LA LEY ANTIBESO Y EL DÍA DEL AMOR
Mientras estuve de vacaciones, leí que en la mexicanísima ciudad de Guanajuato, en el centro del país, besarse iba a ser castigado no solo con sanciones económicas sino hasta con penas de cárcel.
Lo que parece una broma, no lo fue. Ni tampoco lo fue todo. Hubo más. En virtud de esa normativa municipal, además, se iba a prohibir pedir limosna, decir palabras malsonantes y vender en la calle.
El ayuntamiento, presidido por el Partido de Acción Nacional (PAN), llegó a aprobar la normativa que castigaba también a los promotores turísticos que se acercaran a los automovilistas, a quienes no usen los puentes peatonales, a los limpiaparabrisas y a los que hagan manifestaciones callejeras. O sea, Guanajuato se iba a convertir en el mundo perfecto donde solo podrían vivir los que huelen rico.
Paradójicamente, uno de los atractivos turísticos de Guanajuato, capital del estado con el mismo nombre, es El callejón del beso, que, como su nombre lo indica, es un paso estrecho y largo donde los visitantes se besan -según dicen- para disfrutar de siete años de felicidad.
Para el alcalde panista, Eduardo Romero Hicks, el reglamento no era excesivo ni persecutorio y su finalidad era inculcar valores y civilidad entre la población ya que "si no lo prohíbes, si no lo contemplas, la gente lo va a hacer". O sea, me imagino que Romero Hicks nunca leyó a Wilde cuando escribió que "una sociedad se embrutece más, con el empleo habitual de los castigos que con la repetición de los delitos".
Empero, el opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), no opinó lo mismo. Su primer regidor, Jorge Luis Hernández, en declaraciones a la agencia EFE, calificó la propuesta del PAN como una "vuelta a la Edad Media" y definió el Bando de Buen Gobierno como "de mal gobierno". En su opinión, el texto carecía de técnica legislativa y contienía más de cien errores. Apuntó que la normativa obliga a cruzar las calles por puentes peatonales cuando muchas veces ni siquiera están adaptados para minusválidos ni para personas de la tercera edad. Hay que aclarar que el propio PAN, actualmente en el poder en México, se distanció terminantemente del bando declarado en Guanajuato.
En un comunicado, el partido del presidente Felipe Calderón consideró que el ejercicio pleno y responsable de las libertades individuales no es solo un derecho garantizado en el marco jurídico vigente en México, "sino una condición fundamental para la convivencia democrática".
Dice EFE que Guanajuato es una ciudad universitaria con una intensa vida cultural en donde se celebra, en el mes de octubre, el Festival Internacional Cervantino. También es considerado uno de los territorios con mayor influencia de la derecha ultracatólica. (¡Ta ta ta tan!)
Mientras eso pasaba en México, en Camboya, ese país de 13 millones de habitantes ubicado al sudeste de Asia, un taxista le robaba un beso a una clienta que no tenía dinero para pagar la carrera. Por ello, fue condenado a 18 meses de cárcel por un tribunal de justicia de la provincia de Banteay Meanchey. La víctima, de 20 años, denunció ante las autoridades la osadía de Kim Koun, de 25 años, quien además de la pena penitenciaria deberá indemnizar a la joven con una cantidad que determinará en su momento el juez. "Le pedí el dinero pero me dijo que no tenía. Decidí darle un beso en lugar de cobrarle los honorarios", explicó el acusado durante el juicio. El juez consideró que la acción del taxista constituía un delito de acoso sexual. Uno mojigato, el otro conchudo. Tampoco, pues.
Finalmente, en "la capital del beso", la ordenanza municipal que prohibía darse chapes en las calles de Guanajuato provocó un rechazo tan grande que el alcalde Romero Hicks, tuvo que suspenderla y emprender una campaña para presentarla como la "ciudad romance" de México. "Ningún beso está prohibido", dijo finalmente el burgomaestre.
Entre las canciones que recuerdo y que tenían relación con el beso, están: "Kiss On My List", de Daryl Hall & John Oates; "Sealed With A Kiss", interpretado por Brian Hyland; "Kiss, Kiss, Kiss", de Yoko Ono (del álbum Double Fantasy), y "Kiss and Say Goodbye" de The Manhattans. De las escritas en nuestro idioma, una que marcó época fue la del inmortal Nino Bravo. Se tituló "Un beso y una flor". ¿Quién podría olvidarla?
Feliz día de los enamorados.
Javier Lishner
Santa Cruz, California
14 de febrero de 2009
Lo que parece una broma, no lo fue. Ni tampoco lo fue todo. Hubo más. En virtud de esa normativa municipal, además, se iba a prohibir pedir limosna, decir palabras malsonantes y vender en la calle.
El ayuntamiento, presidido por el Partido de Acción Nacional (PAN), llegó a aprobar la normativa que castigaba también a los promotores turísticos que se acercaran a los automovilistas, a quienes no usen los puentes peatonales, a los limpiaparabrisas y a los que hagan manifestaciones callejeras. O sea, Guanajuato se iba a convertir en el mundo perfecto donde solo podrían vivir los que huelen rico.
Paradójicamente, uno de los atractivos turísticos de Guanajuato, capital del estado con el mismo nombre, es El callejón del beso, que, como su nombre lo indica, es un paso estrecho y largo donde los visitantes se besan -según dicen- para disfrutar de siete años de felicidad.
Para el alcalde panista, Eduardo Romero Hicks, el reglamento no era excesivo ni persecutorio y su finalidad era inculcar valores y civilidad entre la población ya que "si no lo prohíbes, si no lo contemplas, la gente lo va a hacer". O sea, me imagino que Romero Hicks nunca leyó a Wilde cuando escribió que "una sociedad se embrutece más, con el empleo habitual de los castigos que con la repetición de los delitos".
Empero, el opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), no opinó lo mismo. Su primer regidor, Jorge Luis Hernández, en declaraciones a la agencia EFE, calificó la propuesta del PAN como una "vuelta a la Edad Media" y definió el Bando de Buen Gobierno como "de mal gobierno". En su opinión, el texto carecía de técnica legislativa y contienía más de cien errores. Apuntó que la normativa obliga a cruzar las calles por puentes peatonales cuando muchas veces ni siquiera están adaptados para minusválidos ni para personas de la tercera edad. Hay que aclarar que el propio PAN, actualmente en el poder en México, se distanció terminantemente del bando declarado en Guanajuato.
En un comunicado, el partido del presidente Felipe Calderón consideró que el ejercicio pleno y responsable de las libertades individuales no es solo un derecho garantizado en el marco jurídico vigente en México, "sino una condición fundamental para la convivencia democrática".
Dice EFE que Guanajuato es una ciudad universitaria con una intensa vida cultural en donde se celebra, en el mes de octubre, el Festival Internacional Cervantino. También es considerado uno de los territorios con mayor influencia de la derecha ultracatólica. (¡Ta ta ta tan!)
Mientras eso pasaba en México, en Camboya, ese país de 13 millones de habitantes ubicado al sudeste de Asia, un taxista le robaba un beso a una clienta que no tenía dinero para pagar la carrera. Por ello, fue condenado a 18 meses de cárcel por un tribunal de justicia de la provincia de Banteay Meanchey. La víctima, de 20 años, denunció ante las autoridades la osadía de Kim Koun, de 25 años, quien además de la pena penitenciaria deberá indemnizar a la joven con una cantidad que determinará en su momento el juez. "Le pedí el dinero pero me dijo que no tenía. Decidí darle un beso en lugar de cobrarle los honorarios", explicó el acusado durante el juicio. El juez consideró que la acción del taxista constituía un delito de acoso sexual. Uno mojigato, el otro conchudo. Tampoco, pues.
Finalmente, en "la capital del beso", la ordenanza municipal que prohibía darse chapes en las calles de Guanajuato provocó un rechazo tan grande que el alcalde Romero Hicks, tuvo que suspenderla y emprender una campaña para presentarla como la "ciudad romance" de México. "Ningún beso está prohibido", dijo finalmente el burgomaestre.
Entre las canciones que recuerdo y que tenían relación con el beso, están: "Kiss On My List", de Daryl Hall & John Oates; "Sealed With A Kiss", interpretado por Brian Hyland; "Kiss, Kiss, Kiss", de Yoko Ono (del álbum Double Fantasy), y "Kiss and Say Goodbye" de The Manhattans. De las escritas en nuestro idioma, una que marcó época fue la del inmortal Nino Bravo. Se tituló "Un beso y una flor". ¿Quién podría olvidarla?
Feliz día de los enamorados.
Javier Lishner
Santa Cruz, California
14 de febrero de 2009
6 comments:
ultra derecha catolica, suena a pelicual de terror, cipirani en algun papel de seguro
Sabes que el alcalde de Jesus María (Lima Metropolitana) nos comentó una vez que cuando estaba arreglando los parques muchos vecinos les pedían que no ponga bancas porque esto contribuía a que la gente (sobretodo adolescentes) aprovechen las bancas de los parques para besarse; hay parques sin bancas (todo es posible por acá)
Saludos Javier
Hola Canalla:
La ultraderecha católica o Vade retro, Satanás! la misma cosa.
Un abrazo,
JL
Hola Jorge:
Te iba a contestar que "no lo puedo creer...", pero, luego pensé que en este mundo, como bien escribes, todo es posible.
Pensaba que a ese no le gustaban los perros. Pero veo que no le gusta nada. Ni los perros, ni las bancas, ni los besos, ni el alcalde de San Isidro.
Un abrazo,
JL
Javier hay otra cancion que falta y que sono en tu epoca en radio panamericana Besame de Juan Gabriel lo recuerdas?Kike Chavez no se que tenia con esta cancion pero la pasaba cada rato en su programa.
Luis de jesus maria
No pues, amigo Luis. Si vamos a empezar a conjugar el verbo "besar", no terminaríamos nunca.
No sé porqué "Bésame" de Juanga me hizo recordar a "Don Diablo" de Miguel Bosé. Me pregunto si será por sus bailes de avanzada en los videos. jajaja.
Un abrazo,
JL
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