EL MICRÓFONO Y YO (PARTE FINAL)
Concluí mi reunión en gerencia y cuidadosamente cerré la puerta. Acababan de decirme que haría bien si me iba de la radio. No hacía mucho que había sido uno de los ganadores de un concurso al que Radio Miraflores denominó Nuevas Voces, y luego de morar mañana, tarde y noche en los predios de la emisora, me decían que "en el negocio de los seguros me iba a ir muy bien". Habían llegado a lo más profundo de mi corazón, a mi orgullo.
Liliana Sugobono, otra de las figuras que pertenecía a ese equipo de 1980, era la directora de programación de la FM. A Liliana, la había escuchado años antes mientras estaba en América y conducía esa lista anual que llamaba Casillero 60. Su inconfundible voz, y su apellido -que era el de un compañero de colegio quien resultó siendo el sobrino-, era inconfundible. Cuando tuve oportunidad de conocerla personalmente, pude apreciar su calidad y don de gentes. Amén de su labor como programadora, Liliana conducía diariamente El Expreso de las seis, el mismo espacio con el que la había escuchado años antes. Era un programa dedicado a la música del alma, el soul.
En frente de la radio, había un discreto establecimiento al que algunos de nosotros íbamos para adquirir desde bebidas gaseosas y emparedados hasta caldos y comida de fondo. Se llamaba Las Gaviotas. Si bien es cierto que no era la única tienda del área, sí era la más informal. Una cortina de plástico era lo único que separaba al comedor de la cocina. Lo que pasaba allá detrás fue siempre un misterio. Pero era como nuestro refugio. Juanito, el dueño, era buena gente y no se metía en nuestras conversaciones. Y ahí me quedé esperando a mi nuevo colega Jorge Muñiz, otro de los ganadores del concurso, quien desde esos días se convirtió en mi compinche. Hoy es como un hermano.
Jorge, quien actualmente reside en Toronto y dedica su vida al cine (acaba de regresar de la India, por ejemplo), era una de esas personas que nunca fallaba cuando se trataba de dar la mano. Pero esa vez, yo no necesitaba una mano sino un par de oídos. Y Jorge escuchó mi rabieta. Cruzamos la pista y regresamos a la radio, en donde algunos de nosotros solíamos quedarnos mirando y aprendiendo de los que más experiencia tenían. Sino que lo diga Gerardo Manuel, con quien pasábamos La Hora Pirata escuchando sus historias y viendo la espontaneidad con la que conducía su programa.
En ese entonces no había emisión nocturna del Noticiero El Momento, y -entre Liliana a las seis y Gerardo a las ocho-, a la siete de la noche iba Jorge Henderson. Su programa se llamaba Mundo Musical Iberoamericano y sería la base de su posterior éxito televisivo: Enhorabuena. El espacio fue muy sintonizado. Jorge era un poco celoso con su producción, sus discos, su operador técnico. Además, estudiaba voz con Margarita Ponce, que ya era bastante. Para tratar de acercarme a él, un día le presté un disco titulado Alto Voltaje, que era una recopilación de temas de grupos y artistas argentinos, entre los que recuerdo a Piero ("Soy un hombre que viene, soy un hombre que va") y Roberto Livi ("La fiesta inolvidable"). Lo recibió con gusto, agradeció, lo guardó en su casillero, y nunca más -ni mi hermano que era el dueño ni yo- lo volvimos a ver. O no fui muy claro cuando se lo presté, o no me comprendió.
Esa tarde, Liliana me vio cabizbajo y, como no era costumbre, me llamó a su cabina. El Expreso de la seis ya había empezado. Liliana era una persona muy comprometida con su quehacer cotidiano. Yo admiraba su convicción y la pasión con la que conducía cada minuto de su Expreso. Mientras iba de la cabina de locución a la del operador técnico llevando los discos que iba transmitiendo (por lo general, de su propiedad), me preguntó qué pasaba. Le comenté que era mi último día en la radio. Que había decidido irme porque algunos creían que iba a tener más éxito en la industria de los seguros. Me miró y, con esa voz que solo da la experiencia, me recomendó que me quedara. Compartió conmigo algunos pasajes de su carrera y me sembró nuevamente la duda. Pero de que me iba a trabajar a Seguros El Sol, no había duda. Ya me habían entrevistado, aceptado, y me esperaban, digamos, el lunes siguiente. Y en casa, solo de pensar que me iban a ver con saco y corbata, andaban felices. Liliana era la programadora y, como tal, me ofreció hablar con Buby, el gerente, al que le cerré cuidadosamente la puerta.
Terminado el programa llegó Jorge Henderson. Me vio ofuscado. Yo andaba con el 666 en la cabeza (o la "J" en la espalda, que es aún peor) y era muy fácil de darse cuenta. A Jorge no le gustaba mucho que hubiera gente mientras salía al aire. Para realizar un buen programa debía existir compenetración entre el disc jockey y el operador técnico, solía decir. Yo pensaba igual. Pero esa noche, Jorge me llamó a la cabina. Volví a encerrame entre viejos casilleros de madera de color plomo y un par de enclenques sillas, desde donde en las mañanas Pedrito, Enrique y Rómulo (Flores) leían las noticias. "Javier, esta carrera no es fácil", me dijo haciendo un gesto, mientras con la otra mano se acomodaba los bigotes. "Si ahora te vas, nadie te va a llamar. Nadie te conoce. Espera un tiempo, hazte de un nombre y recién has lo que quieras", me dijo casi literalmente. Jorge, por lo general, no andaba en bromas. Era una persona muy ocupada y, a la vez, uno de los engreídos de la programación por el éxito de su espacio musical y el de su estelar de los sábados, La Revista del Momento. En aquel programa de dos horas entrevistaba (conversaba debería decir) con importantes artistas, alcaldes, políticos y ministros de Estado. Me ofreció hablar con Buby, el gerente, al que le cerré cuidadosmente la puerta.
Nunca, hasta hoy, supe quién abogó literalmente por mí. Nunca supe cómo lo hicieron ni qué dijeron. Solo sé que al día siguiente se me dio un nuevo espacio en la FM, esta vez nocturno, para seguir conduciendo Reunión Acústica con la misma cortina musical de Rick Wakeman y la misma convicción de hacerme un nombre entre los Henderson y Sugobono. Al año siguiente, el que le cerré cuidadosamente la puerta, me haría programador de ambas frecuencias. Casi inmediatamente, junto a Juan Alberto Mata, habilitaríamos una oficina al lado de la de Pedrito Roncallo. Los que recuerdan deben saber que para ingresar a ese despacho, que también se convirtió en la discoteca de FM (porque la de AM siguió en la oficina de Pedro), había que pasar por un armatoste negro que pesaba una tonelada y cuyo sistema de transmisión, en tiempo (casi) real, nos traía la información alrededor del mundo. Teletipo, le llamaban. Era como el Yahoo! News de la época.
Jorge Henderson es aquel quien años más tarde, encontrándose en un hotel de Nueva York, mientras tomaba desayuno, vio en la otra mesa a un rubio y se dijo: "A este lo he visto en la carátula de algún disco". Era Rod Stewart. Liliana Sugobono es aquella que una vez, encontrándose en la cabina de Radio América, mientras contaba el dinero de su quincena que acababa de cobrar, mirando la luz roja encendida dijo al aire: "Esta es la hora en nuestro programa, son las seis de la tarde y quince centavos". A los dos les debo el que no hubiera pateado el tablero ni que hubiera habido jaque mate.
Javier Lishner
Santa Clara, California
16 de mayo de 2008
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En frente de la radio, había un discreto establecimiento al que algunos de nosotros íbamos para adquirir desde bebidas gaseosas y emparedados hasta caldos y comida de fondo. Se llamaba Las Gaviotas. Si bien es cierto que no era la única tienda del área, sí era la más informal. Una cortina de plástico era lo único que separaba al comedor de la cocina. Lo que pasaba allá detrás fue siempre un misterio. Pero era como nuestro refugio. Juanito, el dueño, era buena gente y no se metía en nuestras conversaciones. Y ahí me quedé esperando a mi nuevo colega Jorge Muñiz, otro de los ganadores del concurso, quien desde esos días se convirtió en mi compinche. Hoy es como un hermano.
Jorge, quien actualmente reside en Toronto y dedica su vida al cine (acaba de regresar de la India, por ejemplo), era una de esas personas que nunca fallaba cuando se trataba de dar la mano. Pero esa vez, yo no necesitaba una mano sino un par de oídos. Y Jorge escuchó mi rabieta. Cruzamos la pista y regresamos a la radio, en donde algunos de nosotros solíamos quedarnos mirando y aprendiendo de los que más experiencia tenían. Sino que lo diga Gerardo Manuel, con quien pasábamos La Hora Pirata escuchando sus historias y viendo la espontaneidad con la que conducía su programa.
En ese entonces no había emisión nocturna del Noticiero El Momento, y -entre Liliana a las seis y Gerardo a las ocho-, a la siete de la noche iba Jorge Henderson. Su programa se llamaba Mundo Musical Iberoamericano y sería la base de su posterior éxito televisivo: Enhorabuena. El espacio fue muy sintonizado. Jorge era un poco celoso con su producción, sus discos, su operador técnico. Además, estudiaba voz con Margarita Ponce, que ya era bastante. Para tratar de acercarme a él, un día le presté un disco titulado Alto Voltaje, que era una recopilación de temas de grupos y artistas argentinos, entre los que recuerdo a Piero ("Soy un hombre que viene, soy un hombre que va") y Roberto Livi ("La fiesta inolvidable"). Lo recibió con gusto, agradeció, lo guardó en su casillero, y nunca más -ni mi hermano que era el dueño ni yo- lo volvimos a ver. O no fui muy claro cuando se lo presté, o no me comprendió.
Esa tarde, Liliana me vio cabizbajo y, como no era costumbre, me llamó a su cabina. El Expreso de la seis ya había empezado. Liliana era una persona muy comprometida con su quehacer cotidiano. Yo admiraba su convicción y la pasión con la que conducía cada minuto de su Expreso. Mientras iba de la cabina de locución a la del operador técnico llevando los discos que iba transmitiendo (por lo general, de su propiedad), me preguntó qué pasaba. Le comenté que era mi último día en la radio. Que había decidido irme porque algunos creían que iba a tener más éxito en la industria de los seguros. Me miró y, con esa voz que solo da la experiencia, me recomendó que me quedara. Compartió conmigo algunos pasajes de su carrera y me sembró nuevamente la duda. Pero de que me iba a trabajar a Seguros El Sol, no había duda. Ya me habían entrevistado, aceptado, y me esperaban, digamos, el lunes siguiente. Y en casa, solo de pensar que me iban a ver con saco y corbata, andaban felices. Liliana era la programadora y, como tal, me ofreció hablar con Buby, el gerente, al que le cerré cuidadosamente la puerta.
Terminado el programa llegó Jorge Henderson. Me vio ofuscado. Yo andaba con el 666 en la cabeza (o la "J" en la espalda, que es aún peor) y era muy fácil de darse cuenta. A Jorge no le gustaba mucho que hubiera gente mientras salía al aire. Para realizar un buen programa debía existir compenetración entre el disc jockey y el operador técnico, solía decir. Yo pensaba igual. Pero esa noche, Jorge me llamó a la cabina. Volví a encerrame entre viejos casilleros de madera de color plomo y un par de enclenques sillas, desde donde en las mañanas Pedrito, Enrique y Rómulo (Flores) leían las noticias. "Javier, esta carrera no es fácil", me dijo haciendo un gesto, mientras con la otra mano se acomodaba los bigotes. "Si ahora te vas, nadie te va a llamar. Nadie te conoce. Espera un tiempo, hazte de un nombre y recién has lo que quieras", me dijo casi literalmente. Jorge, por lo general, no andaba en bromas. Era una persona muy ocupada y, a la vez, uno de los engreídos de la programación por el éxito de su espacio musical y el de su estelar de los sábados, La Revista del Momento. En aquel programa de dos horas entrevistaba (conversaba debería decir) con importantes artistas, alcaldes, políticos y ministros de Estado. Me ofreció hablar con Buby, el gerente, al que le cerré cuidadosmente la puerta.
Nunca, hasta hoy, supe quién abogó literalmente por mí. Nunca supe cómo lo hicieron ni qué dijeron. Solo sé que al día siguiente se me dio un nuevo espacio en la FM, esta vez nocturno, para seguir conduciendo Reunión Acústica con la misma cortina musical de Rick Wakeman y la misma convicción de hacerme un nombre entre los Henderson y Sugobono. Al año siguiente, el que le cerré cuidadosamente la puerta, me haría programador de ambas frecuencias. Casi inmediatamente, junto a Juan Alberto Mata, habilitaríamos una oficina al lado de la de Pedrito Roncallo. Los que recuerdan deben saber que para ingresar a ese despacho, que también se convirtió en la discoteca de FM (porque la de AM siguió en la oficina de Pedro), había que pasar por un armatoste negro que pesaba una tonelada y cuyo sistema de transmisión, en tiempo (casi) real, nos traía la información alrededor del mundo. Teletipo, le llamaban. Era como el Yahoo! News de la época.
Jorge Henderson es aquel quien años más tarde, encontrándose en un hotel de Nueva York, mientras tomaba desayuno, vio en la otra mesa a un rubio y se dijo: "A este lo he visto en la carátula de algún disco". Era Rod Stewart. Liliana Sugobono es aquella que una vez, encontrándose en la cabina de Radio América, mientras contaba el dinero de su quincena que acababa de cobrar, mirando la luz roja encendida dijo al aire: "Esta es la hora en nuestro programa, son las seis de la tarde y quince centavos". A los dos les debo el que no hubiera pateado el tablero ni que hubiera habido jaque mate.
Javier Lishner
Santa Clara, California
16 de mayo de 2008
- EL MICRÓFONO Y YO (PARTE I)
- EL MICRÓFONO Y YO (PARTE II)
20 comments:
hola javi:vaya que nos dejaste esperando para al fin develar a tus mentores.gracias muybonito tus articulos...saludos.
maricielo
Así es, a no tirar la toalla. Henderson Palacios De Jigginson tiene toda la razón del mundo. Y mira que te hiciste un nombre, que para variar, es muy bonito: "Javier." ¿No es cierto, Javier?
Henderson y su Enhorabuena en el cuatro... Mi mamá veía ese show hasta por gusto y se vacilaba con Alberto Cortéz y Pimpinela.
Me he reído mucho con esta sucesión de historias, los zafarranchos armados y por supuesto he recordado muchas otras anécdotas.
Al momento que yo entré pasé a ser el menor de la radio, ya que tengo 1 año menos que Sammy!!!, quien fue mi inspiración para entrar a trabajar a mis 14 años y recuerdo que trabajé desde el verano del 81 hasta diciembre de 83, 3 años seguidos, 3º, 4º y 5º de media, ininterrumpidamente.
Ya conocía de antes a Johnny López quien iba al snack que tenía mi papá en 28 de julio y Larco, a 2 cuadras de la radio y lo había "ayudado" en la organización de unos conciertos que hizo en el 81, en el Olivar de San Isidro, sólo me acuerdo de Mardy Grass (espero no estarme equivocando el nombre, que interpretaba entre otros temas, canciones de Sui Generis).
Recuerdo que pasé momentos importantes de la música como la muerte de John Lennon y la de Chabuca Granda. Ambas conmocionaron la radio.
Estar en medio de tantas estrellas, a esa edad, marcó mi carrera en el mundo de las comunicaciones.
Hoy tengo 27 años ejerciendo. Dirigí una productora de TV por 18años y tuve ocasión de poder trabajar algunos proyectos en ella con Sammy, Juan Alberto, Gerardo, Hugo Salazar, Dante Capella, Javier Maza, Oscar Diaz,entre otros.
Ahora, por coincidencias de la vida, estoy dirigiendo unos proyectos para OVACION, la radio, ya lanzamos el Portal www.ovacion.com.pe y vienen nuevos medios.
Y cuando me preguntan cómo así empecé en el mundo de los medios de comunicación siempre digo con orgullo: "Yo nací en Radio Miraflores, la radio chiquita de corazón grande."
Y agradezco por los buenos amigos que hice desde entonces y por todo lo que aprendí y la dedicación que varios me dieron.
Un abrazo para todos ustedes mis buenos amigos!!!
Willy
guillermoackermann@gmail.com
Hola Guillermo:
Hay muchas cosas que me dan gusto, como por ejemplo que a pesar de la edad, la gente siga con el mismo ánimo de cuando estaba en tercero o cuarto de secundaria. Parece ayer cuando llegaste a la Alcanfores. Eso sí, si recuerdas el asesinato de John Lennon en la radio, entonces entraste antes del verano (peruano) de 1981. Porque John fue abaleado en diciembre del 80. En cuanto a lo de Mardi Grass, es muy posible pues era uno de los grupos que recuerdo presentándose en el Olivar. Y, sí, ellos eran los de Rasguña las piedras, clásico de Sui.
En cuanto a Chabuca, Jorge (Henderson) tuvo oportunidad de entrevistarla en La Revista del Momento. Las entrevistas de Jorge en la radio creo que eran mejores que las de Hildebrandt. Yo recuerdo cuando Jorge se despidió de la radio para irse a América donde luego conduciría Enhorabuena. También recuerdo aquella noche que, en la misma radio, despedimos a Johnny, que se iba a Radio Panamericana.
Otro dato sobre tu comentario anterior. Michael Constanz, el hijo del presidente de Sears, era el chiquillo que hacía su programa en inglés los fines de semana bajo el seudónimo de Master J. El muchacho ingresó a raíz de la sociedad entre Radio Miraflores y el Club del Disco Sears, de quien Gerardo fue imagen.
Otro personaje de la época, sin duda, fue Juan Alberto Mata. El "Killing" para Hugo Salazar. Aunque solo condujo un dominical programa auspiciado por la Embajada Francesa, Juan Alberto, como bien dijiste en uno de tus comentarios anteriores, fue una pieza importante en la coordinación de la radio. Trabajamos juntos en la programación hasta el día que decidió mudarse a Discos El Virrey. En fin, hay tanto por recordar...
Un abrazo y por favor ponme algo de Alianza en el portal de Ovación, que no sean sus problemas. A propóito, hoy leí en El Comercio que Héctor Chumpitaz está entre los defensas más goleadores de la historia del balompié. Me hubiera gustado no leer la noticia y quedarme solo con el titular. Chumpi está en el puesto 32. Si yo hubiera sido defensa... Mi próxima entrega será El fútbol y yo.
Saludos,
JL
Hola Maricielo:
Gracias por estar siempre con el blog y por tus buenas vibras.
Recibe un afectuoso saludo,
JL
Hola Javier:
Me había olvidado de ese capítulo de la Higginson. Enhorabuena era el término con el que Jorge solía finalizar su programa Mundo Musical Ineroamericano, en Miraflores. Cuando Jorge decidió dejar la radio creo que hubo un impedimento para que usara ese nombre en América, cosa que lo llevó a utilizar su clásico Enhorabuena, como nuevo nombre de su programa que tuvo mayor alcance, pues apareció en televisión.
De Pimpinella puedo decir con el apoyo de Juan Alberto Mata que Radio Miraflores fue la primera emisora que tocó su música en nuestro medio. El disco nos llegó mucho antes que la misma disquera lo tuviera en Lima. El nombre nos pareció tan feo que los llamamos simplemente "el dúo Lucía y Joaquín".
Un abrazo y espero verte en el show de Yes... en primera fila. jaja.
JL
Hola Amigo Javier
La verdad muy buenos tus articulos y te agradezco que compartas con nosotros tus vivencias en la radio, muy conmovedor. Conocistes a grandes maestros de la radio, y estuvistes el momento y en en lugar preciso, dicen que cuando conjugan esos dos factores el éxito esta garantizado. Un fuerte abrazo amigo Javier.
Hola Miguel:
Gracias por tu comentario. En realidad la nota se titula EL MICRÓFONO Y YO, pero lo que realmente he pretendido es recordar a las figuras de quienes aprendimos. Para serte sincero, estos artículos comenzaron siendo pensados para hacer una nota a la generación de disc jockeys que me tocó dejar en la cúspide cuando viajé a los Estados Unidos. Pero, la pluma viró y se fue a otro lado.
Un abrazo,
JL
Hola Javier,
Pues vaya que hay momentos decisivos en la vida en los que un gesto o una actitud, terminan por darte ese impulso que es muchas veces mas valioso que la carrera en si misma, en este caso la de comunicador.
Sin duda los 80s y parte de los 90s dejaron una gran camada de comunicadores de muy buena talla, oir a sammy en la tele americana saber de ti y este blog, por citar solo un par de ejmplos, nos confirman la calidad profesional de ustedes.
A Diana Garcia la oi por ultima vez en telestero 88, su voz era bellisima, su musica realmente oxigeno ante la contaminada fm de aquellos anios que aun vivia en Lima. Realmente dolorosa su partida y me imagino que mas aun para sus seres queridos y para ustedes que la conocieron y compartieron su don de gente; gracias por compartir con nosotros todas tus experiencias Javier, nos haces participes de un mundo al que como oyentes jamas hubiesemos tenido acceso.
Un abrazo
y aqui mi enlace
http://luca72.hi5.com
Proximamente mas conciertos y la respectiva resenia desde el pit; como no podia ser de otra manera
Regardsss
Luca
Atlanta, Ga
A ver si alguno de los visitantes de tu blog nos cuenta como estuvo el concierto de Whitesnake; que suertudos carambas. mi hermano ira y ya le envie desde gorros tshirts y el nuevo disco (good to be bad). Espero que se la pase bien como el resto de gente " y ya saben si no vas a whitesnake no eres hard rock..jajajaja" yo me conformare con ver el dvd que grabaron en Londres; algo es algo
chau
Hola Luca:
Qué suertudo tu hermano. Encima de que va al concierto (y tú no), le envías gorritos, t-shirts y hasta el nuevo disco. Por si acaso yo voy a fin de mes al de Iron Maiden.
Mañana a primera hora (Pacific Standard Time), haremos un llamado público para que alguien de buen corazón nos envíe una crónica del paso de Su Majestad Whitesnake por Lima.
Un abrazo,
JL
Tienes toda la razón, mi segundo día en la radio fue el día que se conmemoraba un mes del asesinato de Lennon, es decir 8 de enero de 1981.
Así que entré el 7 de enero según tu puntual precisión.
Ya que comentas del fútbol, no escribiré sobre Alianza, que se encuentra en undécimo lugar, sino sobre los partidos - campeonatos en la canchita de fulbito del malecón de Miraflores y me acuerdo de un campeonato en un club de Tiro del Rímac, entre Radios?
Saludos,
Willy
Sammy me acuerdo perfecto del Roller Disco y de esos programas nocturnos hasta altas horas.
Increíble que hoy en el Perú la música de los 70 y 80's tenga tanto espacio en las estaciones de radio, al punto de haber radios especializadas en ella, tanto en inglés, como en español.
Sin duda fue una época de oro de la que, cada uno desde nuestra trinchera y función, fuimos protagonistas.
Sammy llegaste a revisar el Portal de Ovación? (www.ovacion.com.pe), por el cual Javier se viene enterando de la asombrosa campaña de su querida Alianza?
Me encantaría saber tus comentarios y quizá plantear algo en conjunto.
Tú sabes que en Ovación hubo cambios, de los cuáles también me encantaría saber tus opiniones.
Si puedes escríbeme a mi dirección guillermoackermann@gmail.com
Un fuerte abrazo,
Willy
Hola Javier! Tras leer las 3 partes de tu muy interesante nota, realmente quiero decirte que he rememorado mis "años maravillosos" escuchando radio, desde los 70's cuando comencé escuchando Radio Miraflores en 1973 -algo que sorprendió al mismo Buby Palma en la única reunión que tuve con él en su oficina en 1993, 20 años despues-, y luego en los 80's en mi etapa universitaria en la Católica.
Fue un acierto el consejo del amigo Henderson, ya que poco tiempo despues te hiciste un nombre en Radio Miraflores, y como te dije la primera vez que conversamos por teléfono, en un especial que hiciste de QUEEN el 22de noviembre del 81, fue la primera vez que escuché los temas "Keep Yourself Alive", "Seven Seas Of Rhye" y "Killer Queen", lo cual me empujó a buscar mas de esos 3 primeros albums de QUEEN que hasta ese momento, era material absolutamente desconocido para mí.
Un gran abrazo a la distancia, mi querido amigo, y que sigan los éxitos en tu blog, y en lo que pueda serte de utilidad, a tus enteras órdenes.
LUCHO GUADALUPE
Hola Guillermo:
Lo que menos quiero hablar en este blog es de tiros. Pero sí recuerdo con agrado todos esos campeonatos de fulbito en los que participamos. En algún momento habrá una nota del fulbito. Por ahora, preparo una breve de mi paso por las canchas de fútbol.
De Alianza debes escribir siempre. El equipo íntimo no es una moda, o sea por su posición en la tabla... Alianza Lima es una institución. Es una columna vertebral para el deporte peruano. Algo así como los Beatles para el rock and roll.
Un abrazo,
JL
Señor Guadalupe:
Usted siempre con sus comentarios que sacan lágrimas. 1981 fue un buen año. Tal vez el mjor de esa primera etapa en Radio Miraflores. Con Juan Alberto Mata asumimos el control de la programación de las dos frecuencias y, trabajamos al lado de tanta gente como Gerardo Manuel, Liliana Sugobono, Johnny (López), Quique Cano-Alva, Hugo Salazar, Jorge Henderson, Sammy Sadovnik, y tantos más que ya nombramos en nuestras notas.
De Queen, sí me habías contado esa anécdota y también la leí en alguna otra parte de Internet. Se agradece la mención y un gusto que, a pesar de tus años, sigas fiel a la música de Queen... jaja.
Un abrazo,
JL
A pesar de mis años? Si usted es mayor que yo por 10 años, ja ja ja.
Por mas que pasen los años, hay pasiones que no mueren, y que permanecen en el corazón de uno. Y si a eso le agrego el sueño de ver a BRIAN MAY y ROGER TAYLOR en vivo en la asociación o alianza musical llamada "QUEEN + PAUL RODGERS", pues la llama sigue muy viva adentro, y esperando que cuando culmine la gira europea el 7 de noviembre en Londres, el siguiente periplo sea Sudamérica. Y esta vez, tras todas las visitas de buenos grupos que hemos tenido y que seguiremos teniendo hasta ese mes de noviembre, el terreno esté lo suficientemente "pavimentado" como para que Perú pueda existir como posibilidad en una gira sudamericana. Tengo mucha fe en ello.
Un abrazo, mi estimado maestro Yoda.
LUCHO GUADALUPE
Hola Luis:
Todos esperamos leer la noticia de que Queen + Paul Rodgers llegan a Lima para una actuación. Ojalá se logre.
Un abrazo,
JL
No encuentro en los interesantes datos que insertas de tu trayectoria, el paso que tuviste como manager de Radio Efextos de Ica-Perú…la experiencia fue interesantísima e Ica tuvo la posibilidad de disfrutar de un talento de las comunicaciones como tú; los recuerdos de esa época son interminables y hermosos…Recuerdo con claridad el mega evento que organizaste con todos los roqueros nacionales. Modestamente siempre comento que tuve el honor de colaborar en el staff que laboró contigo. GRACIAS JAVIER LISHNER.
JAIME ESPEJO
Mi estimado Jaime:
Las tres notas de EL MICRÓFONO Y YO fueron escritas pensando en aquellos primeros años que marcaron la carrera. La historia de Ica, en 1991, merece un espacio propio. Y así será. Seguramente que lo llamaremos ICA Y YO, y tú serás parte de esa historia... jaja.
Recibe un fuerte abrazo,
JL
Pimpinella!!! Por algun lado tengo las fotos con los Pimpinella el dia que fueron a ser entrevistados ahi en Alcanfores; realmente, que dias!!!
Rochy Mauricio
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