Tuesday, March 11, 2008

¡QUÉ MIEDO! El Vaticano nombra nuevos pecados

Cada vez que me imagino una reunión de obispos, los veo tranquilos, pausados, sin preocupaciones, caminando de aquí para allá, como si el tiempo no valiera. Imagino sus reuniones como una cuestión social y, de paso, para hacer algo, pues. Claro, de repente estoy muy equivocado en mi apreciación, pero, de repente, no. Afortunadamente, aunque son ellos los que no piensan así, cada uno puede hacer de su tiempo y su vida, lo que le de la gana, mientras no afecte al prójimo, claro está.


Para nosotros los católicos, y, con más razón, para los que hemos vivido frente a una iglesia, la palabra de los representantes de Cristo en la Tierra, debería ser acatada casi sin chistar. Eso, en teoría. En la práctica, estamos más lejos que la ciencia con respecto al mundo de la bioética.

Resulta que hace un par de días, Gianfranco Girotti, un desconocido arzobispo que resultó siendo "el número dos" de la Penitenciaría Apostólica Vaticana, un Tribunal Supremo que estudia temas de conciencia; fue entrevistado por L'Osservatore Romano, sobre cuáles creía que eran los pecados de la actualidad. Suelto de huesos, Girotti dijo al órgano oficial vaticano, justamente, que "la mayor zona de peligro para el alma moderna es el -en gran parte inexplorado- mundo de la bioética".

La agencia Reuters dice que Girotti afirmó, que "(dentro de la bioética) hay áreas donde absolutamente debemos denunciar algunas violaciones de los derechos fundamentales de la naturaleza humana a través de experimentos y manipulación genéticas cuyo resultado es difícil de predecir y controlar".

Como se sabe, el Vaticano se opone ferozmente a la investigación con células madre que involucre la destrucción de embriones y ha alzado su voz en contra de realizar clonaciones humanas. En la entrevista que titularon "Nuevas Formas de Pecado Social", Monseñor Girotti también habló de "las faltas ecológicas" como males modernos. O sea, algo en lo que -al fin- estamos de acuerdo, pero de ahí a llamarlo "pecado moderno", tampoco pues. Los que dañan el medio ambiente, no son pecadores; tienen otro nombre.

En la nota periodística, Girotti, también se refirió al tráfico de drogas y a las injusticias sociales y económicas. El prelado no perdió la oportunidad para lamentar de que cada vez menos católicos van a confesarse... Dijo que un estudio de la Universidad Católica de Milán mostró que hasta un sesenta por ciento de los católicos en Italia dejaron de practicar el sacramento de la Penitencia.

Finalmente, el sacerdote informó que el mismo estudio revela que el treinta por ciento de los católicos italianos cree que no se necesita a un sacerdote como intermediario de Dios, y el veinte por ciento se siente incómodo de hablar acerca de sus pecados con otra persona. Ave María purísima.

Javier Lishner
Santa Clara, California
11 de marzo de 2008

2 comments:

Mike Mantilla said...

Si a monseñor Girotti le preocupa que haya menos católicos que acuden a confesarse, a mi en lo personal me preocupa que haya cada vez más denuncias de sacerdotes pedófilos o transgresores de sus votos de castidad que tienen mujeres, hijos y hasta nietos. Eso ocurre en Italia, Perú, en China y hasta en Groenlandia. Y lo peor de todo es que estos curitas pervertidos son luego protegidos y ocultados por el mismo clero. Como dirían los argentinos: Andaaaaaaa!
Otrosidigo: si la eclesiastes tilda como pecado a la acumulación excesiva de la riqueza, pues que empiecen ellos por subastar buena parte de los tesoros que conservan en el Vaticano. Los niños pobres de Sudán, Uganda, El Salvador, Haití, Perú, Bangladesh, Uzbequistán y un larguísmimo etcétera se lo agradecerán.

Javier Lishner said...

Eagle,

Será ese uno de los motivos por los que los católicos italianos van perdiendo interés en el sacramento de la Penitencia...

Un abrazo,

JL