Muchos consideran que Sharon Osbourne le salvó la vida a su célebre esposo, el vocalista original de Black Sabbath. A ella la tuve muy cerca un par de veces, cuando acompañó a Ozzy a sus dos inolvidables presentaciones en Rio de Janeiro, en enero de 1985. Para ese entonces, la señora Osbourne ya llevaba los pantalones de su marido. Había que pasar por ella, para robarle una entrevista al cantante de populares temas como "War Pigs", "Paranoid" o "Children of the Grave".
Simpática y sagaz, Sharon Osbourne, esposa de Ozzy.
Años después, la veríamos participando con su familia en un sintonizado programa de la televisión norteamericana. Y es que la pequeña mujer, si bien es cierto que tiene la reputación de dama estricta y mandona, también es perspicaz y graciosa, cosa que supo explotar en la pantalla chica para bien de sus nada alicaídos bolsillos. Porque, si de dinero se trata en la familia Osbourne, ya sabemos con quién hay que tratar. De lo contrario, pregúntenle a tantos grupos que han sido parte de los ya establecidos Ozzfest, eventos musicales del verano estadounidense, creación suya, que en 2006 cumplió sus primeros diez años. Bueno, no tan "creación suya", pues supongo que la idea original fue tomada de los Lollapalooza de Perry Farrell. Empero, la señora Osbourne hizo el propio a su manera para el agrado de los headbangers. Y en los que alguna vez yo también me pachangueé.
En 2002, la señora afrontó el cáncer al colon. Tuvo la valentía y firmeza de recibir la quimoterapia mientras The Osbournes se encontraba en el aire. Tras sobrevivir a la enfermedad, inició dos programas; uno, dedicado a la familia, The Sharon Osbourne Show, y, otro, no televisivo, llamado The Sharon Osbourne Colon Cancer Program.
Casada con Ozzy desde 1982, tiene tres hijos: Aimee, Kelly y Jack. Inició su carrera de manager, tan rápido como su marido fue separado de Sabbath, en 1979. En su currículo también figura el haber trabajado con nombres como Gary Moore, Motörhead y Electric Light Orchestra. Hasta ahora no se ha sabido que ella haya sido la razón por la que Ozzy no forme parte del reunido Black Sabbath, que vuelve este año para recrear la época de cuando Ronnie James Dio se puso al frente, reemplazando al legendario esposo Osbourne. Y mientras Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward se preparan con Dio; por su parte, los Osbourne -por no decir Sharon- acaban de anunciar que el OzzFest de este año se llamará FreeFest, ya que los boletos, a diferencia de los años anteriores, serán gratis. Ella y su clan han logrado que algunas firmas auspiciadoras cubran los gastos del evento, para que la audiencia pueda ingresar sin costo alguno. Ahora, solo falta lo más importante: la relación de bandas participantes. Como siempre, todo queda en manos de Sharon.
Durante sus días de juventud, Pattie Boyd fue una hermosa modelo. Cuentan que Eric Clapton cayó prendado de ella, mientras ella andaba casada con su mejor amigo, un Beatle llamado George Harrison. Incluso, que la baba le hizo escribir "Layla", acaso una de las mejores composiciones en la carrera del guitarrista inglés que, por ese entonces, era llamado God.
Modelo Pattie Boyd, ex-esposa de George Harrison y Eric Clapton.
La Boyd se casó con el Beatle el día de mi cumpleaños, en 1966 (ver foto de aquel día). La amistad con Clapton vendría años después. Dicen que comenzó cuando el guitarrista fue requerido por Harrison para grabar "While My Guitar Gently Weeps". Muy pronto, Clapton empezaría a frecuentar la residencia de los Harrison y, todo lo que vino después de su ciego amor por la Boyd, fue culpa de la impotencia de no poder tener en sus manos a la bella modelo. En 1973, mientras Clapton andaba sumido en lo más bajo del camino a la muerte (heroína incluída), Pete Townshend, el entonces irascible guitarrista de The Who, lo rescató organizándole su vuelta a las tablas en un súper evento en el londinense Rainbow Theatre. Aconteció el 13 de enero, con camaradas incondicionales como Steve Winwood, Jim Capaldi, Ron Wood y Rick Grech. Entre los temas que interpretó aquella vez "el dios de la guitarra", estuvo una magistral versión de "Little Wing", de su amigo Jimi Hendrix, a quien la droga sí terminó por acabarlo. De George para Pattie: "Something". Pattie Boyd, además de su labor de fotografía, se dedica a SHARP (Self Help Addiction Recovery Programme), una organización para asisitir a los alcohólicos y drogadictos, la que fundó en 1991 con Barbara Bach, la (actual) esposa de Ringo. Como bien declaró alguna vez la propia Pattie, "es increíble cómo todos seguimos con vida". Obviamente, se refería al festín de droga y alcohol que ella, sus ex-esposos, Ringo y compañía, se dieron durante sus años mozos. Y cada vez que la radio toca "Something" de los Beatles, se nos viene a la memoria la musa que inspiró al recordado George, a escribir tan hermosa canción. Bella e influyente, Yoko Ono, esposa de Lennon. Mucho antes de conocer al Beatle, en 1933, Yoko Ono había nacido en Tokio de una familia de banqueros nipones. Creció yendo a exclusivos colegios y, a los 19, mientras estudiaba, conoció en Nueva York a su primer esposo, Toshi Ichiyanagi. Se casaron en 1956. Seis años más tarde volvió a Tokio, se divorció de su marido y se casó con Anthony Cox, respetado músico de jazz y productor cinematográfico. Con Cox, tuvo una hija llamada Kyoko. Pero fue recién en 1969 cuando Yoko, divorciada por segunda vez, contrajo nupcias con John, el popular miembro de los Beatles, quien había hecho lo propio con Cynthia Powell (con quien había tenido a Julian, su primogénito). Otro zafarrancho de amor que se selló en Gibraltar. Al siguiente año, la separación de los Beatles se hizo inminente. Y aconteció. The Beatles: "The Ballad of John and Yoko". Muchos señalaron a la señora Ono-Lennon, de haber llevado a la ruina al famoso cuarteto de Liverpool. Pero, John, estaba feliz. Finalmente, la pareja tuvo su premio. Y se llamó Sean Lennon. Sean nació en 1975 y, sin querer, hizo que su famoso padre, nacido el mismo día (9 de octubre), abandonara temporalmente su carrera, para hacerse cargo de él durante sus primeros cinco años de vida. Cuando todo estaba listo para su regreso, con un disco grabado con Yoko, titulado, Double Fantasy, un pobre diablo de nombre Mark Chapman, cambió el rumbo de la historia con cinco disparos, cuatro de los cuales perforaron el cuerpo de Lennon. Lo que Yoko vivió frente a su departamento del Edificio Dakota, en Nueva York, el 8 de diciembre de 1980, no lo podrá contar nadie. El ver caer desplomado a su esposo, un poco antes de las once de la noche, le dio a esa mujer la fuerza para seguir en la lucha diaria durante las siguientes tres décadas. Próxima a cumplir los 74 (el 18 de febrero), sigue grabando discos, haciendo esculturas, pintando, dando charlas, participando en exposiciones y apoyando lo que ella, y su difunto esposo, siempre promovieron: la paz. Y diga lo que se diga de ella, Yoko Ono fue, desde sus inicios, una innovadora, en las artes plásticas y en la música. Sino que lo digan Chrissie Hynde, Bjork, miembros de Sonic Youth o the B-52's. Sin duda alguna, la dama del avant-garde, aunque, como sus compañeras, controversial.
Mientras George andaba más en la India y con sus nuevos amigotes de la religión hindú (Ravi Shankar, entre ellos), apareció un tercer personaje quien se metió en el medio de todos, y también se enamoró de la modelo. Su nombre era Ron Wood, entonces guitarrista de los Faces. Y mientras Clapton y Wood, cada uno desde diferente lugar, miraban con afecto hacia la residencia de los Harrison, la intensa espiritualidad del hombre de la casa, por esos días, lo llevó a enamorarse de Maureen, la esposa de su ex-compañero de grupo, Ringo Starr. Pero, aquello duró poco. En 1974, la señora Boyd no pudo aguantar más las infidelidades del hombre de la casa, y viajó a Los Angeles, al hogar de su hermana menor, Jenny, esposa de Mick Fleetwood, baterista y fundador de Fleetwood Mac. Hasta ahora no he escuchado ni leído de malas intenciones ni mañoserías del barbado Fleetwood con su hermosa cuñada, las que sí tuvo luego en su propio grupo, con la entonces joven cantante de nombre Stevie Nicks, quien, en 1975, había llegado a la banda, empatada con el guitarrista Lindsay Buckingham. Pero, esa es otra historia... Para (casi) finalizar el zafarrancho, Harrison y Boyd, terminaron por divorciarse en 1977, por coincidencia, el año de Fleetwood Mac. Y Clapton, quien seguía prendado de la ya madura modelo, le escribió otra canción: "Wonderful Tonight". La ventaja que tuvo Clapton aquella vez fue que ya había dejado las drogas. El final feliz entre Eric y Pattie se hizo realidad en Tucson, Arizona, el 27 de marzo de 1979. Desafortunadamente, para esta feliz historia, mientras Clapton procreaba vida con otras damas y volvía a la vida loca, la Boyd -quien nunca pudo tener descendencia-resolvería abandonarlo diez años más tarde.
Y si de Beatles se trata, en esta corta historia de féminas ligadas al rock, no podía faltar Yoko Ono. Dicen muchas lenguas que fue ella la manzana de la discordia que provocó la separación definitiva del grupo musical más popular en la historia del rock and roll. Si eso fue cierto o no, a estas alturas, ya casi no importa. Dos de ellos se fueron al cielo (incluyendo a su esposo), uno anda medio maluco con eso de su divorcio con la muchacha que le quitó una pizca de su fortuna y, el otro, bajo el mando de Dave Stewart -del recordado dueto Eurythmics-, está próximo a lanzar su nueva aventura musical. Ringo no deja de trabajar. Pero, esta vez, nos estamos refiriendo a la señora Ono-Lennon, cuya fama le llegó al unirse a John Lennon, más no (toda) su fortuna.
Javier Lishner
Santa Clara, California
6 de febrero de 2007
2 comments:
En verdad las mujeres han infuido mucho en la vida de los artistas pop y rock de los ultimos 30 años, un gran ejemplo es Phil Collins, que tras cada ruptura matrimonial edita grandes albumes con muy buenas canciones que quinas no hubiera escrito sin ese motivo, quizas muy particular, pero el exito se lo debe a sus ex esposas. Muy buen blog, saludos. Dardo Razzo, editor de Genesis Platinum Collection. http://genesisplatinum.blogspot.com
Gracias, Dardo. El dato de Phil Collins me ha llevado a pensar en redactar otro artículo de Los hombres en el rock. Los escogidos serán Mick Jagger, Phil y Rod Stewart, que tiene algo en común. Y, por supuesto, no es el cabello.
Gracias por visitar la página.
JL
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