Friday, September 15, 2006

Bridge School Benefit
NEIL YOUNG: EL DE CORAZÓN DE ORO

Nunca me imaginé que ese cantante que en 1972 tocaban permanentemente en Radio Miraflores de Lima, con un tema de título "Heart of Gold", sería aquel que, años más tarde, haría tanto por promover el desarrollo educacional, social y recreativo, de niños con impedimentos físicos y problemas en el aprendizaje.

Cada año, niños con algún impedimento esperan la presencia de sus ídolos en el escenario del Shoreline, en Mountain View, California.
(FOTO: Craig Abaya/Bridge School).

Se llama Neil Young y nació en Toronto, Ontario, hace casi 61 años. Su vida se la ha pasado escribiendo canciones, tocando guitarra, soplando la armónica, diciéndole no a la guerra y, durante los últimos veinte años, también, llamando a sus amigos para que actúen a beneficio de niños especiales. La lista incluye a James Taylor, Elton John, Patti Smith, Bob Dylan, Willie Nelson, Tom Petty, Lou Reed, Alanis Morrisette, Pete Townshend, Chrissie Hynde, Billy Idol, Bonnie Rait, David Bowie, Bruce Springsteen, Sarah McLachlan, Beck, Tracy Chapman, Metallica, Sammy Hagar, Eddie Van Halen, Sheryl Crow, Don Henley, Smashing Pumpkins, Tony Bennett, Red Hot Chili Peppers, Ben Harper, Green Day, y los desaparecidos Jerry Garcia, Nicolette Larson y John Lee Hooker, entre tantos otros.

Neil Young, veinte años con el Bridge School Benefit.
(FOTO: Bridge School).


Con más de cuarenta placas en su discografía, sin contar recopilaciones, su mejor obra se llama The Bridge School, un colegio no muy simple donde se brinda educación y mucho, muchísimo, cariño. La idea de dos padres de familia, Pegi Young y James Forderer, y la de una patóloga, la doctora Marilyn Buzolich, comenzó a rodar hace dos décadas. Nacía también The Bridge School Benefit, un espectáculo musical que se caracteriza por varias cosas, entre ellas, por ser acústico y por ser benéfico.

Desde que asistí a mi primero de ellos, en 1995, me hice parte de la obra y hasta olvidé el sinsabor que alguna vez me provocó, a principios de los setenta, buscar "Corazón de Oro" en las tiendas de Lima. Ese disco que, ni mi hermano menor ni yo, nunca encontramos, nos hizo caminar calles y cruzar pistas corriendo, en vano. Por culpa de la disquera, que nunca lo lanzó, y, de Velasco Alvarado, el ex-presidente peruano, que no permitió la importación de discos.

Dave Matthews, por quinta vez a beneficio del Bridge School.
(FOTO: Bridge School).

Esta semana, recién, se dio a conocer la lista de invitados a participar del evento que, año a año, en Mountain View, California, organizan Neil y Pegi Young. Durante los últimos diez hemos asistido a siete de ellos y, esta oportunidad, podría ser la octava. La particularidad de este año es que, entre el 21 y 22 de octubre, también se estará festejando los primeros veinte años del Bridge School Benefit.

Desde 1995, Neil es el artista estelar de cada evento, cuando decidió autoincluirse como parte del programa y, la única vez que cedió el puesto fue en 2004, cuando llegó Paul McCartney, con quien cantó una inolvidable versión de "Only Love Can Break Your Heart", que antecedió a "Michelle", "Yesterday", "Get Back", "Let it Be", "Lady Madonna" y "Hey Jude", tema con el que el ex-Beatle cerró la noche.

Michael Stipe vuelve al Bridge School con R.E.M.
(FOTO: Bridge School).

Con Neil, este año llegan Pearl Jam, Dave Matthews Band, el Beach Boy Brian Wilson, Foo Fighters, Trent Reznor (Nine Inch Nails) y un par de números más que suelen lanzarse al ruedo desde tempranas horas de la tarde. Además, se anuncia Special Guests, que, por ser la vigésima edición del evento, podríamos esperar cualquier cosa, desde la reunión de Simon & Garfunkel (quienes estuvieron hace trece octubres, cuando aun Neil miraba su obra desde el palco) hasta la reunión del Zambo Cavero y Oscar Avilés, los peruanos, cuya primera actuación juntos, después de sus dimes y diretes, tuve oportunidad de ver en Miami, en 1989.

Grupos como Crosby, Stills, Nash & Young hacen posible que el Bridge School siga creciendo.
(FOTO: Craig Abaya/Bridge School).

Ingresar al Shoreline Amphitheatre para quienes residimos en el área (y gustamos de la música) es relativamente común; pero, ingresar al Shoreline para vivir el Bridge School Benefit, es algo muy especial. Tan especial como los niños que, a un costado del escenario, en su muy particular mundo, ven pasar a esos seres con instrumentos en mano (y corazones de oro) que, con solo tocar y cantar, ayudarán a mantenerles la flama de la esperanza para una vida mejor.

Para colaborar a través de la Internet pueden visitar aquí.

Javier Lishner
San Jose, California
15 de septiembre de 2006

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