Tuesday, May 20, 2008

EL FÚTBOL Y YO

Nadie cree que ese flaquito, y ahora panzón, alguna vez pudo dominar el balón. Equivocados que están. De no haber sido porque, en aquella época, el fútbol local era tan mal pagado y, a la vez, no muy bien visto por nuestros padres, digo, como para seguirlo como una carrrera, el futuro disc jockey no hubiera conocido ni a Jorge Henderson ni a Liliana Sugobono, ni a ninguno de sus amigos de quienes tanto ha escrito en este blog. Posiblemente, veinte años después, hubiera, finalmente, conocido a Sammy Sadovnik, actual comentarista deportivo de Telemundo.


Pienso que se hubiera podido haber codeado con jugadores de su generación como Eduardo Malásquez o el "Diablo" Jaime Drago, con quien sí tuvo oportunidad de enfrentarse en uno de esos partidos interescolares. O, con los mellizos Vásquez, Christian y Cedric, futuros valores del Club San Agustín, de quienes me acuerdo desde cuando estaban en la primaria (yo con un año menos) y vivían en la calle Barcelona, en San Isidro.

La primera presea que creo haber obtenido por practicar el deporte, aún la poseo pero me da vergüenza decir el año. A pesar de su escueta dimensión, tuvo un significativo valor. Un año más tarde, mi mejor amigo del colegio en ese entonces, quien reside en España, su lugar de nacimiento, le dijo a mi padre: "Ahora Javier está jugando al fútbol...". Mi padre miró al muchacho casi como diciéndole, si eso el lo único que sabe hacer.

Por la influencia del hermano mayor, cuándo no, el fútbol fue desde siempre una pasión. Mi primer recuerdo importante del más popular de los deportes data de agosto de 1969. Era domingo. Nos encontrábamos de fin de semana con la familia en la Hacienda San José de El Carmen, en Chincha, propiedad de los Cillóniz. Éramos un buen grupo, contando con tíos y primos. Se jugaba un tan importante encuentro que el ganador obtendría el pase para el mundial del siguiente año, en México. El empate favorecería al entonces visitante. Jugaban Perú y Argentina.

En la habitación de la inmensa casona donde conectaron el bicolor aparato, en blanco y negro, hubo suficiente gente. Entre ellos, un pequeño que, a esa edad, debía estar pateando el balón afuera o corriendo en la caballeriza. Pero esa tarde, se quedó frente al televisor sin entender mucho de lo que pasaba. Tiempo después recordaría apellidos como Tarabini, Perfumo, Pachamé y Yazalde. Y Cejas, y Marzolini, y Albretch, y Gallo, y Marcos, y Brindisi, y Rulli, y Rendo, quien a tres minutos del final hizo el segundo gol albiceleste. Y sería el último del partido.

Esa tarde la escuadra peruana obtuvo el pase al mundial luego de empatar con su similar argentina en su entonces más renombrado coloso deportivo, la Bombonera de Boca. Ese evento del 2 a 2, con goles del peruano Oswaldo Ramírez, marcó un episodio para el pequeño que no comprendió los gritos ni los abrazos de sus mayores. El Perú, por primera vez, se clasificaba por mérito propio a una justa de esa naturaleza. En 1930, en Uruguay, había acudido como invitado.

Desde 1971 comenzó a llegar semanalmante a la casa la revista El Gráfico, la que, desde luego, fue la primera publicación a la que el muchacho hizo caso, con pasión. Un par de años más tarde, la Pop y la Pelo, le harían competencia desde otro frente completamente distinto: la música. Ese año, también pudo acompañar a su hermano mayor al cinema, para ver la que por mucho tiempo se convirtió en su película favorita: México 70. El filme era la reafirmación de todos los partidos que le había tocado ver por televisión, incluídos los de su país en León y Guadalajara. El Perú hizo una buena campaña y solo fue eliminado en cuartos de final por Brasil, futuro campeón del mundo. Aquella vez, Alberto Gallardo y el "Nene" Cubillas colocaron dos goles en el arco de Félix, el guardameta carioca.

Mientras su sueño era jugar en la cancha como Cubillas, meter goles como "Perico", o joder como Challe; en 1973, tuvo la primera oportunidad de defender una camiseta, y fue la de su colegio. Lo hicieron suplente. Se cree que por orden del Director, a quien sin ninguna razón aparente le caía mal. En el primer encuentro de campeonato cuando le tocó reemplazar al centro delantero -el más brillante del equipo- marcó un gol. Con ello, no solo alegró a sus compañeros sino que le calló la boca al imbécil del Director que, cuando el entrenador decidió incluirlo en el partido, puso sus dos manos en la cara como diciendo ¡qué vas a hacer, Emilio!, ante la muda cruz que le colgaba de su cuellote... Con esa figura en la mente el muchacho ingresó a la cancha. A la postre, su colegio ganó 4 a 1. Dos años después volvió a lucir la renovada camiseta de su centro de estudios y, a pesar de haber iniciado el certamen con un triunfo de 4 a 0, la clasificación les volvió a ser esquiva. Ya era titular y volvía a lucir el número 9 en la espalda.

En 1977, mientras en su mente estaba la idea de seguir administración de empresas, porque sonaba bonito cuando le preguntaban qué carrera iba a seguir; el muchacho comenzó las prácticas con miras al que sería el torneo más importante de su período escolar: la selección de categoría mayores. Cuando repartieron las camisetas, el número 9 automáticamente cayó en sus manos. Y esta vez, era dueño absoluto del puesto. Buena parte de las prácticas las realizaron en Breña, en el antiguo estadio de Universitario de Deportes, al que pertenecía el entrenador, Renato Zubiría, futuro dirigente del Club. Ahí compartieron con los juveniles de la escuadra estudiantil, entre los que sobresalía un jugador de apellido Palacios. El fogueo dio sus resultados.

Escribir de la campaña se hace tedioso. Pero no cuando compartimos el que tal vez fue el momento más memorable de su paso por las aulas y los campos de fútbol. En octubre -mientras los Bee Gees se alistaban para explotar con "Stayin' Alive" y el menor de los hermanos, Andy Gibb, hacía furor con "I Just Want To Be Your Everything"- varios medios escritos de la época, El Comercio y La Prensa entre ellos, publicaron escuetamente que el Maristas de San Isidro -a costa del San Agustín- había vuelto a ser Campeón de la liga de colegios religiosos (Del Torneo Coca Cola, su plantel había sido suspendido para siempre a raíz de una bronca acontecida cuatro años antes). Ahí, en la foto, estaba el flaquito, tomado del balón. Y por coincidencia, parado, el primero de la izquierda, estaba Lucho Torres, disc jockey fundador de Radio Doble 9 y, hoy, destacado arquitecto.

En menos de tres meses, Radio Miraflores elegiría "The Year Of The Cat" de Al Stewart, como la canción del año. Y, en menos de tres años, el flaquito entraría a formar parte del elenco de Radio Miraflores. Por su lado, Radio Panamericana hacía La Más Más por segunda vez consecutiva y, aunque parezca mentira, hasta hoy, nadie recuerda cuál fue el tema ganador. Sino que lo diga el amigo Miguel, quien desde hace buen tiempo viene investigando la situación y que, al igual que quien suscribe, es hincha de Alianza Lima; por coincidencia, el Campeón del Descentralizado del 77. Ese año, el Perú volvió a clasificar para la siguiente justa mundial, en Argentina. Y provocaba ser futbolista, no por dinero sino por pasión.

Javier Lishner
Santa Clara, California
20 de mayo de 2008

17 comments:

Anonymous said...

hola javi:si que nos sacas cada cosa.me encanto la foto.yo estoy empezando miblog pero no se que poner.jeje...saludos.
maricielo

Javier Moreno-Pollarolo said...

A mi, antes de coleccionar discos, se me dio por coleccionar estampillas, Que luego use como piezas decorativas para mis cassettes.

Mariano said...

"Si yo hubiese sido futbolista..."
Frase que en el imaginario popular nos hace creer que nosotros teníamos todos los dotes para ser cracks, y claro como dejamos el popular deporte, por "n" razones, el mundo se privó de quedar deslumbrado ante nuestra clase...

"Si yo hubiese sido futbolista..." hubiera triunfado en Europa, y por qué no en la Champions, en el mismísimo Manchester, total si Pizarro ha estado en el equipo finalista... yo por qué no...

Lo gracioso es que tengo muchos amigos que piensan lo mismo y la verdad es que no pasamos del Adecore, del Intercolleras del Carmelitas o de la canchita del barrio, en donde fuimos los Pelé, Cubillas o Maradona...

Hoy me pregunto si estamos todavía para echar a rodar la pelota en la cancha o si estamos para que nos echen a rodar más bien a nosotros encima de ella...

En mi caso por lo menos estoy más cerca de la segunda alternativa.

Finalmente somos futbolistas frustrados, pero profesionales muy competentes.

Mi querido Javier tu campeonato de hace 30 y pico años no te alcanzó para llegar a la Champions, ni poara que Sammy comente de ese deslumbrante futbolista peruano, aunque la foto tire su pana.

Un abrazo,

Willy

Javier Lishner said...

Hola Maricielo:

Ya abriste una cuenta para tu blog o recién estás en la idea? Avísame si necesitas ayuda para empezar. Lo que no creo que pueda es decirte qué poner pues depende de uno.

Saludos,

JL

Javier Lishner said...

Hola tocayo:

De colecciones, me has hecho recordar la de cajetillas de cigarrillos. Y no era el único.

Un abrazo,

JL

Javier Lishner said...

Hola Guillermo:

No hay que tomar las cosas muy en serio. Este es un blog para mis amigos y que se rían un rato. Esto no es El Comercio ni Ovación.

El mundo es subjetivo. Lo que para unos es, para otros no. Para los que pudo ser, para otros fue. Lo que para unos es bueno para otros no. Hay que jugar con la imaginación para pasarla bien y alegrar a los que están a nuestro alrededor. Buena vibra, se llama. Deja que tus amigos sigan soñando su sueño de que hubieran sido las grandes estrellas. Eso es de ellos, no se lo quites. Mas bien agradéceles de que compartan contigo algo tan personal, tan "íntimo".

Un abrazo,

JL

Miguel Villamizar said...

Hola Amigo Javier
Te felicito por la crónica. Sólo permiteme hacer una pequeña precisión, Brasil no sólo recibió dos goles de Perú en el mundial del 70 (el 4-2). En la fase previa Brasil derrotó a Checoslovaqui 4-1, a Inglaterra 1-0 y a Rumania 3-2. Hoy Nuestra Alianza perdió 5-0 por el campeonato ante la San Martin, y ya vamos alcanzar al Boys que esta colero. Que hicimos para merecer esto !... Un abrazo Amigo Javier.

Saludos.

Javier Lishner said...

Hola amigo Miguel:

Gracias por la precisión. ¡Cómo no! Si uno de los dos goles fue del gran Florea Dumitrache, quien falleció el año pasado. Era la estrella de esa selección rumana que luego de muchos años, en 1994, ya con Gheorghe Hagi, me tocó ver en el Mundial del 94.

Un abrazo,

JL

Mariano said...

Carísimo Javier, como versaba el nombre de un programa de entretenimiento de la TV: "Vale la pena soñar"... y claro que vale!!

No ha sido ni remotamente mi intención maletear ese sueño, sino más bien hacer hincapié en la paradoja que muchos de nosotros lo hemos tenido (incluyéndome) y además creo que tiene que ver con los fracasos permanentes de nuestro fútbol...

En todo caso está claro que nivel en las canchas había y que aún ahora si reforzarías a tu alicaído Alianza Lima, quizá no hubiera perdido anoche 5-0!!!

Un abrazo y sigamos soñando ya que, como versa otro adagio popular, ...no cuesta nada!!!

Saludos

W.

Anonymous said...

Todo bien sobre tu soñada carrera como futbolista, hasta ahi bien. Pero, eso de ser hicha de Alianza Lima, es demasiado. Aunque pensandolo bien, por tu edad, hubieras hecho buena dupla con Alejandro Villanueva y sobre todo codearte con el "gran" Lolo Fernandez... Y dale U!
Maricielo, me gustaria leer algo mas de ti, que un simpler comentario...

Javier Lishner said...

Hola Anonymous:

Aunque no lo creas, no pude codearme con Lolo pero sí con José, el Fernández de la selección peruana (jugó contra Brasil en el Mundial de México 70), y también de tu equipo, la "U". Sus hijos fueron muy buenos amigos.

Saludos,

JL

Javier Lishner said...

Ay, Guillermo, cómo disfrutas dando las noticias negativas del Alianza. Con respecto a aquello que mencionas sobre "los fracasos permanentes de nuestro fútbol, te quiero contar una anécdota.

En 1982, después de la desastroza campaña de Perú en el mundial de España -y todavía encontrándome en las mañanas de la AM con el programa Reunión Acústica- dediqué toda la emisión a comentar sobre el fútbol peruano, la selección, las argollas y algunos medios de comunicación que se metieron por los palos como representantes de los jugadores, etc... Hubo muchas llamadas al aire de los oyentes que cada mañana escuchaban música. Claro, en ese momento, no era difícil encontrar críticos. Recuerdo que cuando salió una llamada al aire (que en esa época no las filtrábamos ni grabábamos, sino que salían al aire ante el riesgo del locutor), al otro lado de la línea estaba Luigi Montagne, nuestro baladista, quien también andaba furibundo. Hablamos de la Comisión Aramburú, de Panamericana Televisión, de la argolla que, por ejemplo, impidió que cracks como Eduardo "El Flaco" Malásquez y Germán "Cocoliche" Leguía estuvieran más minutos en el once peruano. Pero así es el fútbol.

Un abrazo,

JL

Mike Mantilla said...

Estoy de acuerdo contigo en lo del "flaco" Malásquez. Eduardo mereció ingresar al verde en alguno de los partidos, pero tenía delante a gente rankeada como Oblitas, Uribe y La Rosa.

En lo que sí cabe hacer una precisión es en lo de "Cocoliche" Leguía y su -según tú- poca presencia en el once peruano: Germán alternó en el once titular en los tres partidos que le tocó a Perú, y estuvo en la cancha un total de 158 minutos; alguito más que lo que le tocó al gran "patrulla" Barbadillo (152 min). Si en este caso hubo argolla, creo que esta mas bien favoreció a "Cocoliche", pues luego del mundial fue contratado por el Elche de España. En su defensa, habría que decir que Germán fue un gran jugador y que a esas alturas de su carrera merecía jugar en una liga de fuste.

En donde hubo una argolla del tamaño de un anillo de Saturno fue en la convocatoria del "Nene" Cubillas. Gran jugador, buena persona, pero su mejor momento ya había finiquitado y, por lo tanto, no era el lugar ni tiempo más indicado para integrar esa selección mundialista.

Una lástima.

Lloré después de la derrota catastrófica ante Polonia.

Mejor volvamos al rock...

saludos,

Eagle

Anonymous said...

Viendo nuevamente y despues de muchas lunas la foto del Lishner futbolista debo confesar que Javier si le pegaba bien al balon y la dominaba en aquellos partidos de fulbito. Lo unico malo mi querido Javier es tu aficion por Alianza Lima, pero en fin, a pesar de eso como dice el buen Elejalder Godos Caceres....."estas en mi bobo"
Sammy

Javier Lishner said...

Hola Sammy:

Ayer el Club íntimo venció 3 a 0 al José Gálvez. Y vamos para arriba.

Un abrazo,

JL

Anonymous said...

Seguro ahora que llegue el traumatologo Richard Paez, ex dt de Venezuela las cosas iran mejor jajajaj, la esperanza es lo ultimo que se pierde.
Y Dale "U"
Sammy

Javier Lishner said...

Sammy:

El único Páez que yo conozco es Fito, a quien alguna vez (bueno, vayamos al mapa... el 10 de abril de 1986) decía, entrevistamos en nuestro programa de Radio Miraflores.

Con respecto a lo otro, lo de la esperanza, creo que también lo recomendó anteriormente el Dr. Carlos Guillermo Ackermann, el buen Willy, quien dice que se metió en esto de los medios por culpa tuya.

Un abrazo,

JL