Sunday, October 26, 2008

Boda en Nueva York
LA LEYENDA DEL HADA Y EL MAGO


Hubo una vez, hace algunos años, un guitarrista famoso que conquistó a una muy bella mujer. Él, era miembro del grupo que había formado en 1968. Ella, trabajaba en una radioemisora. El nombre de él era Ritchie Blackmore, y el de su grupo, Deep Purple. Ella, a su vez, se llamaba Candice Night.


Ritchie Blackmore, el legendario guitarrista inglés y su hasta entonces novia, la norteamericana Candice Night, finalmente se unieron por ley. Para el músico, es su cuarto compromiso; para la dama, el debut.

"Es la primera vez que me caso sin estar atento al cartel que diga salida", afirmó Blackmore, haciendo referencia a lo feliz que se encontraba con el acontecimiento celebrado en un castillo de Nueva York. The Castle on the Hudson, está a solo treinta minutos al norte de Manhattan y fue construido entre 1897 y 1910.

Dice la leyenda que Candice y Ritchie se conocieron en 1989 durante un partido de fútbol. Candice trabajaba en Nueva York, en una emisora de Long Island, y fue al encuentro deportivo entre su radio y Deep Purple. El evento tenía fines caritativos. Concluído el juego -el que ganó el conjunto de rock-, ella corrió hacia él en busca de un autógrafo. Tenía 18 años. Él la miró y accedió al pedido. Pero, además, le dijo: "Eres muy bella". Y ella se fue.

No satisfecho con lo que le había dicho, él envió no a uno sino a tres de sus asistentes para que le dijeran que quería verla más tarde en un bar local. Y esta vez, fue ella quien accedió al pedido. Se quedaron conversando hasta las nueve de la mañana del día siguiente. Entre trucos de magia y juegos de la mente, ella quedó cautivada. Él tenía 44.

Cuatro años más tarde, en 1993, durante la gira The Battle Rages On -la tour por los 25 años del grupo- Ritchie volvió a dejar a Deep Purple. Era noviembre. Fue cuando Joe Satriani tuvo que reemplazarlo a última hora. Su siguiente paso fue revivir a Rainbow (con nuevos músicos) y lanzar un disco al que, en 1995, llamó Stranger In Us All. Allí, Candice hizo su primera aparición fonográfica poniendo voces, y ayudó a Ritchie con algunas letras. Ya vivía con él desde hacía cuatro años. Pero fue recién en 1997, con el lanzamiento de Shadow of the Moon, su primer disco juntos, en el que utilizaron el sobrenombre de Blackmore’s Night.

La denominación de la banda, la que es manejada por Carole Stevens -la madre de Candice-, juega con los apellidos de ambos. A la vez, también recuerda a "Black Night", una de las más populares canciones de su antiguo grupo.

Y fueron felices. (FOTOS: Blackmore's Night).

La boda, entre folk rock y música del medioevo, que es lo que hacen ahora, sucedió el pasado 5 de octubre un poco antes de las cinco de la tarde. Allí los acompañaron algunos amigos y familiares de la pareja. Ella, vestida de blanco, y, él, con trapos de la época del renacimiento.

Muy por encima de lo que puedan sentir los seguidores de Deep Purple o Rainbow, no se puede dejar de creer que, con Blackmore's Night, a Ritchie se le ve más feliz que nunca. Eso que dicen de que la suegra lo ha secuestrado, tal vez sea parte de la fantasía que vive la pareja casi desde el primer día que se vieron en el encuentro de fútbol. Deben ser habladurías de los fans de Deep Purple, envidia, celos, resquemor. No sé... Después de todo, otros también podrían decir que aquella noche de 1989 en el bar, con magia y juegos de telepatía, y con 26 años más, fue él quien secuestró a su hija.

Y fueron felices.

Javier Lishner
Santa Clara, California
26 de octubre de 2008

4 comments:

Jorge S said...

SIN DUDAS ES UNA GRAN GITARRISTA, LAS MEJORES PRODUCCIONES EN VIVO EL MADE IN JAPAN, Y EL MADE IN UROPE, ASI SE LUCE SU GUITARRA

Javier Lishner said...

Hola Jorge:

El Made in Japan fue una obra sensacional. Creo que el Made in Europe no llegó al misma altura, pero no por el guitarrista sino por el nivel de canciones que -aunque buenas- no estuvieron a la medida de lo que habían hecho en el Machine Head. Claro que esta es una opinión personal y cualquiera podría tener una opinión diferente.

Gracias por visitar el blog y dejar tu comentario.

Saludos,

JL

Jorge S said...

Sin dudas todo perfecto, la voz, el teclado, la guitarra y el bajo, el Made un Japan es uno de los discos imprescindibles para entender la música.
Saludos

Javier Lishner said...

El Made in Japan fue durante buen tiempo como mi almohada. Lo habré tocado mil veces y actualmente conozco a algunos que no habían nacido cuando apareció, y que le tienen el respeto y el aprecio que nosotros le tuvimos. Esas son las placas que trascienden al tiempo.

Saludos Jorge,

JL