IGGY SIEMPRE IGGY HASTA LAS ESTRELLAS
"Aquí estamos en el vientre de la bestia - mucho poder y dinero en esta sala... Es una gran industria. Si se toman las decisiones correctas, se mantendrá la industria... La música es vida, y la vida no es un negocio". Fueron algunas de las frases que utilizó Iggy Pop al recibir la invitación de que su grupo, The Stooges, ingresara al Rock & Roll Hall of Fame. Imagino que a más de un encorbatado no le debieron haber caído muy bien sus palabras. Bueno, su música, a lo largo de más de cuatro décadas, nunca cayó bien en ese ambiente de saco y camisas almidonadas. Además, en un momento, hizo lo que nadie había hecho a lo largo de los años de historia del famoso museo. Levantar al mismo tiempo sus dos dedos centrales (dedo mayor que le llaman) mientras daba su sermón. Aquí se puede ver parte de su parlamento (aunque el canal expresamente le tapa los dedos).
Ayer, por primera vez pude chatear con mi buen amigo Renzo Sánchez, quien, por muchos años, ha sido seguidor absoulto de Iggy Pop. Me comentó que en una entrevista que le habían hecho al popular cantante de Michigan, éste había dicho que admiraba el trabajo que habían hecho los Saicos, el grupo peruano de los sesentas. Al preguntarme si alguna vez lo había visto en vivo, me hizo pensar en la velada de anteanoche cuando Iggy y sus dos compañeros de grupo, el guitarrista James Williamson y el batero Scott Asheton (el guitarrista Ron Asheton falleció el año pasado), subieron a la tarima del Waldorf Astoria para hacer lo que saben hacer mejor: rock and roll.
Como chatear es una de esas cosas modernas que hago poco, muy poco, traté de aprovechar el momento para contarle a Renzo la historia del día que conocí a Iggy Pop. Había viajado especialmente al Coachella Arts & Music Festival junto a mi entonces compañero de trabajo, Michael Kohl. Ambos habíamos obtenido las consabidas credenciales de prensa y allí estuvimos, en el inmenso campo de polo y a pleno sol, bordeando el mediodía. El viaje en automóvil fue parte de la aventura al tener que pasar por lugares como Palm Desert y el bosque de Joshua Tree, en el desierto del Mojave, a los que U2 se había referido tiempo antes. El show de Iggy es un tema aparte. Terminada su actuación regresé al backstage.
Como en todo evento, incluyendo a los estrictos Rolling Stones, siempre hay minas -como llamaban Marcelo y Laura a las muchachas- detrás de escena. Y por angas o por mangas, allí suelen estar con su credencial especial de backstage. No son periodistas ni reporteras, pero hacen su trabajo casi a la perfección. O sea, a mi modo de ver las cosas, dificultan el trabajo de la prensa cuando interrumpen con sus chillidos y otras maravillosas acciones. Y eso pasó aquella vez cuando intenté acercarme al artista. Pero en ese segundo que se descuidaron, logré estar al lado del cantautor, padrino del punk rock y leyenda viviente del rock and roll. Era mayo de 2001.
15 de marzo de 2010. Con dedos arriba y todo.
Ayer, por primera vez pude chatear con mi buen amigo Renzo Sánchez, quien, por muchos años, ha sido seguidor absoulto de Iggy Pop. Me comentó que en una entrevista que le habían hecho al popular cantante de Michigan, éste había dicho que admiraba el trabajo que habían hecho los Saicos, el grupo peruano de los sesentas. Al preguntarme si alguna vez lo había visto en vivo, me hizo pensar en la velada de anteanoche cuando Iggy y sus dos compañeros de grupo, el guitarrista James Williamson y el batero Scott Asheton (el guitarrista Ron Asheton falleció el año pasado), subieron a la tarima del Waldorf Astoria para hacer lo que saben hacer mejor: rock and roll.
Como chatear es una de esas cosas modernas que hago poco, muy poco, traté de aprovechar el momento para contarle a Renzo la historia del día que conocí a Iggy Pop. Había viajado especialmente al Coachella Arts & Music Festival junto a mi entonces compañero de trabajo, Michael Kohl. Ambos habíamos obtenido las consabidas credenciales de prensa y allí estuvimos, en el inmenso campo de polo y a pleno sol, bordeando el mediodía. El viaje en automóvil fue parte de la aventura al tener que pasar por lugares como Palm Desert y el bosque de Joshua Tree, en el desierto del Mojave, a los que U2 se había referido tiempo antes. El show de Iggy es un tema aparte. Terminada su actuación regresé al backstage.
Como en todo evento, incluyendo a los estrictos Rolling Stones, siempre hay minas -como llamaban Marcelo y Laura a las muchachas- detrás de escena. Y por angas o por mangas, allí suelen estar con su credencial especial de backstage. No son periodistas ni reporteras, pero hacen su trabajo casi a la perfección. O sea, a mi modo de ver las cosas, dificultan el trabajo de la prensa cuando interrumpen con sus chillidos y otras maravillosas acciones. Y eso pasó aquella vez cuando intenté acercarme al artista. Pero en ese segundo que se descuidaron, logré estar al lado del cantautor, padrino del punk rock y leyenda viviente del rock and roll. Era mayo de 2001.
El tiempo solo me permitió saludar su participación y la de su banda, y de pedirle una foto para el recuerdo. Cubríamos el evento para un par de medios (uno del Perú) y había que asegurarnos de que teníamos suficiente material fotográfico accesorio, amén de las tomas en escena. Y entonces, Iggy, envuelto en sus blue jeans y con el torso desnudo, aceptó mi inquietud. Me coloqué a su costado con la misma cara de siempre y, sentados en un muro temporal, quedamos los dos, listos para la foto. Como quiera que mi amigo Mike no estaba en el momento (pues andaba más interesado en el hip hop que acontecía en otro de los cinco escenarios) hube de entregar mi cámara al primer colega que vi allí en frente. Se llamaba Perico de los Palotes, y representaba a una revista neoyorquina. Acto seguido, "say cheese". Y eso fue todo. Iggy se paró, nos dimos la mano, las chicas volvieron a la carga, y yo regresé al campo para seguir participando del festival.
Más tarde veríamos actos inolvidables como la reunión de Jane's Addiction (con Flea como invitado), la presentación de los carismáticos Weezer y el espectacular show de Paul Oakenfold, entre otros. El evento llegó a su final pasadas las diez de la noche. Y así, luego de ingresar a un restaurante para comer algo prácticamente al paso, volvimos al hotel en Palm Springs (ciudad en donde Elvis y Priscilla pasaron la primera noche después de su boda), con la idea de regresar al Silicon Valley a la mañana siguiente.
Lo primero que hice al llegar a casa fue ir a la tienda para que revelaran los rollos (que todavía se utilizaban sin parecer paleolítico). Pagué un par de centavos más para que me los tuvieran listos en una hora. "Si las fotografías no están listas en una hora, le devolvemos su dinero", decía el cartel. Pero no fue el caso. Los rollos estuvieron a tiempo, cada uno en su respectivo sobre. Como era de esperarse, el primero que abrí fue el de Iggy Pop. Y no encontré lo que buscaba. Revisé un par de veces para estar seguro de que no estaba y, antes de quejarme, se me ocurrió observar detenidamente los negativos. Y, en efecto, la maldita foto, no se encontraba. Como alma que lleva el diablo, me fui.
Más tarde veríamos actos inolvidables como la reunión de Jane's Addiction (con Flea como invitado), la presentación de los carismáticos Weezer y el espectacular show de Paul Oakenfold, entre otros. El evento llegó a su final pasadas las diez de la noche. Y así, luego de ingresar a un restaurante para comer algo prácticamente al paso, volvimos al hotel en Palm Springs (ciudad en donde Elvis y Priscilla pasaron la primera noche después de su boda), con la idea de regresar al Silicon Valley a la mañana siguiente.
Lo primero que hice al llegar a casa fue ir a la tienda para que revelaran los rollos (que todavía se utilizaban sin parecer paleolítico). Pagué un par de centavos más para que me los tuvieran listos en una hora. "Si las fotografías no están listas en una hora, le devolvemos su dinero", decía el cartel. Pero no fue el caso. Los rollos estuvieron a tiempo, cada uno en su respectivo sobre. Como era de esperarse, el primero que abrí fue el de Iggy Pop. Y no encontré lo que buscaba. Revisé un par de veces para estar seguro de que no estaba y, antes de quejarme, se me ocurrió observar detenidamente los negativos. Y, en efecto, la maldita foto, no se encontraba. Como alma que lleva el diablo, me fui.
Al llegar a casa, tiré todas las fotografías en la alfombra. Pero fue en vano. Estaba Iggy pero no estaba yo. El colega de la revista neoyorquina había hecho una buena toma, pero el close-up que le hizo a Iggy me dejó fuera de lugar. Además, Iggy estaba mirando a las minas. Anteanoche cuando lo ví hablando tan claro y directo en la ceremonia de $1,500 dólares por asiento, justamente en Nueva York, lamenté una vez más no haber tenido esa gráfica con una de las estrellas más simples y sencillas del rock and roll. Tal y como lo fueron los pioneros del género. Porque ahora, como en el fútbol, el negocio está primero. No para Iggy.
Javer Lishner
Santa Clara, California
17 de marzo de 2010
Javer Lishner
Santa Clara, California
17 de marzo de 2010
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12 comments:
Que piña lo de la foto jajja
Referirse a Iggy es resumir a su actitud y energia para luego de todos sus excesos haber llegado al 2010 vivito y rockeando
Los Stooges fueron sino me equivoco la primera banda que se alejo de los postulados psicodelicos y garageros de finales de los 60 para forman los cimientos de lo que llaman PUNK que no es mas que simple Rock&Roll
Los antecedentes de la crudeza sonica y pre PUNK(Usare el termino) ya lo habian dado los Sonics, los Oxford Circle o los Wailers(no confundir con la banda de Bo) tambien nuestros queridos Saicos en latinoamerica.
Pero Iggy & Stooges fueron mas alla y su musica traumatizo a generaciones venideras.
Como Solista Iggy tiene un lp de esos que no deben faltar en tu discoteca The Idiot con las pinceladas del camaleon Bowie con la original china girl o funtime para la posteridad la fiera Iggy experimenta con la atmosfera electronica planeando por su cabeza y sale bien parado.
Saludos
Fausto
cada vez que veo a Iggy, me acuerdo de mis epocas perdido en el espacio, aun ando en espacio pero ya no perdido,, 2 buenas anecdotas una en un concierto y la otra lateando en south beach
Larga vida para Iggy.
La gente de Sex Pistols rechazo la invitacion de el hall of fame por no pagar los 15,000 , pense que iggy no iria.
Hola Fausto:
Yo también creo que fue Iggy el primero (por lo menos de los conocidos) que comenzó por derrumbar la psicodelia... que tanto me gusta.
Admiro su crudeza, el punk, que, como tú dices, es simple rock and roll. Pero no solo en lo musical sino que lo lleva adentro. Y felicito que haya ido porque su mensaje fue muy claro. He leído que ha sido uno de los mejores discursos en la historia de ese museo. Le dijo sus verdades a la industria.
Un abrazo,
JL
Hola Canalla:
Sería bacán que pudieras contar en tu blog ese par de anécdotas. Aprovechando que Iggy está aún en boca de muchos.
En cuanto a tu percepción de que Iggy no iría, también se me pasó por la mente, como cuando hace pocos años pensé que Joan Baez no iría al Grammy. Pero me equivoqué.
Aunque la presencia de Iggy, como le comentaba a Fausto en esta entrada, me pareció adecuada. Porque agarró de una sola a toda la industria junta, y les dijo sus verdades, con el torso desnudo y con sus deditos arriba. Verdaderamente admirable.
Un abrazo,
JL
ese es iggy, un punk absoluto, un inconformista, siempre contestatario, no se calla nada, no se aguanta nada, siempre confrontando al sistema y rompiendo siempre con lo predecible. cuando todos pensaban que su próxima obra sería un album de rock grueso, se lanzó a probar una faceta de crooner que a todos tomó por sopresa, me refiero al "preliminaires", un formidable discazo compuesto de baladas francesas y bossa nova. para entender la lógica de mr pop, el "preliminaires", va contra todo pronóstico, es una propuesta que se desprende de su innata actitud confrontacional a lo que trata de imponer siempre la industria de la música.
como se te pasan esas palomas mi estimado javier. mick jagger, david coverdale e iggy pop en la lista de anécdotas que uno jamás quisiera contar, pero que de todas maneras se cuentan. jajajaja
Hola Renzo:
Lo que dices es muy cierto. La publicación del disco en mención no hace más que confirmar que el tipo hace lo que le da la gana, sin seguir los lineamientos de la industria, no matter what.
Fue un gran gusto chatear contigo, aunque sea por un momento.
Recibe un fuerte abrazo,
JL
Mi querido Renzo:
Esas tres, aunque fueron importantes, no son nada. Si yo te contara... Espero que algún día tengamos un momento para sentarnos en una mesa, como en los viejos tiempos.
Un abrazo,
JL
A ver si entendi bien Iggy Pop conocia de los Saicos?que tal noticia,bueno estoy tratando de ver la ceremonia ultima del salon de la fama pero no la ubico,y de Iggy,que mas se pude decir,un icono viviente del punk,merecido la distincion y bien por sus palabras sobre todo para los que hacen de la musica un negocio mas que un arte(si o no Emilio Estefan).Aunque Javier me parece por fotos que vi de la ceremonia que antes de cantar tenis saco y corbata,bueno hasta en eso es contestatario pues todos pensaban que estaria sentado con el torso desnudo como es su costumbre,pero dio la contra.
luis de jesus maria
Hola Luis:
Bueno, lo de que Iggy haya escuchado a Los Saicos del Perú es algo que Renzo me hizo saber. Lo que no sé es si los escuchó el siglo pasado, diho, en su época, o recién con esto de su película, etc.
En cuanto a la vestimenta con la que llegó Iggy a la ceremonia, es cierto, llegó con traje (terno). Luego se fue sacando el saco, la camisa, y viva el rock and roll!
Un abrazo,
JL
Ese Iggy es un heroe épico con espada de fuego, "aqui estamos dentro del vientre de la bestia", no necesita decir mas, asi como tampoco necesita llevar ropa... Bravo!!!
Palanca Feet:
Yo también aplaudo a Iggy. Su actitud no tiene pierde, aunque no consiga aplausos de parte de la industria.
Me gustó lo de "héroe épico".
Un abrazo,
JL
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