EN LA CORRUPCIÓN HERMANOS: Son o se hacen

Finalmente, esta noche, la Policía Nacional del Perú atrapó al tercero de los presuntos implicados en el escándalo de corrupción que sacudió al país la semana pasada. Ernesto Arias Schreiber, el abogado de 79 años conocido entre el par de zamarros -Rómulo León Alegría y Alberto Quimper Herrera- como "el Gordo", está ya entre rejas en la División de Requisitorias de la Policía, en el distrito de La Victoria. Allí es donde también tienen apresado a Quimper (a) "Don Bieto", el segundo de los corruptos. Aunque la pregunta sigue en pie, ¿Y dónde anda escondido León Alegría (a) "la Rata", el principal cómplice?


La respuesta no la puede dar el aún Ministro del Interior, Luis Alva Castro, quien le pide públicamente a su ex compañero que se entregue. Lo que no puedo entender es cómo una persona como el señor Alva Castro, que ha sido diputado de la República, Premier y Ministro de Estado, pueda preguntarse públicamente porqué no se entregó León Alegría: "Por qué no lo hizo si tenía las garantías y se le iba a desarrollar un proceso justo".

Es demasiado obvio que un delincuente como León Alegría necesita de tiempo para desaparecer pruebas, guardarlas, compartirlas o comérselas, pero hacer algo con lo que podría ser el principio de su fin.

Afortunadamente, Alva Castro al final informó que "la Policía está muy cerca de arrestar al ex ministro aprista Rómulo León Alegría... Se encuentra dentro del país y su detención se daría en las próximas horas". No será que necesite un tiempito más para empacar sus cosas o para darle instrucciones precisas a Lucianita y Romulito. Verdaderamente que a veces no sé si se hacen o son.

Javier Lishner
Santa Clara, California
13 de octubre de 2008