Monday, February 09, 2009

TUMBO: EL ROCK ES MI VIDA
(Y ESTA ES MI CANCIÓN)

Tumbo había nacido a fines de los años cincuenta. El tiempo le hizo saber que era contemporáneo de Simon LeBon, y que, al día siguiente de su nacimiento, Juan XXIII, "el Papa bueno", había sucedido a Pio XII, el soberano que gobernó el Vaticano durante casi veinte años. Es por ello que sus padres lo bautizaron Giuseppe, así, como el nuevo Papa. El sobrenombre de Tumbo se lo pusieron durante los primeros años de la primaria a raíz de una serie televisiva que andaba de moda. La televisión en Latinoamérica era aún incipiente y, también, su futura pasión, el rock and roll.


Cuando estaba por cumplir once años, su padre, un promisorio hombre de negocios, se lo llevó de paseo a Nueva York. Allí, en medio de los rascacielos, hubo un hálito de naturaleza. Un amigo del padre de Tumbo, lo invitó a participar de un evento que se desarrollaría en una granja a hora y media de la ciudad. Ambos fueron con el amigo del padre y sus dos hijos, quienes eran un poco mayores que él. En el citado evento participó una pléyade de artistas, algunos con nombre propio y, otros, como Crosby, Stills, Nash & Young, que se estrenaban como banda ante la platea. Y la platea llegaba al medio millón de personas. La mayoría hippies, esos pelucones que parecía que odiaban el agua.

Por esos años, el padre de Tumbo andaba empezando un negocio relacionado a la pesca, el cual, en escaso tiempo, le daría mucho dinero. La madre no trabajaba, y pasaba buena parte del tiempo en casa de sus hermanas solteras. Y, a diferencia del esposo, ella era muy religiosa.

Al regreso de los Estados Unidos, y con algunos discos bajo el brazo, Tumbo se dedicó a un nuevo hobby: coleccionar música. Pero, además, a conseguir las listas de los medios escritos de moda y de las emisoras locales a las que tenía acceso a través de un pequeño radio a transistores que alguna vez había pertenecido a papá.

Cuentan que en el evento de tres días al que asistió con su progenitor, Tumbo tuvo la suerte de atrapar una cuerda de un guitarrista llamado Alvin Lee. Este era músico de la banda Ten Years After, cuyo espectáculo fue uno de los más recordados, por la fuerza de su música, la velocidad de su guitarrista y por el largo set que se convirtió en el de mayor duración de aquel inolvidable fin de semana. El show de Ten Years After y la cuerda de la Gibson ES-335 de Lee, marcaron para siempre al muchacho.

Cuando cumplió doce años, el padre le regaló una guitarra y lo matriculó en unas clases privadas. Los maestros eran aficionados y todo lo que aprendió a tocar fue "La Bamba", el tema de Ritchie Valens, el joven músico latino que perdió la vida en el mismo accidente de Buddy Holly. De allí en adelante, aparte de asistir al colegio, Tumbo tuvo que prestarle atención a su hobby, a su guitarra y a su pequeña mascota, un cocker spaniel llamado Champagne. Todo esto le sirvió para formarse un carácter, asumir responsabilidades tempranas y, sobre todo, para ser un alumno ejemplar. Sus profesores lo admiraban. Sus compañeros lo seguían. Y, a los catorce años, luego de tanto llamar a las radios pidiendo canciones y participando de diversos concursos, uno de los deejays lo invitó a probar suerte con el micrófono. En la prueba sorprendió a todos. Su tono de voz, su claridad al hablar y, principalmente, algo que no era característica de muchos de los reconocidos disc jockeys, su conocimiento sobre lo que presentaba.

Ese mismo año, en un caso de asesinato que a pesar del tiempo sigue sin resolverse, el joven perdió a su padre. Y la reacción natural de Tumbo fue salir adelante ayudando a su madre y a su pequeño hermano de nombre Tyrone. Mientras seguía estudiando, consiguió que en la radio le dieran un programa semanal. Lo hacía en vivo y, aunque trataba de imitar a algunos de sus experimentados colegas, se empezó a caracterizar por aquello de las historias que comentaba entre canción y canción. Era la época de James Taylor, Carole King, Cat Stevens y Carly Simon. Los cantautores dominaban la escena musical. Pero, en cambio, él, en su espacio, se dedicó a tocar lo más oscuro de aquellos días: Black Sabbath, The Move, Blue Öyster Cult y hasta una desconocida banda de nombre April Wine, que recién se haría popular a fines de esa década, la del setenta.

Javier Lishner
Santa Clara, California
9 de febrero de 2009

2 comments:

Jorge S said...

INTERESANTE HISTORIA, NO HAY NADA COMO CONOCER DE MUSICA, SIEMPRE LO HE DICHO LA MUSICA ES PARTE DE LA VIDA Y SOBRETODO DE LA MIA, JUSTO AHORA ESTOY ESCUCHANDO UN TEMA DE SMITHS: REEL AROUND THE FOUNTAIN (GRAN TEMA, ME IMAGINO QUE A TI TE DEBE GUSTAR). SEGUIERMOS DE CERCA LA HISTORIA
SALUDOS JAVIER

Javier Lishner said...

Hola Jorge:

Todo lo que venga de Morrisey me gusta. The Smiths me gusta mucho y también esa famosa canción que dice:

"It's time the tale were told
Of how you took a child
And you made him old..."

Sigamos comunicados a través de la música que tanto nos apasiona y es parte de nuestras vidas.

Un abrazo,

JL