA, A LAS DOS Y A LOS TRES

RUSH: Flying High

2 comments:

Pepis said...

Muy buena crónica, gracias, Javier.

Yo viajo a Milán l asemana que viene para ver al trío.

Un saludo

Javier Lishner said...

Hola Pepis:

Gracias por visitar el blog y dejar tu comentario. Que disfrutes de uno de los tríos más poderosos del mundo. Buon viaggio.

JL