THE RAMONES: Otra vida que se apaga
Cuando en 2001 murió Joey Ramone, trabajaba como encargado del área latinoamericana en una compañía de Santa Clara, California. Esa mañana vi con lágrimas a un compañero de trabajo, y también músico.
Al igual que Charly García en Argentina, G.E. no sólo era fanático de los Ramones sino que, ese mismo año, había tenido oportunidad de conocerlo en una fiesta privada en Las Vegas durante la despedida de soltero de un amigo en común, vocalista de un grupo local, a quien yo sólo acompañé en su matrimonio. Aún recuerdo aquel lunes cuando apareció en el trabajo con la historia de que había estado con Joey y toda la mierda. De inmediato le pregunté: ¿Y te tomaste alguna foto con él? Con la mirada me contestó que no. Para luego agregar que le parecía muy "cheesy" (barato, simple) posar al costado de una estrella... Un año después, el mundo fue sorprendido con la muerte del bajista Dee Dee Ramone, a causa de sobredosis.
Y esta mañana, la noticia vuela por todo lo alto anunciando que, ayer, de cáncer a la próstata, murió otro de sus integrantes, Johnny, el famoso guitarrista de la banda neoyorquina. Por esas cosas de la vida, en menos de tres años, la banda quedó reducida a uno, Tommy Ramone, el batero, quien, paradójicamente, fue el último en acoplarse al grupo como músico. Originalmente, Tommy actuó de representante.
Por otra coincidencia, el último domingo se había realizado un show en homenaje a los Ramones, celebrando los 30 años desde que se dieron a conocer al mundo para influir en artistas desde Sex Pistols, Nirvana y Red Hot Chili Peppers hasta al mismo Bruce Springsteen quien, dicho sea de paso, les escribió una canción llamada "Hungry Hearts" que, a la postre, y por recomendación de su manager, la guardó para él y fue, en 1980, un éxito en su propia interpretación.
Como Iggy Pop, Lou Reed y MC5, los Ramones tuvieron (injustificadamente) poco éxito en las listas y, peor aún, en los siempre manipulados premios de alfombra roja. Aunque a ellos, poco les importó.
A la hora de su muerte, al lado de su esposa Linda, Johnny estuvo acompañado de buenos amigos como Eddie Vedder, Rob Zombie y Lisa Marie Presley.
Es muy posible que sus chaquetas de cuero negro y alguna de sus guitarras estén comenzando a volar a diferentes lugares para ser expuestas en vistosas vitrinas. Claro, como de costumbre, un tardío homenaje.
Descansa en paz, Johnny. Aquí, seguiremos escuchando tu obra.
Javier Lishner
San Jose, California
16 de septiembre de 2004
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