La Ordenanza Municipal
¡JESÚS! ¡MARÍA! ¡QUÉ PERROS!
¡JESÚS! ¡MARÍA! ¡QUÉ PERROS!
Debe de ser una de las noticias más anticonstitucionales de este siglo y la más discriminatoria en el mundo de la historia animal. La Municipalidad de Jesús María, en Lima, aprobó una ordenanza municipal publicada el jueves pasado en el diario oficial El Peruano, que determina que nadie que viva en una residencia particular, podrá tener más de dos perros. Pero si alguien vive en edificios multifamiliares, algún tipo de condominio o quintas, solo puede criar uno. Las mascotas, que no pueden defenderse, se jodieron.
En casa, mientras íbamos creciendo y, posiblemente, ni siquiera habíamos aprendido a leer, nos inculcaron un profundo amor a los animales. El abuelo materno había tenido de hobby la crianza de palomas. Y cuando por esas cosas de la vida, la familia tuvo que dejar Colombia para radicar en Nueva York, donó su gigante tortuga al Zoológico de Cali. Más de cuarenta años después, cuando a algunos de los nietos nos tocó visitar la tierra de la abuela y llegamos al referido zoológico, nos sorprendió ver aún vivita y coleando la tortuga que tantas veces habíamos visto en un álbum de fotografías en blanco y negro. En Lima, en efecto, entre tortugas, perros, y decenas de mascotas más, fuimos creciendo.
La Ordenanza 279 de la Municipalidad de Jesús María, promueve la crianza responsable de perros a fin de contribuir a la paz y el respeto entre los vecinos. Cualquiera que lee esto de una manera ligera, no dudará en creer que es una loable tarea, una obra ejemplar.
La nueva ordenanza prohibe a algunos tener más de un can. ¿Y qué deberá hacer aquella familia que por designio divino le tocó criar a una hembrita, y por esas cosas de la naturaleza animal y humana, ésta quedó preñada? El día que nazcan los cachorritos, serán varios animalitos disfrutando del mismo hogar. Entonces, al alcalde, Enrique Ocrospoma, le corresponderá preguntarle al cura de la parroquia si esos cachorritos se cuentan o no. Y, en todo caso, a qué edad los amos tendrían que deshacerse de ellos, antes de que les caiga la multa.
Para salvaguardar la integridad física de las personas, el bienestar de las mascotas y el ornato y la limpieza de la comuna, no se necesita controlar la cantidad de canes por hogar. Se necesita educar. El irresponsable, lo será teniendo uno, dos o tres perros. El irresponsable llegará siempre tarde a su trabajo. El irresponsable, matará los árboles en vez de echarles agua. El responsable seguramente que hará todo lo contrario. No es el Municipio quien deba meter su nariz en la responsabilidad de sus habitantes. Mas bien, es su labor la de fomentar la educación. Por ejemplo, el cómo criar mejor a los animales.
Las multas por no cumplir con la ley van desde los 350 soles. La norma no es retroactiva, y entrará en vigencia en sesenta días.
Esta imposición que no deja opción a una respuesta de quien buenamente puede atender la cantidad de canes que le de la gana, en buen castellano, más parece invasión de la privacidad, y va en contra del respeto al derecho de las personas. A gente que piensa así, pareciera que se le enseñó a no querer a las mascotas, porque el gato araña, el perro muerde, y las tortugas ocupan espacio.
Javier Lishner
Santa Clara, California
9 de septiembre de 2008
NOTA: Al visitar la página oficial del distrito de Jesús María para entender a la otra parte, vimos en su sección titulares lo siguiente: "Jesús María emitirá norma que precise alcances de la ordenanza sobre tenencia de mascotas. Municipalidad busca acarar el tema mediante Debreto de Alcaldía. Ver Más...". Cuando presionamos en "ver más", nos encontramos que la siguiente ventana decía: "No se encuentra la página. Puede que se haya quitado la página que está buscando, que haya cambiado su nombre o que no esté disponible temporalmente". Verdaderamente, de Ripley. El hecho de que la Municipalidad "busca aclarar el tema", nos confirma que las cosas, por lo menos en primera instancia, no fueron muy claras.
En casa, mientras íbamos creciendo y, posiblemente, ni siquiera habíamos aprendido a leer, nos inculcaron un profundo amor a los animales. El abuelo materno había tenido de hobby la crianza de palomas. Y cuando por esas cosas de la vida, la familia tuvo que dejar Colombia para radicar en Nueva York, donó su gigante tortuga al Zoológico de Cali. Más de cuarenta años después, cuando a algunos de los nietos nos tocó visitar la tierra de la abuela y llegamos al referido zoológico, nos sorprendió ver aún vivita y coleando la tortuga que tantas veces habíamos visto en un álbum de fotografías en blanco y negro. En Lima, en efecto, entre tortugas, perros, y decenas de mascotas más, fuimos creciendo.
La Ordenanza 279 de la Municipalidad de Jesús María, promueve la crianza responsable de perros a fin de contribuir a la paz y el respeto entre los vecinos. Cualquiera que lee esto de una manera ligera, no dudará en creer que es una loable tarea, una obra ejemplar.
La nueva ordenanza prohibe a algunos tener más de un can. ¿Y qué deberá hacer aquella familia que por designio divino le tocó criar a una hembrita, y por esas cosas de la naturaleza animal y humana, ésta quedó preñada? El día que nazcan los cachorritos, serán varios animalitos disfrutando del mismo hogar. Entonces, al alcalde, Enrique Ocrospoma, le corresponderá preguntarle al cura de la parroquia si esos cachorritos se cuentan o no. Y, en todo caso, a qué edad los amos tendrían que deshacerse de ellos, antes de que les caiga la multa.
Para salvaguardar la integridad física de las personas, el bienestar de las mascotas y el ornato y la limpieza de la comuna, no se necesita controlar la cantidad de canes por hogar. Se necesita educar. El irresponsable, lo será teniendo uno, dos o tres perros. El irresponsable llegará siempre tarde a su trabajo. El irresponsable, matará los árboles en vez de echarles agua. El responsable seguramente que hará todo lo contrario. No es el Municipio quien deba meter su nariz en la responsabilidad de sus habitantes. Mas bien, es su labor la de fomentar la educación. Por ejemplo, el cómo criar mejor a los animales.
Las multas por no cumplir con la ley van desde los 350 soles. La norma no es retroactiva, y entrará en vigencia en sesenta días.
Esta imposición que no deja opción a una respuesta de quien buenamente puede atender la cantidad de canes que le de la gana, en buen castellano, más parece invasión de la privacidad, y va en contra del respeto al derecho de las personas. A gente que piensa así, pareciera que se le enseñó a no querer a las mascotas, porque el gato araña, el perro muerde, y las tortugas ocupan espacio.
Javier Lishner
Santa Clara, California
9 de septiembre de 2008
NOTA: Al visitar la página oficial del distrito de Jesús María para entender a la otra parte, vimos en su sección titulares lo siguiente: "Jesús María emitirá norma que precise alcances de la ordenanza sobre tenencia de mascotas. Municipalidad busca acarar el tema mediante Debreto de Alcaldía. Ver Más...". Cuando presionamos en "ver más", nos encontramos que la siguiente ventana decía: "No se encuentra la página. Puede que se haya quitado la página que está buscando, que haya cambiado su nombre o que no esté disponible temporalmente". Verdaderamente, de Ripley. El hecho de que la Municipalidad "busca aclarar el tema", nos confirma que las cosas, por lo menos en primera instancia, no fueron muy claras.
10 comments:
"Se necesita educar...Por ejemplo, el cómo criar mejor a los animales".
No te pases Javier, si sólo nos quedamos en el intento de reeducar a esos vecinos irresponsables (pobres y ricos) nos llenamos de perros y gatos por todas partes, contaminamos el ambiente y ponemos en riesgo la vida de nuestros hijos.
En este pais la gran mayoria de familias cria perros sólo para que cuiden la casa de posibles intrusiones. Ellos están convencidos de que cuanto más bravo el perro, mejor guardián será, y por lo tanto, solo cumplen con el ritual de darles de comer y sacarlos a pasear por las noches para defecar en los parques para evitar que se ensucien en casa. Habrá algunos que sí tienen real conciencia de lo que es tener un animalito en casa, pero son minoría.
Apoyo cien veces esta ordenanza municipal. Te lo digo por propia experiencia: es una verdadera tortura china vivir al lado de vecinos que tienen una, dos y hasta más de una mascota y que no dedican ni un segundo de sus vidas en adiestrarlos, criarlos o cuidarlos como deben ser, porque tienen "mil cosas" de mayor importancia que hacer (los hijos, el trabajo, el pan del día, etc.)
¿Crees que con enseñarles o impartirles cursos de cómo criar a sus animales e intentar cambiarles el alma a estos vecinos se va a resolver este problema? no pues, Javier, me sorprendes.
Lamento lo de tu tortura china.
Y nadie dice nada de que en China el gobierno solo deja tener un hijo, a lo más. Y es ordenanza nacional, ojo.
Eagle tiene razón porque yo lo he vivido en cierta forma. mi abuela adora tener perros en su casa pero una vez que los tiene, los cria sin entrenarlos y ante cualquier indisposición que causaran a los visitantes, los sacaba al patio, en donde se pasaban ladrando todo el tiempo y ella se preguntaba, ¿Por qué están tan nerviosos? Bueno, de haberse tomado un tiempito con ellos en entrenarlos a no ladrar y a ser sociables, otra sería la historia y nos hubieramos evitado mordidas, quejas de vecinos y regalitos por el suelo.
Cómo no está mi mamá por aquí para que comente sobre esta historia! le voy a dar la dirección de tu blog para que también comente lo mucho que le gustan los Iracundos.
Haz dado en el clavo, Javier. Esta ordenanza pareciera ser solo un primer paso para el siguiente, que podría ser limitar la cantidad de hijos por hogar. Claro, con la banderita de que "la mayoría" no puede criar bien a sus hijos, entonces que impongan la ley.
Si los perros están mal cuidados, atacan, o no tienen las vacunas necesarias, entonces el municipio tendría una tarea. Pero, porqué dar una ley que incluya a quienes tienen bien criadas a sus mascotas. Allí, creo que se les fue la mano. Todavía falta la "aclaración" de la ordenanza de parte del municipio en cuestión.
Felizmente, los llamas Iracundos y no Angeles Negros, porque sino pensaría que sí tienes un sentimiento discriminatorio en contra de estos angelitos.
A prpósito, todos los comentarios son bienvenidos.
Saludos,
JL
Los perros son bellos pero sucios. Estoy de acuyerdo con la educacion pero tambien opino a favor de la ley municipal.
MIAUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU
humanos mal agradecidos, les movemos la cola, les somos fieles, les llevamos el periódicoa la cama, les cuidamos la casa, les calentamos los pies ¿y todavía nos quieren erradicar?
Ustedes son más perros que nosotros...
Hola amigos, perros y gatos:
Esta es una de esas historias que definitivamente tiene opiniones de todos los ángulos.
Gracias por sus opiniones.
JL
ESTE ES UN TEMA COMO EL DE LA RELIGIÓN O LA POLÍTICA, JAMÁS NOS PONDREMOS DE ACUERDO. VIVO EN JESÚS MARÍA Y TENGO LA MALA SUERTE QUE EN MI CUADRA VIVE UN SEÑOR CON 5 PERROS, ENORMES. LA BULLA ES INFERNAL, EL ESPACIO ES REDUCIDO, LOS TIENE EN NO MUY BUENAS CONDICIONES Y CUANDO LOS SACA NO LE DA GANA DE RECOGER SU CACA. ESTA ORDENANZA QUE REGULA PRECISAMENTE ESTE TIPO DE IRRESPONSABILIDADES PARTICULARMENTE ME PARECE ACERTADA. HAY QUE VIVIR MUCHAS VECES EN CARNE PROPIA LA PROBLEMÁTICA. GRACIAS POR EL ESPACIO.
Hola Anonymous:
Tiene usted mucha razón cuando escribe que jamás nos pondremos de acuerdo.
Yo, personalmente, siempre defenderé a los perros (y a las mascotas en general). Claro, aquí la ordenanza no es en contra de ellos sino de los dueños.
Lamento las molestias que le causan los cinco enormes perros, y ojalá que el dueño algún día entienda que no vive solo en la cuadra. Una vez más, por culpa de algunos, todos resultan afectados (hasta los más responsables).
Saludos y gracias por visitar el blog.
JL
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