EL MICRÓFONO Y YO (PARTE II)
El ambiente que se vivía en Radio Miraflores al momento de iniciar mi carrera era admirable, en contra de lo que uno podría pensar. Habiendo tantas figuras, a veces, el celo profesional ronda a los personajes. Cruzarse a cada momento con gente de la televisión con los cuales uno había crecido, como eran Linda Guzmán y Ricardo Fernández; o con profesionales que tenían en ese tiempo un espacio en la pantalla chica, como era Zandrox; o, escuchar en directo a voces como las de Enrique Llamosas o Pedro Roncallo, a quienes nunca les habíamos puesto una cara, nos empezaba a hacer sentir importantes. Pero, ello no era algo negativo. Muy por el contrario, nos alentaba a prepararnos para si quiera intentar estar al nivel de aquellos que, por lo general con buen semblante, subían y bajaban las escaleras del viejo local de Alcanfores 592.
No es que esos famosos nombres nos hubieran impresionado. No. Al menos, a quien suscribe, no. Era más que nada una cuestión de respeto. Poco tiempo antes de ingresar al concurso que me condujo a esta genial carrera, anduve personalmente entregando publicaciones a todos los líderes de los partidos políticos que, ese año, participaban en la carrera a la presidencia de la República, incluido el Jefe de Acción Popular y futuro presidente del país. Ahí conocí las viviendas de algunos candidatos como Alfonso Barrantes Lingán, Genaro Ledesma Izquieta y Luis Bedoya Reyes. Y hasta el estudio de don Luciano Castillo Coloma, presidente y fundador del Partido Socialista del Perú, en el centro de Lima. Además, había vivido en frente de un Presidente de la República a quien constantemente veía desde la otra acera. Y la Primera Dama, su esposa, visitaba la casa con mucha frecuencia. Por eso, la fama y la popularidad no me sorprendían. Después de todo, por unos años, había tenido de vecino al mismísimo Zandrox, el correcto profesor de astrología, quien por esos días conducía su espacio a las nueve de la mañana en los 1240 del dial, la AM de Radio Miraflores.
En ese entonces, la diferencia entre la AM y la FM, en cuanto a programación, era aún notoria. La AM tenía mayor sintonía y, las empresas que tenían la suerte de contar con ambas frecuencias, se preocupaban más de promover (digamos, vender) su estación de AM. En 1980, decían que la AM aún mantenía a la FM. En 1160 estaban, entre otros, Rafael Ortega y Jorge Rivera Basurto, ampliamente conocido como "El Abuelo". Posiblemente también, Pedro Silva. En Inca, seguramente, Coco Valderrama, Lucho Elías y Barry de las Casas. En Radio Panamericana AM destacaban Humberto Velásquez con las Súper Mañanas, Walter Gonzales con Disco Show, el "Chino" Lyon con La Hora Estelar y El Momento del Recuerdo, Kike Chávez con Esta Noche es la Noche, y, el maestro Iván Márquez, dando cátedra con Eva y Yo. En Radiomar sobresalían el popular "Ronco" Gámez y "el Primo Coco" Urbina. En tanto, en Miraflores, a unos pasos de su FM, en el mismo segundo piso, compartían la camiseta, Quique Cano-Alva, Nelly Mendívil Castro, Henry Venegas, Jorge Múñiz, Johnny López, Enrique Llamosas, Jorge Henderson y Perico Durán. Sammy Sadovnik, quien aún iba al colegio, había dejado Roller Disco, su diario programa en las tardes, y empezaba a tener sus audiciones los fines de semana.
Al lado del equipo que daba la cara, o sea, la voz, hubo también algunos nombres que fueron tan populares como los disc jockeys. Y es que, siendo los operadores técnicos las personas que estaban en todo momento al frente de la cabina, sus nombres eran mencionados casi cada vez que los deejays se autoreventaban cohetes. Esa era como una regla que todos aprendimos. Así, el más popular que encontré cuando llegué a la radio en 1980 fue Freddy Acarley. Además, se la creía. Un muchacho buena gente pero con un mood, como diríamos aquí, muy especial. Ese humor o genio que le cambiaba y que hacía que uno nunca supiese si estaba de buenas o no. Freddy se las sabía todas, porque había vivido los años de gloria de la emisora. Su hermano trabajaba en la administración, y su tía era una de las secretarias. Además, otro tío suyo era el asistente de la oficina y persona de confianza de la gerencia general. Se llamaba Willy Acosta, otro nombre que alguna vez oímos nombrar mucho a los disc jockeys de moda en los setentas, cuando Miraflores y Atalaya se peleaban el primer lugar. Con mood y todo, Freddy terminó siendo mi compadre, aunque esa es otra historia.
Para ese entonces, Diana García, luego de su brillante paso por Radio Miraflores con Tú, yo y mis discos, había tomado otros rumbos. Se había ido a la FF de América, que no era más que la refundada frecuencia modulada de la radio de Montero Rosas, con el sobrenombre de Frecuencia Fina. Y Diana -quien ya trabajaba para América Televisión- no se fue sola. Se llevó consigo a Speedy González, puntal de la FM miraflorina, y a dos de los mejores operadores técnicos que tenían en Alcanfores: José "Chepito" Ríos y Raúl "El Chato" Rosales. A ambos, cuyos nombres escuché desde mis primeros días de oyente casi una década antes, pude conocerlos posteriormente en los mismos estudios de Radio América. Recién, la banda de Frecuencia Modulada en Lima comenzaba a tomar impulso. Sin embargo, la selección de discos de la AM y la FM, todavía seguía teniendo sus diferencias. Una canción solista de Jon Anderson, el vocalista de Yes, como "I Hear You Now" (en realidad con Vangelis), por ejemplo, ni loco se podía tocar en la AM, a modo que uno tuviera corona y se llamara Johnny López. Y "Mestizo" de Joe Batan, tampoco en la FM, a modo que alguien fuera directora de programación y se apellidara Sugobono. Con todo esto, cuántas ganas daba de trabajar en la radio. Y nunca lo hubiera cambiado por una labor de saco y corbata, por más prestigiosa que fuera la compañía, como era Seguros El Sol.
Javier Lishner
Santa Clara, California
15 de mayo de 2008
No es que esos famosos nombres nos hubieran impresionado. No. Al menos, a quien suscribe, no. Era más que nada una cuestión de respeto. Poco tiempo antes de ingresar al concurso que me condujo a esta genial carrera, anduve personalmente entregando publicaciones a todos los líderes de los partidos políticos que, ese año, participaban en la carrera a la presidencia de la República, incluido el Jefe de Acción Popular y futuro presidente del país. Ahí conocí las viviendas de algunos candidatos como Alfonso Barrantes Lingán, Genaro Ledesma Izquieta y Luis Bedoya Reyes. Y hasta el estudio de don Luciano Castillo Coloma, presidente y fundador del Partido Socialista del Perú, en el centro de Lima. Además, había vivido en frente de un Presidente de la República a quien constantemente veía desde la otra acera. Y la Primera Dama, su esposa, visitaba la casa con mucha frecuencia. Por eso, la fama y la popularidad no me sorprendían. Después de todo, por unos años, había tenido de vecino al mismísimo Zandrox, el correcto profesor de astrología, quien por esos días conducía su espacio a las nueve de la mañana en los 1240 del dial, la AM de Radio Miraflores.
En ese entonces, la diferencia entre la AM y la FM, en cuanto a programación, era aún notoria. La AM tenía mayor sintonía y, las empresas que tenían la suerte de contar con ambas frecuencias, se preocupaban más de promover (digamos, vender) su estación de AM. En 1980, decían que la AM aún mantenía a la FM. En 1160 estaban, entre otros, Rafael Ortega y Jorge Rivera Basurto, ampliamente conocido como "El Abuelo". Posiblemente también, Pedro Silva. En Inca, seguramente, Coco Valderrama, Lucho Elías y Barry de las Casas. En Radio Panamericana AM destacaban Humberto Velásquez con las Súper Mañanas, Walter Gonzales con Disco Show, el "Chino" Lyon con La Hora Estelar y El Momento del Recuerdo, Kike Chávez con Esta Noche es la Noche, y, el maestro Iván Márquez, dando cátedra con Eva y Yo. En Radiomar sobresalían el popular "Ronco" Gámez y "el Primo Coco" Urbina. En tanto, en Miraflores, a unos pasos de su FM, en el mismo segundo piso, compartían la camiseta, Quique Cano-Alva, Nelly Mendívil Castro, Henry Venegas, Jorge Múñiz, Johnny López, Enrique Llamosas, Jorge Henderson y Perico Durán. Sammy Sadovnik, quien aún iba al colegio, había dejado Roller Disco, su diario programa en las tardes, y empezaba a tener sus audiciones los fines de semana.
Al lado del equipo que daba la cara, o sea, la voz, hubo también algunos nombres que fueron tan populares como los disc jockeys. Y es que, siendo los operadores técnicos las personas que estaban en todo momento al frente de la cabina, sus nombres eran mencionados casi cada vez que los deejays se autoreventaban cohetes. Esa era como una regla que todos aprendimos. Así, el más popular que encontré cuando llegué a la radio en 1980 fue Freddy Acarley. Además, se la creía. Un muchacho buena gente pero con un mood, como diríamos aquí, muy especial. Ese humor o genio que le cambiaba y que hacía que uno nunca supiese si estaba de buenas o no. Freddy se las sabía todas, porque había vivido los años de gloria de la emisora. Su hermano trabajaba en la administración, y su tía era una de las secretarias. Además, otro tío suyo era el asistente de la oficina y persona de confianza de la gerencia general. Se llamaba Willy Acosta, otro nombre que alguna vez oímos nombrar mucho a los disc jockeys de moda en los setentas, cuando Miraflores y Atalaya se peleaban el primer lugar. Con mood y todo, Freddy terminó siendo mi compadre, aunque esa es otra historia.
Para ese entonces, Diana García, luego de su brillante paso por Radio Miraflores con Tú, yo y mis discos, había tomado otros rumbos. Se había ido a la FF de América, que no era más que la refundada frecuencia modulada de la radio de Montero Rosas, con el sobrenombre de Frecuencia Fina. Y Diana -quien ya trabajaba para América Televisión- no se fue sola. Se llevó consigo a Speedy González, puntal de la FM miraflorina, y a dos de los mejores operadores técnicos que tenían en Alcanfores: José "Chepito" Ríos y Raúl "El Chato" Rosales. A ambos, cuyos nombres escuché desde mis primeros días de oyente casi una década antes, pude conocerlos posteriormente en los mismos estudios de Radio América. Recién, la banda de Frecuencia Modulada en Lima comenzaba a tomar impulso. Sin embargo, la selección de discos de la AM y la FM, todavía seguía teniendo sus diferencias. Una canción solista de Jon Anderson, el vocalista de Yes, como "I Hear You Now" (en realidad con Vangelis), por ejemplo, ni loco se podía tocar en la AM, a modo que uno tuviera corona y se llamara Johnny López. Y "Mestizo" de Joe Batan, tampoco en la FM, a modo que alguien fuera directora de programación y se apellidara Sugobono. Con todo esto, cuántas ganas daba de trabajar en la radio. Y nunca lo hubiera cambiado por una labor de saco y corbata, por más prestigiosa que fuera la compañía, como era Seguros El Sol.
Javier Lishner
Santa Clara, California
15 de mayo de 2008
4 comments:
Qué lindas épocas. Ahora lo que hay es una "Radio Payasa" o una "Radio Chicha"...
GH
Hola GH:
Qué pena que no estoy tan al día con todas las radios de Lima. Pero imagino lo que quieres decir.
Saludos,
JL
Puros payasos, pura cumbia, cero preparación o buen gusto musical. Se extraña "La Caverna Subterránea" o "Instantes". Aún me acuerdo cuando los visitó, en plena audición de "Perú Rock", Gino Vanelli.
GH
Gregorio Huaroto
Desde "arkivperu.com/blog"
Claro Gregorio, la visita de Gino Vanelli fue una de las buenas experiencias que tuvimos durante esa época.
Por si acaso, hay una nota de esa visita de Gino que publiqué en este blog en 2006.
http://javierlishner.blogspot.com/2006/10/el-da-de-carlos-lozada-la-visita-de.html
Saludos,
JL
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