MI REGRESO A LA RADIO

Hace un tiempo, poco antes de que iniciara este blog, andaba en una imprenta coordinando un trabajo. De pronto ingresó una dama que parecía gitana. Casi sin saludar, me miró y me pidió la palma derecha. Como quiera que al momento no tenía efectivo, y sabiendo que aquí todo trabajito se paga, me rehusé. Y cuando me preguntó el porqué de mi reacción, se lo hice saber. "No te preocupes", me dijo, "si quieres le pides prestado a tu amigo, de lo contrario no me das nada. Que sea tu voluntad". Yo, aunque ya conocía esa historia, estiré la mano y, casi sin darme cuenta, empezó a decirme cosas que de inmediato llamaron mi atención. Esos cuentos de la familia que yo creía que nadie sabía. Me quedé mudo. Robert, el dueño de la imprenta, miraba a una distancia prudencial, como para estar al tanto de lo que pasaba.


Mientras esto ocurría, ingresó un cliente. Se acercó a Robert mirándonos de reojo. Sin ni siquiera tocarme la mano, la dama continuó: "Y muy pronto comenzarás un proyecto que no acabará hasta tu regreso a la radio". Yo sonreí de susto. Recuerdo que la mandíbula se me movió sola. Ella era rumana, estábamos en los Estados Unidos y Robert era iraní. En medio de ese ambiente internacional, se me vino el Perú entero. Recordé mis días en la radio, los grupos nacionales, las entrevistas, las giras por todo el país, los amigos que hice, todo, en un par de segundos.

Unas tres semanas después, en abril de 2006, casi de una manera casual, inicié este blog de música. Para comenzar empecé por postear algunas notas que había estado escribiendo durante los años que había vivido aquí, alejado de la radio, de mis amigos y del Perú. Lo hice sin anunciar y solo existe un testigo de cómo nació este blog, el proyecto del que había hablado la dama rumana.

Cuando hace un mes recibí la llamada de Johnny López desde Lima, invitándome a una entrevista en la radio, solo pensé en aquella mañana de invierno en la imprenta de Robert, la señora leyéndome la palma, el cliente mirándome de reojo, mi trabajo de publicación y la idea de que no pararía hasta regresar a la radio...

Desde aquel día han pasado cuatro años, y hace una semana recibí otra llamada. Me pidieron un piloto para un programa de radio. Piloto es lo que llamamos un sampler. Como quiera que hago trabajos de locución, llamé al dueño del estudio en San Francisco para vernos al día siguiente. El programa lo tenía preparado. La música también. Solo faltaba la grabación. Y, haciéndola donde han trabajado los Jefferson Starship, Journey, algunos de los Grateful Dead como solistas, y, recientemente, Lady Gaga, sabía que iba a quedar precisa. La terminamos y, con las facilidades de la tecnología actual, la subí en un sitio de Internet para que ellos la bajaran al día siguiente. Modestia aparte, les encantó. Es que hablo poco. Y hablo únicamente lo necesario. No anuncio productos, no grito, ni mando saludos. No recibo pedidos (claro, porque es grabado) y, además, lleva un nombre por lo demás sugestivo. Y hasta tiene su slogan.

Ayer firmamos el contrato y, a mi pedido expreso, comienzo el 11 de abril, como homenaje al día que inicié este blog. Gracias a ustedes por todo su apoyo. Ya decidí que con esta canción iniciaré mi primera salida al aire después de tantos años. Y también recordé a mi nuevo amigo virtual Luis Alberto, otrora disc jockey peruano que se retiró en 1967, quien, por coincidencia, ayer -que escribí sobre mi despedida en junio de 1994-, me escribió: "Javier, nunca digas nunca jamás"... El programa se llamará Primero de Abril, y su slogan es "el día de los inocentes en los Estados Unidos". No me maten.

Javier Lishner
Santa Clara, California
1 de abril de 2010