Con cierta tristeza, quien escribe, recibió la noticia de la muerte de Aloisio Lorscheider, influyente cardenal brasileño, al que algunas sectas, de esas que lavan cerebros, le pusieron el ojo por su permanente defensa de los derechos humanos.
Aloisio Lorscheider (1924 - 2007)
Recientemente, el otrora arzobispo de Fortaleza, había tenido problemas cardíacos y, según la información llegada desde São Paulo, había sido internado cuatro veces durante este año. En realidad, sus problemas cardíacos comenzaron mucho antes.
Durante su carrera, entre 1971 y 1978, Lorscheider desempeñó dos veces la presidencia de la Conferencia Nacional de Obispos Brasileños. También, en 1976, había sido Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano, conocido por sus siglas CELAM.
"La iglesia brasileña le debe mucho... Él fue responsable de servicios preciosos a la iglesia", dijo Odilo Pedro Scherer, arzobispo de Sao Paulo, al enterarse de la muerte del influyente prelado.
El presidente de la Asociación Brasileña de Abogados, Cezar Britto, dijo que "Lorscheider fue una importante figura durante la dictadura militar en Brasil de 1964 a 1985, jugando un papel decisivo para la democratización del país". (El 15 de enero de 1985, cuando Tancredo Neves fue electo presidente, andábamos en Brasil viviendo la primera versión del Festival Rock in Rio. Desgraciadamente, un día antes de asumir el poder, el mes de marzo, el electo presidente sufrió una infección que se generalizó y, luego de siete operaciones, falleció al mes siguiente sin poder asumir el poder).
[LA ANÉCDOTA] En 1994, mientras funcionarios de la iglesia brasileña y él visitaban el centro penitenciario Paulo Saraste, Lorscheider fue secuestrado por prisioneros, siendo tomado como rehén. Uno de ellos, de nombre Antonio Carlos Vieira, alias "Carioca", del Comando Vermelho (Comando Rojo), le puso un cuchillo en el cuello y lo empujó al suelo. Luego, utilizando al Cardenal y sus colegas como escudos humanos, junto a otros once presos, escapó de la cárcel. Cuando al día siguiente Lorscheider fue puesto en libertad, ya en su hogar, sus palabras a la multitud que lo aguardaba fueron: "Tuve una pequeña aventura". Misericordioso como siempre, Lorscheider habló del perdón y pidió que los culpables no fueran objeto de malos tratos.
En 1998, el exitinto cardenal creó un revuelo cuando puso en duda los poderes de curación de unas pequeñas píldoras de papel de arroz relacionadas con Fray Galvão, el sacerdote franciscano que este año se convirtió en el primer santo brasileño.
Poco después que Galvão fue beatificado, Lorscheider -que por entonces era arzobispo de Aparecida do Norte-, ordenó a las monjas que dejaran de fabricar lo que describió como "pequeños trozos de papel que alientan la superstición". Miles de creyentes aún acuden a diario al monasterio Luz del siglo XVII en busca de las pastillas para ingerir tres de ellas en un período de nueve días conocido como "novena".
Además, se recuerda a Lorscheider por desempeñar un rol importante en el primer cónclave de 1978, tras la muerte de S.S. Pablo VI. De acuerdo con fuentes confiables, dice Associated Press, autorizó reunir los votos de los cardenales del Tercer Mundo para el entonces patriarca de Venecia, que se convirtió en el Papa Juan Pablo I. Lamentablemente, al igual que Tancredo Neves, al mes siguiente de asumir el cargo, "el Papa de la sonrisa", con muchas reformas en mente, amaneció muerto. Se dice que de un infarto.
Aloisio Lorscheider murió esta mañana en el Hospital São Francisco de Porto Alegre, Brasil, a los 83 años.
Javier Lishner
Santa Clara, California
23 de diciembre de 2007
2 comments:
Solo un detalle Javier, Tancredo Neves no llego a ejercer la presidencia de Brasil, poco antes de asumir se enfermo y empezo una secuencia de operaciones tras operaciones que puso al mundo en vilo.
Segun la wikipedia Neves esta en la lista oficial de presidentes de Brasil a pesar de no haber llegado a ejercer.
Así es mi estimado Ernesto. Nunca llegó a asumir el poder. Aprovecho para desearte unas felices fiestas de fin de año esperando que en el 2008 tus metas se cumplan.
Un abrazo,
JL
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