Deep Purple en Lima

PAX: DE ESTELAR A TELONERO

Ayer, por primera vez, coincidimos en el blog con Julio Santos, el popular Atormentado de la Internet, para quien Frágil, El Polen y Pax, eran los nombres más apropiados para abrir, el próximo miércoles 20, el show en Lima, del gigante Deep Purple. Mi imaginaria votación fue para Uchpa, una banda que prácticamente vi comenzar cuando, Freddy Ortiz, su fundador, me llevó a la radio sus primeras grabaciones en cinta, y mil ilusiones en sus palabras. Era 1994. De ahí en adelante, solo los pude seguir a través de este gratificante medio. Conservo aún el cassette que se publicó esos días en industria nacional.

Pax versión 2008. Compartirá escenario con Deep Purple en Lima.

Mis primeros conciertos en vivo los experimenté en los años setenta. Como alguna vez confié, el primero fue uno de Breeze, el grupo peruano que tenía como una de sus vocalistas a Roxana Valdivieso. Esas son las imágenes que uno nunca podría olvidar. Las del púber, las vacaciones de verano, la playa, la orilla, las chicas, el rock. Disc jockeys que anunciaban en la radio las canciones que Roxana cantaba en vivo con su inmejorable y aún tierna voz.

Breeze fue un súper grupo, y como tal, de corta duración. Y nunca les escuché un tema propio. A esa edad, para ser sincero, poco me importaba. Con que cantaran temas de Traffic, Stephen Stills o Loggins & Messina, me hacía estar más cerca de ellos que en las fotos o en los discos. Vivíamos en pleno gobierno militar pro soviético y, el rock, precisamente, no era uno de sus aliados. Muy por el contrario, como bien lo recuerdan los que nos llevan una década de ventaja, o más -como Enrique "Pico" Ego Aguirre-, el rock tenía las puertas cerradas. Para muestra, la cancelación del concierto de Santana, en 1971, y su posterior deportación.

Durante la segunda mitad de esa década, con unos cuantos años más -pero aún estudiante-, fui solo o acompañado a cuanto evento me permitía mi edad, y las ganas de estar donde había una batería y un par de guitarras; una, por lo general, de cuatro cuerdas. Recuerdo haber salido enchido luego de actuaciones de bandas locales como Filibuster, Música Acústica Contemporánea, Canto Rodado, Mardi Grass, Up Lapsus, y, por supuesto, Frágil. La mayoría de veces, la actuación era de la banda anunciada, y nadie más.

Como hoy 8 de febrero en 1986. Pax de estelar en Talara.

A través de la revista Pelo de Argentina -que llegaba a Lima con su clásico retraso-, pude empezar a darme cuenta, casi por mí mismo, de lo que significaba ser estelar en el negocio de la música. En los anuncios se podía leer, más arriba y más grande, el nombre de un grupo. Cuando ingresé a la radio, en 1980, pude ser testigo de cómo funcionaba el asunto. Cuando pude viajar al exterior para estar en algún evento, lo que sucedió poco tiempo después, empecé a aprender lo que me faltaba. Telonero es el artista o grupo que calienta al público antes de que aparezca el estelar... Ojo, pero no lo debe calentar mucho, no vaya a ser que el escenario se incendie antes de tiempo. La RAE lo define como "Dicho de un artista que, en un espectáculo musical o de variedades, actúa, como menos importante, antes de la atracción principal". Yo no lo quise poner así.

Si es un festival en el que se anuncia a varios grupos, que no es el caso, cada nombre suele aportar lo suyo para el éxito del mismo. Por lo general, comparten la publicidad, el escenario y la consola, pero, cada uno, con ciertas condiciones. Casualmente, hace dos días, hablaba de ello con Eddie Caipo, quien hoy está en Tacoma, Washington -como ingeniero de sonido de Smash Mouth-, y quien acaba de regresar de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, a donde fue a trabajar con Julio Iglesias. "El Brujo", como se le conoce, sabe muy bien del tema... En cuanto a las giras de una determinada banda o artista, como la de DP por ejemplo, la hacen solos o acompañados. Hace dos noches, en San Francisco, Velvet Revolver se bandeó solo. Hace seis meses, Deep Purple, en el mismo escenario, puso a un telonero: el grupo The Bridge... A la salida, me regalaron dos de sus discos. Como sabemos, un estelar no regala nada, así toque mal.

Pax de estelar. Viernes 10 de octubre del 86.

Ayer, finalmente, alguien en Lima decidió que Pax debía ser el telonero de Deep Purple. Supongo que fue alguien de la empresa que los lleva. Sonreí. Recordé a Julio (Santos, y no Iglesias. ¡Qué religiosos, caray!) quien acertó con una de sus tres opciones. Pero me quedé con la idea de que pudo haber sido otra banda un poco más estable. Pax como que está un poco recorrido para ello (por más de que hayan vuelto después de 20 años). El telonero no necesariamente tiene que tocar la misma música del estelar. A veces el contraste es bueno. Claro, sin irse a los extremos como cuando 200 mil personas abuchearon a Erasmo Carlos, pionero del rock and roll en Brasil, después de que alguna mente lo puso a telonear a Whitesnake, Iron Maiden y Queen, en Tijuca, su mismísimo lugar de nacimiento. Yo estuve ahí, a dos o tres metros del cantautor carioca y recuerdo su impotencia. Para mí era un ídolo que lo derrumbaron sus propios compatriotas.

Esta vez, quiero imaginarme que Pico Ego Aguirre, tal vez, el más experimentado músico peruano residiendo en el Perú, se traerá algo entre manos para sacar provecho de la situación. No todos los días Pax lleva de ocho a diez mil personas a un local (si es que todo va viento en popa, como esperamos). A su lado estarán los curtidos, Nicolás Mantani en batería, y, Jorge Mora en voz y bajo, acaso el mejor cantante de rock de las últimas dos décadas. Al menos, en el Perú. Y, posiblemente, con algún invitado en teclados (como lo fue Fabián Von Quintero para Soda Stereo). Que lo aprovechen amigos. Esta vez ganaron para ser segundos. En mi época, los recuerdo de estelares. Ahora, a ver quién telonea a Bryan Adams el 6 de abril.

Javier Lishner
Santa Clara, California
8 de febrero de 2008

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