El 4 de marzo de 1988 fue viernes. Poco antes de las diez de la mañana, un grupo grande de músicos llegó sin instrumentos a los estudios RPM, situados en la esquina de las calles Manco Capac y Larco, en Miraflores, Lima. Y es que aquella vez, los instrumentos no eran lo más importante en el estudio. Se trataba de llegar con ideas, planes, esquemas y soluciones a los permanentes obstáculos que se seguían presentando en el ambiente local de la música; pero, principalmente, había que llegar con muy buena actitud. Invitaba Radio Miraflores que, desde mayo del 86, compartía el mismo edificio que los estudios de grabación. Y una vez más, Pepsi, se hizo presente con su producto.
Al lado de Sammy Sadovnik, actual narrador y comentarista deportivo de lujo apostado en Miami (con tres Copas del Mundo a cuestas), convocamos a nuestro III Encuentro del Rock realizado en el Perú. Una reunión, tipo asamblea, en la que, músicos, periodistas y disc jockeys iríamos a intercambiar opiniones sobre la realidad que vivía el rock en nuestro país. La meta era hacer saber que seguíamos trabajando y, como siempre, pedir apoyo. Y fue, uniéndonos, una de las mejores maneras que encontramos para lograr nuestro objetivo. Era aún tiempo de Alan García, con promesas y balconazos; sopa de letras y paquetazos; se celebraba el cumpleaños de Chris Squire, extraordinario bajista de Yes, quien cumplía 40 añitos, y, algunos, como yo, recordábamos a Richard Manuel, el compositor, pianista y cantante de The Band, muerto intempestivamente dos años antes. Ese día también se recordaba a Emile Berliner, el caballero alemán -nacionalizado estadounidense-, que inventó, en 1876 (a la edad de 25 años), el micrófono, instrumento tan importante para el desarrollo de la humanidad, en especial, para todos los que estábamos ahí reunidos. A decir verdad, el movimiento del rock en el país, para ese entonces, ya había logrado llamar bastante la atención.
Los relatos que nos habían contado Pico Ego-Aguirre, Chachi Luján o Carlos Guerrero, entre otros experimentados artistas, nos sirvieron para continuar aquello que había quedado trunco cuando el gobierno militar tomó el poder por la fuerza, y Nelly Mendívil hacía radio. Carlos, Chachi y Pico, recuerdan muy bien las historias en carne propia. Gerardo Manuel también.
La prensa se hizo presente. He aquí la nota publicada por el diario Actualidad.
Durante la dictadura (1968-1980), tan trunco quedó el movimiento como cada una de sus partes. Hubo muy pocos, como Guerrero, y los hermanos Saúl y Manuel Cornejo -con el grupo You-, y, el bajista Ernesto Samamé -con Sudamérica-, quienes siguieron a pesar de lo verde que se veía el ambiente (militares). Los cuatro habían sido parte de We all Together. En el 75 nacía Frágil. En esa década hubo muy buenos intentos limeños como los de Tripping Foxters, Mardi Grass, Red Amber, Breeze, Toilet Paper, Camaleón o Filibuster, que, desafortunadamente, no llegaron más allá de unos cuantos colegios y clubes privados, y El Olivar de San Isidro. Canto Rodado, fue otra opción, aún más honesta, con temas propios y en nuestro idioma. Y, Black Sugar, que pudo (y debió) haber llegado mucho más lejos. Pero todo eso pasó, como la brisa y el canto.
El III Encuentro del Rock ha terminado. Músicos posan juntos para la posteridad (FOTO: Víctor Becerra/Archivo Perú Rock).
En el 88, había un programa llamado Perú Rock, dedicado a los artistas nacionales, que volvió a funcionar como punto de partida para esta tercera reunión fraternal de rockeros unidos. Integrantes de Rio, Dudó, Toilet Paper, Punto Negro, Frágil, Pax, S.O.S., Duwetto, Feiser, Fosh, Cadena Perpetua, UHF, Trama, Desorden, Retorno Breve, Kryzis, La Mafia, entre otros, junto a Yesabella, Nina Mutal, Julio Andrade, Beto Danelli, Coco Silva, Armando Pattroni, Andrés Landavere, Pepe Ortega (hoy en Oklahoma), Julio Caipo, Tito Estupiñán, Froy Arrieta, Javier Manrique, y el infaltable Gerardo Manuel, fueron algunos de los que concurrieron. El conversatorio, que se transmitió en simultáneo a través de la doble frecuencia de Radio Miraflores, duró un poco más de dos horas. Se habló mucho y se hizo algo. De eso hace 19 años.
El III Encuentro terminó pero hubo tiempo para más. (FOTO: Víctor Becerra/Archivo Perú Rock).
Cómo olvidar esos tiempos de nuestros Encuentros, Indochina en territorio peruano, la Gira Perú Rock con CATS Producciones, el éxito de Autocontrol (desde el año anterior) y Arena Hash, la muerte de Andy Gibb la semana siguiente del encuentro, Katia Escudero, nuestra Miss Perú 1988. Y, paradójicamente, lo pobres que empezamos a ser, con los millones de intis de García Pérez. Saludos a la distancia y el tiempo.
Javier Lishner
Santa Clara, California
4 de marzo de 2007
- Para acceder al I Encuentro del rock, de 1986, presione aquí.
- Para acceder al II Encuentro del rock, de 1987, presione aquí.
NOTA DE REDACCIÓN: Este artículo fue escrito en 2007, lo que hace que Pepe Ortega ya no resida en Oklahoma sino en Lima, que Sammy Sadovnik no tenga tres copas del Mundo a cuestas sino cuatro, que de aquel conversatorio no hayan pasado 19 años sino 23 y que, por ejemplo, hoy solo exista una sola frecuencia de Radio Miraflores. Porque la FM se terminó por vender.
3 comments:
Grandes recuerdos , a pesar de pertenecer a distintos sellos , la gente de esa época supo entender que había temas más importantes, que pèna que me perdí la foto . Saludos Javier
Hola Desde el balcón:
Es muy cierto lo que escribes. Eran tiempos en que la unidad de los artistas no conocía de sellos ni casas discográficas cuando se trataba de afrontar los problemas que tenían los músicos locales y se necesitaba de la unión de todos. Puedo decir, con alegría y un poco de orgullo, que fui testigo de ello.
Un abrazo,
JL
PD: Desde el balcón, ¿no serás Alan, verdad?
MARDI GRASS... Los vi en el Amauta y en la Concha Acústica del Parque Salazar. ¿Como haces para recordar cosas que ni yo sabía que podía recordar?
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