Entonces le pedí al redactor de una revista neoyorquina que me tomara una foto al lado de Iggy. El cantante había terminado su espectáculo y, encontrándonos en el backstage, accedió a retratarse. En su entorno, muchas féminas lo esperaban para saludarlo. Su rostro aún lucía una herida abierta por un casual golpe que recibió en el escenario durante su show. El muchacho de la costa Este se cuadró en frente y, mientras Iggy y yo, sentados, mirábamos al pajarito, hizo click con mi todopoderosa Nikon.
Iggy Pop en Coachella 2001 (FOTO: Javier Lishner)
Supimos de él desde que aún andábamos en la secundaria. Su nombre no era muy popular en las aulas pero, para los que indagábamos un poco más acerca de lo que pasaba a diario en el mundo del rock, ese nombre comenzó a sernos familiar. Su amistad con los grandes de la época, como David Bowie, Keith Moon o Marc Bolan, con quienes también competía, lo hizo un poco más interesante.
Por su música, cruda y directa, a lado de los Stooges y, luego, como solista, se ganó el sobrenombre de "El Padrino del punk rock". Aunque hubo otros, los MC5, colegas y paisanos de Michigan, que bien pudieron haberse ganado esa nomenclatura. Pero, así es el fútbol. Después de todo, ni los MC ni los Stooges, llamaron mucho la atención de los medios. O, estaban muy adelantados para la época o, era una música de mierda, como alguien dijo. Ni uno, ni otro. Era la prehistoria del punk, el movimiento que germinó a fines de los sesenta y que, justamente, creció en paralelo a los medios. Y Iggy, estuvo ahí.
Su carrera, desde entonces, ha sido larga y sustanciosa pero, por su mismo origen, es junto a Lou Reed y los mismísimos MC5, por citar solo a dos, uno de los olvidados del rock.
No obstante, la vitalidad y su lealtad por lo que hace desde hace cuatro décadas, lo sigue llevando a diferentes confines de la Tierra. Hoy, por ejemplo, a 45 minutos de aquí, en San Francisco, al lado de los renovados Stooges, actuará en el Warfield, y, el 27 de mayo, volará a Europa para participar en el Pinkpop Festival, legendario evento anual holandés (desde 1970).
Su ascendencia en otros ha sido grande. The Ramones y The Clash, en algún momento, dieron crédito a este señor como influencia a lo que recién, de manos de ellos, explotó a mediados de los setenta. Nacido en Ann Arbor, Michigan, Iggy cumple hoy 60.
Cuando fui a revelar las fotos (pues aún se utilizaba cámaras convencionales), me dí con la sorpresa de que el redactor de la revista neoyorquina le había hecho un zoom tan bueno a Iggy, que ignoró mi presencia. Y qué viva el rock and roll.
Javier Lishner
Santa Clara, California
21 de abril de 2007
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