MIRAFLORES, ¡QUÉ MIÉRCOLES!
Hoy es 3 de septiembre y es la fecha que el Concejo Municipal de Miraflores eligió para alargar (por segunda vez) su promesa a los vecinos de la calle Berlín, quienes por cuatro meses han tenido que soportar los ruidos, el polvo, los roedores y hasta más de un accidente personal, mientras se ejecuta la obra de remodelación de la mencionada arteria del distrito.
Según la prensa de Lima, hasta el lunes, solo se había culminado las cinco primeras cuadras. Sin embargo, destacó el diario El Comercio, "la falta de señalización horizontal, la reparación de las veredas --bastante deterioradas-- y el adoquinado de las esquinas, entre otros detalles, causan gran molestia entre los vecinos de ese tramo de la vía". Con esto entiendo que ni siquiera esas primeras cinco cuadras han sido bien terminadas. O sea, sin tener que ser Pitágoras, para eso se han demorado diecinueve semanas. Además, en contra del proyecto original, las cuadras 6, 7 y 8 no se han tocado. Les queda todo el día de hoy para terminar el trabajo entre las cuadras 9 y 14. Buena suerte.
A esta gente del municipio habría que sacarle la calculadora, a pesar de que sabemos que hubo un consorcio de por medio. Preguntarle cuántas horas hombre se ha utilizado y si el total calculado originalmente pudo ser suficiente para finalizar la obra en tres meses. Preguntarle cuál ha sido el motivo de la demora que afectó no solo el tránsito sino a los vecinos del lugar y, por supuesto, a los locales comerciales que por ahí existen. Preguntarle si la parte financiera de su loable proyecto sigue intacta o también tuvo que ser "remodelada" para lograr ese empuje final con el que se les vio trabajando los últimos días. De no culminarse los trabajos a la medianoche de hoy, los vecinos podrían enjuiciar al Municipio por incumplimiento, muy aparte de la exoneración del pago de la segunda y tercera cuotas del impuesto predial de este año que les correspondería por semejante tormento. De eso, el alcalde aún no ha dicho la última palabra.
Las obras se iniciaron el 25 de abril con la idea de terminarlas en tres meses. El 25 de julio, entre tierra, piedras y basura, el Concejo amplió el plazo para el 10 de agosto. Luego, prometió la entrega el 3 de septiembre. Y mientras seis cuadras esperan -según los medios de Lima-, las quejas de los vecinos continúan.
Rogamos que por lo menos la obra esté concluída en noviembre para que por ahí paseen con orgullo a los delegados de la decimosexta reunión de los países del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, motivo por el que algunos distritos limeños andan cambiando su faz... para vivir mejor.
Javier Lishner
Santa Clara, California
3 de septiembre de 2008
Según la prensa de Lima, hasta el lunes, solo se había culminado las cinco primeras cuadras. Sin embargo, destacó el diario El Comercio, "la falta de señalización horizontal, la reparación de las veredas --bastante deterioradas-- y el adoquinado de las esquinas, entre otros detalles, causan gran molestia entre los vecinos de ese tramo de la vía". Con esto entiendo que ni siquiera esas primeras cinco cuadras han sido bien terminadas. O sea, sin tener que ser Pitágoras, para eso se han demorado diecinueve semanas. Además, en contra del proyecto original, las cuadras 6, 7 y 8 no se han tocado. Les queda todo el día de hoy para terminar el trabajo entre las cuadras 9 y 14. Buena suerte.
A esta gente del municipio habría que sacarle la calculadora, a pesar de que sabemos que hubo un consorcio de por medio. Preguntarle cuántas horas hombre se ha utilizado y si el total calculado originalmente pudo ser suficiente para finalizar la obra en tres meses. Preguntarle cuál ha sido el motivo de la demora que afectó no solo el tránsito sino a los vecinos del lugar y, por supuesto, a los locales comerciales que por ahí existen. Preguntarle si la parte financiera de su loable proyecto sigue intacta o también tuvo que ser "remodelada" para lograr ese empuje final con el que se les vio trabajando los últimos días. De no culminarse los trabajos a la medianoche de hoy, los vecinos podrían enjuiciar al Municipio por incumplimiento, muy aparte de la exoneración del pago de la segunda y tercera cuotas del impuesto predial de este año que les correspondería por semejante tormento. De eso, el alcalde aún no ha dicho la última palabra.
Las obras se iniciaron el 25 de abril con la idea de terminarlas en tres meses. El 25 de julio, entre tierra, piedras y basura, el Concejo amplió el plazo para el 10 de agosto. Luego, prometió la entrega el 3 de septiembre. Y mientras seis cuadras esperan -según los medios de Lima-, las quejas de los vecinos continúan.
Rogamos que por lo menos la obra esté concluída en noviembre para que por ahí paseen con orgullo a los delegados de la decimosexta reunión de los países del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, motivo por el que algunos distritos limeños andan cambiando su faz... para vivir mejor.
Javier Lishner
Santa Clara, California
3 de septiembre de 2008
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