(LOS TERNOS DE) ROCKY II

El único pecado de Rocky Belmonte fue declarar, en 1991, que tenía un BMW, dos motos y cuatrocientos ternos. Ni mintió ni robó, ni mató a nadie. En el Perú, otros que cargan algunos de estos vicios en sus espaldas, aparecen diariamente en los periódicos como si nada hubiera pasado y hasta ostentan puestos públicos de gran responsabilidad. El presentador de la televisión, solo había hecho alarde de lo que estaba logrando con su trabajo. Trabajo que, además, era de dominio público. Ni turbio, ni oscuro, ni debajo de la mesa.

"Sea quien sea" - Rocky Belmonte

Fui testigo de excepción del triunfo de Belmonte, a quien había conocido a principios de los ochenta cuando llegó a Radio Miraflores con su primer disco bajo el brazo. Era de sello Polydor y se tituló "Enséñame a querer". Por esos años me había tocado ser programador de la emisora y, por ende, responsable de recibir la nueva música que nos llegaba por diferentes conductos. Luego de su segundo disco sencillo, "Tan dentro de mi alma", supe que Rocky había viajado a México para seguir su carrera solista. Tenía dieciocho años y, con solo 300 dólares en el bolsillo, se fue en busca de un lugar en el difícil mercado azteca.

Más tarde llegaron sus primeros álbumes (Su miedo de amar, Un corazón, y, Y yo qué), además de una serie de festivales internacionales en los que representó al Perú. En algunos de ellos -como el de Buga, en Colombia; Arica, en Chile; y, Curaçao, en las Antillas Holandesas-, ganó el primer lugar.

En agosto de 1989, ya de regreso en su patria, al lado de Katia Balarin y Franco Scavia, y bajo la producción de Fernando Guille, formó parte del elenco original de Fantástico, un nuevo programa de televisión, que en poco tiempo se volvió en el más sintonizado. Mientras se convertía en el más popular presentador local, Belmonte no dejó de lado el canto. El mismo año lanzó un disco autotitulado y, en 1990, mientras compartimos el mismo programa (yo ingresé en enero para reemplazar a Scavia), Belmonte grabó otro, en ritmo de salsa, en el que incluyó, entre otras populares canciones, "Volcán", "Si yo fuera él" y "A mi manera".

"Que se mueran de envidia" - Rocky Belmonte

Fue en 1991 cuando sucedió la entrevista de los "cuatrocientos ternos" con Jaime Bayly. Hoy, Belmonte tiene algo qué decir al respecto:

Holas:
Me avisaron que había unos comentarios de mí en Google, de un recordado y gran amigo Javier, y otros más.
La entrevista que me hiciera Jaime Bayly fue hace diecisiete años. Creo que cuando me muera en mi lápida dirá, "Aquí están los restos de Rocky Belmonte y sus cuatrocientos ternos"... jaja.
Me causa muchísima risa que todavía se hable de eso cuando por allí sale mi nombre. Nadie se acuerda del festival de Buga, en Colombia; o Arica, en Chile; o Buenos Aires, en Argentina; o España, o, Las Vegas, u otros eventos. La pregunta es, ¿por qué? Fácil, en ese año, tanto Jaime como yo, estábamos en la popularidad, y, en serio, el rating de ese programa fue de 43 puntos (eso yo lo averigüé). El caso es que yo -como dice Javier- nunca mentí acerca de los ternos. El asunto fue que nunca debí decirlo en ese tiempo lleno de cambios políticos y miseria en Perú, porque si lo digo en Europa o Estados Unidos, la gente y los artistas de esos rumbos no se espantan ni te lapidan por un comentario así. Más bien, lo toman como es, o sea, como parte del show. Además, dije como broma que tenía doscientos calzoncillos (y eso nadie lo mencionó)... jaja. Pasó desapercibido. En fin. Yo, en su momento, pedí disculpas, pero mi imagen quedó como la de un sobrado, antipático, pedante, y otros sinónimos que no se pueden repetir. La verdad es que ya llovió, pasó el tiempo, y sigo haciendo cosas. Es más, pronto habrá algo importante que seguro se darán cuenta. Ah!, tampoco recuerdan que Bayly me entrevistó por segunda vez (no recuerdo el año), creo que por el 94 o 95. Allí hablamos del tema diciendo que todo había sido un show más de la tele, y demás cosas, pero ese programa también pasó desapercibido.
No puedo entender cómo todo proyecto que puse en la mesa de los canales de televisión de Perú, fueron rechazados. ¡Todos, caray! Pero si no maté a nadie, o sea, para mí, si se tiene memoria de algo espantoso como fue mi entrevista con Bayly; por favor, entre el 85 y 90, sí sucedieron cosas horribles con Alan García, y ahora lo eligen, y con él no tienen memoria. Pero para un simple artista peruano como yo, el resentimiento tiene que ser para toda la vida? No creo que sea justo.
Si algún día vuelvo, les aseguro que más de uno va a preguntarse porqué recién después de diecisiete años le dan otra oportunidad? Bueno, no quiero cansarlos más. Si gustan pueden entrar a YouTube, ponen Rocky Belmonte y verán dos videos. Pronto subiré cosas importantes de Fantástico, así como de los ocho festivales internacionales en los que representé al Perú. Saludos Javier, y ojo que recién estoy escribiendo. La verdad es que no sé quién toma mi nombre para quejarse por mí.

Supongo que será alguien que estuvo jugando a la Ouija, o que se puso el calzón amarillo antes de tiempo.

Estoy de acuerdo con Rocky, un error de juventud se le perdona a cualquiera, sobre todo, cuando no le hizo daño a nadie. Veremos si la indulgencia llega con el 2008.

Javier Lishner
Santa Clara, California
29 de diciembre de 2007

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