Wednesday, October 14, 2009

Discoteca particular
BUDGIE / SQUAWK


Leí que su estilo se encontraba en algún lugar entre Black Sabbath y Rush. Y fue exactamente lo que pensé la primera vez que escuché a Budgie. Aunque le noté un tercer nombre que podría fácilmente estar involucrado en el teorema: Led Zeppelin. Todo lo que sabía de ellos era que Roger Dean le había hecho el diseño de alguna de sus portadas. Nada más. Hasta que obtuve Squawk, el segundo de sus discos, lanzado en 1972.


Hace unos días, Manuel, un amigo lector, dejó un comentario en la nota que alguna vez publicamos sobre Kin Ping Meh, el grupo alemán que no terminó de cruzar el Atlántico. Allí, decía, cuán afortunados que habíamos sido algunos de haber podido conocer la música de KPM en su época; no obstante, a la vez se preguntaba cuántas bandas como KPM habríamos de haber perdido únicamente por no haberlas escuchado en la radio. Pensé en Budgie, entre otras como Lucifer's Friend, Jericho y High Tide.

Lo paradójico es que Budgie se gestó antes que Zeppelin y que Sabbath. Fue alrededor de 1967 en Cardiff, País de Gales. Aunque es cierto que sus colegas ingleses grabaron sus primeros discos antes que ellos. Zeppelin lo hizo en 1969, y Sabbath al año siguiente. A ellos les tocó hacerlo recién en 1971. Y fue de la mano de Rodger Bain, productor de los primeros tres discos de Sabbath. Por allí va la cosa.

En Squawk, el trío constituído por Burke Shelley en voces y bajo, Tony Bourge en guitarra y Ray Phillips en batería, muestra una cohesión que más tarde encontraríamos en similares como Rush o The Police. El disco original incluyó nueve canciones: "Whiskey River" (video), "Rocking Man", "Rolling Home Again" (¡qué vivan los Beatles!), "Make Me Happy", "Hot as a Docker's Armpit", "Drugstore Woman", "Bottled", "Young Is a World" y "Stranded". Para algunos comentaristas, la placa no superó a su antecesora, autotitulada, pero para quien suscribe fue la única que obtuvo de ellos. La trilogía galesa intercatúa con cierta facilidad entre la música progresiva, la psicodelia y el rock pesado.



Budgie, el pequeño animalito, soporta la historia de estos músicos de hierro que nacieron en el tiempo de la psicodelia, crecieron con los grandes del garrote y cuya música, a pesar de los años y de su poca difusión, intenta inmiscuirse en medio del arte alternativo de hoy. Es posiblemente una buena opción rockera del pasado pesado.

He aquí, un extra para esta nota. Pertenece al álbum If I Were Brittania I'd Waive The Rules, de 1976. Aún con Shelley y Bourge, pero con otro batero y la incorporación de un teclista. Viva el rock and roll, carajo.

Javier Lishner
Santa Clara, California
14 de octubre de 2009

2 comments:

peparias said...

Gracias por darnos a conocer a estos grupos que siendo muy buenos, no gozaron de la difusión que merecían. Personalmente "Whiskey River" no me pareció tan atractiva, pero otros temas que estoy escuchando suenan muy pero muy bien.

Saludos.

PP

Javier Lishner said...

Hola Pepe:

En realidad fueron semi conocidos en Europa. Participaron de algunos festivales como el de Redding y compartieron giras con grupos de renombre. Eso es lo único que les faltó a ellos.

Un abrazo,

JL