Wednesday, August 04, 2010

EL DESAYUNO PERUANO: Por aquí pasó

El sábado anterior, pensando en todo menos en calorías, grasa y sodio, nos encontramos en el restaurante peruano al que alguna vez hicimos mención en este espacio, aunque aún no le hayamos dedicado una nota exclusiva. Se llama Jess's Place, está ubicado muy cerca de la Monterey Highway en San Jose, California, y, para una parte de la comunidad peruana del sur de la Bahía de San Francisco, es el punto de encuentro cuando se trata de saborear clásicos potajes de nuestro querido Perú. El sábado pasado fue uno de esos días.


En su carta, el Jess's Place tiene casi cualquier plato de la cocina peruana que a uno se le antoje. Y si no está en la carta, se lo preparan. Es casi cuestión de pedir y allí están para ofrecerlo. Ahora, si se encuentra el dueño, el popular Zenón, con mayor razón. Aquella mañana, nos atendió Dora. Fue ella quien al acercarse a la mesa nos trajo el matutino menú hablado. Recuerdo que mencionó tamales, antes de que la interrumpiera para preguntar si tenía "pan con chicharrón". Nos dijo que sí. Bueno, siempre hay una primera vez. Y esa mañana la hubo.


Para complementar el desayuno pedimos un jugo. La atenta camarera nos ofreció de maracuyá y, aunque hubiéramos preferido el tradicional jugo de naranja (de Huando), nos quedamos con el de aquella fruta tropical sudamericana. Al maracuyá aquí se le conoce como passion fruit y tengo entendido que también crece en los campos californianos.


Para terminar con el desayuno peruano pedimos un café, pasado por supuesto, el que con su respectiva azúcar, me hizo recordar los viajes al interior del país, cuando íbamos en autobús y parábamos en algún lugar de la carretera para calentarnos un poco, cuando no viajábamos con Johnny Walker ni Ron Pomalca.


Mientras tomábamos el jugo, y jugábamos con la taza del café, el emparedado de chicharrón (carne de puerco), conocido entre nosotros como "pan con chicharrón", se había extinguido. Solo quedaron unas rodajitas de cebolla y un trocito de tomate. Y solo porque en casa siempre nos enseñaron a dejar algo en el plato.

Buena la sazón, bueno el tamaño, muchas calorías, mucha grasa y el precio ni me fijé. Pero qué rico que se come cuando uno no piensa en la salud. (FOTOS: Javier Lishner).

Javier Lishner
Santa Clara, California
11 de abril de 2008

4 comments:

Duda said...

ja ja , parece la pelicula del depredador de chicharrones con la ultima escena de los restos de la cebollita

Javier Lishner said...

Hola Duda:

jaja. Es solo la ley de la vida.

Un abrazo, y que pases un buen fin de semana.

JL

Carlos said...

No te preocupes Javier por el comentario de Duda, ni te tomes a pecho eso de "Depredador de Chicharrones": de sólo mirar las fotos del sandwich sé que yo hubiera hecho lo mismo. Aquí en Lima, ahora mismo, hay sitios tan conocidos como el "Mamino's" (San Isidro) "Palermo" (San Borja), "El Farolito" (Lince), "El Inca" (Pueblo Libre), con unos chicharrones que pa' qué te cuento.
Lástima que hace 4 días estoy operado de vesícula, je je.
Saludos
Carlos

Javier Lishner said...

Hola Carlos:

De solo volver a este post, y siendo aún temprano en el valle, se me ha vuelto a antojar ese desayuno peruano que lo puse justamente a raíz de un concurso que propicia un diario español sobre el mejor desayuno del mundo.

De todos los restaurantes que mencionas, creo que solo recuerdo El Farolito. Y si es el mismo de siempre, en Lince, lo recuerdo desde que puso la primera piedra. Allí compraba mis primeras salchipapas. Y sus tacos (que no tiene nada qué ver con los "verdaderos" mexicanos) eran los mejores del mundo. Y siempre te los daban con un poco de nabo encurtido... pucha para qué seguir hablando si ahora voy a comer pan con mantequilla... jajaja.

Un fuerte abrazo, y que todo haya salido bien con tu cirugía. Pronta mejoría y a comer lo que el doctor recomiende.

JL