CARLOS MUÑOZ Y EL REGRESO DE UP LAPSUS

Esta vez nos fuimos hasta México, para charlar virtualmente con Carlos Muñoz. Carlos, miembro fundador de Up Lapsus, grupo peruano considerado por muchos como uno de los pioneros de la movida “underground” (subterránea, para los más jóvenes); se encuentra de vacaciones sin descuidar su próxima obra en Perú, con el grupo aquel con el que ha vuelto por nuevos bríos. Y brillos, también. Esta fue nuestra conversación.

- Hola Carlos. Hablemos de Up Lapsus. Una de las pocas bandas que recuerdo de aquellos años, fines de los setenta, en el circuito rockero de Lima. ¿Cómo se gesta?

- Se gesta casi como todas las bandas, con los amigos del barrio… Con David Muñoz (mi hermano) en el bajo y Carlos Lazares en batería. Sentíamos que algo faltaba para redondear la banda y escuchamos a un moreno con una voz impresionante que tenía su grupo en en Callao y lo invitamos. Ante su duda, le ofrecimos presentaciones pagadas y aceptó. Por esas épocas yo organizaba mis conciertos y tenía fechas programadas con casi dos meses de anticipación.

- ¿Cuál era el ambiente musical local que encontraron?

- El circuito local por esos días lo manejaba un empresario al que le decían “el Abuelo Hippie” y estaba en el centro de Lima en lugares como La Fontana, el Embassy, el Sótano Beat y otros. Eran locales que, siendo chibolo, yo frecuentaba gratis, porque quien les alquilaba las luces era mi amigo y yo le ayudaba en la instalación. Y me quedaba. Así escuché a Pax, Telegraph, los Shermans, el Opio, y otras bandas más.

- Yo recuerdo al menos una presentación de ustedes y fue en el Campo de Marte. En un momento en que casi no había movida, no había producción discográfica local, las radioemisoras no tenían ni qué poner, ¿cómo se las agenciaban para organizar conciertos y otras presentaciones?

- Recuerdo que ensayábamos y nunca tocábamos. Y cuando conseguía alguna presentación decíamos: qué paja; y nos preguntábamos, ¿cuánto hay que poner? jaja.

- Qué increíble…

- … La verdad que choqué con la pensión de la academia sin que mis viejos supieran y la usé como capital para organizar mis tocadas. Consideré que era momento de crecer y organicé el concierto en el Campo de Marte. Luego llegaron los viajes al interior del país y fuimos parte de los músicos invitados en La Más Más de Panamericana, La Mejor Mejor de Studio 92, etc. Todo gracias a amigos que confiaron en mi y en los músicos de Up Lapsus.

- ¿Tenían algún tipo de difusión radial para sus eventos?

- Bueno, me amanecía pegando carteles para mis conciertos y así conocí a muchos amigos que comenzaban en Radio Inca y que luego se los jalaban otras radios más grandes… Ellos me ayudaban con la publicidad radial. Sin duda, la movida rock en la capital era cero y nosotros sobrevivimos porque gestábamos nuestros propios conciertos en los cuales participaban como invitados, contratados, porque eran pagados, El Humo de Gerardo Manuel, Pax, Frágil, y otras bandas del momento.

 - Algún show en particular que recuerdes.

- Un domingo llegamos con el equipo de luces al Tabaris y estaban cerrando. Iban llegando las bandas, los equipos, un montón de público y el local, cerrado… Había muerto “el Abuelo Hippie”. Aproveché la coyuntura y de ayudante de luces, me volví organizador con el soporte de una banda propia.

- “Tormenta”, grabado con los hermanos Saúl y Manuel Cornejo, fue publicado por el famoso sello Odeón. Según tú mismo recuerdas, a pesar de la mínima difusión radial, el disco tuvo buena venta y hasta les pidieron grabar un mini play con cuatro canciones. ¿Cómo y por qué desaparece Up Lapsus?

- Up Lapsus desaparece porque nos saturamos. Además, habían empezado los desacuerdos… A esto se sumó el viaje de Neno Vega, nuestro cantante, a los Estados Unidos. Lazares se iba Iquitos a dirigir una orquesta y yo a Colombia, para trabajar en una empresa de investigación de mercados.

- Qué lástima. Pero bien por ustedes que se iban abriendo camino en lo personal. Ahora que tenemos más clara la historia de un valioso grupo del rock hecho en casa, hablemos un poco de ti… 

- Siempre fui un autodidacta, y creo no ser un músico virtuoso pero que, cuando toco, le pongo ganas y “feeling”. O, por ejemplo, cuando me llegan las ideas o chispazos para componer puedo dejar morir a quien sea, pues siento que me transporto y hasta puedo perder la noción de lo que esté pasando. 

- ¡Caramba…! ¿Quiénes fueron, por decir, tu inspiración? 

- Digamos que mis influencias fueron Ritchie Blackmore de Purple, Jimmy Page de Zep y Frank Zappa.

- Qué bueno escuchar de Frank Zappa… A pesar de haberte conocido antes, creo que en mi época en Panamericana (porque ibas a visitar a tu amigo César Abril), nos volvimos a encontrar durante la segunda mitad de los años ochenta. Yo ya había regresado a Radio Miraflores… Eran otros tiempos, tú andabas con un nuevo proyecto llamado Sobrelímite. ¿Cómo nació? ¿Con quiénes lo hiciste?

- Regresando a Lima armé la banda con José Luis Cassaretto, teclados de Up Lapsus, Beto Franco en voz, Carlos Willis en bajo, Luis Taype y Tito Arroyo en batería…

- Disculpa, yo recuerdo que por esos días conducía Perú Rock con Sammy Sadovnik. Nos llevaste una canción recién grabada… “Qué será”.

- Sobrelímite tenía un estilo más pop y luego de la experiencia musical de Up Lapsus quisimos dejar de lado lo “under”. Así compuse “Qué será”, un tema escrito para mi hija quien hoy es mi adorada abogada.

- Debo reconocer que aquí mismo, y en su momento, vi la fotografía de su graduación. Y por supuesto tu cara de padre orgulloso. En marzo de 1988, justamente, con Sammy, organizamos el III Encuentro del Rock realizado en el Perú. Tú fuiste uno de los invitados. ¿Recuerdas algo de aquella reunión en los Estudios RPM?

- Sí, estaba en una gira en el sur haciendo el primer tributo de una banda peruana a Kiss, con maquillaje y todo… jaja. Pero a mi regreso a Lima participamos con Javier Lazares quien era nuestro manager. Me sorprendí encontrar esas fotos en la red. 

- Bueno, te cuento que tú fuiste invitado por Sobrelímite y Javier por su grupo de esos días que se llamaba Desorden… Hace tal vez poco más de un año que pude saber a través de esta red que Up Lapsus regresaba. Incluso, escuché una canción a modo de adelanto. ¿Cómo se les ocurrió reunirse? ¿Quiénes fueron de la partida? 

- En el 2012 nos reencontramos todos en Lima y decidimos continuar con aquello que había quedado a medias. Fue así que empezamos a componer y ensayar. Lamentablemente en ese proceso, Neno, nuestro vocalista, falleció de un paro cardíaco… Luego de sobreponernos, continuamos y buscamos un sustituto (encontramos a Ziko), con quien grabamos en MCA Studios el nuevo disco llamado Somos Guerreros. Contiene nueve canciones y Dios mediante lo publicaremos a fines de este año. Los integrantes somos los mismos con la excepción de Ziko que, como te comenté anteriormente, suple a Neno Vega, que en paz descanse. Completan la banda, Mike Ortiz en el bajo, Braulio Jordan en guitarra rítmica y, como siempre, Carlos Lazares en batería.

Disco de Up Lapsus publicado por IEMPSA. 1981 (FOTO: Up Lapsus)

- Una verdadera lástima la intempestiva pérdida de Neno. Por favor, cuéntanos de “Brichero”.

- La escribí en un viaje al Cuzco en 2005. Había hecho amistad con artistas del barrio de San Blas. Ellos eran pintores populares y además hacían aretes, esclavas, collares, entre otras cosas, y las vendían por las plazas. Ellos decían frecuentemente con indignación: “No sé por qué chucha a ese ‘caza gringas’ le dicen ‘brichero’, si nunca ha hecho ni una pulsera… Ellos se hacen pasar por artistas descendientes de los incas para que les hagan caso, y así confunden a la gente. Pero ellos no son ‘bricheros’…”.

- ¿Cuáles son las expectativas para el nuevo año?

- Up Lapsus vuelve con Somos Guerreros, con temas sociales en su contenido, en el que aporto con siete canciones… En lo personal, acabo de terminar de escribir los temas para una banda hard rock llamada The Perrockers, que hace rock con mensaje para los niños. Este mes empezaron las grabaciones y espero enviarte próximamente el primer tema que se llamará "El kuko no existe”.

- Oh, gracias. Carlos, vamos terminando esta conversación virtual pero me gustaría volver por un momento al principio. Mucha gente, claro, la mayoría que repite como loros lo que escucha, culpa al gobierno del general Velasco del retroceso del rock realizado en el Perú. No obstante, fue durante el gobierno del general Velasco cuando se produjeron no solo la mayor cantidad de álbumes de “rock nacional” sino también algunos de los más clásicos. Por ejemplo, los dos de Traffic Sound, los dos de Telegraph, los dos de Laghonia, el único de Pax, y otros como el de Tarkus, alguno de los Yorks, y los dos de Black Sugar… Ah! Y no solo esos, también los dos de We All Together; lo que, para el momento, no era poca cosa. Aunque tú aún eras muy joven, ¿qué recuerdas de aquellos años entre el 68 y el 75?

- Me parece que no existe ni existirá ley que prohíba escuchar rock en el mundo, y menos situación política que lo logre. A mi criterio, eso es un argumento para no reconocer que le faltó interés y huevos a los empresarios artísticos. Aquellos voltearon su mirada a los ritmos tropicales y la vieron fácil. O sea, apostaron a lo fácil y rentable…

- Te agradezco mucho por tu tiempo. Ha sido un gran placer habernos podido comunicar nuevamente, aunque lo hayamos estado haciendo esporádicamente a través de la red. Recibe un fuerte abrazo y mis deseos de éxito, en el futuro inmediato, para ti y Up Lapsus. A propósito, ¿qué significa Up Lapsus?

- Cuando se formó la banda nos llamábamos UP a secas. Como quiera era un nombre que no decía mucho, decidimos cambiarlo sin perder la identidad . Entonces ya éramos algo conocidos en el barrio. Nosotros éramos de La Victoria, de Balconcillo. Entonces le aumenté Lapsus, una mezcla de inglés por el “Up” y latino por “Lapsus”. Habíamos cometido tantos errores en nuestros inicios y siempre intentando enmendar esto. Por lo que, en adelante, seríamos “Arriba” o “Viva los Errores" (si es que aprendemos de ellos). Te agradezco estimado Javier por esta entrevista y espero haber sido consecuente y claro con mis ideas. Un fuerte abrazo.

- Gracias.

 Javier Lishner

 Santa Clara, California

10 de septiembre de 2015