Saturday, September 18, 2010

EL PIONONO, EL AMOR Y EL ANIVERSARIO

Hubo una leyenda en casa que decía que papá fue conquistado por el pionono. Él siempre bromeó diciendo que ella lo conquistó con ese clásico, exquisito y acaramelado postre de origen desconocido. Ella, con su acostumbrada prudencia, mirándolo fijamente, no dice nada. O se lo dice todo. Sin embargo, si aquello que siempre contó papá hubiera sido cierto, él debió haber comido bastante pionono porque el noviazgo no fue flor de un día.


Hasta que un vez, él pidió su mano y el futuro suegro le dijo que sí. Posteriormente llegó la boda religiosa, la que se realizó en la iglesia de San Felipe Apóstol de la calle Guillermo Marconi de San Isidro. Sucedió una tarde como la de hoy, 18 de septiembre. Por la vía civil, en ese mismo distrito, también unieron sus vidas.

Curioso fue que el sacerdote que celebró la boda, fuera el mismo que bautizaría a los seis vástagos que les trajo la cigüeña, y en el mismo lugar en donde ellos unieron sus vidas. Casi todos llegaron con audífonos, pero el cuarto, además, llegó con un micrófono entre manos. El resto es una dulce historia de amor, tan dulce como el pionono que algún día, hace más de 50 años, los unió para siempre.

Felicidades viejos.

Javier Lishner
Santa Clara, California
18 de septiembre de 2010

6 comments:

Javier Moreno-Pollarolo said...

Como cantan los metaleros Iracundos: "Este disco es un recuerdo de amo-or, por tí-í, por tí-í".

Felices 50 y que sean 50 más!

Anonymous said...

si no fuera por un papa no estarias aquí. como se ve la iglesia influencia todo. pa tu libro...

La historia del pionono se pierde en el tiempo no quedando claro su origen real, si queremos dilucidar la autoría del pionono debemos mirar en los retazos de cultura popular que han resistido hasta nuestros tiempos encerrados en leyendas muchas veces o simplemente olvidados.

Los primeros indicios de aparición de un pastelillo parecido al pionono los encontramos en la España hispano-musulmana entre los siglos X y XI, en pleno apogeo de las artes y las ciencias de Al-Andalus. Esta época, marcada por el mestizaje cultural, hace de Al-Andalus un referente de modernidad e innovación a todos los niveles. Las innovaciones se suceden en distintos campos desde la política hasta la literaria pasando por las artes y por supuesto la gastronomía que se enriquece con sabores agridulces y especiados. Es pues el pionono resultado de combinar el poso romano, que aún persistía con los nuevos sabores que llegaron de la otra orilla del Mediterráneo.

La repostería de la época hispano-musulmana se caracteriza sobre todo por el empleo de materias primas como la canela y la miel, todavía hoy podemos encontrar muestras de esta cocina en dulces árabes como la shubarquía y la pastela, que con su característico sabor nos trasladan a otras épocas.

La creación del pionono como lo conocemos hoy día se debe en parte al celo con el que los habitantes del pequeño pueblo de Santa Fe conservaron la receta como parte de su herencia árabe por encima de cambios religiosos y políticos que sobrevenían en la región de Granada.

Con el paso del tiempo el pionono sufrió cambios tanto en su forma física como en su composición, adaptándose al paso de las épocas y los gustos, pero no es hasta mediados el siglo XIX cuando la receta se rescata del olvido bautizando al pastel con el nombre del Papa Pío Noveno: Pio Nono ( se dice que era el dulce preferido de este Pontifice), y dándole el aspecto cilíndrico de la antigua tiara papal. asi que ya sabes...

Anonymous said...

Que lindo Javier!!! Yo tengo la mitad, 25... la misma iglesia de San Felipe Apósto y el civil tambien en San Isidro, me falta llegar a 50 ;)
Saludos desde NY,
Rossana

Javier Lishner said...

Gracias Javier. Te agradezco el darte el tiempo para saludar en una celebración tan familiar.

Aunque fueron unos cuántos más que 50.

Un fuerte abrazo,

JL

Javier Lishner said...

Hola Anonymous:

Debes saber cuánto me interesa la vida de los papas para el comentario. Aunque la del que el pionono se le atribuye a Pio IX sí me gustó.

Saludos y gracias por el comentario. Que bien podría hacer la historia cierta.

JL

Javier Lishner said...

Hola Rossana:

Para mi, veinticinco es demasiado... jajaja. Gracias por tu comentario, en esta fecha tan especial para mi familia.

Aún recuerdo cuando celebramos las Bodas de Plata de ellos, también en la iglesia San Felipe Apóstol, con la celebración del desaparecido Padre Harold Griffiths.

Como le escrbí a mi tocayo Javier, papá y mamá celebraron más de 55 de matrimonio... y muchísimos más de estar juntos. O sea, ese "extra" que duró el tiempo de los piononos. :-)

Un fuerte abrazo y que los tuyos sean mil más.

JL