Sunday, October 29, 2006

BOZ BURRELL: Gone Gone Gone

Uno de los primeros súper grupos que me tocó experimentar desde su formación, aunque de lejos, fue Bad Company, el cuarteto británico que, en 1973, comenzó su biografía con cierta ventaja. Habían estampado su firma bajo el recientemente creado y bien promocionado sello Swan Song, de Led Zeppelin; además, cada uno de sus músicos había llegado, como se dice, con el pan bajo el brazo.

Boz Burrell (1946 - 2006).

Paul Rodgers, el vocalista, y Simon Kirke, el baterista, habían sido el cincuenta por ciento de un respetable grupo llamado Free que, en 1970, había tomado al mundo por asalto con un tema titulado "All Right Now". El guitarrista era Mick Ralphs, de Mott the Hoople, banda en la que cantaba Ian Hunter y que, a pesar de su gran éxito en escena, no vendió discos, razón suficiente para desaparecer en 1972. Hoople regresaría de la mano de David Bowie pero, para ese entonces, Ralphs ya era parte de Bad Company. El cuarto integrante era el no menos famoso "Boz" Burrell, bajista y cantante de King Crimson durante la etapa 1971-72. La revista Pelo de Argentina publicó a Bad Company, en su encuesta anual, como el grupo revelación del 74. Tan solo unos meses antes, había tenido oportunidad de adquirir su disco debut que, en el medio peruano, apareció bajo el sello Island. Bad Co., como lo titularon, fue uno de los tres primeros álbumes que formaron parte de mi colección. Como anécdota, recuerdo que tuve unas cuatro o cinco distintas copias de esa placa, pues de tanto tocar el primer tema, "Can't Get Enough", además de compartirlo con los amigos del colegio, el disco terminó por "rayarse" (palabra que utilizábamos para definir cuando la aguja no pasaba de un surco al siguiente). Como quiera que un disco "rayado" valía poco o nada, hube que buscar la manera de proveerme de uno nuevo. Y, yo, a mi temprana edad, encontré la fórmula.

Luego vinieron, Straight Shooter (1975), Run With The Pack (1976), Burnin' Sky (1977) y Desolation Angels (1979), con el que cerraron una bien servida década. Después de tres años de silencio, aparentemente, provocados por la tempestivamente muerte de John Bonham, batero de Zeppelin (lo que mantuvo en depresión al máximo ejecutivo de Swan Song Records), en 1983, Bad Company lanzó Rough Diamonds, que terminó por aburrir al vocalista, quien, al poco tiempo, abandonó a sus compañeros. Rough Diamonds se convirtió en uno de las últimas publicaciones de Swan Song antes de su desaparición, ese mismo año. Cada uno de sus integrantes siguió en la música. Le tocó a Ralphs la responsabilidad de mantener el nombre con otros miembros, pero, desafortunadamente, nunca llegó ni a hacerle sombra a la era Rodgers.

El bajista Burrell, amén de acompañar a Ralphs en un par de etapas de Bad Company, en 1996, formó parte de The Best of British Blues, proyecto del ex-Ten Years After, Alvin Lee, el que también incluyó a Eric Burdon, legendario vocalista de The Animals. Entre 1997 y 1999, Burrell unió fuerzas con Tam White, cantante y actor escocés, fundando The Celtic Groove Connection.

The Original Bad Company en gira. 1999.

Fue justamente en 1999, cuando las cuatro originales partes olvidaron viejas rencillas y volvieron a juntarse para realizar una gira, la que llamaron The Original Bad Company. Aprovechando el evento, Elektra Records publicó The Original Bad Company Anthology, disco doble compuesto de 33 canciones. El lanzamiento incluyó el nuevo tema "Hey Hey" que, 25 años después de su nacimiento, les regaló otro primer lugar.

San Jose, en California, fue una de las treinta ciudades que formaron parte de esa gira del reencuentro. El 3 de agosto, como regalo del décimo noveno aniversario de haberme iniciado en la radio, me tocó apreciar al cuarteto que alguna vez fue manejado por el mismísimo productor de la banda más grande de rock and roll del momento: Led Zeppelin. Lamentablemente, cuatro años antes, en 1995, él, Peter Grant, había partido sin poder disfrutar de la reunión del grupo que él ayudó a formar, en su oficina londinense de la Swan Song.

En septiembre, a los sesenta años, Raymond Burrell, el tranquilo bajista, barbado y pelucón, llamado amigablemente Boz, le siguió los pasos. Su Washburn AB35, finalmente, descansa en paz.

Javier Lishner
San Jose, California
26 de octubre de 2006

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